INTERNOS-serie inspirada en el internado. Serie completa y terminada.

Mientras tanto...en otra parte del internado...en el interior del cuarto de baño...
estaba la directora llorando... cuando Eugenia, su hija, pasó por allí...
Eugenia: mamá?
directora: hola Eugenia-dijo ella disimulando y saliendo del cuarto de baño.
Pero su hija la detuvo...
Eugenia: mamá, estabas llorando?
directora: no, por supuesto que no, tengo cosas más importantes que hacer en la vida que llorar por un infeliz como Antonio.
Eugenia: Antonio, esto es por Antonio, qué te ha hecho? qué te ha hecho él mamá?
directora: nada, seguramente no será nada, soy yo que me imagino cosas pero... estoy segura que entre él y Esther no pasara nada.
directora: Esther? Antonio y Esther? qué está pasando mamá?
directora: nada, tú sabes el pequeño accidente que tuvo Esther en mi despacho, verdad?
sabes que si ella está en el hospital por una brecha abierta en la cabeza, fue porque yo le aticé con el cenicero, lo sabes verdad?
Eugenia: sí, pero no tenías más opciones que hacerlo mamá, ella iba a cantar sobre todos nosotros. El error fu mío no tuyo.
directora: eso no es cierto, ella no iba a contar nada sobre nuestro pequeño secreto de los tres hermanos, fue por otra cosa por la cuál yo tuve ese ataque de rabia con ella dentro en el despacho y le pegué.
Eugenia: por otra cosa? por qué fue?
directora: porque esa niñata malcriada pretendía robarme a Antonio, ella me dijo que iba detrás de él y que si a mí no me importaba, podíamos hacer un trato entre todos para compartirlo.
Eugenia: qué? es imposible que Esther te dijera algo así...
directora: pues lo hizo, Esther es una víbora, pero... por fortuna Antonio no sabe nada, no sé ni porque me preocupo, Esther es solo una niña de 16 años, seguro que Antonio la rechaza.
Eugenia: mamá, dónde está ahora mismo Antonio?
directora: ha ido al hospital a visitar a Esther, pero solo es para asegurarse de que está en perfecto estado, no va a enrollarse con ella, es una estupidez pensar eso.
Eugenia: mamá, yo de ti no confiaría tanto en Antonio, él no es un hombre en él que se pueda confiar, no en ciertos aspectos de la vida.
directora: pues yo quiero confiar en él, de acuerdo? y sé que si Esther le sugiere algo sobre sus verdaderas intenciones, él le va a dar calabazas.
La directora salio del cuarto de baño. Eugenia su hija, se quedó sola dentro de él... y dijo pensando en voz alta.
Eugenia: pues yo no estaría tan segura de eso mamá.
Minutos después...cerca del hospital... estaba Eugenia sentada en un banco de la calle... esperando a que Antonio se acercara a la puerta del hospital... en cuanto le vio, vio que Antonio se acercaba a una floristería y compraba flores... Eugenia siguió a Antonio sin que él la viera... fue hasta la habitación de Esther, intentando perderse entre la multitud de gente para no ser vista por Antonio... así Antonio llegó a la habitación en donde descansaba Esther, que ya estaba casi totalmente recuperada del golpe.
Eugenia se acercó por el pasillo a la habitación de Esther, en cuanto entró no podía creerse lo que veía... Antonio con una amplia sonrisa le dio el ramo de flores que había comprado en la floristería y... la besó.
Esther abrió los ojos cuando se separó de Antonio tras el beso y vio a Eugenia frente a ellos, se la señaló a Antonio y él también la vio, Eugenia salió corriendo hacia la calle...
Esther: detenla, detenla!!-gritaba a Antonio.
Antonio se inició a una carrera de persecución tras Eugenia.
Eugenia llegó al vestíbulo del hospital donde Antonio la atrapó del brazo...
Eugenia: déjame, déjame, he dicho que me dejes?
Antonio la soltó.
Antonio: qué vas a hacer, eh? vas a decírselo a tu madre? hazlo! me da igual, cuando me pregunte yo lo negaré, veremos a quién cree antes, si a ti o a mí.
Eugenia: no voy a contárselo a mi madre, o sí pero se lo contaré después de destruirte.
Antonio: en serio? y qué es lo que piensas hacer entonces Eugenia?
Eugenia: voy a denunciar a la policía la muerte de Carlota Ríos.
Y Eugenia se dio media vuelta y se marchó de allí.
Eugenia salió y caminó, caminó y caminó... ella pasó por un camino de tierra solitario, era un atajo por el cuál se llegaba antes a comisaría, pero... un coche gris circulo cerca de ella, de él se bajó Antonio.
Antonio: sabía que cogerías el atajo para ir hasta la comisaría.
Eugenia: apártate de mí!
Antonio la cogió de la cabellera y estirándola fuerte la obligó a llevarla hasta el interior de su coche en donde la sentó y Antonio condujo hasta el internado. Eugenia sentada a su lado no dejaba de llorar. En cuanto llegaron al internado... Antonio abrió la puerta de Eugenia...
Antonio: bájate del coche!
Eugenia no se movía.
Antonio la estiró de los brazos y ella se cayó a cuatro patas fuera del coche... Antonio la volvió a coger del cuello por atrás, estirándole de la cabellera y los dos entraron en el internado dirigiéndose hacia el despacho de Eugenia.
Antonio le soltó de la cabellera...
Antonio: ahora vas a entrar allí y vas a decir que sí a todo lo que yo diga, y pobre de ti como hagas algo que fastidie todo el plan. Vamos, entra y con naturalidad.
Antonio cogió del brazo a Eugenia al ver que ella no se atrevía a entrar, Eugenia y Antonio entraron dentro del despacho, Antonio la llevaba del brazo y Eugenia lloraba sin descanso.
Dentro del despacho...
directora: Eugenia! Antonio! se puede saber qué pasa? de donde venís?
Antonio: saliendo del hospital he encontrado a tu hija, iba en dirección a comisaría, ha estado a punto de denunciar la muerte de Carlota Ríos, pero yo la he detenido.
directora: hija, es eso cierto?
Eugenia sollozando: sí, pero porque ya estoy harta de esto mamá, confesar es lo mejor que podemos hacer, confesamos y acabamos con este infierno de una vez y para siempre, no deberíamos haber empezado esto nunca mamá, nunca.
directora: no me lo puedo creer, qué te ha pasado hija? sé que Carlota era tu amiga pero...
Eugenia: esto no es solo por Carlota mamá, es por ti y por mí, en qué nos hemos convertido? además la denuncia iba a ser solo para Antonio, de ti no iba a decir nada.
directora: pero yo fui cómplice en la muerte de Carlota, podías haber metido a tu propia madre en la cárcel si se te llega a escapar algo en la declaración.
Eugenia: prefiero mil veces que estés en la cárcel mamá, antes que libre y en manos de...
directora: en mano de qué?
Antonio: sí eso, que vas a decir Eugenia?-dijo Antonio apretándole el brazo con firmeza disimuladamente ante la directora.
Eugenia: en manos de... tu mala conciencia mamá, pero está bien, no diré nada, lo siento, siento haber actuado así mamá.
directora: no importa, eres humana, lo comprendo.
La directora se levantó, abrazó a su hija consolándola. Eugenia se mantenía abrazada a su madre, mientras miraba de reojo a Antonio.

FINAL DEL CAPITULO

próximamente el quinto y último capitulo de la segunda temporada.

LA PRIMERA VEZ JUNTOS

el desenlace de la segunda temporada se acerca. ya hemos vivido 2 temporadas con la miniserie INTERNOS, en la tercera temporada se desvelaran todas las sorpresas, quienes serán las próximas victimas? conseguirán los tres hermanos salir ilesos y seguir con vida en ese internado? que harán la directora, su hija y Antonio el conserje contra ellos? Y con Gloria y Jacobo qué pasara, sobrevivirá su amor por encima de todo? al igual que él de Margarita y Joaquín? todo esto y mucho más en el próximo capitulo.

CONTINUACIÓN...

LA PRIMERA VEZ JUNTOS

El día amaneció radiante en las cercanías del internado nuestra señora sagrada de la cruz.
Tres jóvenes alumnos (Joaquín, Jacobo y Jerónimo) estaban esa mañana en el bosque que rodeaba al internado, mientras hablaban entre ellos, se reían, y conversaban de sus cosas, estaban siendo enfocados sin saberlo, por un objetivo de una cámara fotográfica, sujetada por un tipo misterioso con gabardina que se ocultaba entre los árboles mientras los seguía, sin perderlos de vista.
Mientras tanto... por la ventana abierta... por el alfeizar... estaba caminando una araña dejando arrastrar sus patas peludas, ella se deslizó por la pared hasta alcanzar el suelo del cuarto y trepar por las sábanas a una de las tres camas.
Entre tanto... en el piso de abajo del internado... los tres chicos que acababan de volver del bosque vieron como una chica bajaba chillando por las escaleras, la chica huía de una serpiente que se deslizaba por los peldaños de la escalera tras ella.
Dentro del despacho de la dueña y directora del internado... Eugenia Corma estaba subida a la mesa a cuatro patas, mientras dos ratas enormes se paseaban por el suelo.
Antonio el conserje, tenía una jaula de plástico blanco, él cogió a las dos ratas y las encerró allí dentro, y Eugenia bajo de la mesa y se sentó en su silla aliviada.
Antonio: perdona, creo que los animales se me han descontrolado un poco.
directora: solo un poco? y ésta es tu gran idea para mandar al otro barrio a los tres hermanos?
Antonio: yo te dije que tenía una idea, no que fuera una gran idea y encima buena, pero qué quieres? los días pasan y ellos tres cada vez son más inseparables, sé que necesitamos a los tres, sé que lo de mantenerles bajo vigilancia en este internado en cierta manera fue una buena idea, pero... como íbamos a imaginar que se iban a comportar como verdaderos hermanos entre ellos incluso sin saber que lo son realmente?
directora: soltando a animales peligrosos en el colegio no conseguirás nada, pueden atacar a cualquiera, y a nosotros solo nos interesa que les ataquen a ellos y además así nos arriesgamos que nos cierren el internado por plagas y falta de higiene.
Antonio: tienes razón, es que fue lo primero que se me ocurrió, pero... volveré a encerrar a todos los animales y me aseguraré que no hayan mordido o picado a ninguno de los alumnos ni profesores.
directora: de acuerdo, por ésta vez pasé, pero la próxima idea que tengamos tiene que ser la definitiva, esos tres chicos no pueden seguir ni un solo día más, vivos en este internado.
Mientras... los chicos seguían con su rutina normal en el colegio...ellos asistían a las clases, como alumnos normales.
La campana que anunciaba el final de una de las clases sonó.
Los alumnos salieron a mogollón y a trompicones y empujones del aula, Joaquín, Jacobo y Jerónimo salieron juntos, ellos tres se dieron cuenta que Eugenia, la hija de la directora, estaba siendo ignorada por todo el mundo que salía del aula, todos los demás alumnos tropezaron con ella y ni siquiera se pararon a pedirle perdón, a Eugenia se le cayó la carpeta al suelo y cuando se agachó a recogerla, los demás alumnos pasaron pisándole la mano, pero nadie reparó en ello.
Jerónimo en cuanto vio a Eugenia a distancia, se alejó de sus dos amigos Joaquín y Jacobo y se acercó hacia ella, Jerónimo le entregó la carpeta y la ayudó a levantarse.
Jerónimo: Eugenia, estás bien?
Eugenia: sí.
Y Eugenia se marchó llorando sin añadir nada más.
Jerónimo volvió con sus amigos y hermanos.
Joaquín: qué haces? por qué ayudas a Eugenia?
Jerónimo: no sé, me ha dado pena, antes era la alumna más popular de toda la escuela y ahora casi nadie... quiere hablar con ella.
Jacobo: y qué? se lo ha buscado ella solita.
Joaquín: es verdad, además no sabemos si ella está colaborando con su madre, no podemos fiarnos de Eugenia.
Jerónimo: vamos, si fuisteis vosotros los que el primer día, caísteis rendidos antes ella cuando os robó el primer beso, y...¿ me estáis advirtiendo vosotros a mí de ella? vosotros os habéis oído?
Joaquín: Jerónimo, Eugenia puede ser muy persuasiva cuando quiere, ándate con pies de plomo.
Jacobo: y tú? tú te has escuchado a ti mismo? qué Eugenia te da un poco de penilla? venga hombre! que pena ni que ocho cuartos! tira para adelante que a veces eres demasiado bueno...
Y Jacobo, Joaquín y Jerónimo se alejaron de allí.
Minutos después...todos los alumnos se encontraban en el comedor...
Eugenia estaba en una mesa a solas, sin nadie sentado alrededor de ella. y Joaquín, Jacobo y Jerónimo estaban en otra mesa sentados ellos tres solos. Jerónimo no dejaba de mirar a Eugenia a distancia.
Joaquín: si sigues mirando de esa forma a Eugenia vas a acabar atravesándola y fundiéndola con la mirada.
Jerónimo: es que está tan sola, creo que deberíamos acercarnos a decirle por lo menos hola.
Jacobo: tú tienes algo en el cerebro? para qué? para que se piense que tiene posibilidades con nosotros? Joaquín está comprometido con Margarita, yo pasó de todas las chicas terrícolas y no terrícolas, no existe ninguna lo suficientemente buena para mí y tú... bueno tú no sé en que punto estás, pero desde luego en el punto de mira de Eugenia... no!
Joaquín: qué? Jacobo, qué es eso de que pasas de todas las chicas terrícolas y no terrícolas? qué es eso de que no existe ninguna lo suficientemente buena para ti? espérate un momento, no te muevas de aquí, voy a decírselo a Gloria y vuelvo-dijo Joaquín levantándose.
Pero Jacobo alargando el brazo y colocando la mano en el hombro de su amigo para obligarle a sentarse otra vez, le dijo:
Jacobo: tú te sientas.

Mientras que... Jerónimo ignorando a sus dos amigos se levantó, se dirigió hacia Eugenia y en cuanto llegó cerca de ella, le dijo...
Jerónimo: hola, puedo sentarme aquí contigo?
Eugenia: si quieres...
Jerónimo se sentó a su lado.
Jerónimo: tengo la sensación de que últimamente estás un poco triste...
Eugenia: mientras solo sea una sensación tuya...
Jerónimo: en serio Eugenia, si necesitas hablar de algo con alguien, búscame.
Y Jerónimo volvió a la mesa con sus dos amigos, mientras Eugenia le sonreía desde lejos, recordando lo que le acababa de decir.
Al rato... Jerónimo caminaba solo por los pasillos del internado... él se dirigía hacia su habitación...él entró a ella... sin imaginar que alguien le estaba esperando dentro...
Jerónimo abrió la puerta, entró dentro, y se llevó la sorpresa de que se encontró con... Eugenia cara a cara... ella estaba totalmente desnuda metida en su cama, tapándose con las sábanas.
Eugenia: hola Jerónimo, ya has llegado? te estaba esperando.
Jerónimo recogió la ropa de Eugenia que tenía tirada por el suelo, se la entregó y dándole la espalda, le dijo.
Jerónimo: vístete y lárgate, te prometo no mirar.
Eugenia: creía que te apetecía hablar conmigo.
Jerónimo se giró hacia ella.
Jerónimo: Eugenia no sigas por ahí, la culpa es mía por acercarme a ti con buenas intenciones, pero si siempre te lo quieres llevar todo a tu terreno, lo mejor será que me mantenga todo lo lejos que pueda de ti.
Eugenia: no vas a dejarme ni siquiera que te demuestre que te puedo llegar a gustar?
Jerónimo se dirigió hacia la puerta para marcharse...
Eugenia: Jerónimo espera!
Jerónimo se detuvo.
Eugenia: sigues enamorado de Carlota, verdad?
Jerónimo: Eugenia, no hagas preguntas de las cuales ya sabes la respuesta.
Y Jerónimo se marchó de la habitación. y Eugenia cuando se quedó a solas se vistió y cuando estuvo lista, salió también ella del cuarto, apenada porque Jerónimo la hubiera rechazado.
Lejos de allí... en el exterior del internado... cerca de la cascada de la virgen... había una mujer con el cabello oscuro y los ojos azules... esa mujer era la nueva profesora de ingles, Margarita.
Margarita estaba llorando, ella tenía una fotografía de su hermana pequeña Carlota en las manos, Joaquín se acercó a ella por detrás, se sentó a su lado, le secó las lágrimas, la abrazó, la besó y los dos se tumbaron en la hierba mientras se besaban. Margarita dejó con delicadeza la foto de su hermana pequeña colocada entre las briznas de la hierba del bosque, mientras tenía las manos ocupadas en Joaquín.
En otra parte del internado... en el interior... en una de las habitaciones... concretamente en la habitación de Gloria... la limpiadora del centro escolar...
Allí se encontraba en ese preciso instante... un alumno joven... Jacobo... él había esparcido por toda la cama pétalos de rosas y se sentó encima a esperar a Gloria.
Gloria sin sospechar nada... entró a su cuarto... encontrándose con la cama llena de pétalos de rosas... y con Jacobo.
Gloria: Jacobo, qué haces aquí? qué significa todo esto?
Jacobo sonriendo se acercó a ella, la cogió de la mano para acercarla hacia la cama y empezó a besarla mientras le decía.
Jacobo: ven, ven conmigo Gloria, sabes que no puedo olvidar el beso que me diste? sabes qué te había dicho que había dejado de soñar contigo desde el momento en que te conocí? pues eso ha cambiado, volví a soñar contigo después de que me besarás, y sabes algo? ya no quiero que seas más un sueño Gloria, nunca más.
Gloria al principio se dejó besar por él, pero después reaccionó y le apartó.
Gloria: Jacobo, esto no puede ser.
Jacobo: no me digas eso Gloria, dime que el mundo se va a acabar mañana, pero no me digas que lo nuestro no puede ser, dime cualquier cosa menos eso.
Jacobo se acercó a Gloria y continuó besándola con mucha dulzura. Él la abrazó y trató de llevarla hacia la cama, pero... al notar que ella estaba indecisa, él paró...
Jacobo: qué te pasa? estás temblando...
Gloria: es que... tengo miedo...
Jacobo: miedo? no seas ridícula! miedo de qué?-dijo Jacobo besándole el cuello.
Gloria: pues no sé... por ejemplo de... ¿de que mi marido entré ahora mismo por la puerta y nos pillé...?
Jacobo al oír aquellas palabras dejó de besarla, separándose a escasos centímetros de ella.
Jacobo: tú marido? cómo qué tu marido?
Gloria se quedó mirando por unos instantes a Jacobo sin saber que decirle, el silencio se hizo eterno entre los dos en esos segundos.
Cuando Antonio irrumpió en el cuarto de su mujer, Jacobo se encontraba escondido en el armario de la habitación, Antonio entró dentro y vio a su mujer sonriente que nada más verle entrar, le abrazó y le besó sin apenas dejarle hablar.
Antonio extrañado ante la actitud de su esposa, le dijo.
Antonio: Gloria, me escondes algo?
Gloria: yo no tengo secretos para ti.
Antonio: de qué va esto? que hace nuestra cama cubierta de pétalos de rosas?
Gloria: una sorpresa que he preparado para ti, para nosotros, más bien-dijo ella volviéndole a besar.
Antonio: de qué va esto Gloria? pétalos de rosas tú a mí? esto se me debería haber ocurrido a mí no a ti, seguro que estás sola en el cuarto?
Gloria: no, no estoy sola, me has pillado, los pétalos de rosas en la cama es una sorpresa que me ha preparado mi amante, es un alumno de 16 años y lo tengo escondido en el armario.
Antonio le miró a los ojos. Y él tras un rato... se rió a carcajada batiente, y Gloria se contagió de su risa.
Antonio: tiene gracia, por un momento creí que hablabas en serio con eso del amante.
Gloria: sí, tiene mucha gracia.
Antonio: Gloria, a veces haces cosas muy raras, pero sabes qué? que aún así te quiero.
Gloria: y yo.
Gloria se abrazó a Antonio y ellos dos se besaron. Mientras se besaban y se besaban, la puerta del armario se abrió muy despacio, por ella asomó la cabeza de Jacobo, Gloria abrió los ojos sin separarse de su marido y le hizo señas con el brazo a Jacobo sin que su marido la viera para que esté saliera de la habitación, Jacobo de puntillas salió del cuarto, mientras Antonio seguía con los ojos cerrados, besando a su mujer.
Jacobo saliendo del cuarto de Gloria, llegó al cuarto que compartía en el internado con sus dos hermanos, y entró a él.
Jacobo: voy a dormir, no me despertéis para nada, por mí ya puede haber ahora mismo una eclosión nuclear en el planeta, que a mí ya nadie me saca de la cama, total, para lo que voy a encontrar fuera de ella.
Jacobo se quitó los zapatos y se metió dentro de la cama tapándose, sin desvestirse.
Joaquín: eh? qué te pasa?-dijo él intentando que su amigo se levantara de la cama.
Jerónimo: Jacobo, si tienes algún problema sabes que puedes contárnoslo...
Jacobo: problema? no, yo no tengo ningún problema, el problema en sí soy yo, es que soy idiota, nunca debería haberme ilusionado con Gloria, nunca...
Jacobo se levantó de la cama, y se volvió a poner los zapatos...
Joaquín: qué ha pasado?
Jerónimo: Cuando Gloria apareció aquí en este cuarto por sorpresa y te besó delante de nosotros, parecía bastante interesada en ti.
Jacobo: y lo estaba, de hecho lo está, o no lo sé, ya no sé nada.
Joaquín: pero quieres explicarnos ya de una puñetera vez lo que ha pasado entre Gloria y tú?
Jerónimo: sí eso, cuéntanos lo que ocurre entre vosotros dos.
Jacobo: entre Gloria y yo no ocurre nada, o por lo menos ya no va a ocurrir... soy idiota, he ido a su habitación a prepararle una sorpresa para cuando ella llegara, le he llenado la cama de pétalos de rosas, la he esperado y cuando ella ha entrado a la habitación, va y me dice que no podemos estar juntos, yo la beso y la convenzo pero al rato ella me insinúa que tiene miedo, yo le preguntó de que puede tener miedo si está conmigo, y va ella y... y va ella y...

Joaquín: y qué Jacobo?
Jerónimo: sí eso, habla, que nos tienes en ascuas.
Jacobo: y va ella y me dice que tiene miedo de que su marido nos pillé a los dos juntos.
Joaquín: su marido?
Jerónimo: cómo que su marido?
Jacobo: Gloria y Antonio, el conserje, están casados. Gloria es una mujer casada, os ha quedado claro?
Joaquín: qué?
Jerónimo: Antonio y Gloria casados? sino pegan hombre, cómo va a estar Gloria casada con ese esperpento de hombre!
Jacobo: Jerónimo, gracias por intentar consolarme, pero Antonio no es tan horrible.
Joaquín: no lo entiendo, si el marido de Gloria os ha pillado en la habitación a los dos juntos, ¿cómo es que has vuelto de su cuarto sin ninguna magulladura ni marca?
Jacobo: porque el marido de Gloria no me ha visto, él no sabe nada de mí, me he escondido en el armario. Y me he escapado mientras ellos dos se besaban, de espaldas a mí.
Jerónimo: y ahora qué sabes que Gloria está casada, qué piensas hacer?
Jacobo: no lo sé, Gloria siempre ha sido un sueño para mí, antes me daba igual porque pensaba que solo era eso un sueño, y que no existía ninguna mujer que fuese igual a ella, pero luego la vi despierto, en el pasillo de este internado y ahora... voy a tener que conformarme otra vez con poder tenerla solo en mis sueños, y no sé si voy a poder hacerlo.
Joaquín: y le has preguntado a ella qué es lo que quiere hacer de ahora en adelante?
Jacobo: cómo le voy a preguntar eso a ella?
Joaquín: dándote media vuelta, mirándola a los ojos y diciéndoselo sin temor.
Jacobo al oírle, se giró y vio a Gloria entrando en la habitación.
Gloria: Jacobo, me gustaría hablar un momento contigo.
Jerónimo: será mejor que te dejemos a solas.
Joaquín: estamos afuera por si nos necesitas.
Jerónimo y Joaquín abandonaron la habitación...
Jacobo se quedó a solas con Gloria dentro del cuarto...
Jacobo: qué quieres Gloria?
Gloria: y tú? qué es lo que quieres tú?
Jacobo: algo que no puedo conseguir ni tener.
Gloria: y ya está? vas a rendirte así sin más? no vas a intentar hacer nada por muy loco que sea para intentar cambiar todo lo que ha pasado entre nosotros?
Jacobo: es qué tú quieres que haga algo?
Gloria: yo... no lo sé... tú no sabes lo difícil que está siendo esto para mí, hace seis años que conozco a Antonio, 2 de novios y 4 de casados, y nunca, nunca me había pasado esto antes, nunca me había fijado en ningún otro que no fuera mi marido, pero te conocí a ti y ahora... ahora ya no sé lo que hacer... ni lo que siento... solo sé que... que no puedo dejar de pensar en ti.
Jacobo: ni yo en ti Gloria, pero es inútil que sigamos adelante, verdad?
Gloria asintió con la cabeza.
Gloria caminó hasta la salida del cuarto pero... a medio camino se detuvo y volvió a girarse hacia Jacobo...
Gloria: solo quiero saber una última cosa Jacobo, necesito que me contestes a una pregunta antes de marcharme, luego me iré y no volveré nunca más, te lo prometo.
Jacobo: y cuál es la pregunta?
Gloria: qué habría pasado entre tú y yo hace unos minutos en mi cuarto, si mi marido no nos hubiera interrumpido y yo no fuera una mujer casada?
Jacobo: de verdad quieres que te responda a eso?
Gloria afirmó con la cabeza.
Jacobo se acercó a ella, obligándola a retroceder, en cuanto la espalda de ella se chocó contra la puerta cerrada del dormitorio, él puso su mano apoyada en la puerta acorralándola, y la besó en la boca, cogiéndola de la mano y apretándosela muy fuerte.
Gloria le correspondió al beso sin salir de su asombro, por un momento creyó que todo estaba siendo un sueño.
Jacobo se separó de ella y le dijo.
Jacobo: te sirve como respuesta o quieres que siga besándote?
Como Gloria no decía nada ni se movía, Jacobo la volvió a besar, él le besó después el cuello, sin intenciones de detenerse.
Gloria: Jacobo para, para Jacobo, Jacobo para por favor!!-le imploró ella.
Gloria se apartó de Jacobo, y sin decir nada, en absoluto silencio, abrió la puerta y se marchó de la habitación. Jacobo se apoyó en la puerta, y se dejó caer sentado en el suelo, derrumbado por las emociones vividas en ese día.
Más tarde... los chicos se encontraban en la biblioteca sentados en una mesa...
Joaquín: Jacobo, estás bien?
Jacobo: sí, he estado pensando, por qué tengo que renunciar a Gloria? o sea... ella con el tiempo, puede separarse de su marido no?
Jerónimo: qué? Jacobo estás hablando en serio?
Joaquín: Jacobo hay que ser realistas, Gloria es una mujer mayor que tú y que está casada, no va a dejar a su marido por un chico de 16 años.
Jacobo: y eso por qué no? parece mentira que seas tú él que me digas esto, cuando precisamente tú, estás liado con la profesora de inglés!!
Joaquín: Margarita no está casada.
Jacobo: pero es mayor que tú no?
Joaquín: oye, no estamos hablando de mí y de Margarita, estamos hablando de ti y de Gloria.
Jacobo: claro, y lo mío con Gloria es imposible, verdad? pues mira, no me da la gana de que lo sea, fíjate lo que te digo!
Jerónimo: Jacobo tranquilízate, Gloria está casada vale? no puedes destruir un matrimonio así porque sí.
Jacobo: claro, yo no puedo destruir un matrimonio pero ellos a mí sí que pueden romperme el corazón, verdad? pues sabéis que os digo? Que odio mi vida!
Y Jacobo se marchó de la biblioteca.
Joaquín: Jacobo, adonde vas?
Jerónimo: déjale, en estos momentos Jacobo necesita estar solo.
Jacobo salió afuera del internado... al bosque... y se acercó a la cascada de la virgen...
Allí se encontró con Eugenia...
Jacobo: Eugenia? qué haces tú aquí?
Eugenia: pues supongo que lo mismo que tú, tratar de encontrar un sitio con paz para pensar...
Jacobo: ah!! pero tú tienes cosas en las que pensar? yo creía que con saber cuando tienes que arreglarte y retocarte el pelo te bastaba...
Eugenia: voy a olvidarme de lo que acabas de decir y a intentar ser amable contigo, qué nos ha pasado Jacobo? tú antes eras más simpático conmigo...

Jacobo: Eugenia qué quieres? no hagas preguntas absurdas, te hacen parecer más tonta de lo que realmente eres...
Eugenia: nada, no quiero nada, solo quiero saber si algún día vas a ser capaz de olvidarme...
Jacobo: qué? a ti quién te ha dicho que yo sigo pensando en ti?
Eugenia: nadie, es instinto femenino.
Jacobo: ah sí? pues revísatelo en la fabrica de mujeres porque yo ya hace tiempo que dejé de sentir algo por ti.
Eugenia: no te creo.
Jacobo: pues no te lo creas.
Eugenia: si eso es cierto, por qué estás aquí ahora hablando conmigo?
Jacobo: Eugenia, te puedo asegurar que si yo sintiera algo por ti, en estos momentos no seguiríamos hablando. Y ahora vete, que me contaminas el aire.
Eugenia se levantó de la hierba un poco disgustada por el comportamiento de Jacobo ante ella y se fue, dándose cuenta que no tenía sentido que se quedara.
Jacobo estuvo un buen rato afuera. Admirando la cascada.
Queriendo perderse para siempre dentro del agua que no dejaba de fluir entre roca y roca.
El cielo empezó a oscurecer, cuando era casi el atardecer... Jacobo volvió al internado...
Andando por el pasillo... escuchó un llanto de alguien... él pasó cerca de la habitación de Gloria... y la escuchó a ella llorar en su interior... por un momento pensó en pasar de largo, pero cuando quiso darse cuenta... él ya estaba dentro de la habitación, abrazado a ella, sentado a su lado sobre la cama, intentando consolarla...
Jacobo: Gloria, te encuentras bien?
Gloria: vete, no quiero hablar contigo.
Jacobo: no pienso irme hasta que no dejes de llorar.
Gloria: no es culpa tuya, vale? no estoy llorando por nada que haya pasado entre nosotros, no tiene nada que ver contigo ni conmigo, vete por favor.
Jacobo se levantó de la cama para irse pero... a medio camino se detuvo y volvió...
Jacobo: no, no voy a irme, no quiero irme Gloria, no quiero dejarte.
Jacobo se acercó a Gloria, le secó las lágrimas con los dedos de sus manos, le apartó los mechones de la cara, y sin poderlo evitar, se acercó a ella y la besó. Jacobo y Gloria siguieron besándose, ella le abrazó a él quitándole la camiseta, él le desabrochó los botones de su uniforme de limpiadora, ella se recogió las piernas y se estiró sobre la cama larga mientras Jacobo se colocaba encima de ella, sin dejarla de besar.
Gloria que tenía el pelo recogido, se quitó la goma del pelo y la tiró al suelo, sin mirar a que zona caía. Jacobo y Gloria siguieron besándose, comiéndose con las miradas y desnudándose a cada caricia, pensando cada segundo en detener aquel acto que ya se les había ido totalmente de las manos, pensando en frenar, sin hacerlo en ningún momento.
Jacobo miró a Gloria por segunda vez, no podía creerse que estuviera con ella en la cama, después de todo lo ocurrido en ese día, él se abrazó a ella, sintiendo todavía el contacto de su piel y el sabor de sus tiernos besos, y le dijo.
Jacobo: no puedo creerme que lo hayamos hecho Gloria.
Gloria: ni yo, soy tan feliz, tanto Jacobo. No recuerdo haberme sentido así desde...
desde nunca-dijo ella sonriendo.
Jacobo: yo sí que lo recuerdo, yo solo me he sentido igual que ahora cuando soñaba contigo, en todos y cada uno de los sueños que he tenido antes de conocerte, aunque... nada se puede comparar a la realidad.
Jacobo besó a Gloria.
Gloria: es una lástima que esto se tenga que acabar aquí.
Jacobo: y por qué tiene que acabarse? Gloria, yo te quiero, no voy a alejarme de ti.
Gloria: tienes que hacerlo Jacobo, no es solo porque esté casada, sino también porque...
Jacobo: qué ocurre Gloria?
Gloria: será mejor que te vayas ahora.
Jacobo: no pienso irme, dime qué te pasa?
Gloria: Jacobo yo... yo... estoy embarazada vale? ya lo sabes.
Jacobo: embarazada? eso es imposible, a menos que...
Gloria: que el niño sea de mi marido?
Jacobo: desde cuando sabes que estás embarazada?
Gloria: desde hace unas pocas semanas, ni siquiera he ido al médico todavía... por eso estaba llorando cuando tú has entrado a esta habitación y me has visto.
Jacobo: no lo entiendo, por qué llorabas? no te hace ilusión tener un hijo?
Gloria: a mí sí, pero a mi marido no, cuando le he contado lo del embarazo se ha enfadado conmigo, me ha dicho que todavía no estaba preparado para ser padre, y me ha pedido que abortara.
Jacobo: que tu marido te ha dicho qué...?
Gloria: entiendes ahora por qué estaba llorando?
Jacobo asintió con la cabeza.
Gloria: pero esto es problema mío, yo me las arreglaré sola, para ti lo mejor es que me olvides.
Jacobo: no, no voy a dejarte sola.
Gloria: pero estoy embarazada de otro hombre, no lo entiendes?
Jacobo: la que no lo entiendes eres tú, te quiero, y si para estar contigo tengo que aceptar a un niño que no es mío, yo... lo acepto.
Gloria: no puedo pedirte que hagas eso, eres demasiado joven.
Jacobo: no me lo estás pidiendo, lo hago yo porque me la da la gana.
Gloria: pero yo estoy casada, si mi marido se entera de lo nuestro... tendríamos que escaparnos de aquí para poder seguir juntos.
Jacobo: pues nos fugamos.
Gloria: qué? Jacobo, tú serías capaz de fugarte conmigo de este internado?
Jacobo: sí Gloria, de eso y de mucho más.
Gloria le sonrió, y Jacobo volvió a abrazarla y a llenarla de besos interminables.
Pasado un tiempo, anocheció...
Y a la noche la acompañaron nuevos y escalofriantes sucesos...
Dentro de uno de los numerosos cuartos del internado... dentro del cuarto de la profesora de inglés, Margarita.
Ella acababa de salir de la ducha, estaba con toalla caminando por la habitación, cuando un encapuchado con un pasamontañas negro se acercó a ella arrodillándola ante la cama, y le susurró al oído.
agresor: no me importa que grites, hazlo si así te sientes más a gusto, pero mejor que no lo hagas, porque cuanto más fuertes sean tus gritos, más arderá en mí los deseos por poseerte. Tienes una piel muy tersa, tu hermana Carlota también la tenía, fue una lástima que no fuera capaz de aguantar hasta el final.
Margarita derramó lágrimas, intentando por todos los medios posibles deshacerse del ataque de aquel desconocido, pero no podía... cuanto más se movía ella, más corta era la distancia que notaba del cuerpo de ese desconocido hacia él de ella. Margarita siguió intentando defenderse... pidiendo ayuda. Por suerte... alguien apareció por ahí cerca...
El manillar de la puerta se movió, y el encapuchado saltó por la ventana, dejando a Margarita llorando sentada en el suelo... a la habitación entró alguien... era Joaquín.
Joaquín en cuanto vio a Margarita llorando se abrazó de inmediato a ella.
Joaquín: qué ha pasado, qué ha pasado mi amor?
Margarita: ha entrado un hombre, ha intentado forzarme, era el mismo que asesinó a Carlota, me habló de ella.
Joaquín la abrazó y la besó en la frente.
Margarita: no vuelvas a dejarme nunca más sola Joaquín.
Joaquín: tranquila, no lo haré.
Joaquín abrazó muy, muy fuerte a Margarita, la cuál no paraba de llorar y de traspirar mientras recordaba una y otra vez en su cabeza, todo lo sucedido.

Esa misma noche, en otra habitación del internado...
Antonio entró a la habitación que compartía con su esposa Gloria, la limpiadora.
Antonio: qué haces todavía despierta? ya es hora de que te vayas a la cama a dormir.
Antonio abrió las sábanas de la cama para acostarse.
Gloria: antes de dormir quiero que hablemos.
Antonio: ya hablaremos mañana.
Gloria: no, yo necesito hablar ahora, no voy a poder dormir si antes no aclaramos esto.
Antonio: de qué quieres hablar?
Gloria: de nuestro hijo.

Antonio: no hay ningún hijo.
Gloria: Antonio, ya te lo dije, estoy embarazada.
Antonio: muy bien, y yo te dije lo que yo opinaba, no tienes de que preocuparte, el proceso es sencillo, yo mismo te acompañare a la consulta.
Gloria: y si yo quiero tenerlo, qué pasa?
Antonio: Gloria ya hemos hablado de esto, todavía es muy pronto para tener hijos.
Gloria: llevamos 4 años casados, cuando quieres tenerlos? yo me siento lo suficientemente preparada para dar a luz, yo no quiero abortar.
Antonio: pues si quieres seguir casada conmigo vas a tener que hacerlo.
Gloria: pues a lo mejor ya no quiero seguir casada contigo.
Antonio: en serio? no me digas que tienes a otro...?
Gloria: pues sí hay otro, es un alumno de este internado, hace tan solo unas horas que hemos hecho el amor por primera vez en esta misma cama, él lo sabe todo sobre mi vida, sabe que estoy casada contigo y que estoy esperando un hijo, y sabes qué? que aún así sabiendo todo eso, quiere seguir a mi lado.
Antonio: qué tienes un amante de 16 años? no te estarás inventando una absurda historia solo para ponerme celoso, verdad?
Gloria: se llama Jacobo Mesón, él nos acepta a mí y al niño, y me ha pedido que me fugué con él del internado.
Antonio: y lo vas a hacer?
Gloria: no pensaba hacerlo, tú eres mi marido y mi hijo es tuyo pero... si sigues insistiendo en que aborté, a lo mejor lo hago.
Antonio al oír aquello enfureció de rabia, y le pegó una bofetada a su mujer, girándole toda la cara.
Antonio: tú no vas a irte a ninguna parte, como se te ocurra abandonarme, soy capaz hasta de perseguirte a los confines de la tierra!! lo mejor será que te olvides de cuentos de hadas y que durmamos de una maldita vez!!
Antonio se metió en la cama, cerró la luz, Gloria con la luz cerrada, se acostó a su lado, sin dejar de llorar en la oscuridad, ella abrió el cajón de su mesita y sacó las llaves del coche de su marido y se las pasó de una mano a otra, mientras Antonio dormía profundamente a su lado.
Al día siguiente, Antonio se despertó, miró al lado de su cama y vio que Gloria ya no estaba con él. Miró en los cajones y vio que faltaba ropa, y... las llaves del coche.
Entre tanto... en el cuarto de los chicos...
Joaquín y Jerónimo también se despertaron... ellos revisaron los cajones, los armarios... vieron que faltaban los zapatos de Jacobo...
Joaquín: que raro, por qué habrá vaciado Jacobo todo su armario?
Y... en esos minutos... Antonio irrumpió en el despacho de la directora, su amante, y le dijo.
Antonio: Gloria se ha escapado del internado, Gloria se ha fugado con Jacobo Mesón.

FINAL DEL CAPITULO Y DE LA SEGUNDA TEMPORADA

Y al fin hemos cumplido 2 temporadas de la miniserie Internos. Con esperanzas de que queden ganas para una tercera y última. Donde todos los secretos saldrán a la luz, y se descubrirá el final de todos las historias de amor, desamor, odio, y terror de las anteriores temporadas. No te pierdas los siguientes capítulos, y sigue a tus personajes preferidos en todas sus aventuras.

continuación

TERCERA TEMPORADA...
TODOS LOS MISTERIOS SE RESOLVERAN...

MENTIRAS Y DESILUSIONES

Un coche todo terreno negro era conducido por Jacobo por el bosque. Gloria iba sentada a su lado. Los dos estaban intentando salir de las proximidades del internado, atravesando el bosque, intentando llegar a la carretera.
Mientras... en el internado... todo seguía su curso normal...
Antonio tras entrar al despacho de Eugenia (la directora) y contarle lo de la fuga de su mujer, entablaron una conversación:
directora: cómo es eso de que Jacobo Mesón y tu mujer Gloria han huido juntos?
Antonio: por lo visto Gloria mi mujer ha resultado ser una furcia de mucho cuidado, ayer me confesó que ella y Jacobo eran amantes y que tenían planes de fugarse del internado, me dijo que ellos dos solo se habían acostado una vez, pero seguro que es mentira y llevan acostándose desde el principio de curso. El problema está en que yo pensaba que todo lo dicho por mi mujer se iba a quedar solo en palabras, pero faltan las llaves de mi coche, estoy convencido que ellos dos están juntos, no hay otra explicación posible.
directora: esto es un desastre! a mí no me importa lo que Gloria haga con su vida, me importa un rábano si ella decide dejar su trabajo y abandonar a ti para liarse con un jovenzuelo de 16 años, pero Jacobo Mesón no puede estar viviendo fuera de este internado.
Antonio: lo sé, aquí lo importante es encontrar a Jacobo. Podíamos denunciarle de secuestro.
directora: secuestro? por favor? Jacobo es menor de edad, cómo no le haya secuestrado Gloria a él? cosa que dudo...
Antonio: y si le denunciamos por robo de vehículo? se han llevado mi coche.
directora: lo primero de todo es saber si de verdad ellos dos están juntos, que es lo más probable, pero hay que confirmarlo.
La directora se acercó al micrófono y dijo alto para que se oyera en todo el internado.
directora por megafonía: solicito la presencia de los alumnos Joaquín Llarqué y Jerónimo Vivo, que acudan ahora mismo al despacho de la directora.
Dentro del aula... estaban todos los alumnos asistiendo a una clase normal...cuando escucharon la voz de la directora por el altavoz.
profesora: Joaquín Llarqué y Jerónimo Vivo, ya lo habéis oído, acudir ahora mismo al despacho de la directora.
Joaquín Llarqué y Jerónimo Vivo salieron del aula, de camino hacia el despacho...
Joaquín: Jerónimo, tú crees que la directora nos querrá ver por la reciente desaparición de Jacobo?
Jerónimo: es lo más seguro, pero ya sabes lo que tenemos que hacer, pregunté lo que pregunté, Gloria y Jacobo nunca han tenido nada que ver el uno con el otro.
Mientras... en el interior del despacho de la directora... ella seguía hablando con Antonio...
directora: desde que esos chicos han venido a este internado que nada ha salido bien, no sé creí que esto iba a resultar muchísimo más fácil, antes por lo menos aunque ellos tres no estuvieran en el internado los teníamos localizados, pero ahora se nos ha escapado uno de ellos.
Antonio: hay que seguir con nuestras vidas normales, a lo mejor Gloria se arrepiente a medio camino de su alocada aventura y decide volver, hay que tener esperanzas. Esther está a punto de salir del hospital, ya está totalmente recuperada, tuvimos suerte que el golpe solo fue un susto, le causó una hemorragia muy grande pero sobrevivió, sus padres se pasaran por aquí con ella cuando la recojan del hospital.
directora: de acuerdo, yo misma los atenderé, todavía no sé que excusa inventarme para la herida en su cabeza, puedo decirle que se la hizo explorando el bosque, creo que puedo conseguir salir libre de culpas.
Antonio: seguro, tú eres muy buena actriz cuando te lo propones. También está el asunto del detective privado, nos ha pedido más dinero por material nuevo sobre los chicos.
directora: más? pues yo me niego a darle más!! creo que ya es hora de que prescindamos de sus servicios, nos ha sido muy útil y sin él no hubiéramos conseguido encontrar a los muchachos pero no nos va a sacar más dinero del necesario.
Antonio: quieres que ésta vez sea yo él que quede con él y recoja las últimas fotos tomadas a los chicos?
directora: no gracias, pero esto es cosa mía.
En ese instante Antonio salió del despacho en el mismo momento en él Joaquín Llarqué y Jerónimo Vivo, entraron.
Entre tanto... en la cocina del internado... estaban hablando dos compañeras del trabajo de Gloria.
compañera de trabajo 1: yo siempre desconfié de Gloria, sabía que ella no era feliz en su matrimonio.
compañera de trabajo 2: la verdad Gloria es una caprichosa, Antonio es un buen hombre y siempre la ha tratado como una reina, y sin embargo ella decide fugarse de la noche a la mañana con un alumno de 16 años.
En ese instante la doncella entró en la cocina y las escuchó hablar.
doncella: de qué habláis? sabéis por qué Gloria ha faltado hoy a su puesto de trabajo?
compañera de trabajo 1: porque es una desvergonzada que ha engañado a su marido con un chaval de 16 años.
compañera de trabajo 2: yo en parte entiendo a Gloria, el alumno ese estará que cruje seguramente, y es muy difícil resistirse a las tentaciones, pero ella debería haber respetado a su marido y no fugarse con el primer jovencito que se le ha declarado.
doncella: escuchar yo conozco a Gloria, estoy segura que si de verdad se ha marchado con ese alumno como se rumorea, lo ha hecho porque tenía muy buenos motivos para querer dejar su relación son su marido. Es muy fácil criticar desde la distancia, pero yo al contrario que vosotras me alegró porque Gloria se encuentre bien lejos de aquí y ojala no vuelva nunca más a este internado.
Al rato... en el despacho de la directora... ella seguía hablando con Joaquín Llarqué y Jerónimo Vivo sobre Jacobo Mesón.
directora: sé que vosotros tres tenéis una relación muy cercana de amistad, seguro que Jacobo no os ha dicho nada de que pensaba marcharse del internado y por qué?
Joaquín: no.
Jerónimo: Jacobo es muy reservado para sus cosas, aunque seamos amigos, casi nunca nos cuenta nada.
directora: está bien, marcharos.
En el momento en que Joaquín y Jerónimo abandonaron el despacho de la directora, se cruzaron con Eugenia Soler, que se disponía a entrar en ese preciso instante.
Dentro del despacho...
Eugenia: qué ocurre mamá? que hacían Joaquín y Jerónimo aquí dentro contigo?
directora: ha pasado algo muy grave, Jacobo Mesón ha desaparecido, no sabemos donde está, lo más seguro es que se haya fugado con Gloria, la limpiadora, la esposa de Antonio, y... por eso necesito tu ayuda hija?
Eugenia: sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras mamá.
directora: Antonio me ha dicho que Gloria y Jacobo han estado liados desde el principio de curso, tienes que descubrir que hay de verdad en eso.

Eugenia: mamá, yo no sé la vida secreta de Jacobo al 100 por 100, pero recuerdas que al principio de todo Joaquín y Jacobo se peleaban por conseguir mi amor? la amistad entre los tres hermanos nació después de que ellos decidieran pasar de mí, tras una noche de pasión, no creo que por aquel entonces Jacobo babeara por mí y al mismo tiempo viviera una historia de amor con Gloria.
directora: pues lo suyo con Gloria empezaría poco tiempo después de plantarte a ti, me da igual, pero si Jacobo y Gloria deciden dar media vuelta y volver al internado, quiero que te encargues de averiguar si lo que hay entre ellos dos, es verdadero o simplemente una aventura de un día.
Eugenia: lo haré, voy a tener que acercarme mucho a Jacobo para averiguarlo, aunque tampoco me molesta mucho ese hecho. No te preocupes mamá, tendrás noticias mías.
Mientras... Margarita se encontraba en el baño de su habitación, lavándose la cara y peinándose. Cuando ella escuchó ruidos en su dormitorio, se asomó por la puerta y vio a un tipo misterioso con gabardina registrar su bolso, el tipo hizo fotografías con una pequeña cámara al decorado de la habitación y se fugó por la ventana.
Margarita rápidamente salió del cuarto de baño y comprobó que no le faltara nada dentro de su bolso.
Más tarde... Eugenia Corma (la directora) estaba andando por los lugares recónditos del bosque... siendo perseguida y observada desde lejos por Joaquín y Jerónimo.
Joaquín: seguro que el tipo con gabardina que nos ha estado tomando fotos estos días, el hombre que llamó al despacho de Eugenia cuando tú contestaste el teléfono sin que nadie lo supiera y él que ha registrado el bolso de Margarita esta tarde, es el mismo, ahora cuando ellos dos queden y los veamos juntos, desvelaremos el misterio.
Jerónimo: ese hombre debe ser una especie de detective privado, la directora solo le habrá usado para estar informada de nuestros movimientos dentro del internado.
Joaquín: sí, es la única solución posible que existe.
Así la directora se reunió con el tipo con gabardina, quién le entregó un sobre con fotos nuevas.
directora: muy bien, muchas gracias, pero ya no vamos a necesitar más sus servicios, de ahora en adelante de los chicos me encargaré yo.
detective: pero todavía puedo serle útil y proporcionarle información sobre sus vidas privadas y la gente con la que se relacionan.
directora: no, eso sería muy costoso para mí. Lo siento pero la labor detectivesca ya ha llegado a su fin.
Los dos hermanos, Joaquín y Jerónimo vieron como la directora, sacaba una pistola y disparaba al detective, Eugenia Corma cogió el cadáver del detective por los pies arrastrándolo y lo colocó dentro del maletero de su coche, arrancando después ella dicho vehículo y largándose lejos antes de ser vista por nadie. Joaquín y Jerónimo fueron testigos de todo, sin que ella se enterara de nada.
La directora condujo el coche muy lejos de allí, hasta salir a la carretera, se alejó varios kilómetros de la zona del internado y en cuanto estuvo muy lejos, en una carretera despejada de tráfico y personas, sacó el cadáver del maletero y lo tiró por un barranco, largándose luego ella en su coche, y dejándolo ahí abandonado.
En cuanto la directora llegó cerca del bosque del internado, vio a un hombre y a una mujer dirigirse hacia ella, parecían muy enfadados, salían de un coche donde estaba Esther, el hombre y la mujer que no eran otros que sus padres se acercaron a ella.
hombre: estoy muy disgustado con el trato que ha tenido con mi hija, se suponía que este internado era de mucho prestigio.
mujer: mi hija ha estado a punto de morir en el hospital y ni siquiera sabemos nada de como se produjo tal fractura en la cabeza.
directora: lo siento mucho, ella estaba explorando el bosque y...
hombre: no hay excusa posible, pagó mucho dinero para que mi hija estudie en este internado, los profesores deberían saber cuando un alumno sale a su exterior, no dejarle a su total libertad.
mujer: mi hija es una chica con muy poca experiencia sobre la vida, no está acostumbrada a vivir fuera de casa con gente desconocida, necesita que estén encima de ella, sintiéndolo mucho, creeremos que estará mejor en otra institución.
directora: les aseguro que su hija ha recibido el mismo trato que todos los demás 400 alumnos de este internado.
hombre: tal vez, pero todos los demás alumnos no han estado ingresados en el hospital por una hemorragia en la cabeza como ella.
Así los padres de Esther se acercaron al coche, lo arrancaron y se largaron con su hija, para no volver jamás.
Eugenia Corma se quedó mirándolos desde lejos, Antonio se acercó desde la puerta del internado hacia ella.
Antonio: qué ocurre? que Esther vuelva con sus padres a casa es lo mejor que podía sucedernos, ella tan solo era una alumna más, no la necesitábamos para nada.
directora: pero sabe nuestros secretos, si habla...
Antonio: no sabe nada y no va a hablar, estuve visitándola ¿recuerdas?, los médicos le han diagnosticado una amnesia episódica irreversible, no recuerda nada de los días vividos en este internado, ni siquiera sabía quién era yo, cuando iba a verla al hospital, le dije que era amigo de sus padres.
directora: seguro?
Antonio: seguro, esto me perjudica más a mí que a ti, ¿de verdad crees que quiero que me encierren en la cárcel por asesinato y estafa?
directora: no, claro que no, supongo que puedo confiar en ti, y si tú dices que Esther sufre amnesia a causa del golpe y no recuerda nada, seguramente tengas razón.
Lejos de la zona del internado... Jacobo seguía conduciendo el todoterreno negro.
Jacobo: creo que nos hemos perdido, yo nunca había pasado por aquí antes.
Gloria: no te preocupes, sé que conseguiremos encontrar el camino, lo importante es que no nos detengamos.
En ese instante Jacobo miró a Gloria preocupado.
Gloria lo notó y le preguntó.
Gloria: qué pasa?
Jacobo: nos hemos quedado sin gasolina. No podemos seguir.
Gloria: qué? no puede ser! por qué tenía que ser Antonio tan olvidadizo! siempre se deja el deposito a medio llenar, siempre!
Jacobo: qué hacemos? no podemos quedarnos aquí parados en medio del bosque, habrá que volver al internado.
Gloria: no, no quiero volver.
Jacobo: ni yo, pero el pueblo más cercano está a miles de kilómetros de aquí, no tenemos otra salida.
Gloria: tienes razón, pero yo todavía no quiero volver, por favor Jacobo, vamos a quedarnos un rato más aquí en el coche.
Jacobo: como quieras Gloria, pero... está anocheciendo, se te ocurre como podemos pasar la noche dentro del coche mientras retrasamos nuestra vuelta al internado hasta el amanecer?
Gloria asintió con la cabeza.
Ella se quitó el cinturón, y se acercó hacia Jacobo sentándose encima de sus rodillas, se quitó la camiseta que llevaba puesta, y se abrazó a Jacobo, mientras le besaba el cuello y le acariciaba la cabeza.
Jacobo: te quiero Gloria, te quiero.
Gloria se separó por un leve instante de él.
Gloria: y yo Jacobo, y yo. No quiero que nada ni nadie nos separe jamás, quiero que estemos juntos, para siempre.

Gloria le desabrocho el botón y la cremallera de sus pantalones a Jacobo y después ellos dos se fundieron en un apasionado beso de amor.
Al día siguiente... Jacobo y Gloria abandonando al coche en el bosque... volvieron al internado andando...
Ellos entraron por la puerta, nada más entrar Jerónimo y Joaquín estaban en las escaleras viéndoles llegar, también estaba Eugenia por ahí cerca, la directora y Antonio.
Antonio nada más ver a su mujer se le abalanzó encima, pidiéndole perdón.
Antonio tras abrazar a Gloria: mi amor, por fin has vuelto, no sabes lo que te he echado de menos!! siento mucho la discusión que tuvimos la otra noche, toda la culpa fue mía por no haberte dado el amor que tú necesitabas, te prometo que si me das otra oportunidad se hará todo lo que tú quieras y digas, te lo prometo.
Antonio cogió la maleta de Gloria y a ella de la mano y se la llevó, apartándola de Jacobo, quién no dejaba de mirarla a lo lejos.
Eugenia entró en el despacho con su madre. Y los tres chicos se reunieron de nuevo.
Jerónimo: Jacobo estás bien? qué ha pasado?
Joaquín: creíamos que Gloria y tú ya estaríais muy lejos de aquí.
Jacobo: no ha podido ser, el coche se ha quedado sin gasolina. Esto ha sido un completo error desde el principio, yo lo arriesgo todo por fugarme con ella del internado ¿y qué hace Gloria nada más volver? irse con su marido en cuanto él le ha pedido perdón.
Joaquín: tienes que hablar con ella, pero cuanto esté a solas.
Jerónimo: sí, ahora lo mejor es que te tomes una ducha y descanses.
Jacobo subió con la maleta por las escaleras, acompañando a sus dos amigos hasta la habitación.
Tras ducharse y cambiarse de ropa, Jacobo bajó a la cocina para hablar con Gloria. Pero en cuanto Jacobo llegó a la cocina, vio que ella no estaba sola, su marido estaba con ella.
Antonio se dirigió hacia Jacobo.
Antonio: no voy a permitir que te acerques a mi mujer.
Jacobo: Gloria no comparte la misma opinión que tú.
Antonio: mientras yo siga siendo su marido, no vas a volverte acercar a ella.
Jacobo: por qué no dejas que sea ella misma la que venga a pedirme que la deje en paz? solo quiero saber lo que Gloria piensa de esto.
Antonio: ella no quiere verte nunca más, ha sido ella misma la que me ha pedido a mí que hablé contigo y que te lo haga saber, así que por favor, ríndete y apártate de su lado para siempre.
Antonio volvió a entrar a la cocina, se acercó a su mujer, quién la abrazó y le besó, mientras ellos dos se besaban, Jacobo se quedó mirándolos desde la puerta, sin acabar de creerse que ya no volvería a tener a Gloria entre sus brazos.

FINAL DEL CAPITULO

CONTINUACIÓN...



LA ÚLTIMA NOCHE

Esa mañana en el internado nuestra señora sagrada de la cruz los alumnos tenían clase de ingles. Todos estaban con la cabeza pegada a sus libros y a sus cuadernos, estudiando, tomando notas, mientras Margarita la profesora pasaba por las mesas para vigilar que estuvieran callados.
Margarita pasó por delante de la mesa en donde se sentaba Joaquín Llarqué, y disimuladamente le dejó un papel doblado en su mesa, Joaquín lo leyó con discreción...

TE QUIERO

Margarita se quedó disimulando delante de esa mesa hasta que Joaquín, guardó la nota de Margarita, arrancó un trozo de papel de su libreta, escribió, lo arrugo y lo apartó a un lado de la mesa, Margarita deslizó su mano por la mesa que tropezó con el papel por accidente y se lo llevó al bolsillo.
Margarita volvió a su mesa frente a toda la clase, se sentó cómodamente, cruzó las piernas y abrió la nota de Joaquín para leerla.

YO TAMBIÉN TE QUIERO

Margarita miró a Joaquín a distancia desde su mesa, y éste le guiñó un ojo sin moverse de la suya, mientras intentaba disimular antes el resto de los alumnos, haciendo sus deberes de ingles.
La campana que anunciaba que ya se había acabado la hora de estudio, sonó en toda la clase. Todos los compañeros se levantaron y se fueron del aula, todos menos Joaquín que se quedó sentado en su pupitre hasta que la clase estuvo completamente vacía. Entonces él se levantó, se dirigió hacia la puerta, la cerró, espero a que Margarita se acercara a él y se lanzó a sus brazos a besarla. Él en ese momento sujetaba dos libros con sus manos, pero éstos se le cayeron al suelo deliberadamente en cuanto él abrazó a Margarita, la besó con desenfreno y los dejó caer a ambos sobre el duro suelo de la clase.
Joaquín: me moría de ganas por besarte.
Margarita se abrazó a Joaquín, pero él la notó un poco distante.
Joaquín: qué te pasa?
Margarita: nada, no es nada-dijo ella casi en un hilillo de su voz.
Joaquín: estás así por ese hombre encapuchado que se coló la otra noche en tu cuarto, verdad? lamentó mucho no haber podido llegar antes.
Margarita: eh!! no es culpa tuya, lo que más me angustia es que el mismo hombre que asesinó a mi hermana Carlota, y además seguro que es alguien del internado, porque me habló de ella como si la conociera personalmente.
Joaquín: quieres decir que el agresor es alguien conocido? Estuve hablando con Jerónimo, alguien mató a su abuela en el bosque del internado, tras unos matorrales. Lo cuál significa que... el asesino de la abuela de Jerónimo, el asesino de Carlota y el desgraciado que te atacó esa noche, podrían ser el mismo.
Margarita: tú crees?
Joaquín: es lo más seguro, descubriremos quién es, no te preocupes, tarde o temprano se acabara esta pesadilla.
Margarita: Joaquín, si esto se acaba y tus hermanos y tú os vais del internado, me olvidaras?
Joaquín: irme del internado con mis hermanos? si mis hermanos y yo ni siquiera sabemos cuanto vamos a aguantar vivos dentro de este internado.
Margarita: deberías llamar a tu padrastro que es policía para contarle todo lo que está sucediendo, él nos ayudaría.
Joaquín: sí, es verdad, él no quería que viniera a este internado a estudiar cuando me llegó el sobre con la beca a casa, tal vez tendría que haberle hecho caso entonces.
Margarita: si le hubieras hecho caso, ahora no sabrías que tienes dos hermanos y tú y yo no nos hubiéramos conocido.
Joaquín: es verdad, tú y mis hermanos, sois lo mejor que me ha pasado en la vida. Te quiero Margarita.
Margarita le sonrió, ellos dos se miraron fijamente a los ojos, y sin poderlo evitar, sus labios se volvieron a unir para besarse, tras la puerta cerrada de la clase, apartados del resto del mundo.
Mientras tanto... en la habitación que compartían Gloria, la limpiadora, y su marido el conserje, Antonio...
Antonio estaba besando a su mujer...
Antonio: no puedes ni imaginarte lo contento que estoy de haberte recuperado, no vuelvas a marcharte nunca más de mi lado, no sabría que hacer sin ti. No sé como pudiste escaparte con ese alumno, ahora que tú tranquila mi amor, que para mí ya está todo olvidado, nadie puede interponerse entre nosotros, eso no lo voy a permitir jamás, y ya verás como de ahora en adelante no vas a tener quejas de mí, ninguna.
Gloria se apartó de su marido e intentó mantener las distancias con él, e intentar que éste le dejara de besar.
Gloria: Antonio, yo antes que nada querría hablar contigo.
Antonio: claro que sí Gloria, tú a mí me puedes pedir lo que quieras.
Gloria: yo? yo no quiero seguir a tu lado.
Antonio: qué has dicho?
Gloria: tú y yo no podemos estar juntos, todavía no se me ha olvidado la bofetada que me diste la otra noche.
Antonio: ya te he pedido perdón, no va a volver a suceder.
Gloria: lo sé, porque me voy a separar de ti y voy a asegurarme de que no vuelvas a tocarme nunca más.
Antonio: pero si el otro día me besaste, tú y yo estamos bien, te escapaste con Jacobo pero luego caíste rendida a mis brazos, qué te ocurre? por qué me hablas así ahora?
Gloria: solo te besé para que Jacobo lo viera, él solo tiene 16 años y no quiero agobiarle con mis problemas, pero no quiero seguir a tu lado, quiero el divorcio.
Antonio: pero Gloria, yo te quiero...
Gloria: no insistas, lo tengo decidido. Quiero que me dejes en paz, ahora lo más importante en mi vida es mi hijo.
Antonio: esto es por él verdad? por Jacobo ¿ estás enamorada de él?
Gloria: sí, lo estoy. Pero no, si te dejo no es por él, sino por mí y por el niño, la otra noche me pegaste, ni yo ni mi hijo merecemos un futuro al lado de un hombre como tú.
Antonio: solo fue una vez, la bofetada que te di solo ocurrió una vez en 6 años, te juro que no va a volverse a repetir, te lo juro. Yo estaba nervioso, pero te prometo que cambiare, si te quedas conmigo.
Gloria: ya es tarde, dame las llaves de una habitación nueva, dámelas!!
Antonio: no.
Gloria: no voy a volvértelo a repetir, vamos a estar separados hasta que se arregle el papeleo para el divorcio, necesito mudarme a una habitación nueva.
Antonio le dio unas llaves a su mujer.
Gloria salió de la habitación, pero a medio camino su marido la detuvo, llamándola.
Antonio: Gloria!
Gloria se giró hacia él.
Antonio: no voy a darte el divorcio, múdate a otra habitación si quieres, pero no pienso firmar ningún papel.

Gloria: Antonio no voy a volver con Jacobo, voy a estar sola con mi hijo, será mejor para ti que no me lo pongas más difícil, o te denunciare por malos tratos.
Antonio: tú? me vas a denunciar tú a mi? te recuerdo que hace poco te fugaste con tu amante de 16 años, yo también te puedo denunciar por adulterio, quién sabe cuanto tiempo llevabas acostándote con Jacobo, seguro que el niño que llevas en tu vientre ni siquiera es mío.
Gloria al oír aquello se marchó de la habitación llorando, y Antonio se acercó a la puerta y le chilló.
Antonio: Gloria, tú eres mía ¿ me oyes? mía y de nadie más!!
Mientras... en la habitación de los chicos... Joaquín, Jacobo y Jerónimo estaban reunidos... ellos salieron los tres por la puerta hacia el pasillo, cargados con sus mochilas... cuando vieron a Antonio, el conserje dirigirse para allá, el cuál parecía estar muy enfadado.
Él le dio un puñetazo a Jacobo nada más verle, él se cayó al suelo con el labio partido, y sujetado por los sobacos por sus dos amigos y hermanos, Antonio miró a Jacobo con rabia y le gritó.
Antonio: por el momento has ganado, pero ya te la devolveré. Gloria me acaba de pedir el divorcio y ya puedes irte preparando, porque esto va a ser la guerra.
Y Antonio se largó de allí, a zancadas grandes.
Joaquín se arrodilló delante de su amigo Jacobo mientras Jerónimo le seguía sujetando por los brazos.
Joaquín: estás bien Jacobo?-le preguntó.
Jacobo se sentó en el suelo, soltándose de Jerónimo y se limpió la herida de sangre que le había causado Antonio con el puñetazo.
Jacobo: Antonio acaba de decir que Gloria le ha pedido el divorcio, verdad?
Joaquín asintió con la cabeza.
Jerónimo: Sí, sino he oído mal, creo que Antonio ha dicho exactamente esas palabras.
Jacobo todavía sentado en el suelo aturdido por el golpe, intentó ocultar la sonrisa de satisfacción que le producía saber, el hecho de que Gloria, ahora estaba libre.
Minutos después... Gloria se encontraba limpiando el baño del internado... cuando Jacobo entró e intentó besarla sin dejarla apenas respirar...
Gloria: Jacobo para!!-le rogó ella.
Gloria se dio cuenta entonces en la herida en el labio de Jacobo.
Gloria: con quién te has peleado?
Jacobo: con nadie, ha sido el burro de tu marido que me ha dado un puñetazo al mismo tiempo que me daba las buenas noticias.
Gloria: qué buenas noticias?
Jacobo: ya lo sé todo Gloria, ya sé que le has pedido el divorcio a tu marido.
Jacobo se acercó de nuevo hacia ella intentando besarla, sin querer despegar ni un momento sus manos de la cintura de Gloria.
Gloria: Jacobo, te he dicho que no!!-le volvió a repetir ella.
Jacobo se separó de ella, molesto.
Gloria: es cierto que me voy a separar de Antonio, pero no para volver contigo, sino porque necesito vivir lejos de él.
Jacobo: pero nosotros nos queremos, y ahora podemos estar juntos Gloria, ahora ya no hay nada que impida que estemos juntos.
Gloria: Jacobo tú tienes 16 años, eres un alumno, tú estás en el internado nuestra señora sagrada de la cruz estudiando y yo estoy en el mismo internado trabajando, ¿en qué cabeza cabe que tú y yo podamos tener una relación de pareja, eh?
Jacobo: pues cuando hace unos días tú y yo estábamos en la cama de tu habitación acostados, no te parecía tan difícil que fuéramos algo más que simples conocidos. Y cuando te fugaste conmigo en el coche de tu marido, y se hizo de noche, tú te sentaste encima de mí, me repetías una y otra vez que me querías, y no apartaste ni un solo instante tus manos de mi cuerpo.
Gloria: Jacobo, olvídalo, vale? tú y yo no somos pareja ni lo vamos a ser nunca.
Jacobo: entonces sino es por mí, ¿por qué quieres separarte de Antonio?
Gloria: porque la noche anterior a nuestra fuga, él y yo discutimos y Antonio me pegó una bofetada en medio de la discusión, por eso.
Jacobo: qué Antonio qué? Yo le mató!!-dijo Jacobo con intención de salir de los baños.
Gloria detuvo a Jacobo sujetándole de los hombros.
Gloria: tú no vas a hacer nada Jacobo, no vas a hacer nada porque esto no tiene nada que ver contigo, esto es un problema de gente adulta en el cuál un adolescente como tú no tiene nada que ver, no sigas entrometiéndote en mi vida, yo por ahora ya la tengo lo suficientemente ocupada con mi hijo.
Jacobo: yo... yo quiero ayudarte a cuidarlo.
Gloria: quieres dejarme en paz? deja ya de crearte fantasías absurdas conmigo, no se van a cumplir ninguna, vale, ¿por qué no puedes entenderlo?
Jacobo: porque te quiero, y sé que tú también me quieres a mí.
Gloria: pues te equivocas, yo no te quiero Jacobo, o al menos no te quiero lo suficiente como para compartir el resto de mi vida contigo.
Gloria se dio media vuelta para marcharse, pero Jacobo en un intento desesperado por no dejarla marchar, la agarró y la atrajo hacia él, y antes de que ella pudiera evitarlo, la besó.
Gloria al principio se resistió al beso, pero después se abandono al deseo, dejándose querer, olvidándose por un momento de todas las cosas que rodeaban a Jacobo y a ella que les mantenían separados.
Jacobo se separó de Gloria, abrió los ojos muy despacio, apartando sus brazos de la cintura de ella todavía a un ritmo más lento, y le dijo.
Jacobo: sino quieres estar conmigo, invéntate una excusa mejor, a la que no me quieres, porque esa ya la he oído de antes, y ya no me la tragó.
Gloria sin saber que responder ante Jacobo, le dio una bofetada producida por el desconcierto del momento y se largó de allí, dejándole con un palmo de narices.
Al rato... Antonio y Gloria estaban los dos en el despacho de la directora.
directora: tenía una urgencia en hablar con vosotros dos, ya que sé que últimamente habéis tenido problemas conyugales, y me gusta estar al tanto de la vida de mis empleados, sobretodo cuando esto puede afectar a su trabajo.
Gloria: todo el mundo tiene derecho a su privacidad, entre yo y Antonio ya está todo hablado, nos vamos a separar.
directora: Gloria, te recuerdo que hace poco abandonaste tu puesto de trabajo sin previo aviso, por fugarte con un alumno menor de edad.
Gloria: lo sé, y lo siento, fue una tontería que nunca más se va a volver a repetir, pero mi marido y yo estábamos sufriendo una crisis, yo me sentía sola, apareció Jacobo y... una tampoco es de piedra y... no creo que sea necesario dar ninguna explicación más, lo importante es que no me voy a volver a acercar a Jacobo y que Antonio y yo vamos a seguir trabajando en este internado como siempre lo hemos hecho, aunque ya no seamos marido y mujer.
directora: me parece bien, entonces ya está todo solucionado.
Antonio: no, no está nada solucionado, porque esa idea loca de separarte de mí se te ha ocurrido a ti sola, yo te he dado mi consentimiento para nada.
Gloria: no quiero discutir esto aquí, mejor lo hablamos en privado.
directora: estoy absolutamente de acuerdo contigo Gloria, veo que eres una mujer muy sensata e inteligente.
Gloria: y yo que tú puedes llegar a ser una mujer muy razonable y comprensiva.
directora: por supuesto que sí, ¿tienes algún favor que pedirme?
Gloria: quisiera la última hora de esta tarde libre, para ir al ginecólogo.
directora: cómo? es que estás embarazada?
Gloria: sí.
directora: está bien, tienes la hora libre.
Gloria: gracias.
Gloria salió del despacho y Antonio se disponía también a irse pero... la directora lo detuvo.
directora: Antonio, qué es eso de que Gloria está embarazada?
Antonio: seguramente el niño es de Jacobo, ya te conté que ellos dos han estado acostándose desde el principio de curso.
directora: he estado hablando con mi hija, y Jacobo al principio de curso estaba enamorado de ella al igual que su hermano Joaquín, vamos que no me creo que Jacobo estuviera con las dos al mismo tiempo, no me cuadran las fechas.

Antonio: oye es cierto, no voy a negarte que el niño puede ser mío, pero ¿qué quieres? Gloria es mi mujer y ella y yo dormimos juntos todas las noches, ¿no pretenderás que solo estemos en la misma cama, durmiendo el uno al lado del otro, sin tocarnos?
directora: Antonio, no entiendo porque todavía sigues con tu mujer, tú y yo podemos seguir adelante perfectamente sin ella, en cuanto se haga oficial la muerte de los tres hermanos, tú y yo seremos ricos, divórciate de tu mujer ahora, cuando antes te deshagas de Gloria mucho mejor.
Antonio en absoluto silencio se dirigió hacia la puerta, pero... antes de que saliera por ella, la directora dijo...
directora: a menos por supuesto que a ti te siga interesando ella como mujer y la sigas queriendo-dijo ella levantándose de su silla y colocándose frente a su mesa.
Antonio al escucharla, se giró hacia ella.
Antonio: no seas ridícula, tú eres mucho más atractiva e interesante que Gloria.
Antonio besó a la directora y salió del despacho, sin apartarle la vista ni un segundo a ella, pero a pesar de eso, Eugenia Corma, se quedó desconfiando de la postura de su amante Antonio.
Entre tanto... en la cocina del internado... estaban hablando Gloria y la doncella, su compañera de trabajo.
doncella: o sea que esta tarde vas a ir al ginecólogo.
Gloria: sí, ya le he pedido permiso a la directora.
doncella: genial, y... ¿qué hay de tu loca escapada con Jacobo?, todavía no me has contado nada de eso.
Gloria: porque no hay nada que contar, nos escapamos y volvimos, fin de la historia.
doncella: fin? cómo que fin? eso quiere decir que aún sigues siéndole fiel a tu marido?
Gloria: Antonio va a dejar de ser mi marido dentro de poco.
doncella: ya... pero llegaste a enrollarte con Jacobo sí o no?
Gloria: puede, no seas tan cotilla. Pero... fue un error, y no va a volver a suceder.
doncella: Jacobo sabe que tú y Antonio os vais a separar?
Gloria: sí, Antonio le ha dado un puñetazo antes y se lo ha contado todo, yo hubiera preferido que no se enterara, pero... ya no hay remedio.
doncella: y con Jacobo ahora qué vas a hacer?
Gloria: nada, yo tengo que ocuparme de mi hijo, lo demás ahora no importa.
doncella: o sea que Jacobo y tú volvéis a estar libres... cada uno por su lado...
Gloria: sí, ¿y?
doncella: nada, ¿qué seguro que no te va a importar si Jacobo en este tiempo se acuesta con otra?


Gloria: hace nada que él me ha dicho que me quería a mí, no va a irse con otra...
doncella: cómo puedes estar tan segura de eso? Jacobo es un chico joven y muy apuesto, estoy segura que no le faltaran pretendientes...
En esos instantes... Jacobo estaba él solo largo sobre su cama de su habitación, cuando golpearon a la puerta...
Jacobo: adelante.
Eugenia, la hija de la directora entró al cuarto.
Jacobo se levantó, sentándose en la cama.
Jacobo: Eugenia, qué haces tú aquí?
Eugenia: me he enterado de tu inconsciente escapada con la limpiadora del internado, Gloria.
Jacobo: y? a estas alturas ya se ha enterado todo el colegio.
Eugenia: por qué lo has hecho?
Jacobo: porque creía estar enamorado, por eso.
Eugenia: desde cuando te gusta Gloria?
Jacobo: desde el primer día en que la vi, bueno... no, mentira, me gustó un poco el primer día que la vi, pero después los días pasaron y yo cada vez le fui prestando menos atención, hasta que me di cuenta que ya no podía seguir ignorándola más...
Eugenia: pero al parecer ella no está muy interesada en ti, verdad?
Jacobo: lo estará.
Eugenia: no sé porque pierdes el tiempo con una mujer mayor como ella, cuando hay otras de tu misma edad que estarían encantadas de ser tus novias.
Jacobo: hablas de alguien en particular?
Eugenia: sí, de mí.
Jacobo: Eugenia, ¿es que no te cansas nunca? no estoy interesado en ti.
Eugenia: antes lo estabas, aunque después de mí te interesaste por Margarita... y ahora por Gloria, sinceramente la verdad, es que creo que no te ha llegado a gustar nunca ninguna de verdad.
Jacobo: tú qué sabes?
Eugenia: porque después de que pasaran 2 meses de que te hubieses acostado conmigo, ya no quisiste volverme a hablar y ni siquiera te acordabas de mí.
Jacobo: perdona, pero si yo te dejé de hablar fue porque tú también te acercaste a mi amigo Joaquín, fuiste tú la que le restaste importancia a lo nuestro, no yo.
Eugenia: claro, y ahora me dirás, que estuviste muy enamorado de mí, verdad?
Jacobo: pues mira, igual si que lo estuve.
Eugenia: pues... todavía estamos a tiempo de recuperar el tiempo perdido.
Eugenia se acercó a Jacobo para besarle pero él se levantó de la cama, se acercó a la puerta, la abrió, y dijo.
Jacobo: Eugenia, no me gusta mucho hasta donde está llegando esta conversación, lo mejor será que te vayas.
Eugenia: pero por qué? tú y yo podíamos ser tan felices...
Jacobo: yo... yo ahora quiero a Gloria, deja de intentarlo conmigo, no vas a conseguir nada.
Eugenia se cruzó de brazos, enfadada.
Eugenia: Gloria no te quiere.
Jacobo: pero yo si la quiero a ella. Adiós Eugenia-dijo él haciéndole una reverencia con su brazo para indicarle la salida a la habitación.
Eugenia: te vas a arrepentir de haberme rechazado, te lo advierto.
y sin decir nada más Eugenia se marchó de la habitación de Jacobo, dejándole en total soledad.
Por aquel entonces... Gloria seguía estando en la cocina, ella sola... cuando Eugenia bajó las escaleras hacia el piso de abajo y entró dentro de ella...
Eugenia: qué tal va el trabajo Gloria?
Gloria: bastante duro, como siempre.
Eugenia: bueno, en cuanto te canses de trabajar aquí, siempre tienes la opción de escaparte con Jacobo, estoy segura que a él no le importara si se lo propones, casi nunca le dice que no a ninguna chica, créeme, le conozco muy bien.
Gloria: entre Jacobo y yo no existe nada.
Eugenia: no sabes cuanto me alegra que digas eso, Jacobo no quería que lo supieras, por si acaso tú seguías interesada en él, aunque yo ya le he dicho que no tiene de que avergonzarse y que lo vuestro no fue nada importante.
Gloria: qué es lo que no quería Jacobo que supiera? cuando has hablado tú con él?
Eugenia: hace un rato, cuando hemos estado los dos juntos en su cama, sus dos compañeros de habitación no estaban presentes, aunque bueno, hablar, lo que se dice hablar, no hemos hablado mucho, tú ya me entiendes.
Eugenia se bebió un vaso de agua, y salió de la cocina.
Gloria se quedó pensativa ante las palabras de Eugenia.
Un par de minutos después... Gloria subió arriba a la habitación de Jacobo...
Gloria entró en la habitación sin llamar.
Gloria: es cierto qué te has acostado con Eugenia?-dijo ella nada más entrar a su habitación.
Jacobo: qué?-le dijo Jacobo poniéndose de pie ante ella.
Gloria: dime solo si o no, te has acostado con Eugenia si o no?
Jacobo: Gloria, de verdad, no entiendo a que viene esta pregunta ahora.
Gloria: viene a que eres un mentiroso, no sé como he podido creerme todas tus mentiras. ojala seas muy feliz con Eugenia. te odio!!
Gloria le dio un empujón a Jacobo empujándole hacia su cama, y salió de la habitación, bajando las escaleras hacia el piso de abajo, llorando.
Jacobo se levantó de la cama y persiguió a Gloria.
Jacobo: Gloria, espera, Gloria, Gloria, Gloria escúchame, Gloria por favor...!!
Gloria entró a la cocina y Jacobo fue detrás de ella.
Jacobo la cogió del brazo para obligarla a parar.
Jacobo: de donde has sacado que yo me he acostado con Eugenia?
Gloria: me lo ha dicho ella misma.

Jacobo: que Eugenia te ha dicho qué? debí imaginarme que Eugenia haría esto.
Gloria: qué Jacobo? qué debiste imaginarte? que Eugenia no sabría estarse mucho tiempo callada y le explicaría a alguien vuestro encuentro romántico?
Jacobo: no, debí imaginarme que Eugenia cambiaría la versión de los hechos. Gloria, no ha pasado nada, escúchame, es cierto que Eugenia ha ido a mi habitación con insinuaciones e intenciones muy claras sobre mí, pero yo le he dicho que no y la he echado, de verdad, que no le he tocado ni un solo pelo a Eugenia.
Gloria: en serio?
Jacobo: en serio, yo solo puedo pensar en ti.
Gloria: de verdad, no me mientes?
Jacobo: te lo juro, tú eres la única para mí.
Jacobo se acercó a Gloria, le dio un suave y corto beso en los labios, pero luego al ver que ella no le detenía, fue alargando el momento, sin dejarla de besar.
Gloria se abrazó al cuello de Jacobo, y... por un leve instante se separó de él, y apoyando la cabeza en su hombro, le dijo.
Jacobo: te quiero Jacobo, te quiero.
Gloria: Gloria, no sabes las ganas que tenía de oír esas palabras.
Gloria levantó su cabeza del hombro de Jacobo le miró a los ojos y los dos poco a poco se acercaron, cerraron los ojos y juntaron sus labios, y entre caricias y besos, olvidaron las discusiones pasadas.
Mientras ellos dos se estaban besando, la doncella entró a la cocina. Gloria la vio y le hizo señas a Jacobo para que se separara de ella. La doncella entró a la cocina, Jacobo y Gloria se separaron y disimulaban mirando hacia el techo.
La doncella se lavó las manos, y al salir de la cocina miró a Jacobo y a Gloria y les dijo:
doncella: por mí no os cortéis, eh??
Y cuando la doncella se fue, Jacobo y Gloria volvieron a abrazarse para seguir besándose y seguir con el curso de su amor.
Al rato... Eugenia vio pasar a Antonio por los pasillos del internado... él se dirigía hacia el sótano... a Eugenia le pareció que se comportaba de una manera muy sospechosa... así que le siguió...
Antonio entró en el sótano con las llaves, bajó las escaleras, y en la oscuridad... bajo una pequeña bombilla... se reunió con alguien allí.
Antonio y Esther se besaron.
Esther: no puedo creerme que la boba de tu amante se lo haya tragado todo, de donde sacaste a los actores que hicieron de mis padres?
Antonio: son viejos conocidos, tengo contactos, te dije que tú y yo podíamos seguir estando juntos, sin que Eugenia se enterara de nada.
Esther: lo sé, porque necesitamos a Eugenia por el dinero de la herencia, no olvidemos que ella es la viuda legal de Esteban Silva, que sino ya estaría eliminada desde hace tiempo.
Antonio: pero así es todo mucho más fácil, mientras yo siga estando con Eugenia yo le puedo sacar todo el dinero que se me antoje, y mientras ella siga pensando que tú estás amnésica y en casa con tus padres, no habrá peligro de que nadie nos pille.
Esther: es cierto, este sótano es el escondite perfecto.
Y así Esther y Antonio se unieron en un beso de amor.
Mientras... Eugenia vio como Antonio se alejaba de la puerta del sótano... ella entró en el sótano cuando no la vio nadie y... vio a Esther, durmiendo larga en un colchón.

Al poco tiempo... Eugenia golpeó a la puerta de la habitación de los chicos, allí estaba Jerónimo, solo.
Eugenia: Jerónimo, no sabes la suerte que tengo de encontrarte.
Jerónimo: tú otra vez? qué quieres ahora?-dijo Jerónimo cerrándole la puerta.
Eugenia puso su mano para evitar que Jerónimo le cerrara la puerta.
Eugenia: espera, quiero hablar contigo, es sobre la muerte de Carlota.
Jerónimo: Carlota no está muerta, ella me abandonó, un chico le vino a buscar en moto y se fue, yo sigo enamorado de ella pero Carlota me abandonó por otro, esa es la realidad.
Eugenia: no, yo lo sé todo, no tienes que mentirme Jerónimo, yo he estado ayudando a mi madre durante todo este tiempo, todo esto estaba planeado desde el principio para apoderarnos de vuestra herencia.
Jerónimo: qué herencia?
Eugenia: la herencia que vuestro padre Esteban Silva, os dejo a tus hermanos y a ti. La idea de mandaros las becas a los tres para que vinierais a estudiar aquí fue mía. Mi madre se casó con vuestro padre, él enfermó poco tiempo después de la misma enfermedad de la que te operaron a ti. Mi madre creía que iba a heredar todo su dinero como su viuda y que me iba a tocar una parte a mí como su hijastra, pero Esteban solo os puso a vosotros tres en su testamento. A los tres hijos que tuvo fuera de su matrimonio con mi madre.
Eugenia le entregó un trozo de papel a Jerónimo.
Eugenia: éste es el testamento de tu padre, estoy dispuesta a contar toda la verdad si le hablas a tus hermanos de mí, Jerónimo, lo digo en serio, ya estoy harta de estafar a la gente.
Varios minutos después... en el interior de la cocina del internado... Jacobo y Gloria aún seguían besándose felices.
Jacobo se le acercó al oído a Gloria.
Jacobo: nos vemos esta noche.
Gloria le asintió con la cabeza, y Jacobo salió de la cocina.
En ese instante Antonio pasó por ahí cerca...
Antonio: se te ve muy feliz con tu amante,¿ no decías que solo te separabas de mí para poder cuidar de tu hijo tú sola?
Gloria: tú ya no formas parte de mi vida Antonio, acéptalo.
Antonio: Gloria, si vuelves conmigo, estoy dispuesto a perdonarte lo que sea, incluso acepto a nuestro hijo, pero por favor, vuelve conmigo.
Gloria: no, cómo se te ocurre que voy a querer volver contigo? me exigiste que abortara, y me pegaste! lo siento, pero al lado de Jacobo soy feliz.
Antonio: Gloria por favor, estaba asustado, no me sentía preparado para ser padre, por eso te dije que abortaras, pero ahora he reflexionado y todo ha cambiado. Y solo ha sido una bofetada en 6 años que me conoces, no merezco al menos otra oportunidad?
Gloria: Antonio, de verdad que siento mucho que lo nuestro haya terminado así, pero ahora estoy con Jacobo.
Antonio: yo no debería ser él que te pidiera perdón, tú has sido la que me has engañado, tú eres la esposa infiel, yo pensaba que me había casado con una mujer decente, y a la minima te vas a la cama con un chico de 16 años... creía que me querías.
Gloria: y te quería pero... no sé a lo mejor me equivoqué al juntarme con Jacobo...
Antonio: claro que sí, tú eres mi mujer, siempre has sido la única mujer que me ha importado de verdad en todo el mundo, dame otra oportunidad y todo cambiara, lo prometo.
Gloria: yo... necesito pensarlo, dame tiempo.
A la noche... Jacobo y Gloria estaban juntos en la cama de su nueva habitación en donde dormía ella sola...

Gloria: Jacobo, he estado pensando...
Jacobo: lo sé, ¿en mí verdad? yo también he pensado en ti, pienso en ti a todas horas, te quiero Gloria, te quiero.
Gloria: no, he pensado en... en mi marido, creo que tendría que volver con él.
Jacobo: qué?
Gloria: piénsalo Jacobo, tú y yo no tenemos futuro juntos, tienes 16 años y yo voy a tener un niño dentro de 9 meses, tú no puedes hacerte cargo de él...
Jacobo: eso tú no lo sabes, tampoco has dejado que lo intentara...
Gloria: no es justo para ti, eres muy joven, lo mejor será que vuelva con mi marido.
Jacobo: pero... cómo vas a volver con él si te exigió que abortaras y te pegó?
Gloria: pero ahora es diferente, ahora él ha cambiado. Si actúo así era porque estaba asustado, él me ha pedido perdón, tengo que darle otra oportunidad, no tengo opción.
Jacobo: y tú y yo? qué pasa con nosotros?
Gloria: Jacobo, ojala pudiéramos estar juntos, en serio pero... es imposible... mi hijo se merece lo mejor... tengo que pensar con la cabeza, entiéndelo.
Jacobo: o sea que quieres volver con tu marido, no? vale, de acuerdo, vuelve con él. Pero pasa esta noche conmigo.
Gloria: qué dices?
Jacobo: que pases una última noche conmigo y mañana se habrá acabado todo y te dejaré libre otra vez, para que tú decidas lo que hacer con tu vida.
Gloria: solo una noche más?
Jacobo: solo una noche más. Lo prometo.
Jacobo y Gloria se besaron. Esa fue la última noche que ellos dos volvieron a estar juntos, el uno en los brazos del otro, demostrándose todo su amor.
A la mañana siguiente, Gloria se despertó, se movió en la cama, palpando con la mano, intentando encontrar con el tacto el cuerpo de Jacobo, pero... él ya no estaba allí con ella... Gloria se levantó sola en la cama, ella vio una nota en la mesita de noche, ella la cogió y la leyó.

LE DOY GRACIAS AL CIELO POR HABERTE CONOCIDO.
ERES LA MUJER MÁS EXTRAORDINARIA CON LA QUE NUNCA HE ESTADO.
CUANDO TE CANSES DE TU MARIDO
VEN A BUSCARME, TE ESTARE ESPERANDO.

TE QUIERE, JACOBO.

FINAL DEL CAPITULO

CONTINUACIÓN...


EL INTERNADO ES NUESTRO

En aquella nueva mañana que había amanecido, dentro de la cocina del internado que ya todos conocemos...
Gloria, la limpiadora estaba trabajando, mientras Antonio, el conserje, su marido, la distraía de sus labores y la besaba una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez con pasión.
Antonio: Gloria, ojala pudiera quedarme contigo todo el día, pero tengo que irme a trabajar.
Antonio hizo la intención de dar media vuelta, pero Gloria le detuvo sujetándole del brazo y dándole un último y sorpresivo beso en los labios a modo de despedida.
Gloria: vuelve pronto-le dijo ella con una sonrisa.
Antonio le correspondió a su sonrisa con otra y salió de la cocina.
Gloria se quedó a solas y volvió a sacar brillo a la cocina.
En ese instante la puerta de la despensa se abrió, de su interior se asomó Jacobo.
Jacobo: psssssssss!!! pssssssttttttttt!!-dijo él intentando llamar a Gloria.
Gloria se giró hacia él.
Jacobo: se ha ido ya el pesado de tu marido?
Gloria le asintió con la cabeza.
Jacobo: perfecto. ven!!-le dijo haciendo señas con la mano para que Gloria se acercara a él.
Gloria: no, esto está mal Jacobo.
Jacobo: que vengas te digo! tengo algo que decirte...
Gloria, a regañadientes un poco desconfiada se acercó hacia la puerta de la despensa.
Gloria: qué... querías decirme Jacobo?
Jacobo: que cada día que pasa estás más y más hermosa.
Gloria: Jacobo, deja ya de insistir, vale?
Gloria se dio media vuelta con intención de alejarse de la puerta de la despensa, pero Jacobo alargó su brazo para cogerla a ella y arrastrarla hacia el interior de la despensa con él.
Jacobo cerró la puerta, y mientras tenía su mano apoyada en ella para que no se volviera a abrir, le robó a Gloria un beso de sus labios, mientras seguía y seguía besándole el cuello, procurando tener su cuerpo muy pegado al de ella.
Gloria le acarició la cabeza a Jacobo mientras él le seguía besando el cuello.
Gloria: Jacobo, para, ya, para!! Jacobo no podemos seguir así, tú y yo habíamos llegado a un acuerdo, me dijiste que pasaríamos nuestra última noche juntos y luego dejaríamos de vernos, para!! mi marido me necesita, no puedo seguir engañándole contigo, para, para ya, para!!
Gloria empujó a Jacobo apartándole de ella.
Gloria: Jacobo, tengo que irme.
Jacobo la volvió a coger del brazo y a atraerla hacia él, le acarició el cabello y volvió a besarla, siguiendo con sus manos la suave forma de la figura de su cuerpo...
Jacobo: tú de aquí no te mueves Gloria.
Jacobo la miró de arriba a abajo, se quitó el jersey quedándose con el torso desnudo, se acercó a ella y la empujó contra las estanterías donde estaban apilados los alimentos, mientras la besaba le desabrochó el cinturón del uniforme y sus botones.
Jacobo poco a poco, le fue bajando las mangas del uniforme de ella por sus hombros, hasta que ésta se quedó en sujetador frente a él, todavía conservando la faldita de su uniforme.
Jacobo la continuó besando mientras le tocaba el pecho, y bajaba la mano siguiendo la línea de su cintura y caderas.
Gloria quería parar a Jacobo pero cada vez lo sentía más cerca de ella, y cada vez sentía que perdía más y más las fuerzas, como para decidirse a apartarlo de ella y darle fin a esa locura entre ellos dos.
En ese instante, la puerta de la despensa se abrió interrumpiéndoles, era la doncella, que entraba para colocar una caja de provisiones en las estanterías.
Gloria al verla, empujó a Jacobo avisándole y comenzó a vestirse y a peinarse el cabello con la mano, recogiendo del suelo y dándoselo a Jacobo, su jersey.
Jacobo se lo volvió a poner.
La doncella en absoluto silencio, sin saber muy bien como reaccionar ante la sorpresa, dejó las cajas sin vaciarlas en el suelo y retrocedió sobre sus propios pasos.
Gloria: puedes cerrar la puerta al salir, por favor?
La doncella afirmó con la cabeza, salió de la despensa y con la puerta entreabierta mirándolos, antes de marcharse definitivamente de allí, dijo.
doncella: tranquilos, no le pienso decir nada a nadie.
Y terminó de cerrar la puerta y de alejarse de allí.
Cuando ésta estuvo cerrada, Gloria y Jacobo se miraron a los ojos y antes de que ésta pudiera decir algo, Jacobo volvió a agarrarla de la cintura para besarla de nuevo.
Gloria: Jacobo, no, no, no!!
Gloria le empujó y se acercó a la puerta de salida caminando hacia atrás.
Ella giró el manillar de la puerta, miró a Jacobo por última vez y le dijo.
Gloria: Jacobo, esto no puede ser, estoy intentando salvar mi matrimonio, mi sitio está al lado de mi marido, cuando nazca mi hijo formaremos una familia los dos juntos, tienes que olvidarte de mí.
Gloria abrió la puerta.
Gloria: deja de perseguirme!!
Y Gloria salió de la despensa, cerrando la puerta ante la mirada suplicante de Jacobo.
Mientras... ese mismo día... en el interior del despacho de la directora.
Ella estaba en compañía de su hija.
directora: esto cada vez se está complicando más, ya no sé si fiarme de Antonio, quiero estar con él pero a veces pienso que sería mejor sacarle del plan, tampoco le necesitamos, tú y solas nos bastamos.
Eugenia: mamá, ya no hay plan.
directora: qué dices hija mía?
Eugenia: ya se ha acabado todo, ese dinero no nos pertenecía a nosotras, no tendríamos que haber empezado nunca esto, yo no quiero que siga sufriendo gente a mi alrededor, todo para que? para llegar a ser millonaria? ya no me importa eso, estoy completamente sola en este internado, ya nadie me habla y... además tienes razón, ya no podemos fiarnos de Antonio.
directora: qué me estás diciendo? de qué hablas? cómo que ya no hay plan? qué has hecho?
Eugenia: el testamento de mi padrastro mamá, se lo he entregado a Jerónimo, tú no sabes lo duro que es tener que mentirle a cada persona que sospeché algo de ti y osé a hacerte preguntas, yo ya no quiero seguir con esto, el dinero de Esteban Silva y todo este internado les pertenece a ellos, a sus tres hijos, a Joaquín, Jacobo y Jerónimo, ellos son los verdaderos herederos y dueños de todo, no nosotras mamá.
directora: pero... creía que estábamos en esto juntas.
Eugenia: ya no, no desde que empezó a morir gente por culpa de nuestra codicia. Ahora solo tenemos una opción, huir, antes de que Antonio o la policía se enteren de todo, y nos atrapen y exterminen.
directora: pero... no puedo irme abandonando a Antonio, estoy segura que aunque ahora haya perdido la herencia de Esteban Silva, él todavía querrá seguir estando conmigo.
Eugenia: mamá no sueñes, Antonio tiene a su mujer, de verdad crees que la relación entre ellos dos está rota? y... a Esther...
directora: Esther? Esther está en su casa con sus padres, yo misma vi como se la llevaban.
Eugenia: esos no eran sus padres, eran actores contratados por Antonio, Esther está encerrada en el sótano de este internado, y ella y Antonio se ven a escondidas, de hecho ya existía algo entre ellos, el tiempo que ella estuvo hospitalizada por culpa tuya, mamá.
directora: no, eso es mentira! Antonio no me puede estar engañando.
Eugenia: mamá, olvídate de él, nunca te ha querido. Antonio es un hombre muy peligroso, ni tú ni yo sabemos de lo que es capaz de hacer.
directora: dame tiempo, necesito saber si todo lo que me estás contando sobre Antonio es verdad, necesito verlo con mis propios ojos.
Eugenia: para qué? para que Antonio te maté a ti como asesinó a mi amiga Carlota? mamá por favor, escúchame, yo no tengo ninguna razón por la que mentirte.
directora: solo necesito un par de horas, si compruebo que todo lo que me has dicho es cierto, te prometo que huiremos de aquí, lo antes posible. Tú y yo juntas Eugenia.

Eugenia: de verdad mamá?
directora: te lo juro.
Y la directora abrazó a su hija.
En esos instantes, Eugenia salió del despacho de su madre, la directora la acompañó hasta la puerta, y entonces lo vio... vio a Antonio al pie de las escaleras besando a Gloria, a su mujer.
Eugenia subió por las escaleras, mirando de reojo a Antonio, mientras éste abría los ojos sin soltar a su mujer y le devolvía la mirada desafiante.
directora: Antonio, puedes venir un momento? tengo algo muy importante que hablar contigo del trabajo.
Antonio: ahora mismo voy, antes necesito un par de minutos con mi mujer a solas, quiero que le quedé bien claro que ella es la única mujer en mi vida y que nunca, nunca más, va a tener ganas de separarse de mí.
directora: Gloria es una mujer muy afortunada. Tanto como lo fui yo durante los dos años en los que tú te acercaste a mí, me susurrabas palabras de amor al oído y me pedías que no me apartara nunca de tu lado.
Gloria al oír aquello se apartó de Antonio.
Gloria miró a su marido.
Gloria: Antonio, se puede saber de qué está hablando ella, eh?
Antonio: no le hagas caso, está celosa!!
Gloria: qué está celosa? claro! y por qué iba ella a estar celosa si nunca ha existido nada entre vosotros?
Antonio: no me irás a decir que la crees? no ves que está amargada y sola en la vida desde que su marido se murió?
Gloria: en qué quedamos Antonio? está sola y amargada o está celosa de mí?
Antonio: no la escuches! se lo está inventando todo! a mí solo me importas tú!
Antonio se acercó a Gloria, pero Gloria caminó hacia atrás.
Gloria: déjame sola, ya no sé que pensar de ti, necesito estar sola para saber si de verdad puedo creer en ti.
Y Gloria se marchó del lado de Antonio.
Antonio se acercó a la directora.
Antonio: qué te pasa? cómo se te ocurre decirle eso a mi mujer? creí que eras más inteligente.
directora: por qué has vuelto con ella? Ella te puso los cuernos con Jacobo, tenías la excusa perfecta para divorciarte y quedar de victima delante de todos los empleados del internado.
Antonio: yo hago lo que quiero con mi vida, tú no tienes derecho a exigirme nada!!
directora: muy bien, pues que sepas que desde ahora estás fuera del plan, de hecho ya no hay plan, Eugenia, mi hija , se lo ha confesado todo a Jerónimo y le ha entregado el testamento de mi difunto marido, ahora los tres hermanos ya están enterados de todo.
Antonio: qué? eso es mentira!
directora: voy a escaparme con mi hija, voy a huir del país, cuando la policía registre el internado, a ti será al único que encontraran aquí, yo y mi hija nos vamos.
Antonio: eso ni lo sueñes.
Antonio sacó una pistola y apuntó con ella a la directora.
Antonio apuntando con la pistola.
Antonio: entra!!
Eugenia entró al despacho obligada por su amante y éste cerró la puerta tras él.
En esos momentos, los tres hermanos, Joaquín, Jacobo y Jerónimo estaban en el patio trasero del internado, un coche patrulla acababa de llegar, de él salió un agente de policía, el padrastro de Joaquín.
policía: he venido en cuanto he podido hijo, no sé como tu madre y yo hemos podido dejarte solo en este internado durante todos estos meses, cómo estás?
Joaquín: bien, pero no he estado solo, estaba con mis hermanos.
policía: claro, todavía no me puedo creer todo lo que me has contado por teléfono.
Joaquín: pues es todo verdad. Jerónimo, entrégale el testamente de Esteban Silva.
Jerónimo se lo dio en mano.
policía: según esto el internado es vuestro, tiene gracia que todo este tiempo hayáis estado estudiando en un internado del cuál sois los dueños, y que los tres habiendo tenido siempre una vida sencilla sin lujos, ahora os volváis millonarios de la noche a la mañana.
Jacobo: el internado no será nuestro hasta que no cumplamos la mayoría de edad, hasta entonces todo pasa a manos de nuestros familiares.
policía: lo importante ahora es atrapar al culpable de la muerte de esa alumna que me has hablado por teléfono, Carlota Ríos se llamaba no?
Joaquín: sí, era una chica muy querida por todos nosotros-dijo él mirando a Jerónimo.
policía: no os preocupéis, seguramente el culpable debe estar todavía dentro del internado, averiguaremos de quién se trata, y terminara sus días entre rejas.
Joaquín: papá, estaría bien que hablaras con Margarita, es profesora de inglés de este internado, y era la hermana mayor de Carlota, desde que se enteró de la muerte de su hermana que casi no duerme por las noches, si hablas con ella seguro que la tranquilizas.
policía: dónde está Margarita ahora?
Joaquín: debe estar en su habitación, vamos a buscarla entre todos.
Los 4 entraron dentro del internado, se dirigieron hacia la habitación de Margarita, pero ésta estaba vacía, entonces... ellos buscaron en las clases... pero tampoco estaba...
Joaquín: es muy raro, dónde debe estar Margarita?
Jacobo: tranquilo, seguro que no le ha pasado nada, ya verás como acabaremos encontrándola.
Ellos 4 siguieron buscándola, puerta tras puerta, hasta que por casualidad pasaron por delante del sótano y oyeron su voz, pidiendo ayuda.
Margarita desde dentro del sótano: socorro, sacarme de aquí!!alguien me oye? auxilio!! socorro!!
Joaquín corrió enseguida a abrir la puerta, en cuanto él la abrió Margarita salió de allí abrazándole, llorando.
Margarita: él está allí abajo, están todos muertos, él quería acabar conmigo!
Jerónimo dio un paso hacia el interior del sótano, él bajó las escaleras seguido de Jacobo, y el policía, mientras Joaquín se quedaba arriba junto a la puerta consolando a Margarita.
Jerónimo tiró del cordel para encender la bombilla y dar luz, entonces vio a los cadáveres de Esther, la directora y Eugenia, sobre un viejo colchón tirado en el suelo.
Y al encapuchado, el mismo encapuchado que mató a su abuela en el bosque del internado, apuntándoles a ellos tres con una pistola.
El policía se les adelantó, dejó su pistola en el suelo, se acercó hacia el agresor muy despacio, pero éste no bajaba su arma. El policía llegó al lado del agresor, le hizo caer introduciendo su pierna por entre medio de sus tobillos, y cogiéndole del brazo le hizo volar por encima de su cabeza hasta estamparle contra el suelo, donde él quedo reducido.
El policía cogió entonces su pistola, se la volvió a guardar, se acercó hacia el agresor, le cogió apoyando su cuerpo contra la pared y mirando a Jacobo y a Jerónimo, les dijo.
policía: muy bien, vamos a verle la cara a este desgraciado, estáis preparados para saber quién es de una vez por todas?
Jacobo y Jerónimo asintieron con la cabeza.

El policía se acercó y le quitó el pasamontañas, tirándolo al suelo, junto a los pies del asesino, mientras él estaba inconsciente.
Y... su cara quedó al descubierto... bajo aquella máscara no se ocultaba nadie más que... Antonio Sorseña, el conserje del internado.
Jacobo en cuanto le vio la cara, sintió que la rabia crecía dentro de él, sin pensárselo dos veces se abalanzó sobre él a pegarle puñetazos sin parar en la cabeza y en el estómago, mientras Antonio seguía sin sentido.
Jerónimo se acercó a su hermano y le apartó de Antonio.
Jerónimo: Jacobo tranquilízate! déjalo ya! Antonio está inconsciente, ahora mismo no puede defenderse...
Jacobo: no me importa!!, tú no lo entiendes, Gloria ha estado con ese hombre todo este tiempo sin saber nada...
Jerónimo: Jacobo, lo sé, yo vi como mató a mi abuela en el bosque detrás de los matorrales, ya no te acuerdas?
Jacobo: no podemos dejar que se escapé!
Jacobo se abrazó a Jerónimo.
Jerónimo: tranquilo, ahora él ya no tiene escapatoria.
En ese instante mientras Jerónimo seguía consolando a su hermano Jacobo, ante la mirada atenta del policía, Antonio se despertó, él cogió el pasamontañas con sus manos y salió corriendo del sótano empujando al policía para que le dejara paso.
Cuando Antonio subió las escaleras y se marchó corriendo frente a los ojos de Joaquín que aún seguía abrazado a Margarita, éste dijo.
Joaquín: eh!! que se escapa!!
El policía y Jerónimo y Jacobo salieron del sótano persiguiendo a Antonio.
Joaquín besó a Margarita en la frente y llevándosela con él de la mano, también persiguieron a todos los demás.
Mientras Antonio corrió y corrió hasta que llegó al cuarto que compartía con su mujer, Gloria. Él entró dentro. Allí estaba Gloria que no sabía nada de lo que pasaba.
Antonio entró dentro con su mujer, disimulando.
Antonio se acercó a su mujer, la cuál estaba llorando y la besó en la boca.
Antonio: Gloria, tienes que creerme, yo solo te quiero a ti, solo te quiero a ti.
Y Antonio rodeó a Gloria entre sus brazos y volvió a besarla. Mientras la besaba, ella le abrazó a él por la cintura y le tocó sus manos, rozó un trozo de tela, ella notó que él escondía algo a sus espaldas, y se separó de su marido cuando por accidente le quitó de sus manos el pasamontañas negro, que él pretendía ocultarle.
Gloria con el pasamontañas negro en sus manos, miró a su marido muerta de pánico y ella empezó a recordar.

comienzo del primer flash-back.

Gloria vio a Jerónimo subiendo las escaleras del internado, muy afectado.
Gloria: Jerónimo, Jerónimo que sucede?
Jerónimo: déjame , no puedo hablar con nadie, a mi abuela la acaban de asesinar, fuera en el bosque, tras unos matorrales, le han acribillado la tripa con una navaja, el hombre que la ha herido tenía la cara cubierta con un pasamontañas negro!!
Gloria: de qué hablas? tu abuela está bien! yo mismo he hablado con ella en la cocina mientras se tomaba una manzanilla, antes de que ella decidiera salir al patio trasero a pasear...
Jerónimo: no, no te enteras? ella está muerta! entiendes? muerta!! muerta por culpa de ese hombre del pasamontañas negro!!
Y Jerónimo subió las escaleras hacia el segundo piso del internado.

fin del primer flash-back.

En la actualidad Gloria seguía con el pasamontañas negro en las manos recordando, mientras retrocedía ante la mirada de su marido.

segundo flash-back.

Margarita se acercó a la puerta de la clase, Gloria pasó por allí con su carrito de la limpieza.
Margarita intentó abrir la puerta pero no podía.
Gloria se la abrió y Margarita entró dándole las gracias.
Gloria: vaya, parece como que hoy estás un poco nerviosa no?
Margarita: peor que eso, estoy histérica, no debería contarte esto pero... ya no puedo más, anoche entró alguien a mi cuarto, un hombre con pasamontañas negro, no le pude ver la cara al muy desgraciado!!
Gloria: de verdad? y que pasó? yo me volvería loca si alguna vez me pasara algo así a mí!!
Margarita: no sucedió nada, por suerte alguien vino a buscarme a mi habitación y me hizo compañía durante toda la noche para que él no pudiera regresar, y él se escapó por la ventana. Pero fue horrible, yo acababa de salir de la ducha, él no hacía otra cosa que pasarme sus asquerosas manos por mi piel mojada...
Gloria: es increíble que estas cosas aún sigan pasando y que pasé aquí dentro, en un internado donde estudian 400 adolescentes indefensos.
Margarita: no se lo expliques a nadie, puede que se trate de un hecho aislado y por suerte no consiguió nada conmigo, pero... tengo mucho miedo.
Gloria: lo entiendo, cualquier cosa que vuelva a suceder, puedes contármela a mí como si fuera tu confidente, esto quedara entre tú y yo.
Margarita: gracias.
Gloria: nos vemos, tengo que seguir trabajando.
Y Gloria salió de la clase, alejándose de Margarita, empujando su carrito de la limpieza por los pasillos del internado.

fin del segundo flash-back.

Mientras... en la actualidad... afuera en el pasillo... Joaquín con Margarita de la mano, Jacobo y Jerónimo seguidos por el policía llegaron a las puertas de la habitación de Gloria. Allí vieron como Antonio salía apuntándola a ella con una pistola en la frente, mientras le agarraba por la cintura.

Antonio: no os acerquéis!!
Antonio se fue llevándose a Gloria a punta de pistola.
Antonio salió al patio trasero con Gloria, la sentó de copiloto en su coche, colocándole el cinturón.
Él se sentó para conducir.
Antonio arrancó el coche y lo sacó por la puerta del internado. Gloria se acercó hacia Antonio para golpearlo con sus puños, pero Antonio sacó la pistola y le apuntó con ella, mientras seguía conduciendo con una sola mano y le dijo.
Antonio: más vale que no intentes nada contra mí, o puedo llegar a hacerte mucho daño, y puedes acabar loca como una cabra e ingresada en un psiquiátrico al igual que tu hermana hace 4 años.
Gloria: de qué hablas?
Antonio: de lo que ocurrió en el día de nuestra boda, estábamos en el jardín en casa de unos amigos de mi madre, recuerdas? tu hermana no asistió a la ceremonia y tú estabas muy preocupada por ella, incluso quisiste retrasar el enlace hasta que ella llegara, lo que no sabías era que ella si que estaba presente, encerrada en los baños de aquella casa, después de que ella y yo hubiéramos pasado unos minutos mágicos e inolvidables.
Gloria: no sé que estás tratando de decirme...
Antonio: tú llegaste tarde a la ceremonia, habías ido con tu madre a hacer las últimas compras, tu hermana se adelantó y llegó a casa de los amigos de mi madre, la boda se celebraba al aire libre, todos los invitados ya estaban sentados.
Yo estaba en el dormitorio probándome el smoking, yo bajé por las escaleras y me encontré con tu hermana, tenía torcida la pajarita y ella me la puso bien, me dijo que estaba muy guapo, y en ese momento sucedió todo. Ella no dejaba de repetirme que no quería, pero yo sabía que era mentira, yo sabía que tu hermana siempre tuvo envidia de ti, porque yo te eligiera a ti para casarme, antes que a ella...

comienzo del flash-back.

En un jardín grande muy bien adornado para una boda, estaban todos los asistentes esperando a los novios. El novio estaba dentro de la casa, él bajó las escaleras, y se encontró con la hermana de su futura mujer.
Antonio: hola Natalia, ya han llegado todos los invitados?
Natalia: sí, mi hermana está a punto de llegar con mi madre, todo saldrá a pedir de boca.
Antonio: estupendo, voy a salir afuera a saludar al resto de los invitados.
Natalia: espera Antonio, tienes mal colocada la pajarita.
Natalia se acercó a Antonio y se la colocó.
Natalia: ahora está mejor, estás muy guapo.
Antonio: gracias, tú también lo estás. sabía que no podía estar equivocado Natalia.
Natalia: que no podías estar equivocado en qué? salgamos al jardín Antonio.
Pero Antonio cogió a Natalia y la arrastró hasta el interior del cuarto de baño, mientras Natalia luchaba por salir y escaparse de él, Antonio le rompió el vestido y se aprovechó de ella.
Antonio se subió los pantalones, mientras miraba a Natalia llorando en un rincón de los baños, le pegó una bofetada y le dijo.
Antonio: ni se te ocurra abrir la boca sobre lo que ha pasado hoy aquí.
Y Antonio colocándose bien el traje de novio, salió de los baños.
Afuera en el jardín.
Antonio esperó a Gloria, ella llegó en un coche conducido por la madre de ella y Natalia.
Gloria llegó al altar.
Gloria miró a todos los invitados tras cogerle de la mano a su futuro marido.
Gloria: no veo a mi hermana Natalia, no ha llegado todavía?
Antonio: estará a punto de llegar, hoy es el día más feliz de mi vida, Gloria, te prometo que nadie nunca estropeara nuestra felicidad.
Antonio besó a Gloria y el sacerdote empezó a pronunciar su discurso para dar comienzo a la boda.

fin del flash-back

En la actualidad...
Antonio: Ahora ya sabes toda la verdad, creías que ayudabas a tu hermana al encerrarla en ese psiquiátrico, pero ella nunca estuvo loca, siempre quiso contarte la verdad de lo que sucedió ese día.
Gloria: no puedo creérmelo, me has estado mintiendo durante estos años!! no sé como no me he dado cuenta antes de como eres realmente!!
Antonio: ahora vas a estar callada y sin formar jaleo o quieres que alguien más cargué por tus malas acciones?
Antonio bajó la pistola hacia la barrida de Gloria, insinuándole que dispararía y mataría a su hijo.
Antonio: vas a pórtate bien durante el viaje?
Gloria asintió con la cabeza.
Antonio sonrió y guardó la pistola.
Antonio siguió conduciendo, llevándose a Gloria muy lejos de allí.

FINAL DEL CAPITULO

CONTINUACIÓN...


LA CASA DE LA PLAYA

El coche conducido por Antonio llevándose a Gloria prisionera, se alejó por la carretera dejando al edificio del internado nuestra señora sagrada de la cruz, muy atrás. Los tres hermanos (Joaquín, Jacobo y Jerónimo) salieron al patio trasero del internado.
Joaquín seguía teniendo cogida de la mano a la profesora de ingles, Margarita.
Jacobo: hay que salvar a Gloria.
Jerónimo: no podemos dejar que Antonio se escapé, tiene que pagar por todas las muertes que ha provocado.
Joaquín mirando a Margarita: es mejor que tú te quedes aquí, yo debo acompañar a mis hermanos, pero no te preocupes, te llevaré en mi corazón.
Joaquín miró a los ojos azules de Margarita, se acercó a ella, le acarició la mejilla mientras le dedicaba una sonrisa y la besó muy dulcemente en los labios, queriendo recordar cada detalle de ese momento.
policía (padrastro de Joaquín): subir al coche patrulla, rápido!!
El policía arrancó el coche, Joaquín se quedó fascinado mirando a Margarita, pegado al cristal de la ventana, mientras el vehículo se alejaba más y más del internado.
Así por la carretera conducían el coche de Antonio. Y el policía persiguiéndole, junto con los tres hermanos.
Gloria sentada al lado de Antonio, se puso la mano en su barriga, ya que por los nervios del momento sentía como unos pequeños pinchazos en su vientre.
El coche patrulla adelantaba a los otros coches, haciendo sonar la sirena, con el fin de no perder de vista, a Antonio.
Tras mucho conducir, y pasar por carreteras con muchas curvas y casi sin señalización, Antonio llegó a una casa que estaba cerca de un acantilado, la casa estaba colocada en un saliente muy rocoso, donde salpicaban las olas del mar al chocar contra las rocas.
Antonio aparcó el coche.
Antonio salió del coche, y obligó a Gloria a salir de él, Antonio le apuntó con la pistola a su mujer guiándola hasta la casa, Gloria no tenía escapatoria, así que por el momento obedeció a su marido viéndose completamente acorralada por él.
Antonio amenazó a Gloria a punta de pistola hasta que llegaron a la puerta de la casa, allí la abrió con un llavero y la encerró a ella en su interior, haciendo girar la llave en la cerradura.
Así Gloria se quedó encerrada en la casa, sin poder salir.
Antonio bajó por las rocas, preparó su pistola y esperó a que llegará el coche patrulla que le había estado persiguiendo desde el internado. Mientras Gloria dentro de la casa, no dejaba de derramar lágrimas pensando que como habría sido posible que un día el mismo hombre que la había capturado, había sido un marido fiel y bondadoso al principio de la relación.
Antonio se escondió tras una gran roca de cuclillas con la pistola en la mano.
Al poco rato llegó el coche patrulla a la misma zona de la casa al lado del acantilado.
El policía dejó el coche mal aparcado a toda velocidad y en diagonal sobre una zona bastante rocosa, muy próxima al mar.
Antes de salir del coche, el policía le dejó a su hijo un arma para que se pudiera defender.
policía: ten mucho cuidado, yo voy delante.
Joaquín: hay que hacer lo que sea para capturar a Antonio y lograr rescatar a Gloria sana y salva. Jacobo, mientras mi padre y yo distraemos a Antonio tú intenta entrar en la casa y libera a Gloria, no podemos dejar que él nos vea.
Joaquín y el policía salieron armados del coche patrulla. Nada más salir, los tres. Antonio, Joaquín y el policía se enzarzaron en un tiroteo con pistolas, escondiéndose tras las rocas.
Jerónimo se quedó dentro del coche patrulla, él cogió la radio y avisó a los demás.
Jerónimo: necesitamos refuerzos, estamos en una casa cerca de un acantilado. a 800 Km., girando por la segunda curva, pasando por delante de la pastelería Rochas. Tenemos a un peligroso asesino que tiene a una rehén bajo su cautela. Venir rápido!!
Mientras seguían los disparos entre Antonio, Joaquín, y el policía.
Jacobo se acercó a la casa del acantilado sin ser visto por Antonio, llegó hasta ella, y golpeó al cristal de la ventana llamando a Gloria. Gloria al oír su voz acudió enseguida a asomarse.


Gloria: Jacobo! Jacobo! gracias a Dios que estás aquí! Antonio me ha tenido engañada durante todo este tiempo, no sé como he podido creer en él, no me dejes sola nunca más, no te apartes de mí, tú eres la persona más importante que hay en mi vida!!
Jacobo: tranquila, Gloria quiero estar contigo, no pienso moverme de tu lado, voy a sacarte de aquí, cueste lo que me cueste.
Gloria: te quiero Jacobo, te quiero.
Jacobo: puedes abrir la ventana desde adentro?
Gloria: las bisagras están un poco fuertes, pero puedo intentarlo.
Gloria se acercó a la ventana e intentó girar el manillar para abrirla, las bisagras estaban muy fuertes y oxidadas y casi no se movían, pero Gloria siguió en su empeño, se frotó las manos y volvió a intentarlo, hasta que el fin con mucho esfuerzo logró mover las bisagras, girar el manillar y que la ventana se abriera por completo.
Jacobo: muy bien Gloria, muy bien, sabía que podías hacerlo.
Gloria salió afuera de la casa por la ventana, Jacobo le ayudó para que no se cayera sobre las rocas y se hiciese alguna herida.
En cuanto Gloria estuvo al lado de Jacobo en libertad, fuera de la casa, ella se abrazó a él, olvidando por un momento la situación en la que se encontraba. Ella emocionada se abrazó a él, queriendo que el tiempo se parara en ese mismo instante, Gloria se acercó a Jacobo, pegó su cara a la suya y acariciándole la nuca le besó en los labios, muy dulcemente y muy despacio, deseando poder abrazarle con más fuerza de lo que lo hacía realmente.
Gloria: te quiero Jacobo, te quiero.
Ellos dos siguieron besándose, pero la dicha no duró mucho, ya que Jacobo que era más realista le tocó el brazo y se lo apretó separándole de él, recordándole que tenían que escapar y que no se podían quedar ahí quietos donde eran un blanco fácil para Antonio.
Jacobo: Gloria, ahora no hay tiempo, hay que huir de aquí.
Gloria asintió con la cabeza, y siguió a Jacobo, para conseguir alejarse de aquella casa, sin ser vistos por Antonio, que aún seguía el tiroteo contra el policía y Joaquín.
Antonio disparó mientras Joaquín y el policía se mantenían ocultos tras las rocas, y en cuanto Joaquín o el policía salían tras las rocas para disparar, Antonio era ésta vez él que se escondía para protegerse de las balas.
Así siguió durante un buen rato más el intercambio de balas entre ellos tres, pero la mala suerte quiso que una de esas balas le hirieran en el hombro al policía y Joaquín protegiéndose con su chaqueta se acercó hacia él.
Joaquín: papá, estás bien?
policía: sí, tengo herido el hombro, pero creo que puedo seguir.
Antonio disparó en el momento en que los vio a los dos hablar.
Joaquín puso su mano sobre la cabeza de su padrastro y se la enterró contra el suelo tras la roca para evitar los disparos, y él disparó contestando a Antonio.
Antonio se revolcó sobre las rocas con el fin de esquivar los disparos de mano de Joaquín.
Joaquín cogió a su padre ayudándole, el cuál se quejaba del hombro, y se pasó su brazo alrededor del cuello.
Joaquín: vámonos papá, te ayudaré a llegar hasta el coche.

Joaquín y su padrastro caminaron hasta donde tenían aparcado el coche patrulla, en su interior les esperaba Jerónimo.
Antonio al ver que Joaquín y el policía se alejaban, bajó su arma, y se le pasaron las ganas de seguir disparando.
Antonio miró a su alrededor, giró la vista hacia la casa, hasta alcanzar a ver la ventana abierta de par en par...
Mientras, Joaquín y el policía seguían acercándose al coche.
Pero un desgraciado y desafortunado accidente tuvo entonces lugar, una parte de la roca en donde estaba aparcado el coche patrulla empezó a resquebrajarse y a partirse por la mitad, y de inmediato el destino cruel quiso que el coche se cayera al mar hundiéndose con los trozos de roca que se acababan de desprender.
Joaquín en cuanto vio que el coche se caía hacia el vacío, pensó en su hermano Jerónimo.
Se soltó de su padrastro, quién se sujetó con la mano izquierda la herida del hombro derecho.
Joaquín corrió hacia el borde del saliente y saltó al mar.
Joaquín nadó sintiendo la espuma de las olas del mar salpicando sobre su cuerpo, mientras intentaba abrirse paso entre ellas.
Joaquín meneó los brazos y las piernas, sin tener muy claro en su cabeza lo que hacer, miraba a su alrededor, confundido y muy nervioso al mismo tiempo.
Joaquín sentía como su corazón latía con pulsaciones muy rápidas.
Él agudizó su vista y miró a lo lejos y alcanzó a ver el retrovisor del coche hundiéndose en el mar y desapareciendo entre el vaivén de las olas.
Él comenzó a nadar hacia la dirección donde había visto al coche hundirse, pero hacía mucho viento y se le hacía más difícil el recorrido.
El padrastro de Joaquín, el policía, se acercó al borde de la roca de la cuál Joaquín había saltado hacia el mar, y mirando a su hijo, le preguntó, temiéndose lo peor.
policía: ves algo?
Y Joaquín negó con la cabeza, deseando en su mente que el tiempo retrocediera y nada de aquello fuese real, pero lamentablemente lo era.
Entre tanto Antonio... una vez había descubierto la ventana de la casa abierta, se imaginó que Gloria había escapado, así que la buscó con la mirada... y al fin la detectó... y la vio corriendo al lado de Jacobo.
Gloria notó la mirada de Antonio clavada en ella, y sintió que un escalofrío le recorría la espalda y la helaba por dentro, ella se paró en seco, se giró y miró a Antonio, mientras le miraba sintió deseos de llorar, pero no pudo, sintió de gritar, pero no le llegaba la voz, sintió deseos de salir corriendo, pero solo lo hizo en cuanto Jacobo la empujó y la arrastró estirándole de la mano.
Gloria seguía corriendo al lado de Jacobo, pero no podía apartar la mirada de Antonio, sabía que por mucho que se esforzara en escaparse de él, Antonio siempre encontraría alguna forma de seguir torturándola.
Gloria al correr tuvo un pequeño traspié, y se torció el tobillo, se cayó de bruces rasgándose las rodillas, Antonio al ver a Gloria tirada al suelo optó por correr hacia ella, Jacobo desesperado y asustado viendo que Antonio se acercaba con pistola en mano, intentó levantar a Gloria, pero a Gloria le dolía todo el cuerpo y no podía moverse de donde estaba, Gloria se sentó en el suelo, poniendo las palmas de sus manos abiertas sobre el suelo a los lados de su trasero.
Gloria: Jacobo, pasé lo que pasé, no te olvides nunca de que te quiero.
Jacobo: no te va a pasar nada, tranquila, no te va a pasar nada, no lo voy a permitir.
Gloria: Jacobo no importa en serio, todo ha sido perfecto tal y como ha pasado, no importa si ya ha llegado el final, lo que ha pasado entre tú y yo no poda haber sido más perfecto.
Jacobo: que no Gloria, que no, que te voy a sacar de aquí, confía en mí, todo va a salir bien, Gloria te quiero, y no voy a rendirme sin luchar.
Gloria: Jacobo, tengo miedo.
Jacobo: tranquila, yo estoy contigo.
Jacobo se agachó y cogió las manos de Gloria para que sus brazos rodearan su cuello, dispuesto a cargarla en brazos para llevársela de allí antes de que Antonio llegara a donde estaban ellos, pero entonces notó que la fuerza de Gloria en sus brazos perdía consistencia, y cuando quiso mirar más abajo de su cuerpo, vio una enorme herida desangrándose en el vientre de ella, miró al frente y vio como Antonio aguantaba su pistola, que acababa de ser disparada hacia Gloria.
Jacobo: no, Gloria, no, no por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!
Gloria con la mano en la herida.
Gloria: mi hijo!! mi hijo!! qué ha pasado?? me estoy mareando!! tengo mucho sueño!!
Jacobo: Gloria, por favor, no, Gloria por favor, no cierres los ojos, Gloria, despierta, despiertaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Jacobo vio como poco a poco los ojos de Gloria se cerraban, miró al frente con odio hacia donde estaba Antonio y en ese momento vio como alguien se le acercaba por detrás, era... Joaquín que se acercaba empapado de agua salada, después de haber nadado millas inútilmente al haberse hundido el coche patrulla con su hermano en su interior. Joaquín se acercó a Antonio sigiloso por detrás, cogió una piedra gigantesca y le arreó en la cabeza, haciendo así que éste se desmayara y tuviera un gran corte muy profundo en su cabeza.
Con Antonio fuera de juego Joaquín se acercó hacia su hermano Jacobo, que seguía inerte al lado del cuerpo de Gloria.
Joaquín: Jacobo, Gloria está...?
Jacobo: no lo sé, no lo sé...-dijo él resbalándole lágrimas por su mejilla.
En ese instante mientras el policía intentaba llegar con el hombro herido hacia donde estaba su hijastro Joaquín, ellos tres escucharon sirenas de policía, enseguida aquello se vio rodeado de más de 5 coches patrulla, por fin había llegado los refuerzos que había avisado Jerónimo por radio, antes de caer hacia el vacío.

FINAL DEL CAPITULO