"Volver a verte"- Julia e Iván

HOLA ADRI!!!!

ays por fin lo he terminado de leer....esta muy bien la historia como te dije, y espero que la sigas pronto...

y eres una villana, jajajaja los has separado, pero, no pasa nada, asi se da un poco de vidilla a la historia, y es más emocionante.

un lameton

Bequita por favor síguela! jajaja Que ansias..

siguelo porfavoooor, me gusta mucho tu historia aunqe algo triste

cuando subelo, (:

me encanta tu relato esta genial, siguelo por favoor :)
ojala que acaben bien Julia e Iván, me dan una pena!

Oh Adri!!!!!!!!!!!

Me acabo de poner al corriente con tu historia en la mansión ; )y me tienes enganchadisima........ escribes tan pero tan bien, me gusta como describes los sentimientos y las palabras que usas para ello, como ya te han comentado cada día te superas más y tus letras son mejores, es que estoy sufriendo con ellos!!!!!!!! jejejej, logras eso ; ) ah y no dejes de poner musica antes de tus relatos, me gusta que me vayas ambientando jejeje

así que por fa continualo pronto y no dejes de escribir : )

p.d: deseo que Laura muera de una forma muy dolorosa, es que soy villana : P

p.d2: no hagas sufrir a los que aquí esperan la continuación....... es que no niegas tu villania noiretista jejeje

ya se a acabado?
yo tengo que confesarlo...noe parado d llorar!!
abia veces que no veia la pantalla por las lagrimas!!

eso, siguelo plis, y por cierto a mi tambien se me han saltado las lagrimas he? JEJE

No vale nada

tu si k no vales nada

me parece de lo mas cruel que se menosprecie lo que hacen otras personas... Adriiiii no hagas caso y sigelo, que esta muy bien e intriganteeeee!!!

un lameton....

SIGUE YA!!
me va a dar algo si no lo sigues

va, sigelo plis plis plis

Siguelo, que hace mucho que no subes nada :(
Y nos tienes en vilo :(

cuando vas a continuar?? pronto plis!!! lo estoy imprimiendo y encuadernarmelo para llevarmelo a la playa y leerlo, q ahora durante el curso no tengo tiempo!!! jajajaja
cuantos capis le quedan??

x favor siguelo k m encantaa!!!!

Siguelo porfa ,me encanta la historia .

Siento haber tardado tanto en seguir la historia, pero esk que con el instituto no he podido meterme ni escribir, siento haberos dejad con la intriga, pero ahora que tengo vacaciones espero poder continuarle mas seguido.
Aqui os dejo mas capitulos esperoque os gusten

Capitulo 26

Otro día más, uno de esos en los que solo te apetece abrazarla, uno de esos en los que te das cuenta de lo estúpido que fuiste por no valorarla como se merecía, uno más de sufrimiento uno menos de felicidad. Seis y media de la tarde, una tarde fría, como otras, una tarde más, sin saber de ella, sin una llamada, sin aquel estoy bien, que tranquiliza tanto, la misma duda que cada día traspasa mi cerebro y aturulla mis sentidos ¿Me habrá olvidado? ¿Aún me quiere?, quizá por todos los besos que la debo, quizá por todos las lágrimas que la causé y las quebraderos de cabeza que la di debería haberme olvidado, pero me parece tan injusto, cuando salió por la puerta sabía a qué me atenía, aquellas palabras de nuestra despedida que me causaron un dolor hasta ahora incierto, un dolor que superó todos mis anteriores sufrimientos, un dolor que aún permanece conmigo.
Intento levantarme pero no tengo fuerzas, necesito quedarme un poco más con su recuerdo, aún no estoy preparado para subir al internado y fingir sentimientos, fingir felicidad, aquella felicidad que hace tiempo guardé en un cajón oscuro para sacarla cuando tenga ganas. Si la hubiera dicho que huyéramos, si cada noche que se quedó conmigo la hubiera repetido que la quería, si entre beso y beso la hubiera sonreído y después la hubiera dicho lo importante que es para mí, si en vez de discusiones hubiéramos tenido momento de felicidad ¿Seguiría aquí, o irremediablemente se habría ido?
Oí la puerta de las calderas cerrarse, alguien estaba ahí dentro, pero no me moví, no me salieron las fuerzas necesarias para ocultarme.
-Iván, ¿estás ahí?- Una voz chilló, una voz que lamentablemente me resultaba conocida- Ahí estas, ¿Qué haces aquí?- La prima de Julia se sentó a mi lado
-¿Qué coño haces aquí? ¿Cómo has averiguado este lugar?- La pregunté yo, molesto
-Soy bruja- Se rió, la miré por el rabillo del ojo y se dejó de reír-Vale, te he seguido
-Podrías dejarme en paz
-No me da la gana- Me respondió descarada
-Eres imbécil, lárgate
-No me voy a ir, me voy a quedar aquí, contigo-Agarró mi cara y me obligó a que la mirara
-No me toques y lárgate- que ella estuviera ahí no lo soportaba, ese era el lugar de Julia y mío, era lo poco que quedaba nuestro, ella no podía estar ahí
-Estas así por Julia, joder, yo que te creía un tipo duro vas llorando por los rincones
-No tienes ningún derecho a juzgarme- la contesté levantándome del suelo y encarándola
-No te llama, no te dice nada, ya te ha olvidado, pasa página
-No quiero pasarla y quien eres tú para decirme lo que debo hacer
-Solo quiero ayudarte
-No necesito tu ayuda, así que no hace falta que me la des
-Yo ayudo incondicionalmente, no me piden ayuda pero yo la doy
-Solo eres su prima, una persona que no se parece a ella por mucho que quieras ser Julia, no tienes ningún derecho a hablar de ella, de insinuar cosas que no sabes, lárgate, no quiero tu ayuda, porque viniendo de ti, nada puede ser bueno.
Ella se levantó del suelo e hizo ademán en irse-sí tengo derecho a hablar cosas de ella-dijo dándose la vuelta-he hablado con su madre y con ella, te ha olvidado, no me creas pero me parece absurdo que sufras por ella, cuando ella no lo hace por ti- dicho esto, se dirigió a la puerta y se fue
Sentado en el suelo miraba hacia el techo, no podía ser cierto, Julia no podía haberme dejado tirado, no podía haberme olvidado tan pronto, las palabras hacían eco en la gran sala, palabras que perdían sentido a medida que pasaban los minutos y yo mismo me convencía de que eso era cierto, cerraba los ojos y la veía, sonriendo, sonriéndome, todo era como antes, todo mi sufrimiento quedaba atrás, no sabía cómo había llegado ahí, como podía estar tirado en el suelo llorando por ella, como podía sufrir, de repente su primera marcha, nuestra discusión mis palabras hacían eco en mi mente, recordándome lo cabrón que era con ella, el daño que la hice, lo mal que la trate. Me levante de aquel suelo, y me dirigí a la puerta de salida, subí las escaleras metálicas que me llevaban al internado, en cuestión de minutos comencé a estar rodeado de gente, gente que caminaba por los pasillos, gente que esperaba a que pasaran las horas. De camino a mi habitación, vi la habitación de su prima, la misma que horas antes había terminado destruyendo toda esperanza de volver a sentirla cerca, de volver a tenerla conmigo; estaba sentada en la cama, contemplando su móvil, estaba tranquila, la marcha de su prima no había resultado un problema para ella, y quizá para mí tampoco debía haberlo sido. Entré en su habitación, empujando enérgicamente la puerta
-Necesito hablar con ella- La dije, ella tranquila levanto la mirada de la pantalla de su móvil
-Y si no te dejo- me miro fijamente, levantándose de su cama y encarándose
-Déjame llamarla, que te cuesta, solo va a oír mi voz
-Demasiado sufrimiento para ti, no voy a dejar que sufras-Decía mientras se acercaba cada vez más a mí
-¿Ahora vas de alma caritativa?, déjame hablar un rato con ella
-¿Y que gano yo a cambio?, Es muy injusto que no gane nada
-¿Qué quieres?- La pregunté
-Bueno, eso ya te lo imaginaras- Decía mientras se acercaba a mi
-¿Quieres que te bese?-Pregunte extrañado
-No, un beso sería demasiado poco comparado con el favor que te voy a hacer, quiero algo más
-¿Algo más?
-Sí, ese algo más que tú y mi prima hacíais en la sala de calderas, ese algo más es lo que quiero, te lo pediría con velitas, pero me da que no eres muy romanticón.
Cerré los ojos y pensé en Julia, en lo lejos que estaba, si me habría olvidado o no y la única forma de averiguarlo era que su prima me diera su teléfono, necesitaba llamarla, escuchar su voz unos instantes más, unos segundos, para comprobar por mí mismo que ella ya no me recuerda, que ella ya ha olvidado todo lo que pasamos juntos que ya no volveré a estar con ella, tuve ganas de llorar, notaba la respiración de su prima acercarse a mí, lentamente, cada vez más lento, despacio, como si no quisiera que la notara, era distinta a Julia, en su forma de actuar, de sonreír, no había nada que me hiciera recordar a Julia a través de ella, y quizá fuera por eso o porque no podía besar a nadie más que a Julia que salí de la habitación, agotando las esperanzas de hablar con ella, de escuchar su voz, dejando a Laura, solitaria en esa habitación, mirando de nuevo su móvil, como si no hubiera pasado nada.
Horas más tarde me tumbé en la cama, era tarde y al día siguiente debía de madrugar, pensé en si Julia me había olvidado, si aun me quería o ya no me necesitaba, tenía ganas de correr hasta nueva York y buscarla entre las calles, volver a besarla, a escucharla decir mi nombre, volver a tenerla cerca y ver pasar los días con ella a mi lado. Pero todo eran sueños, mis sueños, porque ahora dudaba que ella también soñara con eso, pero sin embargo, fueran solo mis ensoñaciones o ella también las tuviera, me hacían sonreír como un idiota y solo por eso, solo por sonreír cada noches, ideaba un plan distinto, una manera distinta para volver a estar con ella, solo porque no perder la esperanza de volverla a ver era lo único que me hacia levantarme cada mañana.

En este relato os dejo dos canciones, porque no he encontrado una cancion que pegara con el relato y me gustara, he buscado pero solo he encontrado dos medianamente bonitas, dramaticas tambien, espero que os gusten.

Capitulo 27

-Julia, me voy a trabajar- Grito mi madre desde la puerta del pasillo, el despertador había sonado cinco minutos antes, pero yo llevaba despierta dos horas, daba vueltas en la cama intentando dormir algo más, porque su falta, mi marcha estaba acabando conmigo misma.
-Julia, levanta de la cama y ven a despedirme, que volveré tarde, ya sabes cómo son estas cosas que empiezas a las 8 y terminas ni se sabe cuándo- Me levante de la cama y arrastré los pies hasta el recibidor- Julia, la comida está en la nevera y he dejado dinero en el recibidor de la entrada por si quieres pedir algo para la cena, pórtate bien
-Mamá, una pregunta ¿Tenemos harina, huevos, anís, ralladura de limón, café y azúcar?
-Pues no lo sé, para que quieres todo eso ¿Qué vas a hacer?-Preguntó mi madre intrigada
-Rosquillas, hoy me apetece cocinar, déjame un poco más de dinero en el recibidor, a ver si no vamos a tener algo
-Vale, está bien, te doy más dinero, pero ha pasado algo ¿Cocinar? Pero si dejaste de cocinar hace años
-Sí, pero me gusta la cocina, es una forma de olvidarme de todo, y ahora necesito olvidar así que voy a hacer unas estupendas rosquillas, ¿En este país saben qué son las rosquillas y tendrán harina y esas cosas no?
-Julia vivimos en Estados Unidos no en Marte, aquí comen es como en España pero la comida es peor y la gente habla más inglés
-Gracias por tu aclaración mamá, si no fuera por ti no me habría dado cuenta de que hablan ingles
-Julia, no empieces. Me tengo que ir que llego tarde, te quiero- me dio un beso en la frente y se fue.
Me dirigí a la cocina, a buscar los ingredientes para cocinar mis rosquillas, no sabía cómo se me había ocurrido la idea de cocinar, de volver a meterme entre fogones, necesita dejar de pensar en él, dejar de buscar explicaciones, dejar de sacar punta a mis sentimientos. Comprobé uno a uno los ingredientes, no estaba segura de acordarme como se hacían las rosquillas, así que busque una receta en internet para repasar los puntos más importantes, desayune y me duché. Cuando ya estaba cambiada comencé a cocinar, mi cabeza solo recordaba uno a uno los pasos, batir bien los huevos con azúcar, recordaba los sábados por la mañana cuando solía cocinar con mi madre, mi padre siempre esperaba en el salón a que acabáramos la comida, de pequeña cuando yo tenía cuatro años mi madre me subía a un taburete y cocinábamos juntas, la comida que hacía yo siempre la comía mi padre, mi madre intentaba disuadirle porque decía que yo no cocía bien los macarrones o que me había dejado alguna patata sin pelar, mi padre respondía con una sonrisa en la cara “Es de mi niña y estará bueno igual” y me miraba, le echaba demasiado de menos, con él me llevaba mejor que con mi madre, me comprendía y me defendía siempre de las broncas de mi madre, cuando se fue algo entre nosotras se rompió, que después metiera a otro en casa, mi bordería se multiplicó, después comencé a acostarme con él, ni siquiera sé porque lo hice, supongo que porque estaba confundida pero ni eso me exculpa, al final resultó estar con los que mataron a mi padre y de hecho él hubiera sido capaz de matarme si él no lo hubiera impedido, me rescató, se la jugó por mí, aun recuerdo su cara en aquella cabaña cuando mi padrastro dijo que yo estaba enamorada de él, bajé la mirada, nunca me dijo te quiero pero lo demostró y sus actos me valían mas que miles te quiero juntos. Sonó el teléfono y la batidora se me descontrolo del susto, manche toda la cocina, pero no me detuve a recogerlo, corrí a por el teléfono, porque tenía la sensación de que podía ser él, la pantalla brillaba con un número no registrado en mi teléfono, mi corazón empezó a latir, podía ser él aun tenía un poco de esperanza. Descolgué el teléfono