Julia e Iván; SE ACABÓ, nuestros niños se van a viajar por el mundo, esperemos que se lo pasen ¡muy bien!

chiicas no os vais a creer qe me a pasado

acaban de abrir un taller de videos bbien yo pedi uno de ivan y julia con la cancion de tragicomedia

y me lo an exo de ivan y vickyyy

jejejj qe paroodiia xd!

estaa--carmen me encanta tu diaoologoo intenta poner oy otro trozoo qe me encanta

liss yo tmb estoy viendo one tree hill

me encanta brooke mi persnaje favv!

Y a mi... Y eso que conozco la serie desde hace un par de días... xD jajajaja... Y ya soy brucas hasta la medula... ^^

PD: Pues no creo que vaya a haver diálogo =( No tengo escrito nada, a penas he tenido tiempo, y este finde tampoco voy a escribir... ¡Me voy de nuevo a esquiar! ;D Y de disco en disco... xD

PD 2: Ah, y me llamo Lis, para las que no me conozcais ^^ Últimamente no puedo pasarme mucho, pero varias veces soy el alma de la fiesta xDD jajajaja... Muy modesta yo xD

Paula ¿como que de Ivan y Vicky?nono me niego jajaja si es que lo que no le pasa a una...

bueno chicas aki va el adelanto del capi q viene.. para que no digan que soy mala!!! gracias a todas por animarme a continuar...

julivanista un video de quien??' no no de ellos no de julita e ivan :) jajaja



Pero al mismo tiempo él se lo busco.. por ser tan grosero con ella.. por tratarla mal… tenia mil problemas, mil cosas en que pensar pero no podía sacar a Julia de sus Pensamientos ni un instante....

Bueno tu tranquila Liss lo bueno se hace esperar, que suerte ¿eh? otra vez a esquiar espero que te lo pases muy bien

que bien a esquiar!!! espero que disfrutes!! jaja un gusto liss :)

las gemelas güinis son lo que tienen xd

¿A que viene eso de las gemelas raras esas? xD

PD: Si sigo así pronto me vereis en las noticias deportivas xD jajajaja... O convertida en profesional, o muerte inesperada... xD jajajaja...

Carmen ¿que se habra buscado Ivan? que ganas tengo de seguir leyendo xD

valeee.. esta parte es larguiisiima, pero bueno he tartado dias y dias en seguirlo! espero que os guste y gracias por los comentarios! :)
lo dedico a la mayor pesada, jajaja, no, es broma, a Mari que tiene un dia plof xd

--- EL INTERNADO: nueve años después ---

Nueve años antes:

Marcos permanecía inmóvil, sujetando con firmeza el brazo de Amelia mientras intentaba ser impasible ante las lágrimas de ella. No quería sentir lástima ni dolor, solo rabia. Pero el querer no era suficiente y él lo sabía.

-Marcos, no es lo que piensas, yo… - dijo Amelia entre lágrimas.

Él apenas podía decir nada, había intentado pensar con calma, encontrar un momento para hablar con ella. Pero no había sido capaz de controlarse y aun más viendo como la persona de la que estaba enamorado le había traicionado de la peor de las maneras.

-no se como has sido capaz – dijo él con frialdad – yo habría dado mi vida por ti…

-yo no quería…

-¿no querías? – preguntó Marcos casi con sorna - ¿entonces porque me hiciste esto?

-Es complicado – dijo ella dirigiendo la mirada a su antebrazo.

Marcos se dio cuenta de que aun no la había soltado, posiblemente la estaba haciendo daño, y aunque sabia que ese dolor era una minucia comparado con el que sentía él, la soltó el brazo.

-confiaba en ti Amelia…

La miro a los ojos, intentando atisbar en ellos la razón a todas esas mentiras y traiciones que había entre ellos. Pero solo se fijo en las lágrimas que caían por su rostro ¿le dolería? Todo aquello… ¿le haría daño? Lo dudaba. Le había mentido, traicionado y posiblemente manipulado. No podía dejar que una sola lágrima le hiciera débil, no podía dejar que mirarla a los ojos le diera fuerzas para perdonarla. Había estado incluso Paula en peligro por culpa de Amelia y eso no podría perdonárselo nunca.

-Marcos…

-incluso a Paula… – le interrumpió él – a ella también la pusiste en peligro, pero ¿Qué mejor manera que enrollarte con el hijo de Sandra Pazos y cuidar de su hermana pequeña?

-No es así Marcos…

-Si, si es así Amelia – dijo con dureza, con frialdad – me das asco.

Dirigió su vista a aquellos ojos que tantas ocasiones le habían dado ánimos y confianza para salir adelante… y ahora todo aquello le parecía una absurda mentira. Se dio la vuelta justo cuando escucho la voz de Amelia a sus espaldas.

-¡ellos tienen a mi hermano! – dijo entre sollozos.

Marcos se dio la vuelta y miró a Amelia atónito.

-él… - siguió ella secándose las lágrimas con una mano – esta enfermo.

-¿cómo? – preguntó - ¿Qué tiene que ver eso…?

-Ellos le proporcionan medicina a cambio de trabajar para su organización.

Se dio cuenta de que Amelia intentaba recomponerse. Se preguntó si mentiría, aunque no encontraba razones para que le contara algo que la estaba haciendo tanto daño, se daba cuenta del leve temblor que desprendía el cuerpo de ella.

-¿por eso estas conmigo? ¿por tu hermano? – preguntó él.

-no… yo a ti te quiero Marcos.


PARTE 17:

Se sentaron en una pequeña terracita de aquel pueblo. Hacia buen tiempo y había bastante gente sentada a su alrededor. Ella se toco el pelo nerviosa mientras esperaban al camarero. Se dio cuenta de que Marcos la miraba y Amelia le dirigió una tímida sonrisa.

-¿a que has venido Marcos? – preguntó mirando a ambos lados casi sin darse cuenta, temerosa de que alguien les descubriera.

-necesitaba verte – respondió él sin apartar la mirada de sus ojos.

Ella no pudo evitar el posar su vista en el rostro de él. Hacia tantos años que no le veía que parecía casi un sueño tenerle frente a ella.

-es peligroso – dijo ella.

-lo se.

Justo en ese instante el camarero les dejo los refrescos que habían pedido. Un momento que ellos aprovecharon para mirarse a los ojos, de la misma manera que hacía nueve años atrás, como si nada habría cambiado. Como si aun siguieran enamorados y aun fueran profesora y alumno, como si nada habría cambiado entre ellos. Todo mentira.
Ella le miro y se dio cuenta de su pose despreocupada, algo que hizo que sonriera.

-no esperaba verte…

-¿Cómo estas?

-Bien, mi hermano y yo estamos bien.

-¿su enfermedad?

-Bueno… parece que va a mejor aunque sigue teniendo el tratamiento.

-Me alegro Amelia – dijo él levantando su vista hacia ella.

-Gracias – respondió con suavidad – pero llámame Mónica.

Se quedo mirando los ojos de Marcos. Se sentía nerviosa e incomoda. Aquella había sido una sorpresa grata y esperada desde hace años. Pero justo cuando le tenía en frente, apenas a un paso de poder tocarle… no sabia ni como comportarse. Se preguntó que había sido de él durante todos esos años, que había estudiado, si seguía con Carol…

-¿tu como estas? – preguntó.

-bueno… - respondió Marcos con voz cansada – podría estar mejor.

Se fijo en que su semblante entristeció un momento. No parecía feliz ni mucho menos. Amelia se removió nerviosa en su silla y no podía evitar sentir ese miedo a que supieran de su identidad.

-¿ha pasado algo?

-hace dos meses… Carolina tuvo un aborto.

Se quedo a cuadros, desde luego que no esperaba escuchar eso. ¿Seguía con Carolina? Seria lo más lógico ya que la quería, quizás de la misma manera que la quiso a ella en su momento. No pudo evitar sentir nostalgia por el pasado, por los recuerdos que se paraban en su cabeza, por los sentimientos que había sentido por Marcos.

-lo siento mucho Marcos.

Sin darse cuenta alargó el brazo y posó su mano en la de Marcos. Notó su tacto y sintió un escalofrío en su cuerpo. Los dos dirigieron la mirada a las manos casi entrelazadas y justo cuando Amelia pensó que no debería haberlo hecho, Marcos apretó su mano con suavidad, casi acariciándola.

-creo… creo que tengo que irme – dijo Amelia de repente.

Intentando no mirar a los ojos de Marcos cogio sus cosas y se levanto de la mesita de la terraza. Intento no pensar en lo que había sentido al tocar a Marcos, en su tacto, en sus ojos…

-¡espera! – dijo él cogiendole de la mano.

-¿a que has venido Marcos? – dijo ella – yo… yo tengo una vida, soy feliz… esto lo complica todo.

-He pensado en ti…

-Yo también pienso en ti Marcos, pero…

Él la miro a los ojos y ella intento apartar la vista, pero se le hizo imposible.

-una vez te dije que habría dado mi vida por ti – dijo Marcos con suavidad – ahora déjame tenerla junto a ti.

Amelia acaricio el rostro de Marcos, sintiendo su suavidad le recorrió con la yema del dedo el contorno de sus labios. Quiso hacerle ver que lo suyo había terminado hace años, que aunque le quisiera no seria lo mismo. Cada historia tenía su momento y el suyo lo tuvieron hace mucho. No quería que dejase su vida, todo lo que tenía, por algo que no tenía ni seguridad ni expectativas. Ella no quería dar un giro a su vida y pensar que podría estar en peligro a cada instante. Aunque viviera algo monótono y rutinario, incluso aburrido, era lo que quería.

-adiós Marcos – dijo antes de volver a mirarle a los ojos e irse.



Permanecía sentado en una de las sillas de la terraza del bar del parque. Estaba nervioso, demasiado. Durante los últimos meses la cantidad de acontecimientos vividos habían ocurrido con una velocidad de vértigo, o al menos eso era lo que él sentía. Encontrarse con un hijo pequeño a los veinticinco años no era algo que deseara, pero era su hijo y eso era suficiente para querer conocerle. Las ideas y los sentimientos iban y venían con dificultad por su cabeza, no encontraba nada en lo que fijar la vista y tranquilizarse. Entonces se fijo en las obras a medio comenzar de un extremo del parque, dibujó en su cabeza los planos a construir, imaginó los trazos con color en su mente… algo que no surgió efecto, porque pensar en el trabajo no le quitaba ni los miedos ni las inquietudes que el hecho de tener un hijo provocaba. Miguel era su hijo, no era una idea de la que pudiera evadirse o deshacerse, era un hecho inevitable. Miguel era su hijo e Iván Noiret era padre. Eso le daba más que miedo, pero no por él, si no por el propio niño.
La realidad de tener un hijo era algo que no había pasado desapercibido en su vida, de no saber nada había pasado a llamar a diario a Julia y había tenido que convencer a Vicky para que aceptara ese hecho. Era algo difícil que se presentaba en sus vidas, pero ambos debían hacerle frente. Incluso había descolgado el teléfono y había llamado a María para decírselo, ella se sorprendió demasiado, solo preguntaba por su aspecto, por la enfermedad que tenia… Iván creía que la idea de un nieto incluso le daba la ilusión de seguir adelante y eso le reconfortaba. Todas esas cosas era algo que había intentado evitar hablar con Julia, había pensado en como ella reaccionaria frente a que él apareciera en su vida, frente al hecho de que Miguel debería verle como un padre. Intentaba pensar que Julia lo aceptaría, pero conociendo su carácter y sabiendo como ha había salido adelante ella sola, dudaba que todo fuera sobre ruedas. Aun así, eso era algo que no había decidido, no sabia como habría reaccionado con dieciséis años al saber que podía ser padre, pero el habérselo ocultado no le daba el derecho de quitarle su opción de serlo después de nueve años. Y aunque tenía miedos, inquietudes y nervios, la idea de que aquel niño que un día jugó con él al balón con inocencia fuera su hijo, sangre de su sangre, era algo que incluso le ilusionaba.

-lo siento, llegamos tarde – dijo Julia sentándose.

Iván salió de su ensimismamiento y entonces se dio cuenta de que llegó el momento de poner frente a la realidad.

-¿y Miguel? – preguntó al no ver al niño.

-ha ido a por un helado

Se fijo en Julia, en como el sol hacía que el brillo de sus ojos verdes resplandeciera aun más, como hacia que su piel tan blanca brillara y provocara un mayor contraste con moreno de su pelo. Debía reconocer que estaba preciosa. Entonces vino a su mente el momento en que acarició su rostro después de tantos años, cuando casi siguiendo a un impulso estuvo apunto de besarla.

-¿le has dicho algo? – preguntó intentando buscar con la mirada al niño.

-quedamos en que se lo diríamos juntos ¿no?

Iván se movió nervioso, si, habían quedado justo en eso. Desde ese momento Miguel era algo de los dos, algo a lo que debería hacer frente él también.

-si, claro.

Por fin le vio, se ponía de puntillas para poder coger el helado que le tendía el quiosquero, pudo saber que le decía gracias y sonrió hacia él.

-¿se lo has contado a Vicky?

- si, le parece bien – respondió Iván. La pregunta, aunque fuera lógica, le había pillado desprevenido.

Julia no dijo nada, solo un gesto con la cabeza antes de llamar con la mano a Miguel para que se acercara hacia ellos.

-¿Quién empieza? – preguntó Julia.

Iván no respondió, no sabia ni como empezar. Desde luego que mano con los niños no tenía, eso era algo que debía ir aprendiendo. Su silencio debió ser la respuesta.

- empiezo yo – suspiró Julia.

Miguel llego hasta ellos y se sentó junto a su madre. Teniéndole frente a él pudo observar mejor el parecido que había entre ellos. Tenía los mismos ojos que Julia, de eso estaba seguro, pero el resto… el resto era idéntico a él.

-hola – saludó el niño mientras se deshacía del plástico del helado.

-¿Qué tal enano?

-bien si me dejan comer helados.

Vio a Julia sonreír y él se unió a ella.

-¿Qué vamos a hacer hoy? – preguntó el niño.

-no se – respondió Julia – Miguel ¿no te preguntas que hacemos aquí?

-Venir a ver a Iván ¿no?

-Si… más o menos.

Miguel apenas prestaba atención a su conversación, fijo su vista en el helado, teniendo cuidado de no mancharse. En ese momento miró a Julia y le dijo con la mirada que diera el paso, pero ella solo resopló. Desde luego que si que era difícil.

-Miguel – empezó Julia – Iván esta aquí porque…

Pero dejo la frase en el aire.

-¿Por qué? – preguntó el niño interrogante.

-porque… - intentó Julia.

-Pues porque tenemos que decirte una cosa – interrumpió Iván viendo que a Julia le costaba horrores continuar.

-¿el que? – el niño había dejado un lado el helado y miraba a su madre.

-Bueno… tu a Iván le conoces desde hace poco, pero…

-Pero Julia y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo…

-¿erais novios o algo de eso? – preguntó el niño volviendo a chupar el helado.

-Si… algo así – respondió Julia – a ver Miguel ¿recuerdas que cuando eras pequeño me decías porque los demás niños tenían un padre y tú no?

-¿tú eres mi padre? – preguntó el niño mirándole sorprendido.

Iván se quedo bloqueado un momento, no se esperaba que un niño de ocho años fuera tan espabilado o cogiera las cosas al vuelo, en eso no había salido a él, eso seguro. Se sorprendió verse fijándose en cada ápice de Miguel, buscando parecidos o similitudes a él. Miró a julia y ella le miro haciéndole saber que siguiera.

-si – respondió Iván intentando ser lo más firme posible, algo que no surgió efecto.

-¿en serio? – siguió el niño interrogante.

-Si Miguel – respondió Julia – es una historia muy larga…

En ese momento su mirada con Julia se cruzó y no pudo evitar que una punzada de dolor se instalara en él al recordar todo lo vivido y todos los momentos perdidos.

-si – dijo Iván – pero bueno, yo ahora se que eres mi hijo y…

-¡vaya! – interrumpió el niño.

El móvil de Julia sonó y se levanto un instante para contestarlo, debía ser importante. Fue entonces cuando padre hijo se quedaron a solas.

-¿Qué te parece? – preguntó Iván, sin saber como comportarse – ya sabes… que yo sea…

-esta bien – respondió Miguel - ¿se supone que ahora debo llamarte papa o viejo y esas cosas?

-no se… no lo había pensado.

Y era cierto, apenas había pensado como enfocar la relación con su hijo. Él no era de pensar o darle vueltas a las cosas, él actuaba por sentimientos aunque durante muchos años había hecho lo contrario, pero en aquel tema decidió dejarse llevar.

-¿la querías? – preguntó de pronto el niño.

-¿Cómo?

-A mi madre – respondió Miguel mientras jugaba con el plástico del helado - ¿la querías?

Iván fijo su vista en la figura de Julia. Como ella se tocaba el pelo nerviosa y sonreía, parecía feliz e ilusionada y se alegro por ello.

-si… la quería.

Justo en ese instante Julia dejo de hablar y se acercó hacia ellos.

-lo siento – dijo Julia cogiendo sus cosas – me ha llamado mi compañera de la galería para ultimar los detalles de la inauguración, tenemos que irnos.

-¿trabajo? – se quejó el niño - ¿un sábado? ¡Mamá!

-si quieres puedes quedarte con Iván… bueno si a ti no te…

-no… claro – la interrumpió él – si quieres quédate conmigo.

-¿en serio? – dijo el niño alegrándose por momentos – ¡si!

Julia se río y terminando de coger sus cosas le dio un beso a Miguel.

-Iván si pasa cualquier cosa me llamas, la que sea – dijo mientras se iba – y… no le dejes jugar con pelotas y nada de helados. Que tenga cuidado…

-Julia vete tranquila – dijo él sonriéndola.

Ella se despidió con la mano y les dirigió una última mirada antes de cruzar la calle y dirigirse hacia su galería.

- bueno… ¿y que te apetece hacer? – preguntó a su hijo.

son gemelass

x ciierto hoy e pasado por un itio qe se llamba

GEMINIS y habia un simbolo me a dado un mal rollo qe fkipass

¡Bequi me encanta! ^^

PD: Que niño tan... espabilado ¿No? xD ¡Que monos! ^^ Me encantaaaaaaan ;D

ooooooh becky!
ya sabes lo que opino!
me encantaaaa ^^
enserio, me encantaa! :)

bequi mejor imposible!!
que mono Ivan con Miguel,y Julia que bien se porta con Ivan despues de tanto tiempo en definitiva me ha encantado.

qe chuulo becky casi qe mola mass tener una parte larga qe dos coortaas!!

me gusta muchissimoo!

dioss bequi!! es perfecto.. me encanta :)
ivan sigue queriendo a julia.. y miguel.. que lindo.. :)

gracias chicas! :)
Liss los del avatar son Brooke y Lucas??

Si ^^

PD: Ya ves... Imagina lo que haré de estos dos detro de unos meses... xD jajajaja... Esto es sólo el principio... xD