Julia e Iván; SE ACABÓ, nuestros niños se van a viajar por el mundo, esperemos que se lo pasen ¡muy bien!
#0

02/01/2009 18:31
AUTÉNTICO E IRREMPLAZABLE

Vídeos FormulaTV
#14861

20/02/2009 18:28
Anacleta tienes todo la razón a mi al principio, no me caía bien del todo...
#14862

20/02/2009 18:35
¡¡¡Hola chicas/os!!!
PD: No grito xD
PD: No grito xD
#14863

20/02/2009 18:36
Hola Lisss que te cuentas??? esto está sosing sosing
#14864

20/02/2009 18:40
Lis!! q nos ha salido competencia!! jajaja
#14865

20/02/2009 18:42
¡Bien! Si si... veo que esto está finder ehh!
¡Venga! ¡Movimiento!
Como diría Rafa Méndez... ¡Energy chicos! xD
¿Queréis relato? ^^
¡Venga! ¡Movimiento!
Como diría Rafa Méndez... ¡Energy chicos! xD
¿Queréis relato? ^^
#14866

20/02/2009 18:42
de competencia nada que son todos estupendos lo que pasa que Sergio lleva un arrerón que en dos dias 7 capitulos es de guines como minimo xd
edito: relato Lisss siiii
edito: relato Lisss siiii
#14867

20/02/2009 18:43
no creo que las iniciales de la toalla sean I N, a mi me parece mas bien una jota, jota de julia por ejemplo, la verdad es que no se como se apellida la chica
#14868

20/02/2009 18:44
se apellida Medina
#14869

20/02/2009 18:44
Ya veo... ¡Pues yo voy segunda ehhh! que ahora mismo cuelgo el 16 ^^
PD: Miriam... voy a por el 50 y pico! xD ¡Te pillaré! xD jajaja...
PD: Miriam... voy a por el 50 y pico! xD ¡Te pillaré! xD jajaja...
#14870

20/02/2009 18:46
a mi si q m parece I N
la jota podria ser xo no es una M
una I enlazada con la N
un guiño tal vez? o q yo empiezo a ver fantasmas dond no los hay?
Lis!!! queremos relato!! x fa...
la jota podria ser xo no es una M
una I enlazada con la N
un guiño tal vez? o q yo empiezo a ver fantasmas dond no los hay?
Lis!!! queremos relato!! x fa...
#14871

20/02/2009 18:48
Miriam nos enajenamos nosotras solitas jeje , por cierto que cuando empiece la temporada el spiquiatrico hay que inagurarlo porque me parece que mas de una vamos de cabeza
#14872

20/02/2009 18:48
no una M no es...a no ser que la que bordo las letras no supiera escribir......o pensara que se apellidaba nedina.....bueno y puestos a suponer que fuera de Ivan, que hacia la Juli con la toalla de Ivan? interesante interesante
las toallas de internado creo que son rosas, creo recordar que en la escena con julia en la que le dice ivan una de sus encantadoras frases (la de....vete por ahi que me ha dicho un fantasma que te esta busca para contarte no se que...) lleva ivan una toalla rosa
las toallas de internado creo que son rosas, creo recordar que en la escena con julia en la que le dice ivan una de sus encantadoras frases (la de....vete por ahi que me ha dicho un fantasma que te esta busca para contarte no se que...) lleva ivan una toalla rosa
#14873

20/02/2009 18:50
jeje la famosa toallita que de problemas trajo, la tia eso si, con dos ovarios va paseandose por el internado con la toallita como peter por su casa xd
#14874

20/02/2009 18:52
que problemas le dio la toallita?, cuentame...la segunda temporada no la vi
no desde luego cortarse la tia, no se corta un pelo......el estar dentro de un grupo la ha rebajado ese caracter
no desde luego cortarse la tia, no se corta un pelo......el estar dentro de un grupo la ha rebajado ese caracter
#14875

20/02/2009 18:53
como se suben imagenes?
eso d la url como lo se??
x dios q torpe m estoy volviendo!!!
eso d la url como lo se??
x dios q torpe m estoy volviendo!!!
#14876

20/02/2009 18:54
Miriam quieres subir una imagen??? esque depende si la tienes en el orde o si la quieres subir de otra página, yo también soy torpe xd
#14877

20/02/2009 18:56
oye miriam si vas a subir otra foto de Blanca con el novio o de Yon con la novia, dimelo antes que me salgo hasta que la pagina se pase.....otro mal trago no eh?
#14878

20/02/2009 18:56
Parte 16
Leonardo estaba preocupado. Mientras caminaba hacia el quirófano, repasaba mentalmente la conversación y la actitud de Julia y la suya propia. No encontraba fallos en su comportamiento, pero Julia…
Julia era otra cuestión.
No era normal en ella ser tan desagradable. Bueno, sí lo era, pero sólo al principio; ya que cuando la conoció era una salvaje, inteligente sí, pero una salvaje maleducada y terca.
Él creía que al salir con ella conseguiría cambiarla, y hacerla una chica sumisa y agradable; y casi pensó que lo había logrado; pero en la última semana estaba rarísima, muy distante y casi la misma de hacía dos años.
Era increíble que ahora todo se fuera a joder… justo cuando él se iba a Miami. Dio un golpe a la pared del pasillo, asustando a un enfermo que paseaba por allí. Sacudiendo la mano, sacó el móvil y marcó un número que conocía muy bien. Tanto que lo tenía memorizado y esperó a que al otro lado contestasen.
- Hola. Que bueno escucharle.
La voz al otro lado sonó fría y distante.
- No puedo decir lo mismo. Preferiría no oír tu voz.
- No diga eso. - Dijo Leonardo con una risilla cruel. - Es usted quien más me preocupa estos días.
_Mira inútil, tus ingresos de esta semana están hechos. Así que hazme un jodido favor y olvídate de que existo. - Dijo la voz, que a pesar del lenguaje vulgar sonaba educada.
Leonardo sonrió.
- No esperaba ese lenguaje de usted. Me decepciona, de verdad. Pero sabe lo que pasa, no llamo por eso… - dijo metiéndose en el ascensor. - Sino por otra cosa…
Las puertas del ascensor se cerraron y la conversación de Leonardo quedó en el aire.
En otro lugar…
Julia llegó pronto a casa, y aunque ya sabía que estaba vacía, eso no evitó que echase en falta a Iván. Decidió ocupar su mente en otras cosas, así que comenzó a recoger ropa, doblarla y guardarla en armarios; recogió libros y los platos que había ensuciado en el desayuno; paseó al perro y repasó algunas notas de su paciente de última hora, Patricio.
En fin, que hizo todo lo que no le gustaba, pero nada sirvió para no recordar a Iván, así que con la excusa (tonta, cierto; pero al menos tenía una excusa) de guardar sus libros en el estudio, se metió en la habitación de Iván. Y aunque se dijo que una no podía ser metiche en su propia casa, en el fondo se sentía como tal.
Iván era ordenado, la ropa estaba bien doblada y guardada, incluso se había hecho la cama, pero había libros, cuadernos con textos escritos a mano y carpetas con etiquetas en las que se podían leer los nombres de lugares de todo el mundo.
Se moría de ganas de mirar los cuadernos, de leer lo que había escrito, y estuvo pensando unos minutos si hacerlo. Finalmente su lado curioso ganó la partida y cogió una carpeta que decía “Personal” y pasó las fotos con admiración.
Había varios autorretratos de Iván - “Dios, si que estaba como quería” - y muchas fotos de un niño pequeño morenito y de ojos oscuros. Era tan parecido a Iván que no le cupo duda alguna que tenía que ser él de pequeño.
Sonrió al verlo, porque Iván era guapo hasta de bebé. El niñito Iván aparecía corriendo, jugando y riéndose con la cara pintada. Crecía reflejado en las fotos, lo veías hacerse mayor, aprender a andar y a comer.
Pensó que tendría que haber más carpetas que pusiera personal, porque aquella sólo tenía fotos del bebé, no del niño adolescente.
Estaba pensando que los padres de Iván debían haber sido unos grandes aficionados a la fotografía, y que eso explicase las casi trescientas fotos de la carpeta que tenía en las manos; cuando sonó el timbre de la puerta.
Julia salió corriendo, tropezando y saltó por encima de uno de los sillones para evitar que Iván la pillase rebuscando entre sus cosas. Cuando alcanzó la puerta sofocada y la abrió, respiró aliviada al ver a Eli sonriente en el descansillo de la escalera.
Eli vio su cara culpable.
- ¿Qué has hecho Julia?
Julia intentó deshacerse de su cara culpable.
- Nada.
Eli arqueó una ceja y entró mirando a ambos lados, pero el único en el salón parecía ser Verne, que tomaba el sol en un rincón iluminado por la luz que entraba por una ventana.
- Ves listilla, no he hecho nada. Estoy cansada de que siempre pienses mal de mí. - Dijo con una falsa voz ofendida, haciéndose la víctima.
Eli se rió y alcanzó a ver la puerta de la habitación de Iván abierta. Miró a Julia y sus miradas se cruzaron.
- Claro. ¿Y la cara de haberte pillado con las manos en la masa de qué es? - Señaló la puerta abierta y siguió con sus investigaciones. - ¿Has estado cotilleando verdad?
- ¡No! ¿Cómo crees? - Dijo Julia cruzando los brazos nerviosa. - Mira bonita…
Elisa se rió otra vez y se dirigió a la habitación de Iván a ver qué era lo fascinante, pero no pudo ver nada más interesante que una habitación recogida y unas carpetas marrones.
Julia estaba a su lado, tironeando de su brazo para salir y ninguna de las dos se dio cuenta de que la puerta se había abierto tras ellas. Y que un extraño se apoyaba en el quicio de la puerta.
- ¡Vaya! Dos bonitas intrusas.
Julia y Eli se dieron la vuelta de golpe y con una expresión tan culpable que Martín se echó a reír. Iván, que acababa de entrar, siguió:
- Me temo que las hemos pillado. Es la segunda vez que te encuentro cotilleando mis cosas… - meneó la cabeza - Es un vicio muy feo Julia.
Leonardo estaba preocupado. Mientras caminaba hacia el quirófano, repasaba mentalmente la conversación y la actitud de Julia y la suya propia. No encontraba fallos en su comportamiento, pero Julia…
Julia era otra cuestión.
No era normal en ella ser tan desagradable. Bueno, sí lo era, pero sólo al principio; ya que cuando la conoció era una salvaje, inteligente sí, pero una salvaje maleducada y terca.
Él creía que al salir con ella conseguiría cambiarla, y hacerla una chica sumisa y agradable; y casi pensó que lo había logrado; pero en la última semana estaba rarísima, muy distante y casi la misma de hacía dos años.
Era increíble que ahora todo se fuera a joder… justo cuando él se iba a Miami. Dio un golpe a la pared del pasillo, asustando a un enfermo que paseaba por allí. Sacudiendo la mano, sacó el móvil y marcó un número que conocía muy bien. Tanto que lo tenía memorizado y esperó a que al otro lado contestasen.
- Hola. Que bueno escucharle.
La voz al otro lado sonó fría y distante.
- No puedo decir lo mismo. Preferiría no oír tu voz.
- No diga eso. - Dijo Leonardo con una risilla cruel. - Es usted quien más me preocupa estos días.
_Mira inútil, tus ingresos de esta semana están hechos. Así que hazme un jodido favor y olvídate de que existo. - Dijo la voz, que a pesar del lenguaje vulgar sonaba educada.
Leonardo sonrió.
- No esperaba ese lenguaje de usted. Me decepciona, de verdad. Pero sabe lo que pasa, no llamo por eso… - dijo metiéndose en el ascensor. - Sino por otra cosa…
Las puertas del ascensor se cerraron y la conversación de Leonardo quedó en el aire.
En otro lugar…
Julia llegó pronto a casa, y aunque ya sabía que estaba vacía, eso no evitó que echase en falta a Iván. Decidió ocupar su mente en otras cosas, así que comenzó a recoger ropa, doblarla y guardarla en armarios; recogió libros y los platos que había ensuciado en el desayuno; paseó al perro y repasó algunas notas de su paciente de última hora, Patricio.
En fin, que hizo todo lo que no le gustaba, pero nada sirvió para no recordar a Iván, así que con la excusa (tonta, cierto; pero al menos tenía una excusa) de guardar sus libros en el estudio, se metió en la habitación de Iván. Y aunque se dijo que una no podía ser metiche en su propia casa, en el fondo se sentía como tal.
Iván era ordenado, la ropa estaba bien doblada y guardada, incluso se había hecho la cama, pero había libros, cuadernos con textos escritos a mano y carpetas con etiquetas en las que se podían leer los nombres de lugares de todo el mundo.
Se moría de ganas de mirar los cuadernos, de leer lo que había escrito, y estuvo pensando unos minutos si hacerlo. Finalmente su lado curioso ganó la partida y cogió una carpeta que decía “Personal” y pasó las fotos con admiración.
Había varios autorretratos de Iván - “Dios, si que estaba como quería” - y muchas fotos de un niño pequeño morenito y de ojos oscuros. Era tan parecido a Iván que no le cupo duda alguna que tenía que ser él de pequeño.
Sonrió al verlo, porque Iván era guapo hasta de bebé. El niñito Iván aparecía corriendo, jugando y riéndose con la cara pintada. Crecía reflejado en las fotos, lo veías hacerse mayor, aprender a andar y a comer.
Pensó que tendría que haber más carpetas que pusiera personal, porque aquella sólo tenía fotos del bebé, no del niño adolescente.
Estaba pensando que los padres de Iván debían haber sido unos grandes aficionados a la fotografía, y que eso explicase las casi trescientas fotos de la carpeta que tenía en las manos; cuando sonó el timbre de la puerta.
Julia salió corriendo, tropezando y saltó por encima de uno de los sillones para evitar que Iván la pillase rebuscando entre sus cosas. Cuando alcanzó la puerta sofocada y la abrió, respiró aliviada al ver a Eli sonriente en el descansillo de la escalera.
Eli vio su cara culpable.
- ¿Qué has hecho Julia?
Julia intentó deshacerse de su cara culpable.
- Nada.
Eli arqueó una ceja y entró mirando a ambos lados, pero el único en el salón parecía ser Verne, que tomaba el sol en un rincón iluminado por la luz que entraba por una ventana.
- Ves listilla, no he hecho nada. Estoy cansada de que siempre pienses mal de mí. - Dijo con una falsa voz ofendida, haciéndose la víctima.
Eli se rió y alcanzó a ver la puerta de la habitación de Iván abierta. Miró a Julia y sus miradas se cruzaron.
- Claro. ¿Y la cara de haberte pillado con las manos en la masa de qué es? - Señaló la puerta abierta y siguió con sus investigaciones. - ¿Has estado cotilleando verdad?
- ¡No! ¿Cómo crees? - Dijo Julia cruzando los brazos nerviosa. - Mira bonita…
Elisa se rió otra vez y se dirigió a la habitación de Iván a ver qué era lo fascinante, pero no pudo ver nada más interesante que una habitación recogida y unas carpetas marrones.
Julia estaba a su lado, tironeando de su brazo para salir y ninguna de las dos se dio cuenta de que la puerta se había abierto tras ellas. Y que un extraño se apoyaba en el quicio de la puerta.
- ¡Vaya! Dos bonitas intrusas.
Julia y Eli se dieron la vuelta de golpe y con una expresión tan culpable que Martín se echó a reír. Iván, que acababa de entrar, siguió:
- Me temo que las hemos pillado. Es la segunda vez que te encuentro cotilleando mis cosas… - meneó la cabeza - Es un vicio muy feo Julia.
#14879

20/02/2009 18:57
nooo con los respectivos novios no, que yo ayer hasta me cabree nono
#14880

20/02/2009 18:57
Elisa estaba tan colorada que parecía una bombilla, pero Julia lo miró retadora.
- No estábamos cotilleando. Vine a dejar los libros que usamos anoche.
Iván sonrió sin creerse nada y se agachó para recoger una carpeta del suelo, una que Julia había dejado caer al salir corriendo para abrir a Eli. No sabía porqué, pero presentía que era mejor que pensase que había estado mirando sus fotos de viajes que las suyas de bebé.
Elisa, comenzó a andar sigilosamente hacia la puerta de la habitación pero Martín que no le había quitado el ojo de encima, le cortó el paso.
- ¿Huyendo del escenario del crimen? - preguntó con una sonrisa bailándole en el rostro.
Ella lo miró fijamente.
- Yo nunca huyo de nada. - Dicho esto intentó empujarlo para pasar, pero Martín clavó firmemente los talones en el suelo y no cedió ni una pulgada.
- ¿Sabes qué Iván? Creo que te mereces una compensación.
Iván, sin apartar la mirada de Julia, hipnotizada por él, le preguntó.
- ¿En qué estás pensando?
Martín, que estaba disfrutando mucho de la situación, continuó.
- Verás creo que estas dos espías deberían invitarnos a cenar. Por la intromisión y todo eso.
Julia, abrió la boca para protestar.
- Mira traidor, no te metas que no es tu cuarto. A ti ni agua te voy a dar.
Elisa no pudo evitar reírse y Martín le hizo burla a Julia.
- Julia tiene razón. A quien tiene que compensar es a mí.
Julia lo miró sorprendida, la frase estaba cargada de intención y por un segundo pensó que le iban a temblar las piernas.
- Así que para compensarme vosotras dos nos vais a invitar a nosotros dos. - Continuó Iván con cara satisfecha.
Martín dio una palmada triunfante, y arrastró a Eli del brazo llevándosela fuera de la habitación.
Iván se dirigió a la mesa para dejar la carpeta, y pasó al lado de Julia susurrando en voz baja.
- Mis secretos más interesantes los llevo siempre conmigo. Cuando quieras saberlos tendrás que registrarme.
Esa frase produjo toda clase de pensamientos en Julia, y sin excepción implicaban quitarle la ropa a zarpazos. Pero pronto se mezclaron con las risas de esa noche.
Más tarde…
Julia hacía años que no se lo pasaba tan bien, una noche para recordar, se dijo. Cenaron y salieron a bailar, y aunque ellas pagaron las bebidas del antro ellos fueron caballerosos y las invitaron a cenar.
- ¿Es suficiente compensación? - Dijo Julia.
Iván, que iba a su lado, negó con la cabeza.
- Todavía no, sólo una última cosa.
Julia lo miró expectante. Se sentía rara, casi flotaba, y no era debido al alcohol. Iván la cogió de la mano, llevándola a la pista de baile.
- No pienses en nada por 5 minutos. Si lo consigues, la deuda está saldada.
Julia tembló por dentro y se dijo que estando a su lado era imposible no pensar en nada.
Y allí estaban, casi igual que la noche de la fiesta de Martín. Julia sentía el calor que emanaba del cuerpo de Iván y lo encontraba reconfortante y seguro. Iván la acercó a él, tanto que ella pudo oler la colonia de él fresca y suave. Él le acarició el pelo enroscando un mechón en sus dedos, y ella que hacía tiempo que soñaba con eso, levantó la mano y le tocó la cara, con suavidad al principio y siguió la línea de la mandíbula y terminó en el hoyuelo del mentón.
Iván la miraba fascinado, no podía moverse del miedo a que ella parase, y entonces sucedió de nuevo. Julia lo besó.
Y no fue el beso dulce ni soñado, sino que lo besó profundamente, con ansia, rozando su lengua con la suya y robándole el aliento.
Iván la acarició la oreja, y la nuca, deslizando una de sus manos lentamente por la espalda y haciéndola descansar en la cintura de ella. Julia durante un instante no se movió, ni habló, ni bajó la vista, sino que no dejó de mirarlo. Pero él notó como temblaba y oyó como se le aceleraba la respiración. De repente, y para su sorpresa, se dio cuenta de que nunca había deseado a nadie como a Julia.
Continuará ^^
PD: Como siempre, espero que os guste ;D
- No estábamos cotilleando. Vine a dejar los libros que usamos anoche.
Iván sonrió sin creerse nada y se agachó para recoger una carpeta del suelo, una que Julia había dejado caer al salir corriendo para abrir a Eli. No sabía porqué, pero presentía que era mejor que pensase que había estado mirando sus fotos de viajes que las suyas de bebé.
Elisa, comenzó a andar sigilosamente hacia la puerta de la habitación pero Martín que no le había quitado el ojo de encima, le cortó el paso.
- ¿Huyendo del escenario del crimen? - preguntó con una sonrisa bailándole en el rostro.
Ella lo miró fijamente.
- Yo nunca huyo de nada. - Dicho esto intentó empujarlo para pasar, pero Martín clavó firmemente los talones en el suelo y no cedió ni una pulgada.
- ¿Sabes qué Iván? Creo que te mereces una compensación.
Iván, sin apartar la mirada de Julia, hipnotizada por él, le preguntó.
- ¿En qué estás pensando?
Martín, que estaba disfrutando mucho de la situación, continuó.
- Verás creo que estas dos espías deberían invitarnos a cenar. Por la intromisión y todo eso.
Julia, abrió la boca para protestar.
- Mira traidor, no te metas que no es tu cuarto. A ti ni agua te voy a dar.
Elisa no pudo evitar reírse y Martín le hizo burla a Julia.
- Julia tiene razón. A quien tiene que compensar es a mí.
Julia lo miró sorprendida, la frase estaba cargada de intención y por un segundo pensó que le iban a temblar las piernas.
- Así que para compensarme vosotras dos nos vais a invitar a nosotros dos. - Continuó Iván con cara satisfecha.
Martín dio una palmada triunfante, y arrastró a Eli del brazo llevándosela fuera de la habitación.
Iván se dirigió a la mesa para dejar la carpeta, y pasó al lado de Julia susurrando en voz baja.
- Mis secretos más interesantes los llevo siempre conmigo. Cuando quieras saberlos tendrás que registrarme.
Esa frase produjo toda clase de pensamientos en Julia, y sin excepción implicaban quitarle la ropa a zarpazos. Pero pronto se mezclaron con las risas de esa noche.
Más tarde…
Julia hacía años que no se lo pasaba tan bien, una noche para recordar, se dijo. Cenaron y salieron a bailar, y aunque ellas pagaron las bebidas del antro ellos fueron caballerosos y las invitaron a cenar.
- ¿Es suficiente compensación? - Dijo Julia.
Iván, que iba a su lado, negó con la cabeza.
- Todavía no, sólo una última cosa.
Julia lo miró expectante. Se sentía rara, casi flotaba, y no era debido al alcohol. Iván la cogió de la mano, llevándola a la pista de baile.
- No pienses en nada por 5 minutos. Si lo consigues, la deuda está saldada.
Julia tembló por dentro y se dijo que estando a su lado era imposible no pensar en nada.
Y allí estaban, casi igual que la noche de la fiesta de Martín. Julia sentía el calor que emanaba del cuerpo de Iván y lo encontraba reconfortante y seguro. Iván la acercó a él, tanto que ella pudo oler la colonia de él fresca y suave. Él le acarició el pelo enroscando un mechón en sus dedos, y ella que hacía tiempo que soñaba con eso, levantó la mano y le tocó la cara, con suavidad al principio y siguió la línea de la mandíbula y terminó en el hoyuelo del mentón.
Iván la miraba fascinado, no podía moverse del miedo a que ella parase, y entonces sucedió de nuevo. Julia lo besó.
Y no fue el beso dulce ni soñado, sino que lo besó profundamente, con ansia, rozando su lengua con la suya y robándole el aliento.
Iván la acarició la oreja, y la nuca, deslizando una de sus manos lentamente por la espalda y haciéndola descansar en la cintura de ella. Julia durante un instante no se movió, ni habló, ni bajó la vista, sino que no dejó de mirarlo. Pero él notó como temblaba y oyó como se le aceleraba la respiración. De repente, y para su sorpresa, se dio cuenta de que nunca había deseado a nadie como a Julia.
Continuará ^^
PD: Como siempre, espero que os guste ;D