Julia e Iván; SE ACABÓ, nuestros niños se van a viajar por el mundo, esperemos que se lo pasen ¡muy bien!
#0

02/01/2009 18:31
AUTÉNTICO E IRREMPLAZABLE

Vídeos FormulaTV
#14521

18/02/2009 19:42
q nos hundimos!!!
al final m vais a obligar a poner aunq solo sea un avance dl proximo capitulo a ver si despertais esto un poco ;D
al final m vais a obligar a poner aunq solo sea un avance dl proximo capitulo a ver si despertais esto un poco ;D
#14522

18/02/2009 20:07
Nenaaaaas!
como vaais?
buuuf yo estudiandooo :)
a ver si puedo colgar capi esta noche! ^^
un besoo (K)
como vaais?
buuuf yo estudiandooo :)
a ver si puedo colgar capi esta noche! ^^
un besoo (K)
#14523

18/02/2009 20:57
holaaaaaaaaaaaaaaaaa ya llegueeeeeeee yoooo
Aqui no se hunde nadie ni nada que yo no lo permito vamos!!!!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¿Como estamos? ¿Que tal va este dia????
Aqui no se hunde nadie ni nada que yo no lo permito vamos!!!!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¿Como estamos? ¿Que tal va este dia????
#14524

18/02/2009 21:08
Tias que estamos finders o ke??????? dadle un poco de vida a esto¡¡¡¡¡¡¡¡
#14525

18/02/2009 21:22
Que abajo esta esto no?No hay nadie por aqui?
#14526

18/02/2009 21:23
--- EL INTERNADO: nueve años después ---
Nueve años antes:
Se quedo mirando aquella fotografía durante minutos, lo que creyó que fueron horas. No podía quitar los ojos de ella ni de esa figura, aquello parecía irreal, imposible. No podía creer que aquel hombre que se encontraba al final de aquella fotografía fuera él.
Roque se movió inquieto en la silla de su escritorio, había incluso faltado a clase, no quería salir de esa habitación. Su estado de sorpresa y decepción era tal que no sabia que hacer. En ese instante alguien llamo a la puerta y él se apresuro en esconder la foto en el cajón antes de ver quien entraba. Ese alguien, era Julia.
-¿Qué hace aquí? – pregunto cerrando la puerta tras ella.
-no quería ir a clase
-¿estas bien?
No, desde luego que no. Después de aquello le costaría estar bien, ahora entendía a la perfección la postura de Iván.
-¿Qué haces aquí? – pregunto levantándose de la silla.
-buscaba a Iván – respondió ella con cautela.
Entonces vino a su mente el gran problema que tenia su amiga. Se fijo en ella, parecía dispersa, preocupada… triste. Como para no estarlo, estaba más que claro que tarde o temprano tendría que marcharse del internado, por mucho que no quisiera, y eso era algo que él intentaba ignorar o al menos no decirlo en alto.
-¿piensas contárselo?
-no… pensaba… no se Roque, ahora me encuentro con que Vicky dice que si él y yo no tenemos nada
-¿Cómo?
-Pues ya ves, supuestamente se lo ha dicho él – dijo nerviosa - Y no le encuentro por ningún sitio para hablar.
-¿tampoco ha ido a clase?
-Pues no – respondió ella mientras jugaba con uno de los bolis de la mesa – bueno, ¿a ti que te pasa?
Él desvío la mirada e intento buscar cualquier tema, pero no surgió efecto.
-es… es grave – respondió él.
Vio como la cara de Julia mostraba más preocupación que la que ya tenía, y se culpo por contarle aquello. Pero necesitaba decírselo a alguien y ella era su mejor amiga.
-abre el cajón – dijo antes de que Julia pudiera decir algo.
Ella lo abrió despacio y movió entre las cosas hasta que cogio la foto que estaba entre ellas.
-¿Qué es esto? – dijo ella mirándole a los ojos.
-son los de Ottox.
Él esperaba mientras Julia miraba al detalle aquella fotografía, pudo notar como en un momento su semblante cambio al ver a su antiguo padrastro en ella. Recordó todo lo que habían pasado y agradeció que al final todos salieron bien de aquel suceso.
-Roque no se…
Entonces cayó en la cuenta. Ella no le conocía. Se acerco hasta Julia y señalo una figura de la foto. Se dio cuenta de que estaba demasiado nervioso, su mano incluso temblaba.
-ese es mi padre – dijo señalando a un hombre que salía en la foto, un hombre que salía algo apartado y borroso, pero que sin ninguna duda era de ellos.
PARTE 14:
Cogio los macarrones fríos que descansaban en la cazuela, no le apetecía calentarlos, los prefería así. Miro el reloj antes de acomodarse en el sofá y poner en la tele su programa preferido… como adoraba los sábados. Por fin, un día de descanso después de esa semana tan frenética como economista de medio pelo en aquella empresa, sin darse cuenta había comenzado a odiar su propio trabajo. Apoyo el plato en la mesa de madera del salón y antes de que pudiera siquiera probar un macarrón, alguien llamo al timbre con insistencia. Pensó no abrir, no quería que nadie le interrumpiera en ese ritual que eran los sábados, había amanecido con un dolor de cabeza horrible, no quería que nadie le molestase y aun menos su vecina, porque si, seguro que era ella. Aquella señora era de lo más irritante, que si mucho ruido, que si llegaba tarde, que si podía ayudarla con las bolsas cuando se la encontraba en el portal… un día de estos iba a amanecer con hernias en la espalda de tanto peso, era peor que una madre. Respiro hondo con cansancio y se dirigió a abrir la puerta, ni se molesto en cambiarse, estaba en pijama y no tenia pensado ayudar a esa mujer ni mucho menos. Pero no era esa mujer, en cuanto oyó el repiqueteo de golpes impacientes en la puerta, se dio cuenta de que esa era la manera especial que tenia Julia para llamar. Algo pasaba.
-¡Julia! – dijo sorprendido abriendo la puerta.
Parecía enfadada, no, cabreada. Podía incluso percibir el insistente temblor de su cuerpo.
-¿ha pasado algo?
-¿Qué si ha pasado algo? – dijo ella metiéndose a su casa sin siquiera preguntar - ¿Qué si ha pasado algo? No te lo vas a creer…
-No te sigo…
Pero entonces se acordó, había quedado con Iván. Era eso, seguro.
-Oh… Iván – dijo cerrando la puerta.
-si…
-¿Qué ha pasado?
-Joder, además de llegar tarde ni siquiera sabe si quiere tener una relación con Miguel, no entiendo para que me ha llamado…
Estaba furiosa, lo notaba. Intento hablar con ella con cautela, esperando que no se enfadara aun más o se fuera echando chispas, la conocía demasiado bien.
-quizás quería verte…
-¿verme? – dijo ella dejando el bolso con fuerza en la una mesa – lo primero que me pregunta es si Iván es su hijo. Es increíble…
-Bueno Julia, sabes que él duda de si es el…
-¿pero tu de que parte estas? – pregunto ella de repente.
-No es un tema para estar de una parte u otra – intento razonar.
-No lo entiendo – dijo Julia – me pregunta que si Miguel es su hijo y luego se larga sin querer saber nada de él.
-Es normal Julia ¿Qué esperabas? - dijo él – no puedes pretender que después de tantos años aparezca y quiera ser el padre perfecto.
-¡yo no quiero que sea el padre perfecto! – repuso ella.
-¿y que es lo que quieres?
Ella enmudeció y él se acerco hacia la cocina.
-¿tienes hambre?
-no… he estado horas dando vueltas.
-¿y Miguel? – intentó cambiar de tema.
-Esta con Fabio.
Con Fabio… que poco le gustaba ese hombre. Estaba claro que quería a Julia y a Miguel, se comportaba bien con ellos, pero aun así, había algo en él que no le gustaba.
Nueve años antes:
Se quedo mirando aquella fotografía durante minutos, lo que creyó que fueron horas. No podía quitar los ojos de ella ni de esa figura, aquello parecía irreal, imposible. No podía creer que aquel hombre que se encontraba al final de aquella fotografía fuera él.
Roque se movió inquieto en la silla de su escritorio, había incluso faltado a clase, no quería salir de esa habitación. Su estado de sorpresa y decepción era tal que no sabia que hacer. En ese instante alguien llamo a la puerta y él se apresuro en esconder la foto en el cajón antes de ver quien entraba. Ese alguien, era Julia.
-¿Qué hace aquí? – pregunto cerrando la puerta tras ella.
-no quería ir a clase
-¿estas bien?
No, desde luego que no. Después de aquello le costaría estar bien, ahora entendía a la perfección la postura de Iván.
-¿Qué haces aquí? – pregunto levantándose de la silla.
-buscaba a Iván – respondió ella con cautela.
Entonces vino a su mente el gran problema que tenia su amiga. Se fijo en ella, parecía dispersa, preocupada… triste. Como para no estarlo, estaba más que claro que tarde o temprano tendría que marcharse del internado, por mucho que no quisiera, y eso era algo que él intentaba ignorar o al menos no decirlo en alto.
-¿piensas contárselo?
-no… pensaba… no se Roque, ahora me encuentro con que Vicky dice que si él y yo no tenemos nada
-¿Cómo?
-Pues ya ves, supuestamente se lo ha dicho él – dijo nerviosa - Y no le encuentro por ningún sitio para hablar.
-¿tampoco ha ido a clase?
-Pues no – respondió ella mientras jugaba con uno de los bolis de la mesa – bueno, ¿a ti que te pasa?
Él desvío la mirada e intento buscar cualquier tema, pero no surgió efecto.
-es… es grave – respondió él.
Vio como la cara de Julia mostraba más preocupación que la que ya tenía, y se culpo por contarle aquello. Pero necesitaba decírselo a alguien y ella era su mejor amiga.
-abre el cajón – dijo antes de que Julia pudiera decir algo.
Ella lo abrió despacio y movió entre las cosas hasta que cogio la foto que estaba entre ellas.
-¿Qué es esto? – dijo ella mirándole a los ojos.
-son los de Ottox.
Él esperaba mientras Julia miraba al detalle aquella fotografía, pudo notar como en un momento su semblante cambio al ver a su antiguo padrastro en ella. Recordó todo lo que habían pasado y agradeció que al final todos salieron bien de aquel suceso.
-Roque no se…
Entonces cayó en la cuenta. Ella no le conocía. Se acerco hasta Julia y señalo una figura de la foto. Se dio cuenta de que estaba demasiado nervioso, su mano incluso temblaba.
-ese es mi padre – dijo señalando a un hombre que salía en la foto, un hombre que salía algo apartado y borroso, pero que sin ninguna duda era de ellos.
PARTE 14:
Cogio los macarrones fríos que descansaban en la cazuela, no le apetecía calentarlos, los prefería así. Miro el reloj antes de acomodarse en el sofá y poner en la tele su programa preferido… como adoraba los sábados. Por fin, un día de descanso después de esa semana tan frenética como economista de medio pelo en aquella empresa, sin darse cuenta había comenzado a odiar su propio trabajo. Apoyo el plato en la mesa de madera del salón y antes de que pudiera siquiera probar un macarrón, alguien llamo al timbre con insistencia. Pensó no abrir, no quería que nadie le interrumpiera en ese ritual que eran los sábados, había amanecido con un dolor de cabeza horrible, no quería que nadie le molestase y aun menos su vecina, porque si, seguro que era ella. Aquella señora era de lo más irritante, que si mucho ruido, que si llegaba tarde, que si podía ayudarla con las bolsas cuando se la encontraba en el portal… un día de estos iba a amanecer con hernias en la espalda de tanto peso, era peor que una madre. Respiro hondo con cansancio y se dirigió a abrir la puerta, ni se molesto en cambiarse, estaba en pijama y no tenia pensado ayudar a esa mujer ni mucho menos. Pero no era esa mujer, en cuanto oyó el repiqueteo de golpes impacientes en la puerta, se dio cuenta de que esa era la manera especial que tenia Julia para llamar. Algo pasaba.
-¡Julia! – dijo sorprendido abriendo la puerta.
Parecía enfadada, no, cabreada. Podía incluso percibir el insistente temblor de su cuerpo.
-¿ha pasado algo?
-¿Qué si ha pasado algo? – dijo ella metiéndose a su casa sin siquiera preguntar - ¿Qué si ha pasado algo? No te lo vas a creer…
-No te sigo…
Pero entonces se acordó, había quedado con Iván. Era eso, seguro.
-Oh… Iván – dijo cerrando la puerta.
-si…
-¿Qué ha pasado?
-Joder, además de llegar tarde ni siquiera sabe si quiere tener una relación con Miguel, no entiendo para que me ha llamado…
Estaba furiosa, lo notaba. Intento hablar con ella con cautela, esperando que no se enfadara aun más o se fuera echando chispas, la conocía demasiado bien.
-quizás quería verte…
-¿verme? – dijo ella dejando el bolso con fuerza en la una mesa – lo primero que me pregunta es si Iván es su hijo. Es increíble…
-Bueno Julia, sabes que él duda de si es el…
-¿pero tu de que parte estas? – pregunto ella de repente.
-No es un tema para estar de una parte u otra – intento razonar.
-No lo entiendo – dijo Julia – me pregunta que si Miguel es su hijo y luego se larga sin querer saber nada de él.
-Es normal Julia ¿Qué esperabas? - dijo él – no puedes pretender que después de tantos años aparezca y quiera ser el padre perfecto.
-¡yo no quiero que sea el padre perfecto! – repuso ella.
-¿y que es lo que quieres?
Ella enmudeció y él se acerco hacia la cocina.
-¿tienes hambre?
-no… he estado horas dando vueltas.
-¿y Miguel? – intentó cambiar de tema.
-Esta con Fabio.
Con Fabio… que poco le gustaba ese hombre. Estaba claro que quería a Julia y a Miguel, se comportaba bien con ellos, pero aun así, había algo en él que no le gustaba.
#14527

18/02/2009 21:29
Prepotencia, chulería… o ese acento tan italiano que tenia. Que más daba, era elección de Julia con quien dejar a su hijo.
-¿Qué pasa? No vas a decir nada.
Él no respondió y salio de la cocina con una botella de coca cola.
-no, no voy a decir nada – respondió haciendo una señal para ir al salón.
No era una casa grande, más bien era un piso enano. Pero vivía él solo y era suficiente. Dejo lo que llevaba en la mesa.
-no se que quiero Roque – respondió ella despacio.
Él se giro y la miro a los ojos. Había algo en ella que hacia mucho tiempo que no veía, hacia nueve años que no veía ese pequeño esplendor en los ojos de su amiga.
-¿de verdad que no lo sabes? – preguntó él.
-se que Miguel necesita un padre, pero él no quiere saber nada del tema…
-¿te lo ha dicho? ¿te lo ha dicho con esas palabras exactas?
-No, pero esta claro que es lo que quiere…
-Julia, es normal que reaccione así… debe ser duro para él enterarse que tiene un hijo, tienes que pensar eso.
-Joder - dijo ella – deberías haberte hecho psicólogo… ni que fueras Pepito grillo.
Ambos se rieron, intentando quitar hierro al asunto y la tensión del ambiente. Pero aunque veía a Julia sonreír sabia que en el fondo estaba mal. Por su hijo y por los miedos y recelos con Iván.
-no puedes pretender que después de esconderlo él aparezca con ánimos de ser padre.
-ya… ya lo se – en ese instante sus ojos ensombrecieron.
-Bueno… ¿te quedas a comer? – pregunto él señalando la mesa.
-No gracias, por la pinta de esos macarrones creo que me vendría una buena indigestión – respondió sonriendo – además, Miguel me espera en casa.
-¿Qué tal esta?
-Bueno… esta.
Y sin decir nada más, solo con una sonrisa y una mirada, ella salio de su casa. Era duro para Julia todo aquello y sabia a la perfección que necesitaba su apoyo, alguien con quien desahogarse como había pasado hace instantes. Pero él también lo pasaba mal, porque ver como de repente aparecían restos de su pasado, como estos le hacían recordar, aquello no le hacia sentir bien en absoluto. Aun así, lo que hizo lo volvería a hacer mil veces más si hiciera falta, nunca se había arrepentido de aquello y nunca lo haría.
Iván permanecía sentado en un banco del parque. Apenas se fijaba en nada y no sabia cuanto tiempo había permanecido en aquella postura, sin moverse. Solo necesitaba pensar y aclarar sus ideas. Desde luego que desde hace meses todo en su vida había cambiado, tanto que incluso parecía que nada era igual. Si, desde aquel día que volvió a verla en la reunión todo había comenzado a cambiar. No quería pensar en Julia, no quería pensar en lo que provocaba en él imaginarla o verla… él tenia una vida, tenia a Vicky. Ella fue la que estuvo con él cuando todo se desmoronaba, cuando todo en el internado comenzó a salir a la luz, cuando se enfrento a su propio padre por así decirlo. Julia no había estado en ninguno de aquellos momentos, le dejo tirado… y estaba embarazada cuando lo hizo. Le mintió, no se lo contó en su momento y tampoco durante todos los años que habían pasado desde entonces, aquello escapaba a su comprensión. Un hijo. La palabra le asustaba, era padre ¿padre? Aquello sonaba demasiado fuerte. Estaba hecho un mar de dudas, de miedos, y no entendía nada de aquello ¿Por qué Julia no se lo contó? Por miedo, quizás fue eso, quizás fue esa su reacción después de todo lo que paso… pero ¿seria suyo? Demasiadas dudas y preguntas sin respuesta rondaban en él. Por lo que el sabia, ese crío podía ser también de Rodrigo, o eso habría creído. Pero las palabras de Julia, las cuales volvían a decirle después de tantos años que ella nunca le engaño. No sabia ni que pensar, si confiar ciegamente en ella como hizo en su momento… para luego salir escaldado. De hecho, no sabia ni que hacia en aquel parque, ni porque había quedado con ella aquella mañana, ni la razón por la que no le había contado nada a Vicky. De nuevo, palabras y hechos ocultos entre ellos, no estaba siendo para nada justo con aquella mujer que era su prometida. No, desde luego que en eso si que no quería pensar. Aquella palabra, el matrimonio, era algo que le daba más que miedo. Pero llevaban años juntos, luego viviendo en pareja, manteniendo una vida conjunta… ese seria el siguiente paso ¿no? Aun así, ese no era el tema que más le preocupaba en aquellos momentos. El tema que apenas le había dejado dormir o vivir con tranquilidad desde hace semanas era Miguel, su hijo. Debía reconocer que se daban un aire, tenía los ojos de Julia, llego a fijarse, pero el resto le recordaba a él por completo. Y sin darse apenas cuenta, una tímida sonrisa apareció en su rostro. Un hijo… Miguel. Había pensado en acercarse a él desde lo del hospital, desde que le dio aquel ataque, pero había algo en él que le asustaba. No sabía si algún día llegaría a ser un padre decente, no sabía si incluso querría serlo en esos instantes, tenía una mala figura de familia y un muy mal ejemplo de lo que era criar a un hijo. Le daba miedo acercarse a aquel niño y convertir su vida en algo doloroso, algo que odiaría.
Se fijo de repente en los niños que había en su alrededor, unos jugando en el parque, otros con sus padres, otros jugando con el balón… volvió a recordar el rostro de aquel niño, la inocencia que desprendía. Seria por su enfermedad, por como se había criado, pero él era distinto a todos. Recordó lo que había leído una vez en una revista, que las personas se adaptan rápido a los grandes cambios ¿seria cierto? Lo dudaba, no creía que consiguiera algún día acostumbrarme a la idea de un hijo. Miguel tenia ocho años y él sin saberlo, no sabia si algún día conseguiría saber criarlo… ¿pero que decía? ¿Criarlo? Julia se había hecho cargo sola de aquel niño, sin su ayuda. Aunque le costaba reconocerlo, no le había necesitado nunca, pero aquel sentimiento seguía en él ¿Qué hacia en él aquella responsabilidad? Era un padre, aunque sonara raro y extraño viniendo de él, pero si, era padre y tenía un hijo de nueve años. Tenia miedos, dudas, nervios y muchos otros sentimientos que no quería ni pensar… pero entonces volvió a fijarse en los niños jugando y en los padres que permanecían cerca, observando que no les pasaba nada, y se pregunto que hacia allí sentado. De repente, haciendo caso a aquel sentimiento repentino en su cuerpo, se levanto y puso rumbo a la casa de Julia.
Apenas pensó nada durante el camino, procuro no hacerlo para no dar media vuelta al coche e irse. Por suerte, cuando busco el teléfono de Julia en los papeles del alquiler del local también se había fijado en la dirección. Y si, se le había quedado grabada.
Aparco el coche cerca de los lofts donde vivían, no sabía con que cara iba a llamar a la puerta, ni que iba a decir, ni como disculparse por haberse ido de esa manera. Pero la respuesta a eso eran sus miedos y la gran sorpresa que de repente había hecho mella en él. Solo esperaba que todo fuera sencillo.
Entro por el portal, el cual por suerte estaba abierto, y llego hasta el piso donde vivían ambos. Miguel y Julia estarían a apenas unos pasos de él. Entonces se sintió nervioso, demasiado ¿y si entraba y lo único que hacia era complicarlo todo más? No, no podía ponerse ahora a pensar en eso. Había llegado hasta allí sintiendo que era lo que debía hacer, quizás se arrepentiría en su momento, pero decidió llamar al timbre.
Oyó ruidos detrás de la puerta y se metió la mano en los bolsillos para tranquilizarse y no salir corriendo como si fuera un crío. Pero no fue Julia quien abrió esa puerta, más bien alguien muy distinto.
-hola – dijo Fabio con un gran acento italiano que lo único que hacia era irritarle.
-¿Qué pasa? No vas a decir nada.
Él no respondió y salio de la cocina con una botella de coca cola.
-no, no voy a decir nada – respondió haciendo una señal para ir al salón.
No era una casa grande, más bien era un piso enano. Pero vivía él solo y era suficiente. Dejo lo que llevaba en la mesa.
-no se que quiero Roque – respondió ella despacio.
Él se giro y la miro a los ojos. Había algo en ella que hacia mucho tiempo que no veía, hacia nueve años que no veía ese pequeño esplendor en los ojos de su amiga.
-¿de verdad que no lo sabes? – preguntó él.
-se que Miguel necesita un padre, pero él no quiere saber nada del tema…
-¿te lo ha dicho? ¿te lo ha dicho con esas palabras exactas?
-No, pero esta claro que es lo que quiere…
-Julia, es normal que reaccione así… debe ser duro para él enterarse que tiene un hijo, tienes que pensar eso.
-Joder - dijo ella – deberías haberte hecho psicólogo… ni que fueras Pepito grillo.
Ambos se rieron, intentando quitar hierro al asunto y la tensión del ambiente. Pero aunque veía a Julia sonreír sabia que en el fondo estaba mal. Por su hijo y por los miedos y recelos con Iván.
-no puedes pretender que después de esconderlo él aparezca con ánimos de ser padre.
-ya… ya lo se – en ese instante sus ojos ensombrecieron.
-Bueno… ¿te quedas a comer? – pregunto él señalando la mesa.
-No gracias, por la pinta de esos macarrones creo que me vendría una buena indigestión – respondió sonriendo – además, Miguel me espera en casa.
-¿Qué tal esta?
-Bueno… esta.
Y sin decir nada más, solo con una sonrisa y una mirada, ella salio de su casa. Era duro para Julia todo aquello y sabia a la perfección que necesitaba su apoyo, alguien con quien desahogarse como había pasado hace instantes. Pero él también lo pasaba mal, porque ver como de repente aparecían restos de su pasado, como estos le hacían recordar, aquello no le hacia sentir bien en absoluto. Aun así, lo que hizo lo volvería a hacer mil veces más si hiciera falta, nunca se había arrepentido de aquello y nunca lo haría.
Iván permanecía sentado en un banco del parque. Apenas se fijaba en nada y no sabia cuanto tiempo había permanecido en aquella postura, sin moverse. Solo necesitaba pensar y aclarar sus ideas. Desde luego que desde hace meses todo en su vida había cambiado, tanto que incluso parecía que nada era igual. Si, desde aquel día que volvió a verla en la reunión todo había comenzado a cambiar. No quería pensar en Julia, no quería pensar en lo que provocaba en él imaginarla o verla… él tenia una vida, tenia a Vicky. Ella fue la que estuvo con él cuando todo se desmoronaba, cuando todo en el internado comenzó a salir a la luz, cuando se enfrento a su propio padre por así decirlo. Julia no había estado en ninguno de aquellos momentos, le dejo tirado… y estaba embarazada cuando lo hizo. Le mintió, no se lo contó en su momento y tampoco durante todos los años que habían pasado desde entonces, aquello escapaba a su comprensión. Un hijo. La palabra le asustaba, era padre ¿padre? Aquello sonaba demasiado fuerte. Estaba hecho un mar de dudas, de miedos, y no entendía nada de aquello ¿Por qué Julia no se lo contó? Por miedo, quizás fue eso, quizás fue esa su reacción después de todo lo que paso… pero ¿seria suyo? Demasiadas dudas y preguntas sin respuesta rondaban en él. Por lo que el sabia, ese crío podía ser también de Rodrigo, o eso habría creído. Pero las palabras de Julia, las cuales volvían a decirle después de tantos años que ella nunca le engaño. No sabia ni que pensar, si confiar ciegamente en ella como hizo en su momento… para luego salir escaldado. De hecho, no sabia ni que hacia en aquel parque, ni porque había quedado con ella aquella mañana, ni la razón por la que no le había contado nada a Vicky. De nuevo, palabras y hechos ocultos entre ellos, no estaba siendo para nada justo con aquella mujer que era su prometida. No, desde luego que en eso si que no quería pensar. Aquella palabra, el matrimonio, era algo que le daba más que miedo. Pero llevaban años juntos, luego viviendo en pareja, manteniendo una vida conjunta… ese seria el siguiente paso ¿no? Aun así, ese no era el tema que más le preocupaba en aquellos momentos. El tema que apenas le había dejado dormir o vivir con tranquilidad desde hace semanas era Miguel, su hijo. Debía reconocer que se daban un aire, tenía los ojos de Julia, llego a fijarse, pero el resto le recordaba a él por completo. Y sin darse apenas cuenta, una tímida sonrisa apareció en su rostro. Un hijo… Miguel. Había pensado en acercarse a él desde lo del hospital, desde que le dio aquel ataque, pero había algo en él que le asustaba. No sabía si algún día llegaría a ser un padre decente, no sabía si incluso querría serlo en esos instantes, tenía una mala figura de familia y un muy mal ejemplo de lo que era criar a un hijo. Le daba miedo acercarse a aquel niño y convertir su vida en algo doloroso, algo que odiaría.
Se fijo de repente en los niños que había en su alrededor, unos jugando en el parque, otros con sus padres, otros jugando con el balón… volvió a recordar el rostro de aquel niño, la inocencia que desprendía. Seria por su enfermedad, por como se había criado, pero él era distinto a todos. Recordó lo que había leído una vez en una revista, que las personas se adaptan rápido a los grandes cambios ¿seria cierto? Lo dudaba, no creía que consiguiera algún día acostumbrarme a la idea de un hijo. Miguel tenia ocho años y él sin saberlo, no sabia si algún día conseguiría saber criarlo… ¿pero que decía? ¿Criarlo? Julia se había hecho cargo sola de aquel niño, sin su ayuda. Aunque le costaba reconocerlo, no le había necesitado nunca, pero aquel sentimiento seguía en él ¿Qué hacia en él aquella responsabilidad? Era un padre, aunque sonara raro y extraño viniendo de él, pero si, era padre y tenía un hijo de nueve años. Tenia miedos, dudas, nervios y muchos otros sentimientos que no quería ni pensar… pero entonces volvió a fijarse en los niños jugando y en los padres que permanecían cerca, observando que no les pasaba nada, y se pregunto que hacia allí sentado. De repente, haciendo caso a aquel sentimiento repentino en su cuerpo, se levanto y puso rumbo a la casa de Julia.
Apenas pensó nada durante el camino, procuro no hacerlo para no dar media vuelta al coche e irse. Por suerte, cuando busco el teléfono de Julia en los papeles del alquiler del local también se había fijado en la dirección. Y si, se le había quedado grabada.
Aparco el coche cerca de los lofts donde vivían, no sabía con que cara iba a llamar a la puerta, ni que iba a decir, ni como disculparse por haberse ido de esa manera. Pero la respuesta a eso eran sus miedos y la gran sorpresa que de repente había hecho mella en él. Solo esperaba que todo fuera sencillo.
Entro por el portal, el cual por suerte estaba abierto, y llego hasta el piso donde vivían ambos. Miguel y Julia estarían a apenas unos pasos de él. Entonces se sintió nervioso, demasiado ¿y si entraba y lo único que hacia era complicarlo todo más? No, no podía ponerse ahora a pensar en eso. Había llegado hasta allí sintiendo que era lo que debía hacer, quizás se arrepentiría en su momento, pero decidió llamar al timbre.
Oyó ruidos detrás de la puerta y se metió la mano en los bolsillos para tranquilizarse y no salir corriendo como si fuera un crío. Pero no fue Julia quien abrió esa puerta, más bien alguien muy distinto.
-hola – dijo Fabio con un gran acento italiano que lo único que hacia era irritarle.
#14528

18/02/2009 21:38
Valeeee!
me encantó becky enserio ^^ :)
un 10!
ya sabes no?
CONTINUALO!
sin presión! :)
me encantó becky enserio ^^ :)
un 10!
ya sabes no?
CONTINUALO!
sin presión! :)
#14529

18/02/2009 21:41
Siiiiiiiiiii_!!!!!!!
macarrones frios!!!!si dios! si!!!jajajjajajajaja
Muy chulo el relato bequi,me encanta la reflexion metida
detro del pensamiento de ivan
muy,muy chulo
macarrones frios!!!!si dios! si!!!jajajjajajajaja
Muy chulo el relato bequi,me encanta la reflexion metida
detro del pensamiento de ivan
muy,muy chulo
#14530

18/02/2009 21:49
Bequi me encanta el dialogo ya lo sabes. ka manera de suceder detalles y la descripcion del ambiente y de todos los pensamientos de ivan- enserio fascinante =)
#14531

18/02/2009 21:51
joooooo Bequi q mala suerte con lo q le ha costado decidirse y se encuentra con el italiano...
me encanta!!!!
espero la siguiente parte :D
me encanta!!!!
espero la siguiente parte :D
#14532

18/02/2009 21:54
os dejo un adelanto dl proximo capitulo, xa q no sea todo tan facil, esta vez tendreis q pensar xq no aparecen nombres... jajaja
Se estremeció cuando sintió las manos del chico agarrándola firmemente pero con suavidad por los hombros, hasta darla la vuelta y conseguir quedar frente a frente.
Separados tan solo por unos centímetros, se sentían demasiado lejos el uno del otro.
Se estremeció cuando sintió las manos del chico agarrándola firmemente pero con suavidad por los hombros, hasta darla la vuelta y conseguir quedar frente a frente.
Separados tan solo por unos centímetros, se sentían demasiado lejos el uno del otro.
#14533

18/02/2009 22:02
wow bequi, que pedazo dialogo!
la verdad, dejo el foro unos dias y os inflais a poner dialogos, todos muy buenos, me han gustado mucho, de verdad, pero no sabeis que lio que me hacía al leerlosa la vez.
madre, piruleta, como nos has dejado el avance, del 52, no? eres un crack tantos dialogos en tan poco tiempo!
la verdad, dejo el foro unos dias y os inflais a poner dialogos, todos muy buenos, me han gustado mucho, de verdad, pero no sabeis que lio que me hacía al leerlosa la vez.
madre, piruleta, como nos has dejado el avance, del 52, no? eres un crack tantos dialogos en tan poco tiempo!
#14534

18/02/2009 22:15
Joder Bequi cada dia te superas mas!!! ...
Haber ahora que pasa entre Fabio e Ivan?? .. jeje
Haber ahora que pasa entre Fabio e Ivan?? .. jeje
#14535

18/02/2009 22:27
Hay alguien por aqui¿?
#14536

18/02/2009 22:31
ayyy Bequi estupendo estupendisimo, como has descrito todos los pensamientos de cuando sabes que tienes un hijo o lo vas a tener ese miedo esa incertidumbre simplemente genial.
ufff por otra parte que mala suerte se decide y está el italianito de las narices, nose porque pero no me cae bien de todo...
ufff por otra parte que mala suerte se decide y está el italianito de las narices, nose porque pero no me cae bien de todo...
#14537

18/02/2009 22:46
di que si bequi ese es el ivan que me gusta en el que se enfrenta a las situaciones con determinacion y firmeza y....que por desgracia no piensa en las consecuencias generalmente
#14538

18/02/2009 23:07
Pero hoy no hay nadie xD?
#14539

18/02/2009 23:21
-Pasa – la chica entró sin mediar palabra, parecía asombrada- Ayer me dio un ataque de estrés y
-No me importa ¿Acaso te lo he preguntado?- dijo sacándose la chaqueta y mirándome con superioridad.
#14540

18/02/2009 23:36
Buenas noches!!!!!!!!!!!! Yo vengo con muchas ganas de dialogar...