Julia e Iván; SE ACABÓ, nuestros niños se van a viajar por el mundo, esperemos que se lo pasen ¡muy bien!
#0

02/01/2009 18:31
AUTÉNTICO E IRREMPLAZABLE

Vídeos FormulaTV
#33941

28/06/2009 21:49
Me uno a la teoria!!!!! Que bien te explicas hija....De todas formas, no se por que, todavia no descarto que Noiret muera al final. No me gustaria desde luego, porque tiene su jugo, y Carlos Leal hace un papelon, peroooo, es uno de "mis muertos" sino de esta temporada, si de la proxima.
#33942

28/06/2009 21:52
Noiret?? no me gustaria nada, la verdad. Pero lo veo muy probable... =(
PD: luego subo el relato, que porfin he terminado el siguiente capitulo :)
PD: luego subo el relato, que porfin he terminado el siguiente capitulo :)
#33943

28/06/2009 21:53
yon ya dijo que la serie esta para que muera hasta el apuntador...y estoy segura que al final de la serie, van a quedar vivos los que tenemos seguros..pero los otros..me parecen que la palman....probablemente TODOS
#33944

28/06/2009 21:54
Vale , pues echémole imaginación, vayamos a una escena -gore...
¿ Cómo irá ese maltrato a Elsa? será real, lo habra inventando ella ( porque yo la veo muy pallá), que dirá a Noiret para que este salte... no sé , me intriga porque a Elsa o le dan un giro a su personaje o sin Samuelín y padre muerto, se queda sin trama..osti, ara que lo pienso aún será ella la muerta
EDITO: Becky me has alegrado el día, con ese relato tuyo ;)
¿ Cómo irá ese maltrato a Elsa? será real, lo habra inventando ella ( porque yo la veo muy pallá), que dirá a Noiret para que este salte... no sé , me intriga porque a Elsa o le dan un giro a su personaje o sin Samuelín y padre muerto, se queda sin trama..osti, ara que lo pienso aún será ella la muerta
EDITO: Becky me has alegrado el día, con ese relato tuyo ;)
#33945

28/06/2009 21:55
No, si la laguna no va a dar a basto......De ahi que este tan negra, que no se ve el fondo con tanto muerto....
Bequi, lo espero con ganas!!!!!
Bequi, lo espero con ganas!!!!!
#33946

28/06/2009 21:56
por mi que se muera Noiret, se que nos quedaremos sin el mas malo de la serie, pero otro ocuparia su lugar y asi, de paso, le quitamos a los chicos un problema, sobretodo a Ivan.
PD: bequi sube el capi ya por favor, que me tienes muy intrigada
PD: bequi sube el capi ya por favor, que me tienes muy intrigada
#33947

28/06/2009 22:01
Eva tienes razon¡¡¡ elsa...la verdad es que ya no pinta mucho en esta trama, igual acaba matandola el animal de noiret.....noiret odia a los debiles, y ahora mismo elsa es una debil, por lo que debe morir....
seguro que intenta ocultar por todos los medios el maltrato de noiret, se pensara que se lo merece por ser una mala madre o algo asi.....esta depresiva y se echa la culpa de todo......al final la pobre mujer va a pagar los platos
pd: en cuanto a lo de noiret no veo como podrian suplir a este gran personaje, sicario, maltratador, padre de ivan, comprador de niños.....es imposible nadie puede igualarle, es el malo entre los malos
seguro que intenta ocultar por todos los medios el maltrato de noiret, se pensara que se lo merece por ser una mala madre o algo asi.....esta depresiva y se echa la culpa de todo......al final la pobre mujer va a pagar los platos
pd: en cuanto a lo de noiret no veo como podrian suplir a este gran personaje, sicario, maltratador, padre de ivan, comprador de niños.....es imposible nadie puede igualarle, es el malo entre los malos
#33948

28/06/2009 22:04
Verdad, que sí, que cuadra mucho su muerte. Ah pero salió en los AS hablando de Pedro o me lo inventó.
Mecachís que se me cae la Tª, pues era buena :(
Mecachís que se me cae la Tª, pues era buena :(
#33949

28/06/2009 22:04
Es que Elsa es el tipico personaje tontito que no sabe ni donde esta y no tienes muy claro cual sera su futuro, pero que luego pegara la sorpresa. Sale en los AS, asi que vivita al 2011 llega....
#33950

28/06/2009 22:08
Chicasss!!!
Pues a mi Elsa me da muy mala espina...para mi q buena no es..pero no se...xq a ver, no se entera de la fiesta o es q no se quiere enterar???si están venga apsar css a su alrededor!ya lo dijo Alfonso en el primer capitulo..Elsa sabe css....
A mi se me pasó por la cabeza que fuera ella la q fue a la ermita(xq yo oi tacones) y aquizás esté compinchada con Hugo...ya se que es un poco raro pero no se..puede que el golpe que tenga sea porque Noiret al ver que era ella le pegara...
Qué opinais??
Un beso!
Pues a mi Elsa me da muy mala espina...para mi q buena no es..pero no se...xq a ver, no se entera de la fiesta o es q no se quiere enterar???si están venga apsar css a su alrededor!ya lo dijo Alfonso en el primer capitulo..Elsa sabe css....
A mi se me pasó por la cabeza que fuera ella la q fue a la ermita(xq yo oi tacones) y aquizás esté compinchada con Hugo...ya se que es un poco raro pero no se..puede que el golpe que tenga sea porque Noiret al ver que era ella le pegara...
Qué opinais??
Un beso!
#33951

28/06/2009 22:08
chicas teneis razon!como no lo habiamos pensado antes, puede ser Elsa perfectamente la que muera, si Noiret fue capaz de cargarse a Valentina y se suponia que la queria, puede matar a Elsa tambien, ¿puede que sea ella la del coche?
Edito: lo siento no puede ser, no me acordaba de que salia en los AS, no me acordaba hasta que he leido vuestros mensajes. pues la verdad es que la teoria era buena...
Edito: lo siento no puede ser, no me acordaba de que salia en los AS, no me acordaba hasta que he leido vuestros mensajes. pues la verdad es que la teoria era buena...
#33952

28/06/2009 22:09
chicas elsa salio en los AS..no puede morir¡¡¡
yo tmpoco me acordaba.......pues algo tienen que hacer con ella, pq pintar no pinta nada
yo tmpoco me acordaba.......pues algo tienen que hacer con ella, pq pintar no pinta nada
#33953

28/06/2009 22:11
aqui os lo dejo! :)
--- EL INTERNADO: Nueve años después ---
CAPÍTULO 26:
Llego llorando. Intento evitarlo, pero estaba demasiado dolida y destrozada. Posiblemente, incluso amargada. Sacudió la cabeza, sabia que había sido una tonta creyendo que todo cambiaria, con esas vagas esperanzas que en un instante se habían difuminado. Pero nunca llego a imaginar, encontrarse en su propia casa a Amelia.
-llegas tarde…
-lo sé – se disculpo ella, sin ganas.
-¿pasa algo? – pregunto Vicky, preocupada.
Carol la miro y pudo atisbar, aun frente a esa imagen de frialdad y lejanía que intentaba adoptar su amiga, el dolor reflejado en sus ojos. Pero ella se lo tenia merecido.
-¿es por Marcos? – indagó.
-si… si es por Marcos – admitió, sentándose en la silla.
Habían quedado en la terracita de siempre. Ambas, estaban mal. No hacia falta ni que lo dijesen en alto. Ni que lo admitiesen. Sabían, las dos, que todo había acabado para ellas.
-¿Qué ha pasado esta vez?
-me ha engañado Vicky… en mi propia casa – se paso un mano por el pelo – joder, yo de viaje y ellos montándoselo en mi cama…
-¿ellos? – Victoria frunció el ceño.
-Pues ellos… - dijo Carol, con obviedad – Marcos y Amelia, ¿Quién si no?
Vicky no atino a decir nada. Simplemente bajo la mirada y removió su copa, respirando hondo.
-¿te das cuenta? – dijo entonces Carol, mirando su alrededor pensativa.
-¿de que? – pregunto Victoria sin más, abriendo su bolso para sacar un cigarrillo.
-De que un año atrás estaríamos aquí los cuatro, felices… como siempre, y ahora… ahora nada es como antes…
Carol bajo la mirada, bebiendo algo de la copa que le había pedido antes su amiga. Pensativa y sola, supo que quizá, siempre habían estado viviendo una dulce ilusión. Formada por la falta de Amelia y Julia en sus vidas. Dos segundos platos, dos vías de escape. Eso fue.
-¿crees en el karma?
-¿Qué? – pregunto Vicky, atónita.
-En el karma… - respondió Carol, con la mirada perdida en su copa – quizá nos lo tenemos merecido, por oportunistas… no se que pensar Vicky…
-¿oportunistas? Eso pasó porque tuvo que pasar – dando una calada – y además, lo volvería a hacer…
Carol la miro incrédula. Observando el rostro cansado de Victoria, como el humo del cigarro salía de su boca y en una expresión amarga, la sonreía.
-¿estas bebiendo whisky?
Vicky asintió sin más, encogiéndose de un hombro. Y Carol no quiso seguir insistiendo. Cansada y abatida, volvió la mirada al bar. Fijándose en las parejas, las familias felices… y no pudo evitar, sentir añoranza de lo que habían sido en su día. Durante nueve años.
-esa niñata nos dejo tirados… - empezó su amiga – le dejo solo, tirado… a todos. Y ahora, después de tantos años… viene y me quita lo que es mío, lo que me pertenece. Lo que tantos años me costo conseguir y ella ha vuelto a tener en unos meses…
-¿conseguir? – pregunto Carol, mirándola sin creérselo – pero, ¿para ti que coño era Iván, un trofeo?
-Siempre lo ha sido y siempre lo será – respondió fríamente – además, estoy pensando… en decirle que estoy embarazada.
-¿pero que te pasa? – la espetó – admite de una vez que hemos salido perdiendo, que no nos quieren… no remuevas más la mierda y déjalo estar.
-No voy a renunciar a lo que es mío, no es justo que Iván me haya dejado por Julia después de todo lo que paso…
Carolina la miro fijamente, negando con la cabeza. Casi asqueada.
-si… si que es justo y te lo tienes merecido – la dijo duramente – mentiste, traicionaste y sacaste provecho de la situación… yo me mentí y aproveche la situación para estar con Marcos… pero nunca llegue tan lejos como tu.
-gracias a las mentiras me he formado una vida.
-Una vida que se ha destruido… ¿Es que no lo ves?, ¿no te das cuenta de que todo se desmorona? ¿de que ya se ha acabado?
Se miraron fijamente, con recelos y reproches. Hasta que Vicky terminó de tomarse su copa de un trago y se levanto de la silla, de mala gana.
-¿Dónde vas?
-a recuperar mi vida… - sonrío de medio lado.
-Vicky has bebido, te llevo yo a casa…
Victoria se dio la vuelta, tragando despacio y mirando a Carol con frialdad.
-le diré a Iván que mentiste, que vas a seguir haciéndolo – dijo entonces Carol, dispuesta a pararle los pies.
-ya no tengo nada que perder.
Dicho esto, Vicky cogio su bolso y salio apresuradamente del bar, dirigiéndose quizá, al aparcamiento. Carolina la miro hasta que vio que su figura se perdía ante la negrura de la noche. Y con cansancio bajo la mirada de nuevo a su copa.
-tu vida… - susurró, hacia ella.
--- EL INTERNADO: Nueve años después ---
CAPÍTULO 26:
Llego llorando. Intento evitarlo, pero estaba demasiado dolida y destrozada. Posiblemente, incluso amargada. Sacudió la cabeza, sabia que había sido una tonta creyendo que todo cambiaria, con esas vagas esperanzas que en un instante se habían difuminado. Pero nunca llego a imaginar, encontrarse en su propia casa a Amelia.
-llegas tarde…
-lo sé – se disculpo ella, sin ganas.
-¿pasa algo? – pregunto Vicky, preocupada.
Carol la miro y pudo atisbar, aun frente a esa imagen de frialdad y lejanía que intentaba adoptar su amiga, el dolor reflejado en sus ojos. Pero ella se lo tenia merecido.
-¿es por Marcos? – indagó.
-si… si es por Marcos – admitió, sentándose en la silla.
Habían quedado en la terracita de siempre. Ambas, estaban mal. No hacia falta ni que lo dijesen en alto. Ni que lo admitiesen. Sabían, las dos, que todo había acabado para ellas.
-¿Qué ha pasado esta vez?
-me ha engañado Vicky… en mi propia casa – se paso un mano por el pelo – joder, yo de viaje y ellos montándoselo en mi cama…
-¿ellos? – Victoria frunció el ceño.
-Pues ellos… - dijo Carol, con obviedad – Marcos y Amelia, ¿Quién si no?
Vicky no atino a decir nada. Simplemente bajo la mirada y removió su copa, respirando hondo.
-¿te das cuenta? – dijo entonces Carol, mirando su alrededor pensativa.
-¿de que? – pregunto Victoria sin más, abriendo su bolso para sacar un cigarrillo.
-De que un año atrás estaríamos aquí los cuatro, felices… como siempre, y ahora… ahora nada es como antes…
Carol bajo la mirada, bebiendo algo de la copa que le había pedido antes su amiga. Pensativa y sola, supo que quizá, siempre habían estado viviendo una dulce ilusión. Formada por la falta de Amelia y Julia en sus vidas. Dos segundos platos, dos vías de escape. Eso fue.
-¿crees en el karma?
-¿Qué? – pregunto Vicky, atónita.
-En el karma… - respondió Carol, con la mirada perdida en su copa – quizá nos lo tenemos merecido, por oportunistas… no se que pensar Vicky…
-¿oportunistas? Eso pasó porque tuvo que pasar – dando una calada – y además, lo volvería a hacer…
Carol la miro incrédula. Observando el rostro cansado de Victoria, como el humo del cigarro salía de su boca y en una expresión amarga, la sonreía.
-¿estas bebiendo whisky?
Vicky asintió sin más, encogiéndose de un hombro. Y Carol no quiso seguir insistiendo. Cansada y abatida, volvió la mirada al bar. Fijándose en las parejas, las familias felices… y no pudo evitar, sentir añoranza de lo que habían sido en su día. Durante nueve años.
-esa niñata nos dejo tirados… - empezó su amiga – le dejo solo, tirado… a todos. Y ahora, después de tantos años… viene y me quita lo que es mío, lo que me pertenece. Lo que tantos años me costo conseguir y ella ha vuelto a tener en unos meses…
-¿conseguir? – pregunto Carol, mirándola sin creérselo – pero, ¿para ti que coño era Iván, un trofeo?
-Siempre lo ha sido y siempre lo será – respondió fríamente – además, estoy pensando… en decirle que estoy embarazada.
-¿pero que te pasa? – la espetó – admite de una vez que hemos salido perdiendo, que no nos quieren… no remuevas más la mierda y déjalo estar.
-No voy a renunciar a lo que es mío, no es justo que Iván me haya dejado por Julia después de todo lo que paso…
Carolina la miro fijamente, negando con la cabeza. Casi asqueada.
-si… si que es justo y te lo tienes merecido – la dijo duramente – mentiste, traicionaste y sacaste provecho de la situación… yo me mentí y aproveche la situación para estar con Marcos… pero nunca llegue tan lejos como tu.
-gracias a las mentiras me he formado una vida.
-Una vida que se ha destruido… ¿Es que no lo ves?, ¿no te das cuenta de que todo se desmorona? ¿de que ya se ha acabado?
Se miraron fijamente, con recelos y reproches. Hasta que Vicky terminó de tomarse su copa de un trago y se levanto de la silla, de mala gana.
-¿Dónde vas?
-a recuperar mi vida… - sonrío de medio lado.
-Vicky has bebido, te llevo yo a casa…
Victoria se dio la vuelta, tragando despacio y mirando a Carol con frialdad.
-le diré a Iván que mentiste, que vas a seguir haciéndolo – dijo entonces Carol, dispuesta a pararle los pies.
-ya no tengo nada que perder.
Dicho esto, Vicky cogio su bolso y salio apresuradamente del bar, dirigiéndose quizá, al aparcamiento. Carolina la miro hasta que vio que su figura se perdía ante la negrura de la noche. Y con cansancio bajo la mirada de nuevo a su copa.
-tu vida… - susurró, hacia ella.
#33954

28/06/2009 22:11
…
Nueve años antes:
Se había dejado caer en la pared. Abatida. Destrozada. Ni siquiera era consciente de lo que ocurría en esos instantes. Solo sentía la rabia, la decepción y el dolor. Todos esos sentimientos provocados por la discusión con Iván. Por sus desprecios.
Julia se tapo la boca con una mano. Reprimiendo el llanto por muy difícil que fuera. Se quedo mirando un punto fijo de la pared de los baños. Permanecía quieta, envuelta en sollozos, en aquel lugar donde empezó todo. Apenas podía creer como habían cambiado las cosas en cuanto, ¿una semana? ¿Poco más?...
Reprimió un grito ahogado. Sintiendo un dolor tan fuerte, tan agudo… nunca se hubiese imaginado en una situación como aquella. Su relación con la persona a la que más quería. Con Iván. Ya no existía. En un abrir y cerrar de ojos todo aquello que le había dado fuerzas para seguir allí dentro se había desmoronado. Y ella no podía más.
Tragando espacio y reuniendo fuerzas, se levantó de las frías baldosas del suelo. Mirando atenta al lavabo sin poder reprimir la gran ola de recuerdos que la inundaba en esos momentos. Cerro los ojos y respiro hondo, intentando tranquilizarse y comenzar a pensar con claridad y frialdad. Eso era lo que necesitaba.
Se acerco despacio al lavabo, observando su rostro en el espejo. Tenía un aspecto, como poco, lamentable. Se le veía cansada, con los ojos hinchados de tanto llorar. El miedo se veía perfectamente instaurado en sus ojos. Adema del dolor, que en esos momentos, transportaba en su interior. Sin saber porque, levanto su jersey, observando su abdomen en el espejo, y llevando una mano a la su piel, lo acaricio. Un hijo, ¿un hijo?... ¿pero que decía? debía abortar. Ella no tenía ni edad ni medios para hacerse cargo de un niño, ¿o una niña?...
Se vio planteándose la posibilidad de cómo seria y sacudió la cabeza al instante. Estaba siendo una estupida. Lo primero que tenia que hacer era salir de allí como fuera y después ya vería que hacer. Aunque cada vez lo tenía más claro, debía reunir información sobre abortos y tomar la decisión. Sabia que si tendría el niño… o la niña, estaría continuamente acordándose de Iván. Viéndole en su carita, en sus ojitos… vale, estaba desvariando. Se bajo el jersey de nuevo y se paso las manos por la cara, intentando no llorar de nuevo. Estaba destrozada. Eso era lo único que tenia asegurado.
Decidió salir por fin del baño, había pasado horas allí metida… y cuando fue a abrir la puerta, Roque, nervioso, casi se la lleva por delante.
-Julia – dijo él.
-¿Qué te pasa?
-He… he hablado con mi padre ya.
-¿Qué ha pasado? – le increpo - ¿Qué te ha dicho? ¿esta con ellos, no?
-Si… si – asintió, pesadamente.
Julia bajo la mirada intentando controlar las lágrimas. Todo se desmoronaba y encima Roque estaba traicionando la confianza de sus amigos por ella.
-¿Qué te pasa?
-no… nada – mintió.
-Estas llorando.
-He… he hablado con Iván – musito.
-¿y?... ¿os vais juntos?
Julia le miro entre lágrimas. Negando levemente con la cabeza y deseando salir de allí cuanto antes sin mirar atrás. Si, estaba embarazada, quizás tendría un niño. Pero no cerca de alguien que le había despreciado. Saldría de allí, abortaría, y se olvidaría de todo y de todos. Para siempre.
-no… no quiero hablar de eso.
-¿te vas sola? – pregunto Roque, asustado.
-Siempre he estado sola – sonrío con tristeza.
-Pero… - trago despacio – pero vas a ser madre.
-¿madre? No pienso tener el niño.
-Es tu hijo… o hija.
-Roque déjalo – dijo Julia, pasando por su lado, queriendo irse.
-Vale, vale… - se disculpo él – pero, tienes que irte ya…
Julia se dio la vuelta, le miro y le sonrío. Pronto desaparecería de allí. Comenzaría una vida, lejos de aquello. Y no pudo sentirse más sola.
-lo sé.
…
Abrió la puerta, taciturna y cansada. Sintiendo la pesadez de los parpados, ahogados en lagrimas. El temblor, suave y monótono de sus manos al girar la llave. Y sobretodo, la angustia y el dolor, reflejado en cada ápice de su rostro, de sus ojos, y de sus gestos. Había perdido un hijo. Todo se había destruido a su paso.
Julia se derrumbaba. Lo sabía. Había visto, desde la fría habitación de un hospital, como Miguel deseaba que le llevara a casa. Como entre lágrimas su hijo le suplicaba que le sacase de allí. Y vio de nuevo, a esa Julia ida, destrozada y abatida, que no podía ni decirle adiós a su hijo.
-vamos…
Susurró, temblorosa, la preocupada voz de Iván. Suavemente toco su espalda, temeroso quizá, de hacerla aun más daño. De destrozar entonces, lo poco que quedaba de esa cajita de cristal que fue desgastándose a lo largo de los años.
-no… no puedo.
-es… estoy aquí. Contigo.
Nueve años antes:
Se había dejado caer en la pared. Abatida. Destrozada. Ni siquiera era consciente de lo que ocurría en esos instantes. Solo sentía la rabia, la decepción y el dolor. Todos esos sentimientos provocados por la discusión con Iván. Por sus desprecios.
Julia se tapo la boca con una mano. Reprimiendo el llanto por muy difícil que fuera. Se quedo mirando un punto fijo de la pared de los baños. Permanecía quieta, envuelta en sollozos, en aquel lugar donde empezó todo. Apenas podía creer como habían cambiado las cosas en cuanto, ¿una semana? ¿Poco más?...
Reprimió un grito ahogado. Sintiendo un dolor tan fuerte, tan agudo… nunca se hubiese imaginado en una situación como aquella. Su relación con la persona a la que más quería. Con Iván. Ya no existía. En un abrir y cerrar de ojos todo aquello que le había dado fuerzas para seguir allí dentro se había desmoronado. Y ella no podía más.
Tragando espacio y reuniendo fuerzas, se levantó de las frías baldosas del suelo. Mirando atenta al lavabo sin poder reprimir la gran ola de recuerdos que la inundaba en esos momentos. Cerro los ojos y respiro hondo, intentando tranquilizarse y comenzar a pensar con claridad y frialdad. Eso era lo que necesitaba.
Se acerco despacio al lavabo, observando su rostro en el espejo. Tenía un aspecto, como poco, lamentable. Se le veía cansada, con los ojos hinchados de tanto llorar. El miedo se veía perfectamente instaurado en sus ojos. Adema del dolor, que en esos momentos, transportaba en su interior. Sin saber porque, levanto su jersey, observando su abdomen en el espejo, y llevando una mano a la su piel, lo acaricio. Un hijo, ¿un hijo?... ¿pero que decía? debía abortar. Ella no tenía ni edad ni medios para hacerse cargo de un niño, ¿o una niña?...
Se vio planteándose la posibilidad de cómo seria y sacudió la cabeza al instante. Estaba siendo una estupida. Lo primero que tenia que hacer era salir de allí como fuera y después ya vería que hacer. Aunque cada vez lo tenía más claro, debía reunir información sobre abortos y tomar la decisión. Sabia que si tendría el niño… o la niña, estaría continuamente acordándose de Iván. Viéndole en su carita, en sus ojitos… vale, estaba desvariando. Se bajo el jersey de nuevo y se paso las manos por la cara, intentando no llorar de nuevo. Estaba destrozada. Eso era lo único que tenia asegurado.
Decidió salir por fin del baño, había pasado horas allí metida… y cuando fue a abrir la puerta, Roque, nervioso, casi se la lleva por delante.
-Julia – dijo él.
-¿Qué te pasa?
-He… he hablado con mi padre ya.
-¿Qué ha pasado? – le increpo - ¿Qué te ha dicho? ¿esta con ellos, no?
-Si… si – asintió, pesadamente.
Julia bajo la mirada intentando controlar las lágrimas. Todo se desmoronaba y encima Roque estaba traicionando la confianza de sus amigos por ella.
-¿Qué te pasa?
-no… nada – mintió.
-Estas llorando.
-He… he hablado con Iván – musito.
-¿y?... ¿os vais juntos?
Julia le miro entre lágrimas. Negando levemente con la cabeza y deseando salir de allí cuanto antes sin mirar atrás. Si, estaba embarazada, quizás tendría un niño. Pero no cerca de alguien que le había despreciado. Saldría de allí, abortaría, y se olvidaría de todo y de todos. Para siempre.
-no… no quiero hablar de eso.
-¿te vas sola? – pregunto Roque, asustado.
-Siempre he estado sola – sonrío con tristeza.
-Pero… - trago despacio – pero vas a ser madre.
-¿madre? No pienso tener el niño.
-Es tu hijo… o hija.
-Roque déjalo – dijo Julia, pasando por su lado, queriendo irse.
-Vale, vale… - se disculpo él – pero, tienes que irte ya…
Julia se dio la vuelta, le miro y le sonrío. Pronto desaparecería de allí. Comenzaría una vida, lejos de aquello. Y no pudo sentirse más sola.
-lo sé.
…
Abrió la puerta, taciturna y cansada. Sintiendo la pesadez de los parpados, ahogados en lagrimas. El temblor, suave y monótono de sus manos al girar la llave. Y sobretodo, la angustia y el dolor, reflejado en cada ápice de su rostro, de sus ojos, y de sus gestos. Había perdido un hijo. Todo se había destruido a su paso.
Julia se derrumbaba. Lo sabía. Había visto, desde la fría habitación de un hospital, como Miguel deseaba que le llevara a casa. Como entre lágrimas su hijo le suplicaba que le sacase de allí. Y vio de nuevo, a esa Julia ida, destrozada y abatida, que no podía ni decirle adiós a su hijo.
-vamos…
Susurró, temblorosa, la preocupada voz de Iván. Suavemente toco su espalda, temeroso quizá, de hacerla aun más daño. De destrozar entonces, lo poco que quedaba de esa cajita de cristal que fue desgastándose a lo largo de los años.
-no… no puedo.
-es… estoy aquí. Contigo.
#33955

28/06/2009 22:12
Julia escucho. Respiro. Cogio fuerzas. Y entro en su casa.
Y entonces, lo poco que tenia para sujetarse, la suave línea que le separaba de la locura, de la desesperación… fue prácticamente cruzada. Ando despacio, sin razón aparente. Un paso detrás de otro, ¿así era, no?... trago despacio, bajando la mirada a sus pies y a la madera antigua que conformaba el suelo del ático. Intentando no levantar la vista, y encontrarse frente a ella, cualquier objeto, inocente, de su hijo.
Contó tres pasos. Cuatro. Cinco. Y justo cuando la mano de Iván se atrevió a separarse del tembloroso cuerpo de Julia. Justo cuando cogia aire intentando adentrarse con más firmeza en su casa… ella vio, afligida, el tebeo que siempre había preferido Miguel, tirado en el suelo.
Se quedo parada, sin aliento. Observando, como si estuviera en una dulce lejanía, como su pie pisaba aquel dichoso libro. Y pensó entonces, que si Miguel hubiese entrado con ellos por la puerta, si él en ese momento hubiese bajado las escaleras, expectante, la habría increpado por tocar sus cosas. Especialmente, ese tebeo. Siempre fue de carácter fuerte, aun siendo un tierno niño.
-¿Julia?
-¿Qué?
Iván pareció contrariado y Julia le miro afligida, antes de agacharse junto al libro.
-le dije que lo recogiera…
No hubo contestación.
-pero… ya da igual… - susurro Julia – debería recoger sus cositas, ¿verdad?
Mientras miraba el libro perdida, aturdida y confusa… pudo notar como los brazos de Iván tiraban suavemente de ella, provocando que el tebeo volviese a caer al suelo. Y que Julia se atreviera a levantar la vista mientras se levantaba.
-Julia… mírame… - pidió Iván, casi suplicante. Ella obedeció – no… no estas sola, ¿vale?...
-pero él no esta – logro musitar ella, abatida – él no esta.
Se miraron a los ojos. Un solo instante. Y entonces, aun sintiendo lo doloroso que aquello era, Julia se dio cuenta. Y supo, que tarde o temprano, ese momento llegaría. Apunto estuvo entonces de hablar, o de llorar quizá… pero Iván la abrazo. La transmitió apoyo y amor. Y julia, recelosa en un principio, se dejo abrazar… y se perdió en el olor de su cuello, en la suavidad de su piel y la seguridad que transmitía su sola presencia. Se dejo abrazar mientras ahogaba las lágrimas en su pecho. Abrazo, sabiendo, que pronto llegaría el momento en el que no podría soportar ni ese gesto. Por mucho que le doliese el no tenerlo.
-¿quieres… quieres que te prepare un baño? – propuso él, titubeante, sin dejar de aferrarse a Julia como si la vida le fuera en ello. Algo desesperado que en momentos como aquel, donde el dolor era lo único que sentía, era lo poco que le daba fuerzas.
-si… - respondió ella, sin pensar.
Iván trago despacio y Julia noto, como sus fuerzas casi inexistentes permanecían junto a él solo por ella. Aun en sus brazos cerro los ojos mientras él, le besaba la frente.
-voy… - susurró él – luego… te hago algo para que comas, o… o puedes ir a dormir…
Simplemente asintió, agradeciendo esos gestos simples. Y cuando Iván la beso la mejilla con cariño, ella intento no romper a llorar. Sintió como se separaba de ella y como ante una ultima mirada, reconfortante, subió las escaleras. Con la tonta esperanza de hacerle el dolor más llevadero a Julia.
Ella se quedo en el salón. Quieta y en silencio. Concentrándose en el sonido de su corazón y en el suave ruido que hacia al respirar. Expectante y asustada por levantar la mirada, parpadeo varias veces, intentando reunir fuerzas y moverse. Un movimiento simple y mecánico que en ese instante le costaba horrores.
Julia respiro hondo y levanto la mirada, encontrándose ante ella la dura realidad. Viendo ante ella multitud de recuerdos, de fotografías y de objetos. Fue justo en ese instante, cuando se derrumbo por completo. Pasando esa línea que le aferraba a la cordura,
dio un paso hacia delante, adentrándose suavemente en el salón, mientras notaba como una lágrima caía por su mejilla. Recorrió con la mirada, aturdida, cada hueco impregnado por los recuerdos del niño que hasta aquel día, fue su hijo.
Y fue entonces, cuando se desgarro por completo.
Confusa, se acerco a la pared donde permanecían múltiples fotos de ambos. De Miguel. Alzo su brazo y con miedo, recorrió los marcos, uno a uno. Acariciando con cariño la figura del niño. Su pelo negro, su carita, sus ojos verdes. Vio las fotos, colgadas, de su hijo cuando era un bebé, viéndose a si misma con diecisiete años y un niño. Pero era su niño. Rompió a llorar. Y mientras las lagrimas marcaban los surcos en sus mejillas, ella marcaba el camino con la yema de sus dedos, recorriendo los recuerdos, las fotos y las imágenes. Abatida, se paro en seco. Quieta y en silencio, escucho su respiración entrecortada y los sollozos angustiados.
-no es justo – susurró.
Julia se desmorono por completo. Y quizás, fue en ese instante, cuando la cordura que la mantenía alerta y atenta, cuando lo poco que le sujetaba… desapareció. Dio un paso adelante, alzo la mano hacia los marcos… y los tiro con fuerza al suelo. Rompió en dolor. Rompió en lágrimas. Y destrozó como pudo, desesperada, cada imagen, cada cristal, cada foto. Todas cayeron al suelo y su llanto era lo único que se escuchaba en ese salón.
Pronto, llego el silencio. Y julia, se paso las manos por la cabeza, sintiendo impotencia, rabia y dolor. Había sufrido toda su vida para que le arrebatasen a lo que más quería. No era justo. Nunca lo fue…
-no es justo – volvió a articular. Andando sin sentido por la estancia.
Quieta, observo todos los cristales esparcidos por el suelo, todas las fotografías, algunas rotas, tiradas a su alrededor. Y se permitió el lujo de respirar. Lo necesitaba. Necesitaba sentirse viva, notar el aire, notarse libre de ese dolor tan angustiante y desgarrador. Porque sabia, que la locura estaba acechándola. Entrecerró los ojos y ando en círculos, pasándose una mano por la cara… hasta que volvió a abrirlos. Las lágrimas volvieron a caer de sus ojos con fuerza, en cuanto vio una chaquetita de Miguel en el sofá de su casa. No lo soportaba. Simplemente no podía más.
La cogio suavemente, como si de cristal se tratase, y la alzo hacia su rostro. Escondiendo su cara entre la tela, sintiendo el olor del niño, se dio cuenta de que no podía permanecer allí dentro durante más tiempo. Entre sus cosas, entre sus recuerdos y sus imágenes. Se movió intranquila, sin siquiera poder pensar con claridad. Simplemente retrocedió inquieta y angustiada, chocando contra la estantería, provocando que libros, juguetes y marcos cayesen al suelo. Pero ella no quiso pararse a mirar, siguió andando, con angustia y dolor, casi sin poder respirar. Con prisa, abrió la puerta de su casa, justo cuando un trueno rompió en el exterior y la lluvia comenzó a caer con fuerza… pero Julia, sin importarle, sin decir nada, salio de allí.
Abatida, destrozada, solo buscaba aire. Respirar, llorar, destrozarse ella sola. Pensar en Miguel, recordarle y quererle. Despedirse.
Continuara...
Y entonces, lo poco que tenia para sujetarse, la suave línea que le separaba de la locura, de la desesperación… fue prácticamente cruzada. Ando despacio, sin razón aparente. Un paso detrás de otro, ¿así era, no?... trago despacio, bajando la mirada a sus pies y a la madera antigua que conformaba el suelo del ático. Intentando no levantar la vista, y encontrarse frente a ella, cualquier objeto, inocente, de su hijo.
Contó tres pasos. Cuatro. Cinco. Y justo cuando la mano de Iván se atrevió a separarse del tembloroso cuerpo de Julia. Justo cuando cogia aire intentando adentrarse con más firmeza en su casa… ella vio, afligida, el tebeo que siempre había preferido Miguel, tirado en el suelo.
Se quedo parada, sin aliento. Observando, como si estuviera en una dulce lejanía, como su pie pisaba aquel dichoso libro. Y pensó entonces, que si Miguel hubiese entrado con ellos por la puerta, si él en ese momento hubiese bajado las escaleras, expectante, la habría increpado por tocar sus cosas. Especialmente, ese tebeo. Siempre fue de carácter fuerte, aun siendo un tierno niño.
-¿Julia?
-¿Qué?
Iván pareció contrariado y Julia le miro afligida, antes de agacharse junto al libro.
-le dije que lo recogiera…
No hubo contestación.
-pero… ya da igual… - susurro Julia – debería recoger sus cositas, ¿verdad?
Mientras miraba el libro perdida, aturdida y confusa… pudo notar como los brazos de Iván tiraban suavemente de ella, provocando que el tebeo volviese a caer al suelo. Y que Julia se atreviera a levantar la vista mientras se levantaba.
-Julia… mírame… - pidió Iván, casi suplicante. Ella obedeció – no… no estas sola, ¿vale?...
-pero él no esta – logro musitar ella, abatida – él no esta.
Se miraron a los ojos. Un solo instante. Y entonces, aun sintiendo lo doloroso que aquello era, Julia se dio cuenta. Y supo, que tarde o temprano, ese momento llegaría. Apunto estuvo entonces de hablar, o de llorar quizá… pero Iván la abrazo. La transmitió apoyo y amor. Y julia, recelosa en un principio, se dejo abrazar… y se perdió en el olor de su cuello, en la suavidad de su piel y la seguridad que transmitía su sola presencia. Se dejo abrazar mientras ahogaba las lágrimas en su pecho. Abrazo, sabiendo, que pronto llegaría el momento en el que no podría soportar ni ese gesto. Por mucho que le doliese el no tenerlo.
-¿quieres… quieres que te prepare un baño? – propuso él, titubeante, sin dejar de aferrarse a Julia como si la vida le fuera en ello. Algo desesperado que en momentos como aquel, donde el dolor era lo único que sentía, era lo poco que le daba fuerzas.
-si… - respondió ella, sin pensar.
Iván trago despacio y Julia noto, como sus fuerzas casi inexistentes permanecían junto a él solo por ella. Aun en sus brazos cerro los ojos mientras él, le besaba la frente.
-voy… - susurró él – luego… te hago algo para que comas, o… o puedes ir a dormir…
Simplemente asintió, agradeciendo esos gestos simples. Y cuando Iván la beso la mejilla con cariño, ella intento no romper a llorar. Sintió como se separaba de ella y como ante una ultima mirada, reconfortante, subió las escaleras. Con la tonta esperanza de hacerle el dolor más llevadero a Julia.
Ella se quedo en el salón. Quieta y en silencio. Concentrándose en el sonido de su corazón y en el suave ruido que hacia al respirar. Expectante y asustada por levantar la mirada, parpadeo varias veces, intentando reunir fuerzas y moverse. Un movimiento simple y mecánico que en ese instante le costaba horrores.
Julia respiro hondo y levanto la mirada, encontrándose ante ella la dura realidad. Viendo ante ella multitud de recuerdos, de fotografías y de objetos. Fue justo en ese instante, cuando se derrumbo por completo. Pasando esa línea que le aferraba a la cordura,
dio un paso hacia delante, adentrándose suavemente en el salón, mientras notaba como una lágrima caía por su mejilla. Recorrió con la mirada, aturdida, cada hueco impregnado por los recuerdos del niño que hasta aquel día, fue su hijo.
Y fue entonces, cuando se desgarro por completo.
Confusa, se acerco a la pared donde permanecían múltiples fotos de ambos. De Miguel. Alzo su brazo y con miedo, recorrió los marcos, uno a uno. Acariciando con cariño la figura del niño. Su pelo negro, su carita, sus ojos verdes. Vio las fotos, colgadas, de su hijo cuando era un bebé, viéndose a si misma con diecisiete años y un niño. Pero era su niño. Rompió a llorar. Y mientras las lagrimas marcaban los surcos en sus mejillas, ella marcaba el camino con la yema de sus dedos, recorriendo los recuerdos, las fotos y las imágenes. Abatida, se paro en seco. Quieta y en silencio, escucho su respiración entrecortada y los sollozos angustiados.
-no es justo – susurró.
Julia se desmorono por completo. Y quizás, fue en ese instante, cuando la cordura que la mantenía alerta y atenta, cuando lo poco que le sujetaba… desapareció. Dio un paso adelante, alzo la mano hacia los marcos… y los tiro con fuerza al suelo. Rompió en dolor. Rompió en lágrimas. Y destrozó como pudo, desesperada, cada imagen, cada cristal, cada foto. Todas cayeron al suelo y su llanto era lo único que se escuchaba en ese salón.
Pronto, llego el silencio. Y julia, se paso las manos por la cabeza, sintiendo impotencia, rabia y dolor. Había sufrido toda su vida para que le arrebatasen a lo que más quería. No era justo. Nunca lo fue…
-no es justo – volvió a articular. Andando sin sentido por la estancia.
Quieta, observo todos los cristales esparcidos por el suelo, todas las fotografías, algunas rotas, tiradas a su alrededor. Y se permitió el lujo de respirar. Lo necesitaba. Necesitaba sentirse viva, notar el aire, notarse libre de ese dolor tan angustiante y desgarrador. Porque sabia, que la locura estaba acechándola. Entrecerró los ojos y ando en círculos, pasándose una mano por la cara… hasta que volvió a abrirlos. Las lágrimas volvieron a caer de sus ojos con fuerza, en cuanto vio una chaquetita de Miguel en el sofá de su casa. No lo soportaba. Simplemente no podía más.
La cogio suavemente, como si de cristal se tratase, y la alzo hacia su rostro. Escondiendo su cara entre la tela, sintiendo el olor del niño, se dio cuenta de que no podía permanecer allí dentro durante más tiempo. Entre sus cosas, entre sus recuerdos y sus imágenes. Se movió intranquila, sin siquiera poder pensar con claridad. Simplemente retrocedió inquieta y angustiada, chocando contra la estantería, provocando que libros, juguetes y marcos cayesen al suelo. Pero ella no quiso pararse a mirar, siguió andando, con angustia y dolor, casi sin poder respirar. Con prisa, abrió la puerta de su casa, justo cuando un trueno rompió en el exterior y la lluvia comenzó a caer con fuerza… pero Julia, sin importarle, sin decir nada, salio de allí.
Abatida, destrozada, solo buscaba aire. Respirar, llorar, destrozarse ella sola. Pensar en Miguel, recordarle y quererle. Despedirse.
Continuara...
#33956

28/06/2009 22:13
madre de dios que malas pecoras¡¡¡¡¡¡, me encanta tus tintes dramaticos....ya tenia ganas de leer uno de tus relatos......
#33957

28/06/2009 22:16
siento desilusionaros pero natalia millán no será mala. la propia natalia en eifans comentó que pensaron meterla en el tinglado de ottos durante las primeras temporadas. eso explicaría los comentarios y su actiutud anterior. pero finalmente los guionistas cambiaron de idea y decidieron que no fuera mala
#33958

28/06/2009 22:19
pues en algun rollo la deben meter pq la verdad es que ahora papel no tiene.....vamos que no pinta nada.....
Una nueva víctima incrementará la lista de muertes en La Laguna Negra (quien?)
Iván recibirá una noticia que cambiará su vida (mas noticias, este chico no gana para sustos)
por cierto con la caida de ese coche, en la realidad no sobrevive nadie
seguramente dejaran caer el vehiculo pero sin nadie dentro
Una nueva víctima incrementará la lista de muertes en La Laguna Negra (quien?)
Iván recibirá una noticia que cambiará su vida (mas noticias, este chico no gana para sustos)
por cierto con la caida de ese coche, en la realidad no sobrevive nadie
seguramente dejaran caer el vehiculo pero sin nadie dentro
#33959

28/06/2009 22:24
Joder, Bequi. Por dios, no hay quien te saque de los dramas. Madre mia, que lloraira mas tonta me ha entrado, por favor, como has lagrado describir cada detalle, cada sentimiento, cada gesto....Si es que traspasaban las meras palabras...Precioso. La forma en la que esta narrado, cada descripcion, cada emocion hecha un mundo....Precioso. Sin palabras, en serio.
Conmovedor ver a esa Julia tan destrozada, a ese Ivan tratando de conseguir algo imposible como apartar su propio dolor y encargarse del de Julia....Y Vicki. A Vicki el karma desde luego le va a deparar algo muy, muy malo, si no lo haces tu lo hare yo ¬¬ La odio, sencillamente.
Conmovedor ver a esa Julia tan destrozada, a ese Ivan tratando de conseguir algo imposible como apartar su propio dolor y encargarse del de Julia....Y Vicki. A Vicki el karma desde luego le va a deparar algo muy, muy malo, si no lo haces tu lo hare yo ¬¬ La odio, sencillamente.
#33960

28/06/2009 22:28
Sabemos que hay un nuevo muerto que podria ser el cuarto infectado. Pero ¿quien?. Nos tienen que sorprender. ¿Alguno de los chicos?. Ninguno muere. ¿Maria, de ahi los desmayos? Hubiera tenido mas sintomas, ¿no?. Y tampoco muere. Aunque sabemos que Lucia esta infectada con el virus, pero el 4º infectado sera alguien nuevo, un alumno ¿no?.
Y lo del coche....Pues si, es probable que no haya nadie dentro, qie fingan el accidente, la verdad.
Ivan desde luego va a cabar con un trauma, lo que tiene que aguantar el pobre chico.
Y lo del coche....Pues si, es probable que no haya nadie dentro, qie fingan el accidente, la verdad.
Ivan desde luego va a cabar con un trauma, lo que tiene que aguantar el pobre chico.