Fernando y Rocío han 'nacido' en comisaría.

Qué! reúne a Fernando Andina y a Rocío Muñoz para hablar de la serie de Telecinco 'El comisario'.

¿Cuántas veces os ha tocado renovar el DNI en este tiempo?

Fernando: Un par de veces. Una lo renové y otra la perdí. Una vez fue en Zaragoza y me costó cinco horas de cola. Había coñas de la gente, compañeros saludando, pero ningún privilegio.

Rocío: Tuve la suerte de renovar cuando entré. Me fui a Palma de Mallorca y perdí todo y no tenía ninguna manera de demostrar que yo era yo. Cuando fui a la comisaría, la chica me reconoció y al meterse en la página web de 'El comisario' vio que el nombre coincidía y me hizo un truquis para poder volar. Pero me dio igual porque me echó la bronca por hacer ese papel en la serie. Casi 15 minutos de charla, ja ja.

¿Recordáis vuestro primer día en la serie?

Fernando: ¿Tú te acuerdas?

Rocío: A lo mejor te acuerdas tú más del mío…

Fernando: Ibas por los pasillos diciendo '¿Quién es ese tío tan guapo?'

Rocío: Ja, ja.

Fernando: Mi primer día fue una secuencia con Tito, con lo que impresiona él en persona, y con Mar Regueras. Tenía como 7 secuencias, una barbaridad. Estaba muy, muy nervioso. Venía de 'Al salir de clase', que era otra cosa.

Rocío: Yo venía muy verde, no sabía nada. La primera secuencia que hice fue cuando Eva Barrios conoce a Lucas. Ese día tenía una secuencia. Si me hubieran puesto 7, habría salido corriendo.

¿Ya va todo rodado después de tanto tiempo?

Fernando: El otro día tuve una secuencia complicada de mucha implicación emocional. Estaba acojonado, de verdad, como un principiante. Me equivocaba y tenía que volver a empezar. Eso te hace sentir vivo y ves que el nervio aparece después de 7 años.

¿Se intuye un final cercano para 'El comisario'?

Rocío: Al final de cada temporada se intuye el final, pero es un miedo normal. Como todas las series dependemos de la audiencia y estamos pendientes de lo que ocurre. Este año el miedo es más grande, pero el miedo forma parte de esta profesión.

Fernando: Nos ponen un “poco tarde”. Los viernes a las 11 de la noche hay un millón de jóvenes que nos veían otros días. Además, parece que la serie empieza a las 22:15 y luego empieza a las 23:00. Mi padre me dijo el otro día: "Yo no espero 45 minutos ni por 'El padrino'. No os voy a esperar". Hay bastante hartazgo por parte de la audiencia y la gente me lo dice por la calle. Con todo, nos ven 2 millones y medio de personas. La idea de la productora es seguir otros 10 años. A ver si la cadena nos mima.

Rocío: El público tienen paciencia porque no se lo ponen fácil para ver la serie.

¿Os veis los viernes?

Rocío: Yo sí, cuando puedo. Tiene que haber un plan muy interesante para que no lo vea.

Fernando: Últimamente lo veo para ver a qué hora nos ponen y cuánto nos retrasamos y los cortes de publicidad.

¿Tenéis celos de otras series que quizá se cuidan más aunque lleven mucho menos tiempo que la vuestra?

Fernando: No son celos. A los productos nuevos hay que apoyarlos, pero eso no significa que se maltrate a los que nos hemos dejado los cuernos para levantar una serie. Hace dos años, estábamos los martes e hicimos un 32% de audiencia que desde 'Aquí no hay quien viva' no ha hecho nadie. Hicimos 5 millones y medio de espectadores. La cadena nos quitó ese día y la semana siguiente puso 'Motivos personales' y nos pasó al viernes... Pero no es envidia.

Rocío: Me da rabia que no contemos con la promoción que cuentan otros productos. No estamos en la prensa, en los anuncios… Es la sensación de que somos un anciano al que están arrinconando, pero nosotros seguimos con la misma ilusión.

Fernando: Hay series que se promocionan en el informativo y eso nosotros ni lo olemos. A lo mejor el éxito de El comisario es que es una serie en la sombra y cuyo máximo exponente publicitario es Tito, que es un tío que vive en su casa y que no se prodiga en los estrenos, y Juanjo y Marcial, que son dos tíos que curran en el teatro. Como espectador e hijo de espectadores, no entiendo cómo se emite una serie 45 minutos más tarde de lo que está anunciado. Me parece una falta de respeto



¿Agradecéis tener una trama amorosa?

Rocío: Agradezco tener una trama profesional y otra amorosa y si es con Fernando, mejor, ja ja. Ante una escena de besos siempre tienes pudor, aunque sea ficción estás moviendo cosas…

Fernando: Sí, la lengua…

Rocío: Ja, ja. Con Fernando tengo la sensación de matrimonio televisivo. Me gusta estar con él. Su cuerpo y el mío se reconocen, estoy a gusto, sé lo que hay.

Fernando: Es como si besara a un primo, ja ja. No, en serio, como actor me uno a lo que dice Rocío.

¿Qué habéis aprendido en 'El comisario'?

Rocío: Todo lo que he podido. He preguntado las técnicas y he aprendido mucho de la gente que pasó por 'La mandrágora' (el programa cultural que presentaba en La 2).

Fernando: He aprendido bastante porque la labor de casting de la serie es muy buena, tanto los fijos como los capitulares. Hacer una secuencia con Tito y con Marcial Álvarez, que es nuestro Al Pacino, es algo grande. Algún día diré a mis nietos yo trabajé con Marcial Álvarez. He aprendido a querer a mis compañeros. En 'Al salir de clase' tenía 2 ó 3 amigos y aquí es una sensación de familia.

Rocío: Trabajar aquí es estar en casa, trabajamos muy a gusto. Nunca había convivido tanto ni había tenido amigos íntimos. Como actriz he nacido en 'El comisario' y he aprendido muchas cosas, como a trabajar dentro del plató, las marcas, los tiros de cámara, la luz...

¿Qué os dicen por la calle?

Fernando: La gente es educada, pero también hay marcianos que beben por la mañana y fuman porros para desayunar. La gente nos tiene cariño. Cuando entré en 'El comisario' hubo algo que me llamó la atención: el cariño que tiene la gente a Tito. Él lleva muchos años en esto y es más conocido que cualquier ministro. Por eso cobra lo que cobra y es cabeza de cartel de una serie como ésta. A una escala más pequeña, yo noto lo que Tito pudo notar al principio. La gente me tiene cariño por la cantidad de años que llevo en la serie.

Rocío: Me quedé paralizada el día que después de sugerirle a Lucas que no llevaba ropa interior, un tío me gritó '¡Guarra, ponte bragas!’ a voz en grito de una acera a otra, ja ja. Estamos en el salón de la gente y entramos en su casa mientras están cenando. Como mi personaje no cae bien, yo tampoco caigo bien. La gente pone una cara de mala leche y me mira con rabia hasta que me voy. Y eso algo que en cierto modo agradezco. Me miran, sonríen, caen en la cuenta de quién soy y te miran con odio. Otros te dicen cosas...

Fernando: ¡A veces incluso bonitas, ja ja!

¿Tendrías una pareja que fuera policía en la vida real?

Rocío: He estado a punto. De hecho tengo un 'ex' que ahora mismo es inspector de policía y creo que una de las causas de nuestra ruptura fue eso. Si te toca, te toca. Viene y te aguantas, pero si se puede elegir, mejor no.

Fernando: Es mejor tener esos héroes fuera de casa.

Si os parece, podemos acabar con un interrogatorio policial entre vosotros... (Fernando Andina toma la iniciativa)

Fernando: ¿Llevas ropa interior?

Rocío: ¿Por qué me preguntas algo que ya sabes?

Fernando: Porque estamos en un hotel, ja ja.

Rocío: ¡Pasamos mucho tiempo juntos!

Fernando: Si esto sigue, ¿seguirías?

Rocío: Es bastante probable. ¿Y tú?

Fernando: Sí, y además va a seguir.

¿Otros 10 años?

Fernando: ¡Ni de coña

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