Fanfic Ulises y Ainhoa El Barco

seguidlo

siquelo que esta genial

esta muy bien siguelo cuando pueda xfa
Besitos

Ulises se despertó en una habitación completamente blanca. Las paredes, el suelo, las estanterías... Hasta las sábanas de la cama eran blancas. Se levantó de un salto y empezó a investigar por el cuarto. Libros, cuadros, todo parecía normal. Pero, ¿dónde estaba? Julia les había confesado hacia menos de una semana que eran los únicos supervivientes. Sólo estaban ellos, pero, por lo que se ve, Julia estaba equivocada.
De repente, un hombre entró en la habitación con una pistola en la mano izquierda y una manzana en la derecha. Ulises se hizo el dormido y cuando el hombre se dio la vuelta para irse se echó sobre él dándole un golpe muy fuerte en la cabeza. El hombre cayó al suelo. Ulises le cogió la pistola y las llaves que traía para abrir y cerrar la puerta de salida.
Iba a salir y de repente vio la manzana roja que traía aquel pobre hombre para que comiera algo.
"La manzana te la puedes quedar tu" -pensó.



En el barco, Ainhoa ya estaba empezando a despertarse. Había pasado una noche muy rara, así que cuando sonó el despertador a las 9 de la mañana, decidió apagarlo y seguir durmiendo. De repente se acordó de lo que pasó esa noche y se levantó rápidamente, aunque seguía sentada en la cama. Tenía la respiración bastante acelerada.
-Ulises. -dijo asustada.
Bajó las escaleras de su litera y vio que estaba sola en el camarote. No sabía si salir o no, ya que Gamboa podría estar esperándola en algún lado. Pese a esto, optó por la primera opción.
Salió del camarote.
Fue corriendo hacia la sala de mandos para buscar a su padre, pero no estaba allí. Pensó en que quizás podría estar en su camarote con Valeria jugando o con De la Cuadra hablando de temas del barco. Bajó corriendo las escaleras, pero cuando llegó al pasillo del camarote de su padre, pensó que ese también era el pasillo del camarote de Gamboa. Redujo la velocidad, y cuando pasó por delante de la puerta del camarote de Gamboa la redujo más aún. Pero no hacer ruido no le sirvió de nada. Un brazo fuerte la agarró por la cintura, obligando a Ainhoa a entrar en el camarote de... Gamboa. Levantó la mirada asustada, pero intentó disimularlo.
-¿Qué quieres? No quiero verte la cara, así que déjame en paz.
Ainhoa se dio la vuelta en dirección a la puerta, pero Gamboa fue más rápido que ella y consiguió cerrar la puerta con llave antes de que saliera.
-Esta vez, no está tu príncipe azul para salvarte del malo del cuento. -dijo Gamboa.
A Ainhoa se le cambió la cara por completo.
-¿Dónde está? ¿Qué has hecho con él? -dijo Ainhoa con los ojos mojados.
-Ya no está, así de simple. Así que ya puedes empezar a olvidarte de él. -le respondió Gamboa bastante serio.
-¡Que me digas dónde está! -dijo Ainhoa gritandole.
-Eh, conmigo te tranquilizas. Mira, si te soy sincero, Ulises puede volver...
Con una condición.
-¿Cuál? -preguntó Ainhoa.
-Si vuelve, no podrás estar con él. Ni con nadie más.
-¿Cómo? -preguntó Ainhoa levantando una ceja.
-Lo que has oído. -respondió Gamboa.
-Pero, ¿por qué? ¿Qué mas te da a ti que esté o no con alguien? Si no voy a estar contigo. -dijo Ainhoa.
-Es cierto, no te voy a obligar a estar conmigo. Pero cuando te veas sola, tendrás que acudir a mi, soy tu única opción si quieres que Ulises vuelva. Claro, que si Ulises vuelve, y os veo juntos. Pagaras las consecuencias. Tú, Ulises y tu hermanita pequeña.
Ainhoa empezó a llorar, pero entre lágrimas, dijo que si.
-De acuerdo, ahora vete que tengo cosas que hacer.
Gamboa cogió del brazo a Ainhoa de mala manera haciéndole daño y la echo del camarote.
Se aseguró de que no había nadie en el pasillo y entonces cerró la puerta con llave. Rebuscó entre uno de los cajones y, de un doble fondo, cogió una especie de teléfono, aunque era el triple de gordo que un Iphone. Lo encendió.
-Aquí Gamboa, ¿me reciben? Cambio.
-Aquí el submarino, hable Gamboa. -le respondió una voz femenina.
-¿Tenéis al chico? -preguntó Gamboa.
-Sí, encontramos su cuerpo flotando justo en las coordenadas que nos dijiste.
-Perfecto. Cuando querías lo devolveis al Estrella. Por aquí ya está todo en orden. -dijo Gamboa.
-En una hora le dejamos delante. Cambio y corto.
Gamboa apagó el teléfono, lo volvió a esconder y se fue a dar clase de supervivencia.



Ulises salió de la habitación. Era un pasillo normal. Miró de derecha a izquierda y, cuando se aseguró de que no había nadie, dio un par de pasos. Empezó a caminar pensando que no había nadie, pero no fue así. La misma voz femenina que le había hablado antes a Gamboa empezó a escucharse detrás de la nuca de Ulises.
-¿Quién eres tú? -dijo seria.
Ulises se quedó callado.
La rubia cogió un walkie de su bolsillo.
-Cogedle. -ordenó.
Dos hombres armados bastante mejor que Ulises le sorprendieron por la espalda. Lo cogieron y le pusieron un paño mojado tapandole la boca y la nariz. Ulises empezó a marearse hasta que se durmió.

muy bonito continualo

esta muy bien siguelo cuando puedas , xfa
besitos

¿ Puedes seguirlo ?

que alguien lo sigaa que estaba genial el fic :)))

Por favor, síguelo que esta interesante. :)