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FanFic Ricardo Y Julia - El destino nos ha unido. Usted es la persona más importante en el mundo para mi

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RicarJulista99
RicarJulista99
02/03/2012 16:42
Hola me llamo María y tengo 14 años, tengo algunos Fics hechos ya. Pero quiero hacer otro porque me he inventado otra historia de Ricardo y Julia. Os cuento un poco del lugar donde estan, quien lo explica y todo... Resumido. Luego lo empiezo.


Julia vive en Barcelona, su familia son su madre Alicia y su hermano y hermana gemelos de 15 años. Oscar y Paula. Son muy pesados y con eso de la adolescencia es tan aun peor, pero entre ellos tres se quieren, a pesar de que algunas veces se peleen constantemente. Pero en el fondo se quieren mucho. Esta joven de 34 años es doctora y además profesora de biología bioquímica marina es muy inteligente, divertida aunque reservada. Y hace unos mesos su novio Andrés la dejó. Ni si quiera ella sabe bien el porque de su ruptura, aún así ella sigue feliz pues tiene lo que mas quiere. Su familia, amigos, trabajo y sobretodo sobretodo felicidad. Lo único malo de esto es que Julia se encuentra en un Proyecto, el Proyecto Alejandría. Su novio Philippe la metió en aquel lio. Y ahora no puede abandonar. Pero sabe que todo saldrá bien. La doctora tiene que ir a un barco. Hacer cumplir con su misión y volver en unos meses de nuevo. Sus hermanos se irán con ella, para aprender cosas nuevas. Alicia, su madre se quedará en tierra. Se echarán mucho de menos, pero saben que en cuanto acaben el trayecto se volverán a ver todos, unidos de nuevo como una familia. Julia a prometido a su madre que cuidará de sus hermanos con su vida si hace falta, y que le enviará mensajes en cada parada que haga en el puerto con el barco.

Ricardo es un hombre de 42 años capitán de un hermoso buque escuela llamado Estrella Polar. Recientemente a perdido a su mujer, Marisa. Y sus hijas Ainhoa y Valeria han sufrido mucho por la muerte de su madre. Pero el apoyo que hay entre ambas y su relación como hermanas las ha hecho mas fuertes. Y ahora su padre estaba con ellas y eso las hacía aun mas feliz de lo que eran. Dentro de una semana embarcarían en el buque escuela con su padre. El quería renunciar a su cargo como capitán, pero sus hijas no se lo permitieron, sabían que aquello era parte de su vida, y además unas vacaciones vendrían genial ¿No?.


Esta es mi pequeña introducción de mi historia de Ricardo y Julia. Como podréis haber leído hay algunos nuevos personajes. A medida que pasen los capítulos en este Fic, iremos viendo los de la serie. No incluiré a ninguno mas, solo a la familia de Julia como nuevos personajes, ninguno mas. Enfin espero que os guste. BESOS!! <3
#21
sarafrubias
sarafrubias
02/04/2012 17:40
Me encanta maria!!! la espera siempre merece la pena :) aunque aya otro fic Jejeje pero escribes super bien :)
#22
RicarJulista99
RicarJulista99
02/04/2012 19:51
Me alegro que te guste además tengo una sorpresa y no os hare esperar mucho para el beso. Enfin gracias por leerlo y bueno k en cuanto pueda lo sigo que ahora no he tenido tiempo... Enfin.. Gracias por todo y besazos cuidate mucho!!<3<3<3<3
#23
RicarJulista99
RicarJulista99
04/04/2012 11:24
- Esto no es un hotel de cinco estrellas. Aqui no van a tener a mamaita para que limpie su mierda. Aquí lo mas parecido a una madre soy yo. Así que procuren no tocarme mucho las pelotas. Vamos circulen - Decía con una voz de poder un Julián que se sentía fuerte y con ganas de emprender un viaje. - El cojo, que venga para acá. Dejen paso al cojo! - Decía mientras se fumaba un puro. - Este señor de aquí nos llevo a juicio por discriminación pero como estará comprobando aquí no tenemos ni rampas, ni ascensores para minusvalidos.
- No soy minusvalido señor. Solo tengo mobilidad reducida en grado 3 - Se justifico Ramiro, un chico de pelo marrón y ojos marrones, con una estatura media, que no podía andar con facilidad. Pero que aún así tiene un corazón muy grande, pero nunca lo suele dar a luz. Puesto que prefiere resguardarse en su caparazón. Sin que nadie vea su interior. Más adelante este chico seria una de las claves para salvar alguno de los problemas del barco.
- Muy bien, pues mucho mejor. - Y ahora dirigiendose a todos prosiguió. - A partir de ahora nos turnaremos para darle la manita en el baño turco. - Ahora se encontraban en el baño.

- Como ven no hay baños turcos. Los baños son mixtos. - Al decir esto, algunos se les dibujo una sonrisa en la cara, otros no tanto, tenían que compartir con los chicos y eso no les hacia mucha gracia. Aunque a Piti, le parecía perfecto. - Con vientos rechinados de fuerza siete. Encontraran las tapas como
los humedales de la albufera. Así que no se me pongan milindris.
- Se supone que tenemos que compartir las duchas. - Dijo un poco cabreada Vilma. Vilma es mas o menos rubia de ojos negros. Ella es una chica fuerte, aunque por dentro es muy frágil y sensible. Nunca ha buscado un principe azul. Su esquema era de una noche, pero eso cambiaria muy pronto. Además en su vientre nacía una vida, que dentro de unos mesees daría a luz.

- Vamos a ver las recatadas aquí y el cura tienen algún problema, se pueden duchar con las luces apagadas a las cuatro de la mañana, despejen, despejen.
- Nos vamos ha artar de ver culos - Dijo Piti a unos compañeros que había conocido, de los cuales se había hecho amigo enseguida.

El segundo oficial ahora les dirigia a la clase. Dónde aprenderian muchas cosas, y compartirian momentos inolvidables.

- Buenas Gamboa - Dijo saludando a Ernesto Gamboa, facilitador de Julia. Este hombre no tiene ningún tipo de escrupulos. Además es infiltrado en el barco. Ya que el no tenía plaza. Mató a un hombre para conseguirla. Este hombre desde pequeñito su padre le enseñó que el mundo no le ayudaria en nada, que el tenía que dar la espalda al mundo y no ayudar a la humanidad, porque tampoco ella lo haría. El solo tenía esto en mente. Además Gamboa era un hombre fuerte y con un débil acento, al cual hacía poco su familia había muerto en un accidente, que más adelante descubriremos los detalles. - Vamos, dentro, brillo, brillo. No se me amontonen. Dejen paso al cojo, porfavor. Asistirán a clase de nueve a cinco con un recreo de quinze minutos. Las primeras semanas podrán aprovechar para ir a vomitar a cubierta. - Se fueron de allí, camino a la lavanderia, dónde limpiarian su ropa.


- Y aquí, es donde van a lavar las vomitonas, las tangas y los palominos. - Algunos de los presentes se rieron con esto último. - En este barco no se hacen coladas de lenceria fina y seda. Cargas máximas. Seis quilos. - Dijo mientras le daba un golpe a la lavadora. - Vamonos.


- Vamos, vamos que no tenemos todo el día. - El pitido de un timbre infantil, interrumpió todos los pensamientos del lugar. - Valeria hija. - Dijo en un susurro que era casi inentendible. - Haber abran paso, porfavor. - La niñita seguía tocando el timbre. Mientras pasaba por un pasillo que ahora se había formado. En la cara de los jóvenes se formo una sonrisa al verla pasar por allí. Era tan dulce la hija del capitán. - Venga, venga que ya se ha acabado el Tour de Francia.


Llegaron a sala de maquinas, dónde Julián les hizo una breve explicación de todo. Y como no Piti tenía que hacer una de sus bromas. Pero a De la Cuadra, no le hizo ninguna gracia, y se dirigió a el dandole un golpe en la cabeza, el cual se le cayó el chicle que horas antes le había colocado el mismo por haberlo lanzado.


Ahora se situaban en el comedor. Era mas o menos grande. Con unas ocho mesas compartidas, y una que era la oficial. Dónde se sentaría el capitán, Julián, Valeria, y más gente importante del barco.
#24
RicarJulista99
RicarJulista99
04/04/2012 11:25
- Desayunos a las ocho. Comidas a la una y cenas a las ocho. Siempre en dos turnos. - Hay tienen en club, aquí el comedor, y allí la cocina, bunquer de nuestra cocinera. El sargento de hierro de la marineria. Vamos!! - Dijo gritando esto último.

- Una cosa les aviso, aquí no se abre la nevera a media tarde, os esperais a la cena. - Entró en la cocina, donde se encontró a una divertida Salomé.
- Pasa pa' allá. Y dejame sitio que esta cocina es mia. Está cocina está abierta las 24 horas. Y se agradece que vengais a por una manzanilla o un chocolate o un cotilleo. - A los alumnos se les dibujó una sonrisa. Por fin alguien agradable. Aunque les quedaba por descubrir muuucha gente del barco.
- Mi nombre es Salomé - Dijo presentandose. - Bienvenidos. - Los chicos empezaron a saludarle con voz dulce, mientras sonreian. Se veía que la cocinera era una persona agradable y muy simpática. A diferencia de lo que aparentaba Julián. Pero esas espectativas de todos cambiarian con los dos meses de viaje que les quedaban. O almenos eso creían.

El segundo oficial, cansado se fue por la puerta, pero se vió interrumpido por Salomé.

- ¿Pero dónde vas tan rápido? Que en mi cocina no se fuma. - Le dijo mientras le quitaba el puro. Todos contamplaban la escena sonriendo. Eran tal para cual. Y les hacía mucha gracia verlos así. "Peleándose" - Que te lo tengo dicho mil veces, leñe. Pasa pa' fuera. Venga Fu, Fu, Fu. - Gritaba - Fuera!!
- Venga, ¿que miran? vamos pa' otro lao. - Pero otra vez de nuevo, le interrumpieron. Esta vez una tercera persona que había llegado nueva.
- Hoeriajsoaejr, me ataca un pulpo. - Decía Burbuja mientras se caía al suelo. Riendose a mas no poder. Este hombre que había aparecido de la nada era Burbuja, un hombre que meses antes había sufrido un ataque. Y que le había proporcionado una burbuja en el cerebro. Cosa que lo hacía pensar como un niño. Pero no lo era. También era el hermano de Salomé. Pero eso nadie de allí lo sabía. Además a este le cuesta hablar y tartamudea.
- Anda Burbuja, no juegues con la comida. ¿Que te tengo dicho? - La cocinera le ayudó a levantarle. ç
- Diles hola, Burbuja.
- Hola Burbuja. - Todos los de allí se reían. Pero no de el. Sino con el.


Todos se fueron menos Ainhoa que se quedó hablando con la cocinera. La ruta siguió hasta el comedor, dónde allí sus maletas fueron revisadas una a una por el capitán. Tirando las pertenencias que para ellos no servian nada. Como raquetas, pelotas, Planchas para el pelo, Sandwicheras...

Al terminar de todo esto el capitán hizo su presentación...

- Bienvenidos a bordo. Hemos tenido que embarcar unos días antes. Pero quiero decirles que esta experiencia merece la pena. Y que aprenderán muchas cosas. Me presento. Mi nombre es Ricardo Montero. Y seré su capitán en el buque - escuela, estrella Polar, durante los próximos dos meses. Les han dado una beca por sus expedientes. Pero sus curriculums no les van a servir de mucho a tres mil millas. - Decía un frio capitán. Cuando vuelvan serán mucho mejores de lo que son ahora. Habrán aprendido a convivir a conocerse y sobretodo a respetarse. Ocupen sus camarotes, tomense el resto de la tarde libre. Y... les espero a las ocho de la noche en la cena de gala. - Ahora estaba mucho mejor sabía que todo iba a ir bien, y no había porque preocuparse de que algo saliera mal. Porque seguro que se solucionaba. Además le llenaba de alegría verlos tan felices y no podía arrebarles esa sonrisa, porque a el le llenaba de alegria, porque sabía que lo estaba haciendo bien.
#25
RicarJulista99
RicarJulista99
04/04/2012 11:26
Hay muchas partes parecidas a las del barco, pero es que me parecen muy buenas como para quitarlas. Así que he decidido poner este trozo, pero las coincidencias solo seran aquí y en algunas cosas más. Pero por lo demás todo será inventado. Ahora si puedo pongo otro trozo. ENFIN BESAZOS! :) <3
#26
RicarJulista99
RicarJulista99
04/04/2012 12:00
En un camarote del barco, algo iba mal. Un chica estaba muy preocupada. ¿Saldrían bien las cosas? Se preguntaba a ella misma. Esa no era otra que Julia. La cual recibió un mensaje en un ordenador. Al darle al botón para abrirlo su corazón latia con mas intensidad.

En el e-mail ponía:

"Querida doctora, su familia está bien. Sus hermanos han sido enviados al barco, y su madre está con nosotros. Ya que forma parte del Proyecto. Si no se lo cree, coja el albúm de fotos suyo, y busque en la página quinze, en una de las fotos encontrará una nueva foto, en ella podrá ver que su madre pertenecía al proyecto. Ella permanecerá con nosotros durante todo su viaje. Y no olvide su misión. Caerle bien al capitán para conducirle hasta las coordenadas exactas. Por si sucede algo malo.

Un saludo muy cordial. Tom. "


Julia se fue corriendo ha abrir las maletas. Rebuscando, y rebuscando encontró lo que buscaba, el albúm de fotos.

- Página quinze, página quinze - Se repetía en voz alta. - Aquí está. - Sacó todas y cada una de las fotos de esa página... Y en la cuarta imagen, se llevó una sorpresa. Tal y como le habían dicho. Una imagen de su madre, se podía apreciar el simbolo de el proyecto. También en la fotografía se veía a Andrés y Alicia dandosela mano. No se lo podía creer. Otro mensaje recibido interrumpió en los pensamientos de Julia. Era una videollamada con su madre.

- Ma... Ma... Mamá... - Dijo casi con lágrimas en los ojos. - Pero... ¿Porque tu? No lo entiendo.
- Calma hija, calma. Te explicaré todo lo que pueda y me preguntes. ¿Vale? No llores porfavor.
- Mi pregunta es.... ¿Que haces en el proyecto? Es mezquino. Y peligroso. No deberias estar ahí. Te pueden matar.... - Esto último le costó mucho decirlo.
- Hace un año y medio yo trabajaba en la universidad, como científica, no se si te acordarás. Bueno, el caso, que allí conozí a un hombre. Que me preguntó si era experta en varias cosas. Muy complicadas de explicarte. Yo le respondí que si. Entonces me preguntó si quería un nuevo trabajo, dónde cobraria mucho dinero, muchos ceros despues del uno... Muchos. Y que además estaría ayudando a la ciéncia. Yo acepté el trabajo. Sin saber bien de que se trataba. Al llegar firmé unos papeles. Que los leí a la perfección. En ellos pondría que sería uno de los cerebros más importantes junto a otro hombre. Que no recuerdo bien el nombre. Y bueno, que decirte. Que yo ayudé al hombre a "inventar" el acelerador de particulas. Hize todas las investigaciones necesarias y alfinal después de diez meses lo conseguimos. Construyeron el acelerador de partículas, mientras el hombre y yo creabamos un protocolo de emergencia, por si algo grave ocurría. Pero tranquila solo hay una posibilidad entre un millón. - Las lágrimas de Julia resbalaban por sus mejillas. Tanto tiempo ocultandole esta información. No tenía duda de lo que decía pero ahora tenía una gran pregunta. Una que ni ella misma quería saberla. Pero la necesitaba, sino todo lo que había ocurrido meses antes había sido cosa de una sola persona.
- Mama. Una cosa más. Entonces, si tu inventastes esto... Yo... Yo fui como un titere, ¿y por eso me acogieron tan rápido en el proyecto, por que era hija de una de las creadoras? Es decir, ¿tu me metistes en este problema?
- Hija, solamente te diré una cosa. Lleva mucho cuidado con lo que haces. Y sobretodo haz lo que te han dicho, porque sino algo puede salir mal.
- Pero... Si solo hay una posibilidad entre un millón. A menos que algo haya salido mal. - De fondo se oían algunas voces, pero ahora no importaba. La comunicación se cortó y la doctora se derrumbo. ¿Y si todo lo que había sucedido hacia semanas era gracias o mas bien dicho por culpa de su madre? ¿Y si algo salía mal? ¿Porque su madre había insistido tanto en que fuera a las coordenadas? ¿Es que acaso algo iba mal por allí, en Ginebra? - Eran algunas de las preguntas que inundaban la mente de Julia. Cada minuto era peor, y ahora lo único que podía hacer era esperar algun aviso de la base.


(Toc, Toc)

- Soy yo, el capitán. - Dijo mientras picaba a la puerta de Wilson.
- Adelante. - Le ordenó. Después de recoger todo el material del proyecto.
- Hola... doctora ... - Sus palabras salían a tropezones de la boca. Le costaba decir todo.
- Hola capitán. - Dijo con voz firme y sin duda alguna de lo que hacía.
- Venía a pedirle perdón por lo de antes. Creo que no hemo empezado con muy bien pie.
- No pasa nada. Yo también he sido un poco estúpida.
- Oh, no porfavor, no se eche las culpas. Yo soy el culpable. No debería haberla tratado así. ¿Me perdona?
- Claro. - Y se fue de aquella habitación. Lo cual dejó un poco descolocada a la chica. No entendia nada. Se había ido sin despedirse...

(Toc, Toc)

- ¿Se puede? - Preguntó Ricardo con una voz pícara.
- Si, adelante. - Y el hombre abrió la puerta, mientras entraba en el camarote.
- Hola, me presento. Soy el capitán Ricardo Montero. - Dijo ofreciendole la mano.
- Hola, yo soy Julia Wilson, doctora de este barco. Y también profesora. - Aceptó la mano, a la par que se reía. Que sentido del humor tenía el capitán. Era tan gracioso. Pero eso le gustaba de el. Y sabía que después de todo no se llevarian tan mal.
- Encantado.
- Encantada de haberlo conocido capitán.

Ambos estallaron a risas. Sin saberlo ni quererlo ahora se sentían genial allí. Y sabían que la otra persona, después de todo no era tan mala como pensaban.

- También quería decirle que esta noche hay cena de gala. Así que, bueno... - Que tonto, pensó el. A veces, no se lo podía creer pero era cierto, era completamente idiota. Seguramente ya lo sabría. Aunque este no se esperaba la respuesta de la joven.
- Ahh... No tenía ni idea. Gracias por avisar, porque me imagino la escena, todos ahí bien guapos, y elegantes, y yo con unos pantalones cortos y una camisa... - Ambos sonrieron mientras se miraban a los ojos.
- Enfin, me tengo que ir a preparar. Un placer conocerla. ¿Eh? - Dijo mientras le sonreía dulcemente.
- Adiós. Hasta ahora. Ah!! Igualmente. - Sonreía como una tonta. Y no sabía bien el porque pero empezaba a caerle fantásticamente bien el hombre.

Pero lo que ellos no sabían era que dentro de unas horas se volverían a llevar mal. Solo el destino decidiria que hacer. Y lo que hacía el destino, era cosa del destino... :)


Bueno, BESAZOS A TODAS!! Y... sobretodo CUIDAOS MUCHO!! <3
Cuando pueda pongo el siguiente trozo!! :) <3
#27
sarafrubias
sarafrubias
05/04/2012 14:04
Omm!! Jejeje Me a encantado cuando Ricardo se va i vuelve a entrar :) ME ENCATAAA MARIAA Jejeje cuando puedas sigues :) Y que sorpresa tienesss ehhh no nos hagas esperar tanto :)
#28
RicarJulista99
RicarJulista99
05/04/2012 17:52
La hora de la cena de gala...

Bienvenidos a lo que será la primera cena todos juntos en el barco. Es una noche muy especial. Puesto que en los dos meses que queda compartiremos miles de experiencias, aprenderemos muchas cosas nuevas, nos cuidaremos los unos a los otros. Pero sobretodo aprenderemos a convivir en familia. Y seguro que algun día tenemos conflictos los unos con los otros, pero seguro que lo superaremos juntos. Tenemos que ser como una familia. Y deseo que los dos meses que nos quedan aquí nos vayan GENIAL. Y ahora a disfrutar de la cena. Que Salomé se ha esforzado mucho. Alé todos a disfrutar de la cena. - Todos los tripulantes empezaron a aplaudir. Las mejillas de Ricardo empezarón a cojer un color rojo. Pero se dirigió hacia su sitio. Donde también se encontraba Salome, Julián, Valeria y Ainhoa.

El transcurso de la cena fue genial. Ricardo alguna vez que otra dirigia su mirada hacía la guapisima doctora. Que tenía un traje palabra de honor de color rojo, a conjunto con unos zapatos de tacón del mismo color que el vestido. Julia también le miraba, y le parecía bastante atractivo. Incluso se podría decir que le gustaba un poco.


Las miradas se cruzaron unas cuatro o cinco veces a lo largo de la cena. Pero la última fue algo increible. Se estuvieron mirando el uno al otro durantemas de diez minutos. Se fijaban en cada detalle de la otra persona. Pero algo no iba mal en el salón....



- Ayuda, doctora. Tenemos un problema, ayuda...




.... Continuará.... <3
#29
sarafrubias
sarafrubias
08/04/2012 19:00
Aiiii!!! Pero como lo dejas asi joder... Madre las miradas que hay entre ellos por favor sigue que esta muy interesante :)

UN besoooo :)
#30
RicarJulista99
RicarJulista99
30/04/2012 11:30
Tendido en el suelo, se encontraba un derrotado Julián, el cual estaba sufriendo unos dolores terribles en el estómago. La joven doctora estaba ausente, había entrado en un estado de shock, en el que nadie podía hacer nada, para hacerla volver. Una voz gritaba su nombre, sin apenas resultado. Wilson solo podía mirar fijamente al hombre que se encontraba en el suelo, en esos momentos odiaba ser doctora. El comedor había entrado en un pánico enorme, en el que solo un grito pudo interrumpir. Y no fue otro que el del capitán.

- Llevadlo a la enfermería, rápido, rápido... - Empezó a gritar Julia.
- Venga, no lo habéis oido, va, va - Decía asustada Salomé.

Dos hombres y el capitán cogieron a De La Cuadra, y lo llevaron a la enfermería. Dónde la doctora le sometía a muchas pruebas, en la sala se encontraban: Salomé, Ricardo y por supuesto Julia, aunque había algún que otro curioso que se asomaba a la habitación... Después de dos horas y media la doctora se dirigió al capitán con voz dulce y angelical, pero a la vez un poco sensual, ambos notaron una tensión por la otra persona, pero ninguno quería decirlo.

- Tiene apendicitis, o eso parece, lo único que puedo hacer es operarle. ¿Que hacemos?
- Yo creo que si lo único que hay que hacer es operar... pues operarlo. ¿Podrá hacerlo no?
- Pues claro que podré, no soy una enfermera inútil e incompetente... - Ahora su tono era distinto, como si se llevará horriblemente mal con el. Solo ella sabía el motivo de el porqué actuaba así cada vez que alguien le preguntaba si podría hacerlo bien... Algo del pasado le revolvía, y muy pronto, ese secreto saldría a la luz.
- Lo siento no quería molestarle y menos insultarle, ni retraerle si hace bien o no su trabajo.
- No, la que lo siente soy yo, no debería haberle hablado así. Si me permite, voy a operar a su amigo. - Y se alejó de este que ahora estaba un poco ausente, no sabía el porqué de ese minienfado, pero lo descubriría...


Pasaban los minutos, y los minutos en aquella sala, y nada, solo alguna gota de sudor resbalaba por la frente de la doctora, el ambiente en aquella sala era tenso, y todos los movimientos que hacían eran silenciosos y cuidadosos, intentando no hacer ni el más mínimo ruido.

- Ya está, he terminado, en un par de horas como mucho se despertará.
- Buen trabajo Julia. - Dijo entusiasmada Salomé, mientras le abrazaba.
- Si, buen trabajo. Me alegro que todo haya salido genial. - Interrumpió Ricardo.
- Bueno, lo siento debo irme, en cuanto se despierte me avisáis, estaré en mi cuarto. - Y se fue por la puerta, mientras el capitán volvía a interrumpir.
- Bueno, lo siento yo también pero me tengo que ir, adiós. Cuídate mucho vale. - Y se acercó a ella y le besó suavemente la mejilla.


La hora de la gala había llegado y todos se habían puesto sus mejores trajes de gala. Y una música suave y elegante, empezaba a sonar de fondo. Los preparativos de la cena, junto a la comida ya estaban preparados, y el capitán aún seguía en el camarote, escogiendo que corbata se ponía.

- Ainhoa ven aquí por favor. - Su hija acudió a este, que estaba vestido con un traje negro precioso, con unos zapatos del mismo color. Lo único que le faltaba era la corbata, y quería que sus hijas le ayudaran con esa decisión.
- Dime papá, ¿Que quieres?
- ¿Que corbata me pongo?
- Mmmm... Yo creo que la azul te quedaría mejor... Pruebatela, ya verás que te queda bien. - El capitán se la puso... Le quedaba sumamente bien, le hacia más elegante y más atractivo.
- Ya se porqué te preocupas tanto por como vas, y toda la colonia que te echas... Que se huele desde lejos...
- No se de que me estás hablando. - Las mejillas del capitán se enrojecieron y se volvieron de un color muy rojo. El no quería hablar de eso, sabía de sobras por quien estaba así de rojo y tímido.
- Pero yo si... - Una sonrisa pícara salio de sus comisuras, haciendo que Ricardo estuviera más nervioso aún. - Y esa personita que tanto te hace ponerte nervioso se llama Julia...
- Pero que tonterias dices hija, ¿Yo y Julia? Eso es imposible. Si nos llevamos mas o menos mal...
- Si bueno, lo que digas, todo lo que tu digas... - Pero ella no se daba por vencida, quería que su padre admitiera lo que sentía por Julia, aunque fuera poco, pero quería saberlo.
- Dime la verdad... Puedes confiar en mi. Va papá, si se te nota a kilómetros. Confiesa, confiesa, confiesa...
- Vale... Te voy a decir la verdad. Si, si y si, me gusta Julia, y es que no se que me pasa, desde que la vi en aquel puerto supe que era la adecuada. No se, es algo raro, no se como explicarlo...
- Papá. Yo se que es eso. - Interrumpió su hija.
- Yo no... - Dijo con la mirada perdida en el universo, estaba seguro de que la quería pero no si era malo lo que sentía o no.
- Se llama Amor, y no es nada malo, al revés, es bueno, y más si lo que sientes es verdadero.
- Y... ¿Que debo hacer, esperar? - El seguía preocupado, el sabía que esperaría, porqué no se veía capaz.
- Lo que vas a hacer hoy, es acercarte más a ella, confiar en ella, y sobretodo hacer que ella confie en ti, baila con ella, pasa tiempo con ella.
- Lo haré...



... Continuará... Siento la espera, es que no tengo tiempo... :'(
Y encima hoy tampoco es que tenga mucho, últimamente tengo mucho ajetreo, es el último trimestre y me mandan muchísimos deberes y trabajos... Enfin, espero que os haya gustado y en cuanto pueda sigo!! :) <3 BESAZOS!!
#31
sarafrubias
sarafrubias
02/05/2012 19:09
Menudo final!!! Toma ya :) Tengo una sonrisita en la cara que no me la quita ni mi madre que siempre me dice ya estas con el barco!!! Ahora si que quiero leer el siguiente :) Yaaaaaaaaaaaa
#32
RicarJulista99
RicarJulista99
23/05/2012 18:01
MIL PERDONES, pero... MIL, y MIL, y MILLÓN de perdones... :(
Tenía el trozo desde hace mucho tiempo, pero entre que no me acordaba y que no tenía tiempo para conectarme se me ha ido, y hace una semana que lo quiero poner, pero esk he empezado los exámenes finales, hasta este viernes, dudo que lo pueda poner... :(
Enfin, BESAZOS a TODAS, y gracias por leerle el fic.
#33
RicarJulista99
RicarJulista99
16/07/2012 21:06
Hola chicos y chicas después de dos mesecitos (MIL PERDONES) Ya lo tengo todo escrito, mañana, si puedo, si puedo, solo si puedo. (No prometo nada) Lo colgaré todo. Besos a todos, y sobretodo CUIDAOS MUCHO! <3
#34
RicarJulista99
RicarJulista99
17/07/2012 15:21
Todos los presentes en el comedor dirigieron sus miradas al hombre que ahora llegaba al lugar. Un PERFECTO capitán se encontraba allí, buscando entre la tripulación a su querida doctora. Aunque hacía poco que se conocían sabía que era PERFECTA para el ... No sabía el porque pero lo sentía.
Se dirigió hacia la barra donde se encontraban muchas bebidas, entre las cuales habían Coca Colas, Fantas, Malibú, Ron, Whisky. Bueno alcohol y otras bebidas. El capitán jugaba con la copa, pero sin que se rompiera, claro. Su cabeza daba miles y miles de vueltas, que podría hacer acercarse a ella, o mejor esperar a que todo fuera un poco más en la intimidad. ¿Y si le ofrecía un baile? Lo intentaría. Sin nada que hacer allí estaba dispuesto a irse cuando de pronto, allí estaba ella, con un traje precioso rosa a juego con sus labios. La dulce y joven doctora, a la cual tanto se había enamorado, solo con unas horas, y ya sentía tanto. Quería conocerla poco a poco, saber todo de ella, aunque despacio, muy despacio. Aunque la travesía no era para siempre. Solo unos meses y ya está. Aunque nunca se sabe, dos meses son muchos meses. Y más con todas las "aventuras" que quedaban por vivir en el Estrella Polar.

Julia caminaba con pasos lentos, sin saber bien a donde ir, estaba nerviosa, dentro de poco la conexión con su madre volvería, y podría hablar de nuevo con ella. Bueno, además el acelerador de partículas se ponía en marcha, y tendría que irse de allí. Y ahora tampoco es que hiciera mucha cosa allí, o al menos, de momento.

Sus pasos no tenían ninguna dirección, así que después de darle muchas vueltas a su cabeza se dirigió a una silla y se sentó, esperando ver alguna cara conocida o alguien a quien poder hablar. Los minutos iban pasando y nada, ni al capitán tampoco quería acercarse a ella. Siempre estaba atenta a todo, a las personas que llegaban, a las que se iban, a las que hablaban, las que bebian, las que bailaban o incluso las que se abrazaban o besaban. Los veía tan felices, y ella como una tonta sonreía, no sabía el porque, quizá porque ella tenía una mala intuición y no quería darle demasiada importancia o porque simplemente le gustaba.

- Papa, papa. - Decía una angelical voz. - ¿No vas a bailar?
- Hola cariño. Bueno, es que no se, estaba pensando y es que solo quiero bailar con princesitas como tú. - El hombre cogió a la niña en brazos y sonrió como a tanto le gustaba a la niña.
- ¿Puedo ir con Burbuja? - Dijo la niña a la vez que ponía morros, era tan dulce y tan pequeñita, pero a la vez guapisima, como una miniprincesita. Era una de las niñas mas bonitas que había visto, y no solo por ser su hija, sino porque realmente lo era. Rubia con unos ojos azules parecidos a los de su padre. Solo que los del capitán eran más profundos, con más intensidad que los de la peque. No muy lejos de allí una chica los miraba, con una sonrisa en su comisura, pero era de alegría, de emoción y sobretodo porque aquella imagen era muy tierna. Esa no era otra persona que la doctora. Seguía mirándolos, y alguien interrumpió en los miles de pensamientos que tenía Julia. La culpable, por así decirlo, era Salomé. Esa cocinera que hacía poco que la conocía pero que le había ido cogiendo confianza.

- Hola Julia, ¿interrumpo algo? - Dijo con todo su morro Salomé, aunque por parte era así. Estaba interrumpiendo, pero a la chica no le importaba.
- Oh! No, tranquila, es que estaba pensando. - La miraba de reojo, intentando no mirarla a los ojos, no quería ya que algunas lágrimas rozaban sus mejillas con delicadeza. Y como no, la cocinera se dio cuenta de ello.
- ¿Cariño que te pasa? - Dijo con tono de preocupación a la par que le hacía girar la cabeza, con suma delicadeza, claro.
- Nada, no es nada. Es un cúmulo de cosas, tranquila, estoy bien. Gracias, Salomé, muchas gracias. - Mientras se quitaba las lágrimas de sus ojos.



Por la tarde (Más tarde aún sigo) Me tengo que ir YA! :D Besos a TODOS! <3
#35
RicarJulista99
RicarJulista99
17/07/2012 22:28
No lo he seguido, porque he ido a la piscinita! :D Besos a todas! Un saludo y un GRAN ABRAZO a TODAS! <3
#36
RicarJulista99
RicarJulista99
18/07/2012 22:33
El capitulo que colgaré o lo intentaré mañana es bastante importante y marcará el inicio de esta relación :D Jeje. Enfin, besos a todos! <3
#37
ricarjulista14
ricarjulista14
19/07/2012 12:45
Me va a dar algo! Quiero ver el siguiente, principio de la relación! Seguro que es tan, tan gsgeirbrgsgshdd! NECESITO SIGUIENTE PARTE YA!!!
#38
irenee96
irenee96
20/07/2012 18:33
María lo acabo de leer y madre mía*-* Es genial enserio, hacía mucho que no leía fics la verdad y me has enganchado otra vez jajajajaja Esperamos ansiosos la siguiente parte:D
#39
RicarJulista99
RicarJulista99
24/07/2012 15:25
En cuanto pueda lo sigo, porque tengo toda las semanas ocupadas, por la mañana y la tarde, y la semana que viene. (Bueno, este Sábado) Me voy de colonias. Lo siento, besos a todas. (L) Os quiero mucho! <3
#40
RicarJulista99
RicarJulista99
21/10/2012 20:44
Dentro de una hora, hora y media la conexión se pondría en marcha. Y debería guiar el Estrella Polar hasta las coordenadas exactas, las cuales le indicaron.

- Julia, mírame por favor. - La chica giró su cabeza hasta encontrarse con los ojos amarronados de Salomé. - Vamos a hacer una cosa, vamos a salir a cubierta para que te de un poco el aire. ¿Te parece bien? - La doctora asintió con su cabeza

Ricardo miraba atento la conversación, y cuando las mujeres se pusieron en pie, el se marchó del comedor, dirigiéndose a la enfermería.

- Hola amigo. ¿Que tal, te encuentras mejor? - Preguntaba mientras se acercaba a la camilla en la que se encontraba tumbado.
- Si, aquí vamos, un poco aburrido. Espero recuperarme pronto porque quiero ponerme en marcha y dar algún que otro paseo por cubierta. Y volver a mi vida normal.
- Bueno, cuando te encuentres mejor, yo te acompañaré. ¿Vale? Pero mientras, quédate aquí. Yo me tengo que ir, lo siento. Si necesitas algo, lo que sea. Avísame por el Walkie. Toma. - Y le dio el aparato. - Cualquier cosa, ¿eh? Yo llevo el mio encima. Y no hagas el tonto. - Decía mientras le sonreía.
- A sus ordenes mi capitán. - Decía mientras se encuadraba. Ricardo le fulminó con su mirada penetrante, y se alejó de la sala. Poniendo marcha al puente de mando.


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- Julia, yo no te voy a presionar para que me lo cuentes. Y tampoco te preguntaré nada, solo te digo que puedes confiar en mi, que si me quieres hablar con alguien aquí me tienes, que soy de plena confianza. Yo no se lo contaré a nadie, sea lo que sea. - Y dejó de hablar, y centró su mirada en el horizonte.
- Salomé. - Su voz era tenue, apagada y apenas sin fuerzas.
- Dime cariño. - Ambas se miraron y la doctora estalló, tenía que explicárselo a alguien. ¿Y quién mejor que ella, la cocinera que tanto se había preocupado por ella, y por su estado de ánimo.
- Bueno, te lo voy a contar, pero júrame que no se lo dirás a nadie.
- Jurado, palabra de cocinera. - Decía mientras colocaba el meñique, estás se apretaron fuertemente los dedos y Wilson empezó a hablar.
- Estoy triste por muchas cosas, pero principalmente porque me siento sola, si, mis hermanos tenían que estar en el barco. Pero se han retrasado y hasta mañana no podrán venir. Y bueno, mi madre en tierra, en Ginebra. Sin noticias de ella, no se nada. Y yo aquí en este barco, nose Salomé, los echo de menos, siento que me falta algo. Y tengo un mal presentimiento. Tengo la sensación de que algo malo va a suceder... - Las lágrimas abundaban la dulce miel de los ojos de Julia. Y en sus preciosas y suaves mejillas, se resbalaban unas saladas gotas procedentes de las comisuras de los ojos. Estas caían hasta el frío suelo de cubierta. Emitiendo un golpe al chocar.
- Ehhh... Mírame, no va ocurrir nada malo, vale. Ya verás que todo sale bien que tus hermanos los verás mañana y te sentirás mucho mejor. Y por lo de la compañía, no te preocupes, que aquí me tienes para lo que te haga falta vale. Me puedes contar lo que quieras que yo chitón. Y si quieres algún café o manzanilla, ya sabes dónde estoy. Que en la cocina, son buenas las visitas. - Le sonrió y la doctora interrumpió.
- ¿De verás? - Ahora sonreía con más intensidad, aunque con delicadeza. Y se abrazó fuertemente a su nueva amiga.
- Y bueno, tu vida amorosa, que, ¿Cómo anda? ¿Tienes algún noviete por ahí? - Soltaron una carcajada muy sonora.
- No, no tengo. Tenía un novio, Philippe. Pero me engañó, y le dejé después de esos seis años juntos. Lo he pasado muy mal. He llorado tardes enteras por el. Y bueno, prefiero olvidar lo.
- Pues claro, di que si. Pero... ¿Ahora buscas algo, una relación sería? - Quería saberlo todo.
- Me encantaría, pero es que no ha surgido la ocasión y entre que no tengo tiempo, ando muy liada y siempre tengo trabajo que hacer, pues no he podido dedicarme a ello.
- Pero bueno, los dos meses digo yo que no pasará nada de importancia, que tendrás tu tiempo libre, digo yo, vamos. Además aquí podrás conocer gente nueva, empezar de cero. ¿Que te parece? - La cocinera se acercó un paso más. - No se, aprovecha el tiempo que vale mucho, créeme.
- Bueno, lo intentaré, pero solo porque tu me has insistido, y bueno porque estoy segura de que hay alguien con el que podré formar una historia, no se si aquí o en Pequín, pero lo haré. - Se reían a más no poder, y se lo pasaban en grande. Pero los pensamientos sobre el Proyecto Alejandría inundaron de nuevo la mente de Julia. - Aiiix, que despiste, se me olvidaba, tengo que hacer algunas cosas, ¿Que tal si luego nos vemos?
- Me parece bien. Ya sabes dónde estaré.
- Adiós Salomé, gracias por todo, de verdad. Me has ayudado muchísimo. - Tenía un poco de prisa en irse pero por unos minutos no pasaba nada.
- Llámame Salo si lo prefieres. - Y se abrazó fuertemente a Julia.

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La doctora se encontraba en su camarote esperando la videollamada con Philippe. Si, el le comunicaría lo que ocurría allí en Ginebra, pasaron unos cuarenta minutos en los que Wilson estaba esperando y en este tiempo se dedicó a resolver el cubo de Rubik, lo hizo unas dieciocho veces. Se temía lo peor, se puso en pie y abrió uno de los cajones, en los cuales rebuscó entre los cientos de papeles.

- Protocolo de emergencia. - Ahora leía en voz alta uno de los papeles. - En el caso de que hubiera un fallo en el acelerador de partículas se pondría en marcha el protocolo de emergencia. Coja la caja número 31 y siga las instrucciones que se lo ordene...
- Julia, ¿Estás ahí? Hola, soy Philippe. ¿Me oyes bien? - En el ordenador se abrió la pantalla de la videollamada con el chico.
- Si, te oigo perfectamente. ¿Que tal va todo por ahí? ¿Está mi madre? - De fondo se podían oir algunas voces pero no le dio demasiada importancia.
- Todo va genial, y si, tu madre está por aquí. Lo siento Julia - La conexión iba cortada y algunas líneas negras y blancas ocupaban la pantalla. Solo se pudo oír la voz de Philippe decir algunas cosas antes de perder la conexión. - Sigue el protocolo y dirige el barco a las coordenas. Y sobretodo, no pierdas el control, por favor, confiamos en ti.
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