FanFic Piti-Vilma-Palomares CAPÍTULO 3

¡Buenas! Algunos me conoceréis, para los que no, deciros que me llamo Irati y que encantadísima de conoceros.

He decidido hacer un fic de este triangulo tan genial. Como veréis, soy picapiedra, lo que implica que tiraré por ahí. Pero no quiero malos rollos con las vilmares ni nada, así que si a alguien le molesta, sería tan sencillo como dejar de escribir en este post.

Os dejo el primer capítulo, bastante cortito la verdad. Decidme si os gusta, por favor! Espero vuestras opiniones!


CAPÍTULO 1

VILMA
Son las cinco de la tarde, y estoy en la cubierta del barco. Debe hacer frío, pero aunque yo esté con una simple camiseta de tirantes, no noto nada. Solo percibo mis pensamientos, y no sé que significan. Todo esto es demasiado difícil…

Estoy harta. Harta de todo. De mi vida, o de lo que queda de ella. Del amor, del desamor. De ellos, de las dos personas mas importantes de mi vida. Estoy harta, y lo mejor que puedo hacer es cortar de raiz. Ninguno de los tres merecemos esta vida infeliz, llena de engaños y sentimientos contradictorios.

Si, realmente debe hacer frío, por que veo a dos personas acercarse hacia mí con una chaqueta cada uno. Uno viene por la izquierda, el otro por la derecha. Cada me ofrece una chaqueta, una vida, un futuro… Pero no puedo aceptar ninguna chaqueta, por que ni siquiera tengo decidido cual es mi chaqueta favorita, y sé que aceptando una tendré que rechazar la otra.

Ya están aquí. Primero se me acerca Palomares, acto seguido, viene Piti.
-Esto… Vilma, he visto que estabas aquí sola, y me imaginé que tenías frío-Piti me tiende su chaqueta.
-Mejor quedate con la mía Vilma, es mas abrigada-Dice Palomares.
Es la hora de decidir. Ellos han lanzado la flecha, ahora me toca a mi recojerla. Pero solo puedo coger una flecha. Respondo
-Chicos, estoy bien, no necesito ninguna chaqueta.
-Pero Vilma, puedes ponerte enferma y…-Dice Piti
-Si, Piti tiene razón, toma, póntela-Responde Palomares
-Os he dicho que estoy bien, no quiero ninguna chaqueta. Es mas, no quiero nada vuestro. Idos de aquí, dejadme en paz. De verdad.-Me sorprendo a mi misma diciendo estas palabras.
Las dos flechas acaban de pasar por mi lado, y no he cogido ninguna. Es mejor así.