Foro Bandolera
HISTORIA PARALELA de SarayMiguel/Fandemi
#0
01/05/2011 21:21
Por petición, de que os liáis he copiado la historia aquí. Espero de que os guste.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
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#41
02/05/2011 22:57
gracias chicas muxas gracias por leerlo
no os preocupes que me queda imaginacion para escribir muxos trozos mas
mañana por latarde pongo otro trocito es que estoy con el foro pero haciendo cosas por mi casa que mañana vuelvo a clase y no puedo escribirlo ahora pero no os preocupeis q mañana por la tarde escribo otro trocito
no os preocupes que me queda imaginacion para escribir muxos trozos mas
mañana por latarde pongo otro trocito es que estoy con el foro pero haciendo cosas por mi casa que mañana vuelvo a clase y no puedo escribirlo ahora pero no os preocupeis q mañana por la tarde escribo otro trocito
#42
02/05/2011 23:12
Bien Fandemi!! Que bonito, ya estoy viendo a ese "Miguelín" aprendiendo a jugar al futbol, porque volverá "tito Albert" y le enseñará desde pequeñito y será una figura del balompié...jajajaja.
Me encanta la historia.
Me encanta la historia.
#43
03/05/2011 00:31
yo quiero ver a miguel llorar durante el parto eh???????
#44
03/05/2011 13:01
Gracias Fandemi, que bien !!!! ya les hemos casado.
Ahora todo es felicidad, pero ¿vendrán los problemas ?... qué nos tienes preparado ?...
No nos hagas sufrir mucho...
Ahora todo es felicidad, pero ¿vendrán los problemas ?... qué nos tienes preparado ?...
No nos hagas sufrir mucho...
#45
03/05/2011 17:58
dentro de un rato largo q ahora no puedo si os apetece escribo otro trozo
#46
03/05/2011 18:03
sigue cuando puedas por favor!! yo mientras me voy a estudiar ...
#47
03/05/2011 20:09
estoy escribiendolo dentro de un ratito lo pongo
#48
03/05/2011 20:20
no tardes!!!!!!!!!!!!porfa que estamos impacientes
#49
03/05/2011 20:45
Lo prometido es deuda aqui otro trocito. Espero que os guste.
13.
Sara y Miguel vivía como cualquier pareja joven enamorada, los dos días concedidos al teniente después del enlace los habían disfrutado al máximo no se habían separado ni cinco minutos.
Sara y Miguel solían desayunar en el jardín cuando hacia buen tiempo cuando. Sara le encantaba y siempre que podía leía allí ya que se respiraba tranquilidad, se sentía libre para nada podía decir que el matrimonio la había puesto cadenas. Seguían viéndose con la gente como siempre.
Ya habían pasado varias semanas de la boda y todo era normal Sara gracias a que el gobernador empezaba a acomodarse y empezaba a llegar gente importante a Arazana de donde los bandoleros sacaban buenos botines además cada vez estaban todos tan compenetrados y unidos que atacaban de forma limpia y rápida.
Cada vez que se producía un asalto, familias pobres mejoraban ya que los bandoleros le hacían llegar el dinero sin ser vistos. Aun así también seguía con la imprenta y gracias a que Marcial tenia el dispensario en la imprenta nunca estaba cerrada y Miguel no sospechaba por que cuando ella estaba en un atraco avisaba a Marcial
Miguel seguía con su manía de atrapar al bandolero misterioso pero Sara siempre era muy escurridiza y como cada vez que intentaba atraparla se lo contaba a Sara con detalles de cómo la iba atrapar, ella estaba siempre prevenida.
El gobernador esa noche celebraba una cena con altos dirigentes y otros gobernadores de provincia.
Sara sabía que había fiesta así que pensó dar un golpe ya que esa gente tenía bastante dinero, Miguel estaba en el cuartel así que no tenia que estar tan prevenida como otras veces.
Los bandoleros y Sara estaban en la cueva preparando el golpe y esta daba las últimas instrucciones.
Todos montaron en su caballo y salieron al encuentro.
Juan y Rafalin los cubrirían escondidos mientras Sara y El Chato saldrían al encuentro de la diligencia.
-Sara podríamos desplumar a más de una, seguro que vienen muchas.
-No Chato porque cuando atraquemos a la primera esta avisara al resto y mandaran a los civiles venir y eso no queremos que pase.
El golpe fue como los anteriores el Chato paro la diligencia mientras Sara aparecía por un lateral y pedía a los viajeros el dinero y joyas cuando tenían las cosas metidas en un saquito que llevaban se marcharon.
Ese momento era crucial para Sara porque tenía que salir corriendo a la cueva para cambiarse y marcharse a casa antes de que llegara Miguel.
Cuando indico a los bandoleros que hacer con el dinero y estar cambiada salió a galope era tarde y sabía que Miguel pronto llegaría.
Descabalgo rápidamente dejó el caballo en las cuadra y trepo por la enredadera hasta su dormitorio se quitó rápidamente la ropa y se metió en la bañera, estaba sudando por tener que correr.
En ese momento entro al dormitorio Miguel.
-Sara ya he llegado.
-Estoy en el baño amor.
Miguel entró, le besó los labios con cariño y mientras el volvía a la habitación a cambiarse de camisa.
-¿Como has pasado el día?
-Pues, arreglando papeles en la imprenta estaba un poco desordenada ahora que entra mas gente por lo de la consulta.
Miguel volvió al cuarto de baño y Sara bromeando lo salpico mojándole la camisa mientras preguntaba.
-¿Vienes?
Miguel se acerco a Sara y se besaron mientras ella le acariciaba la cara y le mojaba el cuello de la Sara.
-Sara me estas mojando.
Rió Miguel mientras la besaba.
-Que más da.
-Es que esta me la acababa de poner limpia y sal de la bañera que llegamos tarde.
-¿A donde? Vamos a cenar fuera?
-No Sara, no te acuerdas tenemos cena en casa del gobernador nos invitó antes de ayer.
-¿No te acordabas?
A Sara se le hizo un nudo en el estómago y si alguien la reconocía habían hecho varios asaltos pero luego no se había cruzado con nadie de esas personas.
-La verdad es que no.
A Sara no le quedaba más remedio que ir salio de la ducha y se lió con la toalla el cuerpo y fue a la habitación a cambiarse.
Diré a Susana que te lave la ropa, Miguel recogió la ropa del suelo y al levantarla vio unas botas.
-Y estas botas Sara.
Miguel miró a Sara con cara de duda. Sara palideció con las prisas no se había cambiado de zapatos eran las botas de bandolera
13.
Sara y Miguel vivía como cualquier pareja joven enamorada, los dos días concedidos al teniente después del enlace los habían disfrutado al máximo no se habían separado ni cinco minutos.
Sara y Miguel solían desayunar en el jardín cuando hacia buen tiempo cuando. Sara le encantaba y siempre que podía leía allí ya que se respiraba tranquilidad, se sentía libre para nada podía decir que el matrimonio la había puesto cadenas. Seguían viéndose con la gente como siempre.
Ya habían pasado varias semanas de la boda y todo era normal Sara gracias a que el gobernador empezaba a acomodarse y empezaba a llegar gente importante a Arazana de donde los bandoleros sacaban buenos botines además cada vez estaban todos tan compenetrados y unidos que atacaban de forma limpia y rápida.
Cada vez que se producía un asalto, familias pobres mejoraban ya que los bandoleros le hacían llegar el dinero sin ser vistos. Aun así también seguía con la imprenta y gracias a que Marcial tenia el dispensario en la imprenta nunca estaba cerrada y Miguel no sospechaba por que cuando ella estaba en un atraco avisaba a Marcial
Miguel seguía con su manía de atrapar al bandolero misterioso pero Sara siempre era muy escurridiza y como cada vez que intentaba atraparla se lo contaba a Sara con detalles de cómo la iba atrapar, ella estaba siempre prevenida.
El gobernador esa noche celebraba una cena con altos dirigentes y otros gobernadores de provincia.
Sara sabía que había fiesta así que pensó dar un golpe ya que esa gente tenía bastante dinero, Miguel estaba en el cuartel así que no tenia que estar tan prevenida como otras veces.
Los bandoleros y Sara estaban en la cueva preparando el golpe y esta daba las últimas instrucciones.
Todos montaron en su caballo y salieron al encuentro.
Juan y Rafalin los cubrirían escondidos mientras Sara y El Chato saldrían al encuentro de la diligencia.
-Sara podríamos desplumar a más de una, seguro que vienen muchas.
-No Chato porque cuando atraquemos a la primera esta avisara al resto y mandaran a los civiles venir y eso no queremos que pase.
El golpe fue como los anteriores el Chato paro la diligencia mientras Sara aparecía por un lateral y pedía a los viajeros el dinero y joyas cuando tenían las cosas metidas en un saquito que llevaban se marcharon.
Ese momento era crucial para Sara porque tenía que salir corriendo a la cueva para cambiarse y marcharse a casa antes de que llegara Miguel.
Cuando indico a los bandoleros que hacer con el dinero y estar cambiada salió a galope era tarde y sabía que Miguel pronto llegaría.
Descabalgo rápidamente dejó el caballo en las cuadra y trepo por la enredadera hasta su dormitorio se quitó rápidamente la ropa y se metió en la bañera, estaba sudando por tener que correr.
En ese momento entro al dormitorio Miguel.
-Sara ya he llegado.
-Estoy en el baño amor.
Miguel entró, le besó los labios con cariño y mientras el volvía a la habitación a cambiarse de camisa.
-¿Como has pasado el día?
-Pues, arreglando papeles en la imprenta estaba un poco desordenada ahora que entra mas gente por lo de la consulta.
Miguel volvió al cuarto de baño y Sara bromeando lo salpico mojándole la camisa mientras preguntaba.
-¿Vienes?
Miguel se acerco a Sara y se besaron mientras ella le acariciaba la cara y le mojaba el cuello de la Sara.
-Sara me estas mojando.
Rió Miguel mientras la besaba.
-Que más da.
-Es que esta me la acababa de poner limpia y sal de la bañera que llegamos tarde.
-¿A donde? Vamos a cenar fuera?
-No Sara, no te acuerdas tenemos cena en casa del gobernador nos invitó antes de ayer.
-¿No te acordabas?
A Sara se le hizo un nudo en el estómago y si alguien la reconocía habían hecho varios asaltos pero luego no se había cruzado con nadie de esas personas.
-La verdad es que no.
A Sara no le quedaba más remedio que ir salio de la ducha y se lió con la toalla el cuerpo y fue a la habitación a cambiarse.
Diré a Susana que te lave la ropa, Miguel recogió la ropa del suelo y al levantarla vio unas botas.
-Y estas botas Sara.
Miguel miró a Sara con cara de duda. Sara palideció con las prisas no se había cambiado de zapatos eran las botas de bandolera
#50
03/05/2011 21:07
M adre mia ahora si que se pone la cosa emocionante QUE PASARA CON LAS BOTAS
#51
03/05/2011 21:14
Pues qué va a pasar, que la sita, perdón la señora le contará una milonga el otro se la tragará, y en lugar de ir de cena... SE PONDRÄN LAS BOTAS
#52
03/05/2011 22:17
eso, eso, que le cuente lo que quiera pero sobre todo ¡¡Que se pongan las botas¡¡¡.
#53
03/05/2011 23:46
Está muy interesante fandemi................y que atrevida Sara continuado con los atracos estando embarazada.................¡que tenga cuidado con ese pequeñin!
#54
04/05/2011 12:39
Fandemi...esto está tan interesante como la serie...sigue....
Gracias por escribir...........
Gracias por escribir...........
#55
04/05/2011 16:05
Que sinvivir....leches!!!!!jajajaja. he terminado el relato de Campanilla y continuado con el tuyo....y ahora a ver la serie un rato antes de ir a trabajar, vivan las foreras escritoras!!!!!!
Sigue fandemi, te lo suplico.
Mi vida es un caos, entre el trabajo, la casa, la familia y el foro ( a éste le dedico casi todo el día y claro, así me va). Esta tarde me traigo el envase familiar de pharmaton sin falta.
Sigue fandemi, te lo suplico.
Mi vida es un caos, entre el trabajo, la casa, la familia y el foro ( a éste le dedico casi todo el día y claro, así me va). Esta tarde me traigo el envase familiar de pharmaton sin falta.
#56
04/05/2011 22:30
chicas os apetece q escriba esta noche?? ya es tarde para la hora de escribir pero si decis q si hago un esfuerzo
#57
04/05/2011 22:32
vengaa escribe que yo por hoy termino y estoy intrigada :)
#58
04/05/2011 22:32
Eso ni se pregunta Fandemi. Por supuesto que si !!!
#59
04/05/2011 22:35
Por supuesto fandemi aunque hoy tengo un sueño horrible y creo que me iré pronto a dormir.
#60
04/05/2011 22:39
el pronto allana ya a pasado , fandemi , tu historia era aquella que Sara se reencontraba con Miguel en una gala??? o era el que está embarazada y casada??? esque me lio..