Foro Bandolera
HISTORIA PARALELA de SarayMiguel/Fandemi
#0

01/05/2011 21:21
Por petición, de que os liáis he copiado la historia aquí. Espero de que os guste.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
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#421

29/05/2011 23:48
Muy bien chiquilla, un problema solucionado y nuestra parejita feliz como yo
#422

29/05/2011 23:49
Fandemy que emocionante
esta genial
gracias
esta genial
gracias
#423

29/05/2011 23:54
BIENNNNNNNNNN
Gracias Fandemi
Gracias Fandemi
#424

30/05/2011 00:27
Fandemi: que bonita es la historia que estás escribiendo.Gracias por el esfuerzo de escribir tanto hoy. Ya podían aprender los guionistas.
#425

30/05/2011 12:41
gracias por los comentarios positivos ahora dentreo de un rato o como muy tarde esta tarde sigo con un par de trozos mas besos
#426

30/05/2011 18:49
otro trocito espero que os guste y dentro de un rato otro.
48.
Ya habían comido y tomado el café cuando Abel se levantó para marcharse.
-Creo que ya es hora de irme.
-¿Tan pronto?
Dijo Sara como una niña pequeña que esta en la feria y sus padres le dicen que tienen que volver a casa en el mejor momento.
-Si, hija, tengo cosas que hacer y Elvira me esta esperando y debo contarle todo lo que se, tiene derecho a saberlo.
-Me parece que es lo mejor que puedes hacer.
Sara se levantó del sofá para besarlo en la mejilla.
-¿No quieres ver a tu nieta?
Se levanto Miguel del sofá para abrazarlo.
-Pobre, esta durmiendo y no quiero molestarla. Si os parece bien mañana vuelvo con Elvira y la vemos juntos.
-Claro, vuelve cuando quiera papa.
Sara y Abel se abrazaron con cariño y este la beso en la frente.
Al día siguiente era temprano, Miguel miró a su lado pero Sara no estaba en la cama, se incorporo y vio que estaba en el marco de la puerta que daba con el dormitorio de su hija de espaldas a el.
Miguel se levantó extremo silencio y cuidado y se acercó a ella agarrandola por la cintura.
-Que haces tan temprano que no estas conmigo en la cama, eh.
Y riendo entre dientes le beso el cuello.
-Estaba pensando y viendo dormir a nuestra hija.
Ambos sonrieron al mirar al bebe.
-Has visto lo bien que suena “nuestra hija”
-Si, suena de maravilla.
Sara se dio la vuelta para mirar a los ojos a Miguel y besarlo.
Se quedaron mirando a los ojos.
-No estas despierta solo por eso ¿verdad?
-No.
Reconoció Sara mientras cogia de la mano a Miguel para que se sentaran en la cama.
-Estaba pensando en mi madre.
-¿Y que te inquieta?
-Es que estoy muy feliz por saber quien es mi padre y me encantaría conocer también a mi madre, ahora que conozco mas cosas sobre ella deseo tanto conocerla, tengo tantos sentimientos que siento por nuestra hija que seguro que ella los siente por mi esos sentimientos de madre e hija.
Miguel se levantó y agarrandole la mano la llevo hasta las escaleras donde estaba la foto de los padres fallecidos de Miguel.
-Cuando entramos en esta casa por primera vez como marido y mujer y viste esta foto, te prometí que algún día tú colgarías la foto de tus padres al lado de los míos y no he roto esa promesa, te juro que haré todo lo que pueda por encontrarla para que tengas esa foto aquí.
A Sara se le saltaron las lágrimas.
-Gracias mi amor.
Sara agarro a Miguel del cuello y lo beso, este la levanto en brazos y le devolvió el beso.
Cuando se separaron, Susana apareció al final de la escalera.
-Vais a querer el desayuno ya
Miguel miró a Sara y respondió por ambos.
-Si Susana si eres tan amable ya puedes servirlo.
Al rato Sara y Miguel desayunaban en el jardín la niña que ya estaba despierta y había mamado estaba en los brazos de Miguel.
-Miguel podemos ir esta mañana en la cueva hace tiempo que no veo a estos y me apetece visitarlo y llevarles a la niña.
-Vale, yo te acompaño.
-Gracias.
Susana aparecía con una bandeja con tostadas.
-Susana quieres venir con nosotros dentro de un rato a las cuevas, además se que te apetecerá ver a alguien y ese alguien seguro que se alegra de verte.
Susana se sonrojó y afirmo con la cabeza mientras volvía al interior de la casa.
Sara reía porque sabia que Susana lo había captado pero Miguel no y la miraba extrañado.
-¿Que le sucede?
-Cosas de mujeres.
Dijo de forma interesante y misteriosa.
-Mujeres, eh.
48.
Ya habían comido y tomado el café cuando Abel se levantó para marcharse.
-Creo que ya es hora de irme.
-¿Tan pronto?
Dijo Sara como una niña pequeña que esta en la feria y sus padres le dicen que tienen que volver a casa en el mejor momento.
-Si, hija, tengo cosas que hacer y Elvira me esta esperando y debo contarle todo lo que se, tiene derecho a saberlo.
-Me parece que es lo mejor que puedes hacer.
Sara se levantó del sofá para besarlo en la mejilla.
-¿No quieres ver a tu nieta?
Se levanto Miguel del sofá para abrazarlo.
-Pobre, esta durmiendo y no quiero molestarla. Si os parece bien mañana vuelvo con Elvira y la vemos juntos.
-Claro, vuelve cuando quiera papa.
Sara y Abel se abrazaron con cariño y este la beso en la frente.
Al día siguiente era temprano, Miguel miró a su lado pero Sara no estaba en la cama, se incorporo y vio que estaba en el marco de la puerta que daba con el dormitorio de su hija de espaldas a el.
Miguel se levantó extremo silencio y cuidado y se acercó a ella agarrandola por la cintura.
-Que haces tan temprano que no estas conmigo en la cama, eh.
Y riendo entre dientes le beso el cuello.
-Estaba pensando y viendo dormir a nuestra hija.
Ambos sonrieron al mirar al bebe.
-Has visto lo bien que suena “nuestra hija”
-Si, suena de maravilla.
Sara se dio la vuelta para mirar a los ojos a Miguel y besarlo.
Se quedaron mirando a los ojos.
-No estas despierta solo por eso ¿verdad?
-No.
Reconoció Sara mientras cogia de la mano a Miguel para que se sentaran en la cama.
-Estaba pensando en mi madre.
-¿Y que te inquieta?
-Es que estoy muy feliz por saber quien es mi padre y me encantaría conocer también a mi madre, ahora que conozco mas cosas sobre ella deseo tanto conocerla, tengo tantos sentimientos que siento por nuestra hija que seguro que ella los siente por mi esos sentimientos de madre e hija.
Miguel se levantó y agarrandole la mano la llevo hasta las escaleras donde estaba la foto de los padres fallecidos de Miguel.
-Cuando entramos en esta casa por primera vez como marido y mujer y viste esta foto, te prometí que algún día tú colgarías la foto de tus padres al lado de los míos y no he roto esa promesa, te juro que haré todo lo que pueda por encontrarla para que tengas esa foto aquí.
A Sara se le saltaron las lágrimas.
-Gracias mi amor.
Sara agarro a Miguel del cuello y lo beso, este la levanto en brazos y le devolvió el beso.
Cuando se separaron, Susana apareció al final de la escalera.
-Vais a querer el desayuno ya
Miguel miró a Sara y respondió por ambos.
-Si Susana si eres tan amable ya puedes servirlo.
Al rato Sara y Miguel desayunaban en el jardín la niña que ya estaba despierta y había mamado estaba en los brazos de Miguel.
-Miguel podemos ir esta mañana en la cueva hace tiempo que no veo a estos y me apetece visitarlo y llevarles a la niña.
-Vale, yo te acompaño.
-Gracias.
Susana aparecía con una bandeja con tostadas.
-Susana quieres venir con nosotros dentro de un rato a las cuevas, además se que te apetecerá ver a alguien y ese alguien seguro que se alegra de verte.
Susana se sonrojó y afirmo con la cabeza mientras volvía al interior de la casa.
Sara reía porque sabia que Susana lo había captado pero Miguel no y la miraba extrañado.
-¿Que le sucede?
-Cosas de mujeres.
Dijo de forma interesante y misteriosa.
-Mujeres, eh.
#427

30/05/2011 18:57
Ay, Chato... el nuevo sex symbol de arazana
#428

30/05/2011 20:03
49.
Al mediodía los cuatros salieron hacia las cuevas, Miguel ya había ido varias veces pero cada vez que lo hacia le resultaba extraño ir a la cueva que siempre había buscado y no por agrado sino porque allí se encontraba la banda de Carranza, Miguel miro a Sara, esa mujer lo había cambiado en muchas cosas el nunca habría imaginado que visitaría las cuevas sin un trabuco en las manos pero allí estaba como otras veces de camino a la cueva de bandoleros con su mujer, su hija y Susana.
Sara iba delante marcando el ritmo y el camino, Miguel pensó que de las veces que había ido ya se sabía el camino de memoria, Susana llevaba a la niña en la canastilla, Maria miraba embobada los árboles, los pájaros, parecía que prestaba encantada atención a los sonidos de la naturaleza.
Miguel cada vez que miraba a su hija sentía que miraba a Sara cuando era niña, sabia que su hija seria igual que su madre y rió al pensar los dulces dolores de cabeza que le provocaría si era tan agitada e inquieta como su madre.
Sara lo oyó reír y giró la cabeza para mirarlo, Miguel también la miró y vio como Sara le dedicaba una amplia y radiante sonrisa mientras volvía a mirar hacia delante y continuaba el camino.
Al llegar a las cuevas se encontraron con el Chato, Miguel se percató de la sonrisa que se le dibujaba a Susana en la cara al verlo.
Todos se saludaron.
-Juan ha salido, esta en una partida en la posada. Pero que bonita estas.
El Chato se acercó a Susana y la niña a ambas le dedicó una sonrisa cosa que provocó que Susana se sonrojara y acarició la cara de Maria lo que hizo que esta riera.
-Hemos venido a ver como estabais.
Dijo Sara mientras se agarraba al brazo de Miguel.
-Estamos bien, dentro de un rato iba a salir a cazar. Teniente alguna novedad con Olmedo.
-Por desgracia ninguna parece que por el momento habrá que esperar.
-Parece que lo tiene todo bien amarrado para que no se le quede ningún cabo suelto.
Dijo Sara molesta, casa día odiaba mas a Olmedo.
-Tranquila algo se le escapara y lo pillaremos.
Le dijo Miguel abrazándola.
Estuvieron hablando un rato. Susana que al entrar estaba nerviosa se relajo y también estuvo hablando.
-¿Volvemos a casa?
Dijo a la más o menos media hora.
-Se me ocurre un plan mejor, ¿Por qué no damos un paseo por el bosque?
-¿Ahora?
-Si por fa que me apetece mucho.
-Si quieres, yo me bajo ya a casa y empiezo a preparar la comida.
Dijo Susana mientras se dirigía a la canastilla para coger a la niña y marcharse.
-No.
Dijo Sara rápidamente y todo se quedaron mirándola con cara extraña.
-Quiero decir ¿Por qué no te quedas mientras con el Chato? Para que no se quede solo, además te vas a aburrir en casa con la niña vosotras solas.
Dijo Sara.
-A mi no me importa que me hagas compañía.
Dijo El Chato tímidamente.
-Ah, pues perfecto.
Sara agarró del brazo a Miguel y antes de que dijera nada los dos ya estaban fuera de la cueva. Pero este había entendido el plan de Sara y no dijo nada hasta que estuvieron fuera de la cueva.
Miguel empezó a reír por la encerrona que le había hecho a ambos.
-Que lista eres mi amor.
Miguel la rodeó por la cintura.
-Gracias.
-¿Crees que tu plan dará resultado?
Sara se agarró a su brazo y empezaron a caminar juntos.
-No lo se, lo único que quiero es que El Chato se de cuenta que puede hacer grandes cosas con su vida y si esta enamorado eso le ayudara a mejorar y cambiar.
-Pero estas seguras que a Susana también le gusta.
-Claro que si no te has fijado como se mira, solo les hacia falta un empujoncitos y estar solitos un rato.
-Y la niña, si quieres que estén solos deberíamos habérnosla traído para que no les molestar.
Sara miró a Miguel con dulzura.
-Hay teniente, que no entiendes.
Rió Sara.
-Pues termina de explicarte, sabes que me cuesta entenderos.
-¿Te costo mucho entenderme a mi?
Miguel suspiró.
-Si muchísimo, me volviste loco.
Dijo riendo.
-¿Así?
Sonrió Sara, en tono burlón.
-Y todavía me vuelves loco, Sara Revés.
Miguel la levantó del suelo y la besó.
-Bueno termina de explicarme el factor niña en este plan.
-El Chato se endulza con Maria, con ella saca su lado tierno, su verdadera faceta y esa es la que quiero que Susana descubra, que vea que detrás de esa grosería hay un hombre bueno y cariñoso.
Miguel la escuchaba atontado.
-Eres tan lista.
Suspiro y la volvió a besar, después la bajo al suelo y continuaron el paseo.
Al mediodía los cuatros salieron hacia las cuevas, Miguel ya había ido varias veces pero cada vez que lo hacia le resultaba extraño ir a la cueva que siempre había buscado y no por agrado sino porque allí se encontraba la banda de Carranza, Miguel miro a Sara, esa mujer lo había cambiado en muchas cosas el nunca habría imaginado que visitaría las cuevas sin un trabuco en las manos pero allí estaba como otras veces de camino a la cueva de bandoleros con su mujer, su hija y Susana.
Sara iba delante marcando el ritmo y el camino, Miguel pensó que de las veces que había ido ya se sabía el camino de memoria, Susana llevaba a la niña en la canastilla, Maria miraba embobada los árboles, los pájaros, parecía que prestaba encantada atención a los sonidos de la naturaleza.
Miguel cada vez que miraba a su hija sentía que miraba a Sara cuando era niña, sabia que su hija seria igual que su madre y rió al pensar los dulces dolores de cabeza que le provocaría si era tan agitada e inquieta como su madre.
Sara lo oyó reír y giró la cabeza para mirarlo, Miguel también la miró y vio como Sara le dedicaba una amplia y radiante sonrisa mientras volvía a mirar hacia delante y continuaba el camino.
Al llegar a las cuevas se encontraron con el Chato, Miguel se percató de la sonrisa que se le dibujaba a Susana en la cara al verlo.
Todos se saludaron.
-Juan ha salido, esta en una partida en la posada. Pero que bonita estas.
El Chato se acercó a Susana y la niña a ambas le dedicó una sonrisa cosa que provocó que Susana se sonrojara y acarició la cara de Maria lo que hizo que esta riera.
-Hemos venido a ver como estabais.
Dijo Sara mientras se agarraba al brazo de Miguel.
-Estamos bien, dentro de un rato iba a salir a cazar. Teniente alguna novedad con Olmedo.
-Por desgracia ninguna parece que por el momento habrá que esperar.
-Parece que lo tiene todo bien amarrado para que no se le quede ningún cabo suelto.
Dijo Sara molesta, casa día odiaba mas a Olmedo.
-Tranquila algo se le escapara y lo pillaremos.
Le dijo Miguel abrazándola.
Estuvieron hablando un rato. Susana que al entrar estaba nerviosa se relajo y también estuvo hablando.
-¿Volvemos a casa?
Dijo a la más o menos media hora.
-Se me ocurre un plan mejor, ¿Por qué no damos un paseo por el bosque?
-¿Ahora?
-Si por fa que me apetece mucho.
-Si quieres, yo me bajo ya a casa y empiezo a preparar la comida.
Dijo Susana mientras se dirigía a la canastilla para coger a la niña y marcharse.
-No.
Dijo Sara rápidamente y todo se quedaron mirándola con cara extraña.
-Quiero decir ¿Por qué no te quedas mientras con el Chato? Para que no se quede solo, además te vas a aburrir en casa con la niña vosotras solas.
Dijo Sara.
-A mi no me importa que me hagas compañía.
Dijo El Chato tímidamente.
-Ah, pues perfecto.
Sara agarró del brazo a Miguel y antes de que dijera nada los dos ya estaban fuera de la cueva. Pero este había entendido el plan de Sara y no dijo nada hasta que estuvieron fuera de la cueva.
Miguel empezó a reír por la encerrona que le había hecho a ambos.
-Que lista eres mi amor.
Miguel la rodeó por la cintura.
-Gracias.
-¿Crees que tu plan dará resultado?
Sara se agarró a su brazo y empezaron a caminar juntos.
-No lo se, lo único que quiero es que El Chato se de cuenta que puede hacer grandes cosas con su vida y si esta enamorado eso le ayudara a mejorar y cambiar.
-Pero estas seguras que a Susana también le gusta.
-Claro que si no te has fijado como se mira, solo les hacia falta un empujoncitos y estar solitos un rato.
-Y la niña, si quieres que estén solos deberíamos habérnosla traído para que no les molestar.
Sara miró a Miguel con dulzura.
-Hay teniente, que no entiendes.
Rió Sara.
-Pues termina de explicarte, sabes que me cuesta entenderos.
-¿Te costo mucho entenderme a mi?
Miguel suspiró.
-Si muchísimo, me volviste loco.
Dijo riendo.
-¿Así?
Sonrió Sara, en tono burlón.
-Y todavía me vuelves loco, Sara Revés.
Miguel la levantó del suelo y la besó.
-Bueno termina de explicarme el factor niña en este plan.
-El Chato se endulza con Maria, con ella saca su lado tierno, su verdadera faceta y esa es la que quiero que Susana descubra, que vea que detrás de esa grosería hay un hombre bueno y cariñoso.
Miguel la escuchaba atontado.
-Eres tan lista.
Suspiro y la volvió a besar, después la bajo al suelo y continuaron el paseo.
#429

30/05/2011 20:11
Me ha entrado una tontuna con la escena de Miguel y Sara de hoy y tus relatos de cuidado.... PRECIOSOS!
#430

30/05/2011 20:15
Bien por el factor niña
#431

30/05/2011 20:20
quereis la escena Chato-Susana o me paso directamente a la vuelta de Sara y Miguel a la cueva
q os apetece??
quereis que ponga la escena chato-susana????
q os apetece??
quereis que ponga la escena chato-susana????
#432

30/05/2011 20:24
chato, chato, chato, chato, chato, chato,
Quiero ver al Chato todo tiernoooooo
Quiero ver al Chato todo tiernoooooo
#433

30/05/2011 20:25
Lo que tú quieras fandemi..............aunque yo soy más de Miguel-Sara, pero ........................
#434

30/05/2011 20:29
es que cuando miguel y sara vuelvan va a pasar algo gordo
entonce podeis elegir si quereis leer una escena mini entre el chato y susana para que cuando acaben juntos no os parezca tan raro o me paso a la vuelta a la cueva de sara y miguel
entonce podeis elegir si quereis leer una escena mini entre el chato y susana para que cuando acaben juntos no os parezca tan raro o me paso a la vuelta a la cueva de sara y miguel
#435

30/05/2011 21:08
chicas voy a cenar y hacer varias cosas cuando podais decirme si quereis que lo ponga o paso a lo otro y escribo el ultimo trozo de la noche besos
#436

30/05/2011 21:15
Lo mismo digo, lo que tú quieras....... aunque yo tb estoy con turia, soy más de Miguel y Sara... que le vamos a hacer son tan moooooooonos!
#437

30/05/2011 22:08
chicas mañana mas es q estoy cansada y mañana tengo q madrugar para ir a por las notas
y asi os dejo mas tiempo para pensar
y asi os dejo mas tiempo para pensar
#438

30/05/2011 22:12
ya tambien soy de miguel-sara pero lo que tu quieras estara bien y bonito
#439

31/05/2011 20:11
lo subo para ver si se anima fandemi jajaja
#440

01/06/2011 11:22
ayer no pude escribir
enseguida me pongo y continuo un poco
enseguida me pongo y continuo un poco