Foro Bandolera
HISTORIA PARALELA de SarayMiguel/Fandemi
#0

01/05/2011 21:21
Por petición, de que os liáis he copiado la historia aquí. Espero de que os guste.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
1. Medio pueblo ha pasado por la habitación de Sara y ahora le toca al Chato.
Chato abrió lo ojos y vio que estaba acostado en la cama de Sara ella no se encontraba allí y lo único que el recordaba era que el Galeno le había extraído la bala que el civil le había disparado en el estómago.
Después de acomodarlo sobre la cama Sara y Marcial se habían ido de allí dejándolo a el solo durmiendo.
Sentía un dolor punzante en la herida la cual la tenia liada con vendas y cosida, no podía levantarse ya que ese dolor se acentuaba cada vez que el se movía. Se había despertado por culpa de esos pinchazos y maldecía por no tener una botella cerca para aliviar el dolor.
Se sentía en deuda con ambos por su ayuda.
-Cuanto tardara la señoritinga en regresar- pensó para él. No podía chillar aunque lo estaba deseando ya que sino lo descubrirían.
De pronto oyó pasos que se acercaban hacia la habitación y se mantuvo callado y poniendo la oreja era Sara pero venia acompañada de alguien, ambos se pararon en el umbral de la puerta.
Miguel había ido a buscar a Sara a la imprenta y ambos habían dado un paseo y habían comido en la taberna.
-Miguel gracias por acompañarme no tenias que haberte molestado.
Miguel cogió las manos de Sara y las besó. Sara respondió al gesto con una sonrisa radiante.
-Sabes que no es ninguna molestia, me encanta acompañarte.
Mientras ellos hablaban el Chato estaba pendiente notó como gotas de sudor le caían por la frente no sabia si eso se debía a que la herida le había producido fiebre o por saber que el teniente de la guardia civil estaba al otro lado de la puerta y si lo descubría estando convaleciente no podría ni enfrentarse a el ni huir.
-Miguel creó que deberías irte ya es tarde.
-Tan pocas ganas tienes de verme. Dijo en tono irónico.
-No es eso y lo sabes es porque no quiero que tengas problemas con Olmedo.
-No te preocupes hasta dentro de dos horas no tengo que volver al cuartel. Tenemos tiempo.
Miguel la agarró por la cintura y la besó. Sara derritiéndose y dejándose besar, busco en su bolsillo la llave para que pudieran entrar a su dormitorio pero al rozar con los dedos la llave volvió a la realidad no podía dejarlo entrar y no saco la llave del bolsillo.
Miguel acercó sus labios al oído de Sara y con un susurró le preguntó a Sara.
-¿Entramos?
Al notar sus labios cerca se erizó pero no podía.
Así que le cogió la cara con las manos para mirarlo a los ojos y que el no la atontara con sus besos pero le costó concentrarse ya que lo miraba a los ojos, esos ojos azules y tiernos que tanto le gustaban.
-Miguel estoy un poco cansada y mareada parece que la comida no me a sentado bien y tengo nauseas.
Estaba cansada pero lo otro no era del todo verdad pero no le quedaba mas remedio si quería alejarlo de su cuarto.
Miguel al oírla, se separó un poco.
-¿Necesitas algo?
Preguntó preocupado.
-Solo descansar y dormir un par de horas.
-Luego cuando terminé vengo haber como te encuentras por si necesitas algo más.
-Esta bien, gracias.
-Te quiero, cuídate.
Miguel besó la frente de Sara y se marchó mientras esta sacaba la llave y entraba en la habitación.
2. Se queda con la banda.
Sara entró en la habitación y al oír que entraba el Chato se hizo el dormido.
Esta intentó no hacer ruido, se sentó en la silla saco su diario del escritorio y empezó a escribir.
El Chato pensó que era mejor que Sara no se enterara que había escuchado su conversación pero no se podía aguantar más la herida le ardía y tenía que pedirle algo para beber.
Frunciendo el entrecejo el Chato le dijo.
-No sabía que tu relación con el teniente era tan estrecha.
Sara no se sobresalto, guardo el diario en el cajón y giro la silla para sentarse mirando en dirección a la cama.
-Y yo no sabia que eras como una vieja cotilla que escucha detrás de las puertas.
-Y no lo soy solo que no puedes…
Sara lo calló de golpe.
-No me digas lo que tengo que hacer Chato lo se muy bien.
En vez de responder de mala manera y ponerse tensó se relajó entre los cojines nunca había dormido en algo tan cómodo.
Sara se dio cuenta que había sido un poco brusca pero estaba harta que los bandoleros le dijeran lo mismo ella amaba a Miguel y tenía la situación controlada así que no quería que nadie más se lo echara en cara.
-¿Como te encuentras?
Preguntó con tono amable.
-Estoy de cojones con una herida en el estómago pero de cojones.
Sonrió el Chato.
-No mientas Chato, Galeno dijo que te dolería es lo normal.
-No tienes alguna botellita para pasar el mal trago.
-Botella no, pero el Galeno dejó algo para ti.
Sara se levantó cogió un vaso lo lleno de agua y de un bote pequeño que tenia en el cajón saco una pastilla.
-Tomate esto para la fiebre y el dolor.
Al verlo el Chato puso cara de asco.
-Joder, yo prefería una botella.
-Chato esto es mejor y tómatelo.
-¡Si jefa!
Dijo con retintín.
-Gracias, por impedir que el teniente entrara.
-No me lo tienes que agradecer, Miguel y la banda son dos cosas diferentes.
-Ya veo que tenías razón y todo esta controlado. Y nunca más te voy a repetir que no puedes que estar con el.
-¿Nunca más?
-Si es que me gustaría seguir a tu disposición y quedarme en la banda, estoy en deuda contigo y con Galeno.
Sara sonrió al ver que el Chato se estaba dando cuenta que no podía hacer las cosas sin contar con la opinión de otros y guiarse solo por arrebatos.
-Claro que puedes quedarte, pero por favor no te guies por más arrebatos.
-Lo que tú digas jefa y tranquila que mañana a primera hora me iré a la cueva y no saldré a ningún robo si tu no estas al frente del grupo.
Y con una sonrisa pícara el Chato cerró los ojos y se durmió ya que le estaba haciendo efectos los calmantes. Mientras Sara se arregló para ir a la imprenta, salió y cerró la puerta con llave.
Vídeos FormulaTV
#221

15/05/2011 00:56
gracias a tí por escribir!!
#222

15/05/2011 00:58
¡Ostras! Han metido al enemigo en la cueva.................y ¿porqué no le ha preguntado Miguel a Susana donde está la cueva?
Ay.............habrá que esperar para saberlo. Muchas gracias fandemi.
Ay.............habrá que esperar para saberlo. Muchas gracias fandemi.
#223

15/05/2011 01:04
Chato, ¿qué vamos, a setas o a Rolex?
Pues eso, guapo, pues eso.
Pues eso, guapo, pues eso.
#224

15/05/2011 01:04
Muchas gracias por escribir entre libro y libro.
Yo espero que no se ponga de parto sin Miguel, me gustaría que ambos compartan ese momento tan especial.
Yo espero que no se ponga de parto sin Miguel, me gustaría que ambos compartan ese momento tan especial.
#225

15/05/2011 01:12
Turia, yo he pensado lo mismo... que porque narices Miguel no le pregunta a Susaña leñe....
Fandemi, descansa chiquilla, que lo necesitarás. Muchas gracias por los nuevos capítulos ;-)
Fandemi, descansa chiquilla, que lo necesitarás. Muchas gracias por los nuevos capítulos ;-)
#226

15/05/2011 10:23
julieta y turia tranquilas q todo llega y esas cosas pasaran
en el proximo trozo no al siguiente jejeje
me voy a estudiar y cuando tenga tiempo escribo
besoss
en el proximo trozo no al siguiente jejeje
me voy a estudiar y cuando tenga tiempo escribo
besoss
#227

15/05/2011 10:30
me encanta , sige asín!
#228

15/05/2011 13:13
Pero, hija, ¿tú creees que con lo bien que escribes, se puede estar tranquila?
Ale a estudiar, para que`puedas poner pronto los dos trocitos, je, je
Ale a estudiar, para que`puedas poner pronto los dos trocitos, je, je
#229

15/05/2011 13:50
ola chicas estoy en mi horita de descanso porq enseguida voy a comer y estoy terminando otro trozo enseguida lo pongo
#230

15/05/2011 14:01
bueno con esto teneis q aguantar hasta luego la noche para ver la continuación
32.
Pasaron unos días, Olmedo aprovechaba cualquier momento para meterse con Miguel y este estaba hasta las narices de él.
Miguel tuvo que conseguir mucha fuerza de voluntad para seguir con su vida hasta que se volviera a reunir con Sara y disimular como si no hubiera pasado nada estaba con Morales en el cuartel, Miguel estaba revisando unos papeles mientras que Morales por orden del capitán estaba limpiando las pistolas y espadas.
Al rato apareció Olmedo con el gobernador en el cuartel.
-Pues aquí lo tiene.
Señalo con malaleche a Miguel.
-Miguel y Morales se habían puesto de pie al verlos entrar.
-Descansen.
Olmedo se sentó en su silla y fingió que rellenaba unos impresos pero estaba con la oreja puesta.
-Teniente llevo días sin ver a su esposa y cuando he ido a mandar cables Marcial a tenido que enviarlos.
-No gobernador lo que sucede es que Sara esta en Málaga pasando unos días con unas amigas de Oxford.
-Me alegro, estaba preocupado es una gran persona y no merece que algo malo le pase.
Y sabe cuanto tardara en volver.
-Supongo que un par de días, se esta alargando la estancia porque sus amigas están encantadas de estar allí.
-Bueno pues ya no le molesto más, que pase buen día teniente.
-Igualmente.
El gobernador se despidió de Morales y Olmedo y se marchó.
Olmedo que había escuchado la conversación y se moría de asco al ver como el gobernador había hablado de Sara, decidió molestar.
-Vaya teniente se nota que su esposa es muy querida por el generó masculino aquí.
Miguel que estaba otra vez sentado en la silla ordenando papeles le miro con cara de asco y sigo su tarea para no entrar en su juego.
Olmedo al ver que Miguel pasaba de él se cabreo más.
-Seguro que se lo esta pasando genial sin nadie que le mande y haciendo lo que le de la gana.
Miguel lo intentaba pero se le estaban hinchando las narices estaba hasta el tricornio de Olmedo.
Olmedo al ver que apretaba los dientes siguió.
-Se ve que se lo pasa también que por eso alarga el viaje seguro que esta en buena compañía, dicen que los guardias de Málaga son muy guapos.
Morales que escuchaba también al capitán también se puso de malaleche.
-Capitán creo que se esta pasando.
-Yo solo digo la verdad Morales.
Miguel no se aguantó más y se tiró al capitán si Morales no lo coge le hubiera pegado.
-No le permito que hable a si de mi esposa, como vuelva a decir algo.
Miguel le señalaba con el dedo la sangre le hervía.
-Me esta amenazando.
-Le estoy advirtiendo yo no amenazo no soy tan despreciable como usted.
Morales que cogia Miguel le repetí que se tranquilizara o acabaría en el calabozo.
En ese momento llegó un subordinado. Miguel se fue hasta una esquina.
-Mi capitán.
-Hable Gutiérrez ¿Que sucede?
El guardia parecía que venia corriendo.
-Capitán han robado un caballo de la hacienda López.
-Se sabe quien ha sido.
-No.
-Pues vaya y dígale que mis oficiales irán a patear la sierra en busca del ladrón. Morales y Romero ir a hablar con la familia y busquen al culpable.
Miguel y Morales cogieron los trabucos y salieron hacia la sierra.
Mientras en la cueva. Sara salía de la cueva, en la entrada estaban el Chato y Diego con un caballo pura sangre.
El caballo era precioso y parecía dócil.
Sara se acercó a tocarle la cabeza.
-¿Y este caballo que hace aquí?
-Es mi caballo jefa, para cuando salgamos a robar poder huir a caballo y no corriendo.
Dijo satisfecho Diego a Sara.
A Sara no le olía bien el asunto del caballo sabia que no se podía permitir un ejemplar tan caro.
-¿Y de donde lo has sacado?
-Me lo han prestado.
Sara se estaba cabreando.
-¿Lo has robado?
Le gritó.
Diego sonrió maliciosamente.
-Chato tú no tendrás nada que ver con esto ¿verdad?
-No jefa, yo acabo de ver el caballo.
Se defendió el Chato.
-Devuelvelo ya.
Le ordeno Sara irritada, sabia desde el primer momento que había visto a Diego sabia que le traería problemas.
-¿Y si no lo hago?
-Si lo vas a hacer y yo te voy acompañar. Chato tráeme mi caballo.
-Sara no deberías ir, es peligroso. Tienes muy avanzado el embarazo.
-Tranquilo Chato lo acompañare y cuando estemos cerca ira solo.
El Chato trajo el caballo, Sara y Diego marcharon hacia la hacienda de los López.
32.
Pasaron unos días, Olmedo aprovechaba cualquier momento para meterse con Miguel y este estaba hasta las narices de él.
Miguel tuvo que conseguir mucha fuerza de voluntad para seguir con su vida hasta que se volviera a reunir con Sara y disimular como si no hubiera pasado nada estaba con Morales en el cuartel, Miguel estaba revisando unos papeles mientras que Morales por orden del capitán estaba limpiando las pistolas y espadas.
Al rato apareció Olmedo con el gobernador en el cuartel.
-Pues aquí lo tiene.
Señalo con malaleche a Miguel.
-Miguel y Morales se habían puesto de pie al verlos entrar.
-Descansen.
Olmedo se sentó en su silla y fingió que rellenaba unos impresos pero estaba con la oreja puesta.
-Teniente llevo días sin ver a su esposa y cuando he ido a mandar cables Marcial a tenido que enviarlos.
-No gobernador lo que sucede es que Sara esta en Málaga pasando unos días con unas amigas de Oxford.
-Me alegro, estaba preocupado es una gran persona y no merece que algo malo le pase.
Y sabe cuanto tardara en volver.
-Supongo que un par de días, se esta alargando la estancia porque sus amigas están encantadas de estar allí.
-Bueno pues ya no le molesto más, que pase buen día teniente.
-Igualmente.
El gobernador se despidió de Morales y Olmedo y se marchó.
Olmedo que había escuchado la conversación y se moría de asco al ver como el gobernador había hablado de Sara, decidió molestar.
-Vaya teniente se nota que su esposa es muy querida por el generó masculino aquí.
Miguel que estaba otra vez sentado en la silla ordenando papeles le miro con cara de asco y sigo su tarea para no entrar en su juego.
Olmedo al ver que Miguel pasaba de él se cabreo más.
-Seguro que se lo esta pasando genial sin nadie que le mande y haciendo lo que le de la gana.
Miguel lo intentaba pero se le estaban hinchando las narices estaba hasta el tricornio de Olmedo.
Olmedo al ver que apretaba los dientes siguió.
-Se ve que se lo pasa también que por eso alarga el viaje seguro que esta en buena compañía, dicen que los guardias de Málaga son muy guapos.
Morales que escuchaba también al capitán también se puso de malaleche.
-Capitán creo que se esta pasando.
-Yo solo digo la verdad Morales.
Miguel no se aguantó más y se tiró al capitán si Morales no lo coge le hubiera pegado.
-No le permito que hable a si de mi esposa, como vuelva a decir algo.
Miguel le señalaba con el dedo la sangre le hervía.
-Me esta amenazando.
-Le estoy advirtiendo yo no amenazo no soy tan despreciable como usted.
Morales que cogia Miguel le repetí que se tranquilizara o acabaría en el calabozo.
En ese momento llegó un subordinado. Miguel se fue hasta una esquina.
-Mi capitán.
-Hable Gutiérrez ¿Que sucede?
El guardia parecía que venia corriendo.
-Capitán han robado un caballo de la hacienda López.
-Se sabe quien ha sido.
-No.
-Pues vaya y dígale que mis oficiales irán a patear la sierra en busca del ladrón. Morales y Romero ir a hablar con la familia y busquen al culpable.
Miguel y Morales cogieron los trabucos y salieron hacia la sierra.
Mientras en la cueva. Sara salía de la cueva, en la entrada estaban el Chato y Diego con un caballo pura sangre.
El caballo era precioso y parecía dócil.
Sara se acercó a tocarle la cabeza.
-¿Y este caballo que hace aquí?
-Es mi caballo jefa, para cuando salgamos a robar poder huir a caballo y no corriendo.
Dijo satisfecho Diego a Sara.
A Sara no le olía bien el asunto del caballo sabia que no se podía permitir un ejemplar tan caro.
-¿Y de donde lo has sacado?
-Me lo han prestado.
Sara se estaba cabreando.
-¿Lo has robado?
Le gritó.
Diego sonrió maliciosamente.
-Chato tú no tendrás nada que ver con esto ¿verdad?
-No jefa, yo acabo de ver el caballo.
Se defendió el Chato.
-Devuelvelo ya.
Le ordeno Sara irritada, sabia desde el primer momento que había visto a Diego sabia que le traería problemas.
-¿Y si no lo hago?
-Si lo vas a hacer y yo te voy acompañar. Chato tráeme mi caballo.
-Sara no deberías ir, es peligroso. Tienes muy avanzado el embarazo.
-Tranquilo Chato lo acompañare y cuando estemos cerca ira solo.
El Chato trajo el caballo, Sara y Diego marcharon hacia la hacienda de los López.
#231

15/05/2011 14:05
Mecachis con el Diego de las narices....
#232

15/05/2011 14:59
Joer...........como le pase algo al niño...............
#233

15/05/2011 15:12
Muy bueno el relato!
Que asco el diego de las narices , que se pierdaa!
Que asco el diego de las narices , que se pierdaa!
#234

15/05/2011 15:13
¿¿Estás ya mejor cris??
#235

15/05/2011 15:16
Muy bueno el relato fandemi.
Geniallllll.
Geniallllll.
#236

15/05/2011 15:16
se nota que no he entrado mucho , ehh??
Si , aunque mañana me voy al medico aver si me cambia el antibiotico , que me sienta mal ( he pasado una noche..) y a que me curen mejor que mi medico és ...
Si , aunque mañana me voy al medico aver si me cambia el antibiotico , que me sienta mal ( he pasado una noche..) y a que me curen mejor que mi medico és ...
#237

15/05/2011 15:22
Pues cuando vayas al médico pregunta por un tal Rai...............que seguro te cura muy bien.
#238

15/05/2011 15:44
jajajajjaaj más me gustaria a mi..
#239

15/05/2011 16:43
Cris, espero que te pongas buena pronto, cura sana, cura sana , si no se cura hoy se curará mañana...
Fandemi, muuchas gracias , una vez más. Me maravilla lo bien que te organizas y te da tiempo a todo, y que fuerza de voluntad, te pones a estudiar y no entras al foro, yo no podría.
Ánimo, sigue así
Fandemi, muuchas gracias , una vez más. Me maravilla lo bien que te organizas y te da tiempo a todo, y que fuerza de voluntad, te pones a estudiar y no entras al foro, yo no podría.
Ánimo, sigue así
#240

15/05/2011 16:48
julieta , yo le digo lo mismo...que fuerza de voluntad para estudiar ..a mí me cuesta bastante porque con cualquier cosa me distraigo y con el foro ya...
Fandemi soy fan tuya!!
Fandemi soy fan tuya!!
