FORONOVELA: Cerrado

CAMPANILLAAAAAAAAAAAAAA. Te juro que he visto la escena mientras la leía. La veía como si fuera el capítulo de hoy. He visto hasta a Miguel con ese moco pegado a la nariz que le pusieron los de maquillaje cuando murió Melgar para dar realidad a la escena cuando lloraba.

SIIIIIIIIGUE. Te vamos a prohibir irte a dormir.


En fin, que la debe cortar soy yo, que empieza a volver a dolerme la espalda y como me de el lumbago de nuevo me mueeeeero.


PRECIOSO, PRECIOSO.

Madre mía, que bonito....................UFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF

Qué bonitoooo!!!

Me está pasando con tu relato como con los momentos en vídeo de la serie preferidos. Los vuelvo a ver y a ver y, ahora, con tus relatos...................los vuelvo a leer, y otra vez a leer,.....................es precioso como lo cuentas.

no me importa lo que los guionistas de antena3 escriban para la serie
esto no lo superan ni copiandolo
podias darnos unos avances o un adelanto una cortinilla
felicidades eres una narradora nata
queremos mas

madre mía que me he leido todo lo de ayer del tirón, ayyy que emoción casi se me saltan las lagrimas, e visto claramente la cara de sufrimiento de Miguel, por favor campanilla siguela.

por dios termina ya que tengo mono

porfa porfa, sigue sigue, es tan bonito y romántico.....

Ayyy, ha sido muy emocionante!
Yo tenía la imagen de Miguel con la lagrimilla colgando de la nariz.
Porfa, pon la siguiente parte.

Estoy sin palabras... precioso, precioso.

Bueno, pues os dejo otro pedacito. Saludos a todas




Sara ya se había recuperado del todo y había vuelto a su vida cotidiana. Ahora que estaba fuera de peligro, Miguel sabía que tenia que hablar con ella sobre lo ocurrido. Ahora que ya no temía por su vida necesitaba que Sara le explicase qué demonios hacía con los bandoleros. Aún no podía creerse que el bandolero misterioso fuera ella. En otras circunstancias habría sido una enorme decepción, pero el hecho de que Sara hubiera estado a punto de morir había cambiado su perspectiva. Sintió tanto dolor de pensar que la perdía, para siempre que no quería ni acordarse. Había sido para él un auténtico infierno. Se había dado cuenta de que no podía vivir sin Sara. Si ella hubiese muerto, Miguel habría muerto de pena. Por este motivo, y la alegría que suponía que estuviera viva, no podía enfadarse con ella. Primero quería que le explicara. Quería entender los motivos por los que, aún sabiendo que eso podría separarlos, se había convertido en una bandolera. Por lo menos no había hecho mal a nadie.
Mientras caminaba hacia la posada de la Maña pensaba en lo poco que había estado con Sara, a solas desde que se recuperara. Pensó que Sara no se quería enfrentar a esa situación. Sinceramente él tampoco tenía mucha gana de hacerlo, pero era necesario para su relación. Él necesitaba entender qué había llevado a Sara a unirse a los bandoleros.
Sabía que tenía permiso para entrar en la habitación de Sara, pero él prefería llamar. Y así lo hizo. Parecía que Sara le estaba esperando por que abrió enseguida.
-¡ Miguel ! – dijo antes de darle un beso en los labios.
El teniente la cogió de la cintura, la estrechó contra él y la besó también.- Hola mi amor- dijo. Y la beso de nuevo.
-Hoy has venido un poco más tarde. ¿ Está todo bien ?
-Si. Lo que pasa es que a Olmedo se le ha ocurrido tocarme las narices, para variar. Pero no quiero hablar ahora de Olmedo, Sara. Quería hablar de otra cosa.
El semblante de Miguel era serio. -Ahora viene lo que tanto me temía- Se dijo Sara a sí misma. Miguel siguió hablando.
-Supongo que sabes de qué quiero que hablemos Sara. Si no te conociera y supiera que te enfrentas a los problemas de frente, pensaría que me estás evitando, no a mí en concreto, sino a lo que tengo que decirte.
-Pues si Miguel. Tienes razón. No es que te quisiera evitar, claro que no. Lo que pasa es que no sabía cómo enfrentar esta conversación. Porque sé que tenemos que hablar de esto. Y te voy a contar toda la verdad. Si algo de lo que te voy a contar te hace daño, te pido que me perdones, porque daño es lo último que te querría hacer en la vida. – Le acarició la mejilla. – Siéntate, por favor- Y comenzó a explicarse.

no tardes mucho en continuar

queremos oir la explicacion

sigue asi por favor

Lo mismo iba a poner yo, Arunda, que no tardara mucho en continuar porque esta genial la historia.

Buahhhh!!! ..... Campañilla

He sentido la desesperación de Miguel pensando que perdía a Sara....se me ha puesto "la carne de gallina"... de verdad....

Cuentanos qué le dice Sara a Miguel y si este la perdona....

Gracias!!!

a mi me gustaria que se fuera a oxfor


miguel se sentiria muy culpable por no denunciarla,dimitiria de la guardia civil

pasado el tiempo volverian a arazana

como marido y mujer y hacer del pueblo un lugar prospero respetando los derecho de los jornaleros

a y roberto heredero,casado y con un monton de churumbeles

Continúa la conversación entre Sara y Miguel



Cuando llegué a Arazana, venía en busca de aventuras. Me había escapado de casa de mi tío Richard. Había leído mil historias de bandoleros y me entusiasmé cuando oí hablar de Carranza y su banda. Quería saberlo todo de ellos. Cómo vivían, cómo preparaban los golpes, cómo se hablaban entre ellos. No sé, quería saberlo todo. Como recordarás fue al poco de llegar aquí cuando nos secuestraron a mi y a mi tío. Para mí fue una aventura que me tocó vivir. Temía por la salud de mi tío, claro. Pero yo estaba en la cueva y lo que hacía era observarlo todo para después plasmarlo en mi novela. Bueno, ya sabes que me escapé, que me salvaste del Chato y que fue gracias a ti que mi tío saliera ileso de ese secuestro. Bueno, te aseguro que a pesar de todo , Carranza no me pareció en ese momento mal tipo. Era un poco gruñón, pero no me pareció que tuviera que tenerle miedo. Un día, me encontré con Carranza por casualidad. Le dije que quería ser de la banda y se rió. Mucho. Me dijo que la banda no estaba hecha para una señorita como yo. Me intentó quitar la idea de la cabeza. Quería hacerme comprender que la vida que llevaban no era vida para nadie. Comencé a sentir más curiosidad. Todos los días paseaba por el mismo sitio. Algunos días lo encontraba , otros no. Siempre iba solo a ese lugar. Quizás ese sitio era para él su remanso de paz fuera del escondite. Su momento de soledad. Si era así, ya dejó de serlo, porque yo siempre lo encontraba allá. Así fuimos haciéndonos amigos. Comencé a conocerlo y me pareció un gran hombre. Su fama como bandolero le precedía, pero te aseguro que no le hacía justicia. Era buena persona. Eligió un camino que no hubiera elegido si las circunstancias de su vida hubieran sido otras. Yo lo conocí, le admiré y le echo de menos.
-Sara, ¡ cómo que le echas de menos ! ¡ Era un bandolero, por Dios !- Miguel estaba exaltado.
-No estoy hablando de un bandolero, Miguel. Estoy hablando de una persona. Echo de menos a la persona. Era mi amigo. Mi confidente. Tú mismo conociste a Carranza. Podrías decir que fue malo contigo ? No. Al contrario. Él sabía la relación que nos unía, y sabía que Melgar mató a tu padre. El te citó para contártelo. De otra forma nunca lo hubieras sabido. El caso es que le pedí que me dejar pertenecer a la banda. Repito que él no quería, intentó quitarme la idea de la cabeza, pero sabes lo cabezota que soy. Al final lo convencí. Soy una experta tiradora y le demostré que podía venir bien a la banda. Lo primero que hicimos juntos fue liberar a Dionisio.
-Disparaste desde el campanario. ¿ Verdad ?- Preguntó Miguel. Qué burla del destino- pensó- que el día que supe que habían disparado desde el campanario al seguir la trayectoria me encontré con Sara. Sonrió al recordarlo.
-Si .- Sara estaba turbada.- Sabía qué imagen tenía en estos momentos Miguel en la cabeza. Lo sabía. -
Después de liberar a Dionisio, la banda le dio dinero para que se marchara a otra parte con su familia. Les hice ver que podían ayudar a los desfavorecidos y juntos trabajamos en ello. Después de que Carranza te contara lo de Melgar, se quedó preocupado. Me dijo que enamorarme de un guardia civil y pertenecer a la banda no podía ser. No era bueno, ni para mí ni para la banda. Pero era demasiado tarde. En el corazón no se manda y yo ya estaba enamorada de ti. No quería dejarte por nada del mundo, pero no quería dejar la banda ahora que iban a hacer por conseguir el bien de los pobres del pueblo. Les convencí de que no influiría para nada en la banda que tú fueras mi novio. Les hice ver que podía tener sus ventajas, ya que podría sacarte información y contársela a ellos. Sé que no está bien lo que hice, Miguel. Pero era la única forma de quedarme en la banda y ayudar a los demás. Además, Carranza me eligió como su sustituta al frente de la banda si a él le pasaba algo.
-Espera Sara, que no sé si he entendido bien. Aprovechabas la cosas que te contaba de mi trabajo para que tus amigos los bandoleros cometieran delitos ? Pero ¿ tú sabes lo que me estás diciendo ?. Se levantó- Ya no sé si quiero saber más, Sara. Estoy muy decepcionado.- Se dirigía a la puerta
-Miguel, espera por favor.
-No Sara. No espero nada.- Estaba realmente enfadado, dolido- Puedo llegar a entender que tus ansias de aventura te llevaran a pertenecer a una banda de delincuentes. Puedo entender que admiraras a Carranza y que consideres que era un buen hombre. Lo que no te voy a perdonar jamás, Sara, es que , sabiendo lo importante que es mi trabajo para mí, te hayas aprovechado para que tus amigos los bandoleros pudieran cometer los delitos que quisieran. Te has aprovechado de la confianza que puse en ti. Y me has engañado. Ya no puedo fiarme de ti. No te voy a perdonar que hayas puesto en peligro mi trabajo por ayudar a la gente que he odiado desde siempre. Has puesto en juego mi vida y la de mis compañeros por tus ansias de aventuras. Y todo ello suponiendo que me amas. Dime Sara: ¿ De verdad pretendes que crea que me amas después de lo que acabo de oír ? – Miguel tenía la voz entrecortada.- Yo no quiero que me amen así. No me gusta. Gracias por salvarme la vida. Ojalá no lo hubieses hecho.- Y con los ojos llenos de lágrimas salió de la habitación de Sara. Y de su vida. Y la dejó ahí, llorando sin consuelo porque acababa de perder lo que más quería en el mundo: A Miguel. Había notado en su mirada el dolor. El dolor de quien se siente “ vendido “ por la persona que más quiere. Había visto en sus ojos el dolor de la traición porque ella le había traicionado y le había herido en lo más profundo de su ser. Ella sabía cuánto odio acumulado había en su corazón hacia los bandoleros. Un bandolero había matado a su padre. La realidad le golpeó en la cara. Ahora se daba cuenta de lo injusta y egoísta que había sido.

¡Que se explique, que se explique!

esto no pinta bien

confio que campanilla lo arregles

no tardes mucho

gracias

Me encanta la historia! es muy muy buena!!! esperemos que Miguel no tarde en perdonarla... que no puede vivir sin ella!!!!
Gracias campanilla!!!

venga campanilla, que tienes nombre de hada no? pues concédenos unos pequeños deseos