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FORONOVELA: Cerrado

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#0
Campanillanj
Campanillanj
25/04/2011 20:11
Hola a todas las foreras !!!
Ha sido un laargo fin de semana sin bandolera. Lo que nos quedaba para sobrellevarlo era la historia conjunta de maki, pero nos ha tenido a pan y agua, así que se me ocurrió escribir una yo misma. Ahi os va un trozo, y si os gusta me lo decís y continúo subiendo trozos.
Gracias de antemano a todo aquel que se tome la molestia de leerlo.


Habían pasado ya varios días desde que Roberto saliera de prisión. Gracias a Miguel, que como siempre había ejercido su labor con rectitud y llevando siempre por bandera la presunción de inocencia, Roberto fue puesto en libertad. Él, Miguel fue desmontando una a una las pruebas que inculpaban al jornalero. Algunos, como Olmedo, se burlaban de él y le decían que era tonto; que Roberto era su rival por el amor de Sara; que mientras estuviera preso no sería un problema en su relación y que como se enfrentaba a la pena mayor, ya sería definitivamente historia. Pero Miguel no había podido permitirlo. Roberto no era santo de su devoción, pero sabía que era inocente; no le creía capaz de cometer semejante atrocidad. Además de todo, jamás podría ser feliz junto a Sara si no hubiera hecho nada por demostrar la inocencia de Roberto.
Después de que Roberto saliera en libertad, se había puesto en marcha una fiesta que se celebraría en la taberna en honor a Roberto. Todo el pueblo estaba contento con su puesta en libertad, pues todo el pueblo lo apreciaba a él mucho, y también a su familia. Y todo el mundo estaba ese día en la taberna festejando. También estaba Sara. Pero no estaba Miguel. El joven teniente había pensado que al no ser amigos, y al haber tenido todos los enfrentamientos que habían tenido, no era adecuado presentarse en esa fiesta. A pesar de la insistencia de Sara en que tenía que acudir, lo había pensado bien, y decidió no ir. No le preocupaba que Sara y Roberto se encontraran allí. Ya no tenía dudas de Sara. Sabía que lo amaba a él. Sabía también que quería a Roberto, pero como un amigo nada más. Él había decidido confiar en Sara y disfrutar de su amor sin temores ni preocupaciones. Había hecho caso a Morales y disfrutaba del amor.
Sara vio a Morales y se acercó a él.
- Morales ! ¿ Dónde está Miguel ? Me dijo que igual venía. Aunque no lo noté muy convencido.
- No milady. Al final ha decidido que no era apropiado y se ha quedado en el cuartel. Y eso que esta tarde tenía libre.
- Muy bien. Gracias Morales.
Y Sara se dirigió donde estaba Roberto y le dijo algo. El le contestó y Sara salió a toda prisa de la taberna. Se dirigió al cuartel y preguntó por el teniente Romero. Allí lo encontró Sara, sentado en su mesa mirando unos papeles.
- Sara ! ¿ Qué haces aquí ? Te hacía en la fiesta de Roberto.
- Si, allí estaba, pero para mí no era lo mismo sin ti. He venido a buscarte. Todo el mundo está allí. Menos tú, que eres el artífice de que él esté libre. Si hay alguien que tenga que estar en esa fiesta, además de Roberto, ése eres tú, Miguel.
- No Sara. yo sólo hice mi trabajo. Aún así, no estaría cómodo.
- Vamos miguel. Hasta Roberto ha preguntado por ti. Todo el mundo esperaba verte allá. Anímate.
- Bueno, pero voy sólo un rato. Sobre todo porque quiero estar contigo. Además esta noche tengo libre, así que me vendrá bien salir un rato. Espérame que voy a cambiarme y enseguida estoy contigo.
- Si quiere usted, teniente, puedo ayudarle a quitarse la ropa- dijo Sara picarona.
- Como le haga caso, señorita Reeves, no vamos a la fiesta ni a ningún otro sitio, se lo aseguro- Y le guiñó un ojo en un gesto que volvía loca a Sara.
- Ahora creo que la que no quiere ir a la fiesta soy yo, Miguel. Me iría contigo directamente a la posada de la Maña, a la cama, y no precisamente a dormir.
- Ufff, Sara. Mejor voy a cambiarme. Espérame – dijo dándole un pequeño beso en los labios.
#81
telenovelista
telenovelista
28/04/2011 23:33
x nosotras la pekes no te cortes eh
#82
crislovely
crislovely
28/04/2011 23:35
ya , aunque vosotras nos veais pequeñas somos de conciencia abierta , es decir que esto nos gusta jejejej
#83
camisablanca
camisablanca
28/04/2011 23:35
Gracias campanilla, muy bonita!! Que se casen ya el galeno y flor que queremos baile...

edito: eso eso que las tres mosqueteras(jajajaja) no nos asustamos
#84
julieta11
julieta11
28/04/2011 23:36
ains, pero que bonito...sigue cuando puedas
#85
Campanillanj
Campanillanj
29/04/2011 19:53
Ahí va otro fragmento más. Como siempre, espero que os guste. Saludicos


Se sabía en la comarca que la partida de bandoleros se había disuelto. No había asaltos a diligencias, ni robos en cortijos, ni ningún otro altercado. Todo era tranquilidad en Arazana. Algunos de los miembro de la partida seguían viéndose. El Marqués solía hacer sus apariciones en el pueblo, sobre todo si oía que había alguna timba importante. Siempre, no obstante, tenía que mandar algún cable importante y así podía charlar un rato con Sara y con Marcial. Del que no tenían noticia alguna era del Chato. Eso les tenía en vilo. Debido a su carácter y a su temeridad, el Chato podía cometer cualquier imprudencia. Un día el Marqués llegó a la imprenta con el semblante notablemente serio. Marcial, notó casi al instante que algo no iba bien.Cerró la puerta de la imprenta.
-Qué ocurre, Juan ? – le preguntó
-Es el Chato. Lo han apresado. Lo capturaron cuando robaba en una cortijo en Villareja. Le van a dar garrote en dos días. De esta no lo salva nadie. Me lo han contado unos civiles que me he encontrado por el camino.
Cuando Sara llegó, no daba crédito a lo que estaba escuchando.
-De acuerdo. Vamos a hacer lo siguiente. Estará en la prisión de Villareja. Hay que averiguar a qué hora lo van a trasladar a Sevilla.
-¿ Qué se te está ocurriendo, Sara ?- preguntó Juan.
-Vamos a ir a liberarlo. La partida se va a poner en marcha por última vez. Más le vale al Chato andar con cuidado cuando lo liberemos porque va a ser la última vez que nos juntamos. Aquí ya cada uno tiene su vida como la ha elegido y nadie se la va a jugar porque sí. Todos nos vamos a jugar mucho en esto.- terció Sara.
-Sara, ¿ no estarás hablando en serio ?- le preguntó Marcial. ¿ Vamos a ir a liberarlo ? Eso va a estar lleno de civiles.
-Si, lo vamos a liberar, pero tu no vas a venir, Galeno. Te acabas de casar y no puedes echarlo todo a perder con Flor. Te mataría si se enterara.
-Tú no estás en mejor situación que yo, Sara. Ahora eres feliz con Miguel. Sois la viva imagen de la felicidad. Da gusto veros juntos. No te la juegues, Sara. No merece la pena. Recuerda lo que me pasó a mí en el último golpe. Por poco pierdo a Flor para siempre. No lo hagas.
-¿ No estás oyendo Galeno que le van a dar garrote ? Fue nuestro compañero. Vuestro amigo. ¿ Es que vais a dejar que le den ese triste final ? Vamos a ir y tú, Galeno, te vas a quedar aquí. Es una orden. Llegado el caso, puedes sernos más útil como médico. Tienes que estar preparado por si ocurriera algo.
-Pero ¿ Quién va a ir ? ¿ Vosotros dos ?- quiso saber Marcial. Es un suicidio. Es imposible que salga bien.
-Nos llevaremos a Rafalín. Él nos puede ayudar. Conoce esas tierras como la palma de su mano. Ser tres es mejor para el Chato que no ser nada. No creo además que haya muchos civiles custodiándolo. Ya saben que la partida se disolvió. No esperarán que nadie vaya a rescatarle. Es tarde. Vámonos ya Juan.
-Pero Sara…- Juan quería que Sara entrara en razón
-Si vas a venir tiene que ser ya. Si no, me voy sola, Juan.
-Claro que voy contigo, marimandona- replicó. Y miró a Galeno mientras salía poniendo cara de “ uff, la que me espera “. Cuando salieron de la imprenta se separaron y cada uno de ellos se fue por su lado en dirección a la cueva. Allí trazarían un plan para liberar al Chato. De camino, Sara buscó a Rafalín y juntos se dirigieron al encuentro de Juan.
#86
faraona55
faraona55
29/04/2011 19:59
que intriga nena cuando te salga de las albaidas que ya saves lo que significa sigue guapa
#87
CHECHE
CHECHE
29/04/2011 20:09
Vaya pasión....que relato....Nada de mas light..pero a las menores les ponemos los rombos muy gordos..Ya me gustaria ver unas escenas así,,,guionistas aprnedan....aunque con el horario en que se emite la serie, no esposible...peeero te tenemos a ti.......WOW.....me ha encantado

Queremos maaaas

Felcidades artistaza, te incorporo al post de los agradecimientos...........
#88
FichaRoja
FichaRoja
29/04/2011 20:17
Muy bueno, Campanilla, síguelo.

Seguro que Miguel la va a descubrir, esque ya tengo gana de bronca que están todo el día babeando y me ponen nerviosa.
#89
Campanillanj
Campanillanj
29/04/2011 20:17
Continúo con la historia, porque os merecéis lo mejor. Muchas gracias por vuestros comentarios.



Mientras tanto, en el cuartel de Arazana, Un Olmedo enfurecido cargaba su frustración con sus subordinados. Estaba furioso porque no había sido él quien capturara al Chato. Lo único que le ponía de buen humor era que otro bandolero de la banda de Carranza iba a morir.
-¡ Morales ! Venga aquí inmediatamente.
-A la orden mi capitán
-Esta tarde trasladan al tal Chato desde Villareja a Sevilla. Nos juntaremos con su escolta en el camino viejo y desde alli emprenderemos camino para Sevilla.
-Pero capitán… A Sevilla ? ¿ Hoy ?
-A Sevilla o a donde me salga a mi de las albaidas Morales. Y es una orden. Me lo han pedido como un favor personal y no permitiré excusas. Van a ir todos. Este operativo va a salir bien sí o sí. O me encargo de que les echen del cuerpo por incompetentes. ¡ Ahh, se me olvidaba !- añadió- Desde ahora hasta que nos vayamos nadie sale del cuartel. Esto lo digo por usted, Romero. A ver si la inglesita esa que tiene de novia va a distraerlo de sus obligaciones
Miguel hizo como que no lo oía. Le ponía enfermo. Le daba igual que lo ascendieran, que lo trasladaran a Madrid, o a Albacete si se terciaba. Lo único que deseaba era perderlo de vista. Ahora se tenía que ir a Sevilla sin despedirse de Sara. Se quedó pensando. Morales se le acercó.
-A ver cómo avisa usted a milady de que se tiene que ir a Sevilla, mi teniente.
-No lo sé Morales. Pero tiene que saberlo.- De pronto sonrió- Tiene usted que hacerse el enfermo y librarse de este operativo. Tienes que ir a la imprenta y explicarle a Sara.
-No voy a tener que hacerme el enfermo. Yo sólo de pensar en un operativo me pongo malo solo. Voy a ver qué hago
Y Miguel no supo en ese momento qué fue lo que le dijo a Olmedo. Sólo vió que éste se enfurecía y que el sargento salía a toda prisa del cuartel. Bueno, ya averiguaría en otro momento qué le había dicho. Por lo menos Sara ya sabría que iba a estar fuera de Arazana y no se preocuparía por él.
El que estaba ahora preocupado de verdad era Marcial. Como no encontró a Sara en la imprenta, le había dejado el recado con el médico. El galeno se temía lo peor. Con la fijación que tenía miguel por el bandolero del Winchester y siendo el mejor guardia civil de la zona la cosa no pintaba bien. Tenía que salir del dispensario para ir a avisar a la partida. Sara tenía que saberlo. pero justo cuando salía del dispensario para ir a la cueva, entró Flor con un niño. Un niño inconsciente que se había caído de un árbol. La cosa con el niño pintaba mal. Muy a su pesar, no pudo ir a avisar a sus amigos. Él se debía a su profesión y en ese momento tenía que atender al pequeño. Rezó para sí pidiendo que no ocurriera nada malo.
#90
FichaRoja
FichaRoja
29/04/2011 20:20
Ah, que bueno, CCampanilla, el de escolta y ella de bandolera, que traca ¡¡¡¡¡¡
#91
camisablanca
camisablanca
29/04/2011 20:21
Gracias campanilla!! La conversación Miguel-Morales me encanta!! =)
#92
Campanillanj
Campanillanj
29/04/2011 20:32
Y continúa.


Al llegar a la cueva Sara, Juan y Rafalín se quedaron asombrados. Estaba llena de antiguos compañeros que, conociendo la noticia de la detención del Chato se habían dirigido a la cueva por si la banda se organizaba para intentar liberarlo. todos habían dejado de lado sus cosas para ayudar al Chato. Era emocionante ver que eran como una gran familia.
Sara organizó a todo el mundo con la inestimable ayuda de Juan. Mientras tanto, Rafalín y algunos otros ponían trampas para la escolta e inspeccionaban el camino para determinar cuál era el mejor sitio para interceptar a los civiles.
-Vámonos ya- dijo Sara a los compañeros. Recordad: Nada de disparos. Si acaso sólo para ahuyentarles. Que nadie dispare a nadie. Es una orden.
-Sara, por última vez te lo pido. No vengas. Ya todos sabemos lo que tenemos que hacer. No te expongas.
-Juan, ya está bien. No me vas a convencer. Nadie de los aquí presentes tiene mejor puntería que yo. Voy a ir y no hay más que hablar. Y salió de la cueva.
-¡¡Cabezota !!- se quedó diciendo Juan, solo en la cueva. Y salió también.

Llegaron al camino viejo y tomaron posiciones. No tuvieron que esperar mucho. cuando vió llegar a los civiles, Sara se quedó de piedra. ¿ Qué hacía Miguel allí ? Un escalofrío le recorrió la espalda. No puede ser. Estaba sumida en sus pensamientos cuando de repente oyó disparos y volvió a la realidad. Vió que Miguel corría hacia donde estaba ella. Estaba muy cerca. No le daba tiempo de escapar. – Va a apresarme- pensó. No, por favor. Él no. Y en este momento menos. No me lo perdonará jamás- pensaba Sara.
-Vaya. Por fin tengo ante mí al bandolero del Winchester. No le voy a decir que no tenía ganas de tenerlo así- dijo Miguel apuntándole con su rifle- No es un placer, que digamos.
De pronto, tras la espalda de Miguel. Sara vio a uno de los bandoleros que no conocía apuntar a Miguel. Todo el mundo sabía que Miguel era intocable. Entonces Sara cayó en la cuenta de que ese día no lo había recordado a la partida, como hacía siempre, porque jamás se le ocurrió pensar que Miguel estaría allí ese día.
Oyó a lo lejos que Juan llamaba a retirada y vio que el Chato iba con él. Y entonces oyó un disparo. Un disparo a traición, por la espalda. La historia se volvía a repetir y eso no era justo. Miguel no pudo reaccionar porque no pensó que el disparo fuera para él. Estaba concentrado en el del Winchester. Pero Sara sí reaccionó. En una fracción de segundo se abalanzó sobre Miguel para apartarlo de la trayectoria de la bala y lo consiguió. Se quedaría sobre él para que no volvieran a dispararle. Lo cubriría con su cuerpo. lo defendería con su vida si era preciso. De pronto, notó un golpe. Oía voces, cada vez más lejanas. Todo se quedó en silencio y la oscuridad se cernió sobre ella.
Miguel intentaba zafarse de la persona que tenía encima. Debía ser un chico joven, por lo poco que pesaba. Le había salvado la vida, de nuevo. Incluso a costa de la suya. Había arriesgado su vida para salvarle a él. Estaba inerte. Quizás la bala que iba destinada a él dio a ese bandolero. Solo espero que no esté muerto- se dijo Miguel. Entonces pensó que ese bandolero nunca había hecho nada malo. Incluso era capaz de poner su vida en peligro para salvar a otra persona. Una persona que iba a detenerle. No sabía en ese momento si sentía pena por él . Le inspiraba un sentimiento que le resultaba difícil explicarse a sí mismo. Consiguió salir y levantarse. Vio al bandolero tendido en el suelo. También vio un hilillo de sangre entre su cabeza y las piedras que había debajo. Miró a su alrededor. No quedaban ya ni bandoleros ni compañeros. Todos habían desaparecido. Los bandoleros habían liberado al Chato y se habían retirado. Los compañeros de Villareja, le habían dejado solo por alguna razón. – Céntrate Miguel. Este muchacho necesita ayuda- habló en voz alta. Y se dispuso a quitarle el pañuelo de la cara, para que respirara mejor. Se quedó helado cuando vió la cara de aquel bandolero. No podía ser. Era Sara. Su Sara.
#93
camisablanca
camisablanca
29/04/2011 20:35
La ha descubierto!! Sigue , sigue quiero saber que pasa ahora..... =)
#94
fandemi93
fandemi93
29/04/2011 20:58
guau!! esta genialbravo
sigueeee
#95
Allana
Allana
29/04/2011 21:03
POR FAVOR, SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEeeeeeeeeeeeeeeeee. No nos dejes así.
Pa cuando la siguiente parte????
#96
fezmarta
fezmarta
29/04/2011 21:21
campanilla sigue que nos dejas en lo mejor por fi.................................
#97
CHECHE
CHECHE
29/04/2011 21:32
Campanilla.....sigueeeeeeeeeeeeeeee...por favor........
#98
Campanillanj
Campanillanj
29/04/2011 21:56
Ahí va el último fragento de hoy. como siempre, espero que os guste. La que quería bronca no sé si quedará muy contenta, pero yo soy una romántica empedernida y el teniente acentúa ese rasgo de mi carácter. Es que es tan mono....
Bueno, lo de siempre. Espero que os guste.


Una corriente de sensaciones contradictorias se agolpaban en su mente. Su novia, su amada Sara era una bandolera. Ahora entendía muchas cosas. Le había mentido, le había engañado. De pronto, la miró y el enojo dio paso a la preocupación. ella estaba allí, inconsciente. No se movía. Tenía que hacer algo. La cogió en brazos con mucho cuidado. La llevó hasta su caballo. Tenía que darse prisa en llegar al pueblo. Tenía que llevarla donde Marcial. Confiaba en su amigo. Ya pensarían entre los dos una excusa para explicar lo que le había ocurrido. Ahora lo que importaba era que ella se pusiera bien. Mientras dirigía el caballo con Sara hasta el pueblo, las lágrimas asomaban a sus ojos y resbalaban por sus mejillas. – Sólo te pido que no se muera, Dios- repetía una y otra vez.
Y llegó por fin al dispensario. Por suerte no se había encontrado con nadie por la calle.
- Marcial ! – gritó desesperado
- ¡ Miguel ! ¿ Qué ha pasado ?- dijo el médico asustado mirando a Sara.
- Se ha dado un fuerte golpe en la cabeza. Sálvala, Marcial. Sálvala- repetía con la voz quebrada por el llanto y la preocupación.
- Quédate aquí que voy a examinarla. Después hablo contigo.
Y Miguel se quedó allí solo, desesperado, esperando noticias con la cabeza entre sus manos pensando que la mujer que amaba se estaba debatiendo entre la vida y la muerte. Por salvarle a él. Prefería perder él la vida que ver morir a Sara. Ahora poco importaba el hecho de descubrir que era una bandolera. Poco importaba si ella se moría. Porque él se moriría también.
Marcial tenía el semblante preocupado cuando salió para hablar con él.
-¿ Cómo está Sara ?- le preguntó Miguel ansioso en cuanto salió. Dime la verdad
-Está mal Miguel. Las próximas horas van a ser cruciales. Ha sido un golpe muy fuerte y está inconsciente. Pero ella es fuerte y lo superará. Ahora lo único que podemos hacer es esperar. En cuanto a lo que ha pasado, para mi se ha caído en el río. He escondido las ropas que traía puestas. Le he puesto una bata que tiene Flor aquí para cuando necesito que me ayude. De todos modos, habrá que llevarla a la posada. Allí estará mucho mejor. Más cómoda. La Maña o tú mismo le podéis poner algo de ropa más cómoda. Pero tiene que estar tranquila. Ni ruidos ni ambientes cargados ni fríos. En la posada estará bien.
-Gracias Marcial. Muchas gracias.
-Es mi trabajo Miguel. Y ella es mi amiga. Y tú. Ahora tenemos que llevarla a la taberna. Yo te ayudo.
Y trasladaron a Sara a la posada. Entró primero Marcial para contar a la Maña lo que había pasado. Cuanto más tranquila estuviera, más podría ayudarles. La tendieron en la cama.
- Quédate con ella y cualquier cosa que pase, me mandas llamar con la Maña o con alguien. Estate tranquilo Miguel. Háblale. Quizás pueda escucharte. Ahora mejor nos vamos. Cuanta menos gente haya en la habitación, mejor para ella.
- Gracias Doctor.
Y Miguel se dirigió a la cama en la que se encontraba Sara con una bata en la mano. Suavemente le quitó la ropa que traía y le puso la suya. – Estará más cómoda- supuso. Se quedó con las manos de Sara entre las suyas, y las besó una y otra vez. Las lágrimas del teniente mojaban las manos de Sara. No había en ese momento consuelo para Miguel. Y así pasó la noche. Observándola. Quería abrazarla con todas sus fuerzas, darle su vida. Porque Sara no podía morir.
Llegó la mañana y todo seguía igual.
-Vete a descansar, Miguel- aconsejaba Marcial. No has pegado ojo en toda la noche. Se te nota. No puedes hacer nada por ella. Vete a descansar, o a trabajar, o a dar un paseo, pero sal de aquí un rato. Te vendrá bien. Si hay algún cambio, yo te aviso.
Y Miguel sabía que tenía que ir al cuartel, porque Olmedo no le iba a dar permiso para ir a cuidar de Sara. Y estuvo todo el día entre el cuartel y la posada por si había algún cambio. Pero no lo hubo. Cuando Miguel por la tarde volvió a verla se encontró con el médico allí.
- Dime que se va a despertar. Necesito saber que se va a despertar.
- Si te digo la verdad, estoy preocupado. Ya tenía que haberse despertado. No entiendo qué pasa. Solo podemos esperar. Ahora tengo que irme. Después paso a verla. Y se giró para irse.- Miguel…- dijo. El teniente le miró- Nada, no era nada.
- Qué ?- Preguntó esperanzado
Se me está ocurriendo que ella no quiere despertar.
-¿ Y por qué querría ella eso ?
-Ella en concreto no. Su subconsciente. Tiene miedo. Ella te ha fallado y lo sabe. Y no quiere enfrentarse a tus reproches. Mira, yo me tengo que ir. Después vuelvo. Olvida lo que te acabo de decir.
Pero Miguel no podía olvidarlo. Se sentó junto a ella. Y acarició su pelo mientras le hablaba.
-Sara, mi amor, tienes que despertar. No puedes rendirte. Tienes que ser fuerte y despertar. Tenemos que hacer aún muchas cosas juntos. Si estás así por miedo a que yo esté enfadado, olvídalo. Tú despierta. Tenemos que descubrir quienes son tus padres y encontrarlos para poder casarnos. Porque yo sigo queriéndome casar contigo. Te amo. Tienes que despertar. Por favor, hazlo.
Sara oía una voz, lejos. Lejos pero se iba acercando. Esa voz. Sí. Conocía esa voz. Amaba esa voz. Y a la persona a la que pertenecía esa voz. Era Miguel. Había conseguido salvarle de aquel disparo. ¡ Estaba vivo ! Le dolía la cabeza. Mucho. Al notar el dolor, se movió. - Sigue hablándome, Miguel- pensaba- En esta oscuridad no te encuentro. Guíame con tu voz. Háblame.
Y como si le oyera, Miguel siguió hablando. Desde que la vio moverse, no podía parar de hablar. Era como si las palabras salieran de su boca con vida propia.
- … y también tienes que volver a hacer rosquillas y enseñarme a mí a hacerlas, y tenemos que volver al campo cuando la Maña diga que va a cambiar el tiempo, y nos cobijaremos en el refugio, y tengo que llevarte al sitio mágico que te prometí, y …
- Yo también quiero hacer todas esas cosas contigo amor- dijo Sara, pensando para sí. Pero lo había dicho en voz alta. Al oir su propia voz, abrió los ojos. Y lo vio.
- ¡ Sara !- exclamó Miguel. Sabía que tenía que tranquilizarse. Marcial no tardaría en llegar. Sara tenía que estar tranquila.
- Miguel, ¡ estás vivo !- dijo ella sonriéndole.
- Si, estoy vivo. Gracias a ti. Pero no hables. Te diste un golpe muy fuerte. Estate tranquila hasta que llegue Marcial. Yo voy a estar aquí contigo.
- ¿ Cuánto rato llevo aquí ? Tengo que hacer muchas cosas. Iba a levantarse, pero antes de que lo hiciera, Miguel, que le había visto las intenciones, la frenó.
- No intentes levantarte. Has estado desde ayer inconsciente. Tienes que esperar al médico. No te precipites.- Y cogiendo sus manos, la tranquilizó.
#99
FichaRoja
FichaRoja
29/04/2011 22:08
Joder Campanilla, que real, se me han saltado las lágrimas y todo. Termínala, por favor, es una historia preciosa.

Yo también soy una romántica empedernida, pero a veces, ni siquiera todo el amor del mundo es suficiente. Espero que para Sara y Miguel si lo sea.

Buenas noches a todas las foreras. Nos leemos mañana y ojalá tengamos una jugosa cortinilla.

Besos.
#100
caleiro
caleiro
29/04/2011 22:17
Ufffffffffffffffffffffffff! Campanilla me has dejado con la boca abierta y el corazón en un puño, lo estaba visualizando al detalle. Qué romántico y que bonito. Espero ansiosa la continuación.
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