Las sandeces y la basura de "Amar en tiempos revueltos"

El estar enganchado no significa nada, firalona. El hombre (y la mujer ) es animal de costumbres. Yo estoy "enganchadísimo" a limpiarme los dientes después de comer, no puedo dilatarlo demasiado tiempo, me siento incómodo. Sin embargo, esa actividad no me produce placer ni goce estético alguno... Aunque eso sí, es un hábito saludable. El del novelucho, no tanto, pero lo compensamos con estos constructivos diálogos. ¿No te parece? Y sí, hoy hemos dormido la siesta sin interferencias .

...pues sí... jajajaja tienes razón.

En estos ultimos días he estado liadilla y casi no he visto la serie, pero si me llamo mucho la atencion, que el cura hablara asi a la niña, esta fuera de todo lugar, me da la impresión que siguiendo la tonica los guionistas volveran a dar oscuras intenciones al cura ya lo vereis, tanto acercarse alos niños......
Y lo de recibir a la vecina en pijama, me parece mas increible aun, no se en que deben estar pensando, tiene toda la razón Píndaro al decir que era impensable en aquella epoca tanto la cvisita en esas condiciones como el enseñar el piso, ¡un hombre enseñando el piso! no es creiblecon la moral de la epoca, encima solos en casa, la situación es completamente impensable, ella se habria negado pensando oscuras intenciones de este.
Píndaro espero que te encuentres bien de tu operación, siento no haberte dicho nada antes pero ando algo liada.

Celebro mucho que coincidamos, Indala, pero no podía ser de otra manera. Son tan absurdas las situaciones que presentan esos guionistas que nadie que haya vivido más o menos próximamente esa época puede no darse cuenta de ello. Pero es que, además, ni siquera ahora podría ocurrir eso. ¿Desde cuando un hombre casado en ausencia de su esposa le enseña la casa a una vecina? Así que no es ignorancia de los guionistas, como en otros casos cabe deducir, sino simplemente un afán morboso. Para que los teleespectadores piensen lo que firalona muy gráficamente nos ha dicho.

Y muchas gracias, Indala, por interesarte por la pequeña intervención a que me han sometido. Ya estoy completamente bien.

vuelvo a este foro después de unos días que he estado de vacaciones, aunque he intentado seguir la serie. sobre las sandeces , pues lleva razón Píndaro en lo del Asturiano y lo de enseñar el piso... vamos eso es algo surrealista para la época, incluso ahora es algo raro, pero estos guionistas de la serie tienen una visión muy propia de la realidad, por ejemplo los besos en plena calle. El personaje del cura, me parece a mi, que habla demasiado y que esconde algo

Píndaro me alegro que estés bien y que sigas animando el foro, porque hay tardes que los episodios no dan mucho juego.


saludos forer@s.

Muchas gracias, Nivo.

Sandez número 1 de hoy:

Cuando la novia del doctor se dirige a éste diciéndole que ha comprado una botella de rioja porque en la tienda le han dicho que ése es el mejor vino para una comida, cena o algo así. Y yo me he preguntado: ¿de dónde vendrá esta chica que no sabe algo tan conocido como es la excelencia de los vinos de la Rioja y se lo tienen que decir en la tienda? ¿Será de algún país africano?

Sandez número 2:

Insisten con la cuestión relativa a Demóstenes... Bueno, como ya he dicho en otra ocasión el que un boxeador desconozca que el susodicho era un orador griego entra dentro de lo normal, ahora que el periodista le diga ese nombre y Alfonso crea que se refiere a un boxeador y afirme que éste no es tan "elegante" como él... eso sí que es ridículo. En primer lugar porque los boxeadores conocen perfectamente los nombres y las historias de sus rivales, y en segundo porque lo normal hubiera sido asombrarse de que le citaran un nombre que él desconocía y preguntar al periodista. Si un boxeador no conoce el nombre de otro es porque el otro no es demasiado conocido y eso no es motivo de vergüenza.

Sandez número 3:

Qúe tras la filípica (¡ya que estamos con Demóstenes!) que le da Alfonso a Ana ésta se refugie en casa de Héctor y Teresa: ningún marido de la época hubiera permitido a su mujer salir sola de casa a esas horas de la noche. Aparte de que es absurdo que Ana abandone su propia casa y deja allí a su marido que en realidad es un advenedizo. Porque, supongo, que desde los muebles hasta el criado Dionisio todo es de la señora de la casa y nada del pobre Alfonso.

Las tres sandeces son eso mismo sandeces, pero la última además es absurda, a que puede tener miedo si tiene el servicio a su disposición, lo mas lógico habría sido mandarle a dormir a la habitación de invitados ¿o acaso no tienen?.

totalmente de acuerdo con Píndaro y Segoviana, las sandeces, sobre todo la de la pelea de Ana y Alfonso, es que claman al cielo. Lo de Alfonso y su mujer va a ir por unos derroteros poco felices para la pareja.

Así es, Nivo, la sandez de la pelea de Ana y Alfonso clama al cielo. Cierto que Ana tenía que haberle dicho a Alfonso lo que ocurría, pero también es comprensible que no lo haga temiendo una reacción colérica de su marido que en nada le beneficiaría. Ahora, dejar que publicaran algo así es algo que no debía hacer y por tanto hizo bien en intervenir. Y eso por muy berzotas que sea una persona tiene que comprenderlo. El ridículo que hubiera hecho Alfonso hubiese sido atroz. Y no por ignorar quién era Demóstenes sino porque queda claramente demostrado su complejo de inferioridad y carencia de escrúpulos para mentir. Por tanto, cualquier hombre normal estaría agradecido a su esposa por haberle evitado el ridiculo más espantoso.

Otra memez es que el intelectual presidiario se enfade con la pobre Cristina. No hay motivo alguno y no ha mostrado ser, no ya un intelectual, sino tampoco mínimamente inteligente. Claro que hay muchos a quienes se reputa de intelectuales y lo que son es cretinos integrales. Y no quiero señalar porque en los créditos del bodrio se ve a algunos .

En fin, todo para iniciar una relación amorosa que se prevé tórrida, ¡pobre marido! Menos mal que cuando se vea los cuernos pensará en una posible alucinación debida a su enfermedad.

me ha llamado la atención unas cuantas sandeces de hoy: si Ana termina durmiendo o pasando la noche en casa de su cuñada y se presentó con el vestido azul puesto y el bolso en la mano, ¿ cómo aparece por la mañana en el trabajo con otro vestido si por su casa no había pasado? está claro que el vestido no era de Teresa sino le hubiera quedado corto. Otra sandez del día: si se presenta de madrugada Beltrán en casa de Héctor quiere decir que cubrían el turno de noche él y Bonilla, ¿ cómo que trabajan también a la mañana siguiente? que policias más eficaces.
De acuerdo con Píndaro en el comportamiento que ha tenido Salvador con Cristina, pero vamos que esto huele a relación amorosa y a frecuentes visitas de ella al presidio, y es que el otro día lo comenté, yo veo a Abel un rato triste y con las cosas que ve y escucha da hasta miedo.
Lo de Alfonso es un ataque de orgullo en toda regla, pero no es humilde y a veces hay que serlo y reconocer nuestras limitaciones aunque el detalle de Ana para que no se rieran de él al leer la revista es de elogio, también hay que reconocer que ella respira tranquila porque así no la critican de paso por tener un marido un tanto inculto. Ante este problema yo propongo una solución: que le dé clases particulares Cristina.

Pues no estoy de acuerdo en que el enfado de Salvador con Cristina es una sandez. El hombre está encerrado de por vida (supuestamente), le sale mal todo lo que intenta, acaba de sufrir una fuerte decepción relacionada con el teatro y lo paga con la pobre Cristina. La gente que tiene prontos suele reaccionar así y en la situación de Salvador, no tiene nada de raro. Y aunque se trate de una argucia para darle más morbo, o interés, a la futura relación con Cristina, no me parece mal. Con algo hay que entretener al espectador. Los dos actores me gustan. El que me pega menos con Cristina es Abel. Lo veo apagado y soso, pero cada parejita de esta temporada es diferente y sólo espero que desarrollen los rasgos que ya han aparecido en vez de cambiarles la personalidad, como han hecho en otras ocasiones.

Añado algo : he leído los comentarios de la página anterior y gracias, Píndaro, por tu bienvenida y tus comentarios, tan pertinentes como siempre. Segoviana, perdóname que soy una estúpida. Resulta que tengo el pelo fuerte y rizado, de modo que no necesito ponerme gorro y no lo he pensado. ¡Qué tonta!

¿Y qué culpa tiene Cristina de las calamidades que le pasan a él? Veamos, Elhorri, tener un "pronto" a mí modo de ver es descargar la violencia contenida por razones de conveniencia y hacerlo de la forma más vehemente, pero no descargar esta violencia con quien no tiene la culpa de nada, con "poca ropa". Eso sólo lo hacen las personas cobardes que, incapaces de enfrentarse con sus verdaderos enemigos, lo hacen con quien no tiene culpa de nada y es menos peligroso. Y no nos han descrito así al personaje, como un débil de carácter, por eso me parece una incongruencia, una tontería, en suma. Además de un topicazo, el de la pareja que empieza riñendo y acaba... solazándose, por decirlo de alguna manera.

Y créeme que me alegro de que entres por aquí a discutir conmigo, siempre cordialmente, claro.

Píndaro, no he considerado el encuentro entre Salvador y Cristina como una sandez, quizás me he explicado mal, solo hacia referencia al comportamiento tan poco correcto de él, aunque, claro está, él no está en un sitio que ayude a estar de muy buen humor. Debería de haber hecho este comentario sobre Cristina y Salvador en otro hilo.

Perdón Píndaro me equivocado al escribir mi comentario anterior y en vez de citar a elhorri te he nombrado a ti. mil perdones.

Tranquila, Nivo, lo que más me preocupa es que no lo consideres como una sandez cuando lo es y mayúscula .

Bueno, es una broma, puede que tengáis razón Elhorri y tú y el comportamiento de ese señor de cuyo nombre nunca me acuerdo, sea el más lógico y coherente.

se llama Salvador y está tela de amargado y no es para menos, aunque yo no quiero decir que sea justificable como se comporta al ver a Cristina y creo que con el tiempo se arrepentirá de ello.
Lo que sucede, es mi opinión, es que él esperaba al primo y ni de lejos esperaba a su mujer que ni siquiera la conocía, esto unido a el cabreo que cogió cuando el director de la prisión le dió a entender que el teatro ni fu ni fa , pues, ella llegó y le colmo el día.

Lo del teatro en la cárcel es otra sandez, Nivo. ¿Qué obras iban a representar? ¿Las de José María Pemán, las de Calvo Sotelo? No creo que Salvador pretenda eso. Y lo que está claro es que las Buero Vallejo o algún otro autor afín a la ideología del susodicho, no se lo iban a permitir. Mira por donde añado eso al acervo de sandeces de la novela, según mi modesta óptica, claro.

He llegado tarde, Píndaro. Parece que los dos hemos pensado lo mismo, pocas obras de teatro del agrado de Salvador iban a dejarles representar y teniendo en cuenta el geniecito que se gasta Salvador, no creo que fuera a poner en escena con interés y agrado ninguna de ellas.
Impresentable me ha parecido Salvador con su comportamiento hacia Cristina, toda encanto y amabilidad. Por muy amargado que esté, no es de persona íntegra pagar los platos rotos con una persona amable que va a visitarte con su mejor intención. Fatal Salvador , ¡menudo genio!.