Foro Águila Roja
Culturilla general: La batalla de Lepanto
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27/06/2010 16:56
(Link: http://www.laguia2000.com/espana/la-batalla-de-lepanto)
ANTECEDENTES Y PREPARATIVOS
El poder de los turcos había comenzado con la toma del Imperio romano de Oriente, en el año 1453, hecho que los alentó a convertirse en señores del Mediterráneo.
Para protegerse y enfrentar a la amenaza turca, se constituyó la Liga santa, el 25 de mayo de 1571, donde se aliaron Felipe II, de España, el Papa Pío V y la ciudad de Venecia. El temor se justificaba ya que los turcos en 1569, se habían apoderado de Túnez y en 1570, habían tomado Chipre, posesión de Venecia, rompiendo el sultán Selim II, el tratado de paz con Venecia que siempre había respetado su antecesor, Seliman, avanzando inexorablemente, hasta apoderarse de Nicosia el 9 de septiembre.
El acuerdo de la alianza cristiana, incluía el financiamiento de los gastos de la empresa bélica, por parte de los aliados, correspondiéndole la mitad de las erogaciones a España. Los venezianos afrontarían un tercio, y la sexta parte estaría a cargo del pontificado. El botín de guerra se repartiría en esa misma proporción. Se establecía, además, la imposibilidad de hacer la paz por separado. Las acciones se dirigirían contra Turquía, incluyéndose sus posesiones en el norte africano, que le corresponderían a España.
Al mando fue colocado Don Juan de Austria, hermano del rey español Felipe II (imagen a la derecha) a bordo de “la Real”, secundado por Álvaro Bazán,y Gian Andrea Doria. Se formó una flota de 315 naves y un gran ejército, de aproximadamente 30.000 hombres, formado en su mayoría por españoles, que partió por el Mediterráneo, el día 15 de septiembre. Sebastián Veniero dirigía la flota veneziana, formada por 140 naves. Marco Antonio Colonna conducía la fuerza pontificia.
Batalla de LepantoPor delante del resto de la flota iba Juan de Cardona, y ocho millas más atrás las fuerzas se dividían en cuatro cuerpos. El de la derecha, formado por 54 galeras era conducido por Juan Andrea Doria. Al centro, al mando de Juan deAustria se ubicaban 64 galeras. Las 53 galeras de la izquierda eran conducidas por Agustino Barbarigo. Las 30 galeras restantes, al mando de Álvaro de Bazán, tenían función de reserva.
Los turcos adoptarían una formación similar en cuatro cuerpos, pero en forma de media luna, siendo comandados cada uno de ellos, por Mahomet Siroco, Uluch Alí, Cara Kodja, y Murat Dragut.
Enterado Juan de Austria de la presencia de los turcos en Lepanto, reunió un consejo de guerra, que desaprobó el enfrentamiento, por ser superiores las fuerzas enemigas. Sin embargo, Juan deAustria consideró que una dilación podía acarrear peores consecuencias. Allí se suscitó un conflicto entre los venezianos y Juan de Austria, por el asesinato de un hombre de Juan de Austria a manos de los venezianos, que lo acusaban de herir a uno de sus hombres. Sin embargo, tras debatir sobre la responsabilidad de Veniero, acusado del hecho, decidieron combatir, y olvidar el incidente.
LA BATALLA
En el Golfo de Lepanto, cercano a las costas griegas, se produjo el enfrentamiento entre los turcos, que respondían al Sultán Selim II, quien puso la flota al mando de Alí Baja, a bordo de “La Sultana” y los cristianos, el 7 de octubre de 1571.
El ala derecha turca arremetió contra la izquierda cristiana, resultando muerto Barbarigo, cuando una flecha, arma preferida de los turcos, se le incrustó en el ojo, pero su nave no pudo ser apresada, por el auxilio prestado por el resto de las galeras aliadas.
La embarcación de Alí Baja, golpeó de frente a la de Juan de Austria, quien ayudado por el resto de su escuadra, rodearon y capturaron a “La Sultana” de Alí, luego de un sangriento combate cuerpo a cuerpo, donde también pereció Alí, que fue degollado.
Uluch Alí, desde la izquierda, consiguió asestar un duro golpe a la flota cristiana, destruyendo varias embarcaciones, pero su éxito fue solo temporal, ya que debió huir ante la resistencia de los aliados.
DESENLACE
Ese mismo día, se produjo la victoria de los aliados, debiendo lamentar los vencidos la muerte de 30.000 hombres, de un total de 90.000, y la pérdida de 230 naves. Solo 50 naves turcas lograron huir. Los cristianos perdieron aproximadamente 30 galeras y 8.000 hombres.
Al anochecer, y previéndose mal tiempo, los cristianos se retiraron victoriosos al puerto de Petala.
El 17 de octubre, la galera “El Ángel” entró en Venecia trayendo la noticia de la victoria, inundando de gozo a la cristiandad, que en su conmemoración, instituyó el día 7 de octubre como el día de Nuestra Señora del Rosario, en agradecimiento a la virgen a quien el Papa había solicitado protección.
Miguel de Cervantes, el autor de “Don Quijote de la Mancha”, adquirió por las consecuencias de haber participado en ese combate, a bordo de la galera “Marquesa”, el seudónimo de “El manco de Lepanto”, ya que fue herido en el brazo izquierdo y en el pecho.
ANTECEDENTES Y PREPARATIVOS
El poder de los turcos había comenzado con la toma del Imperio romano de Oriente, en el año 1453, hecho que los alentó a convertirse en señores del Mediterráneo.
Para protegerse y enfrentar a la amenaza turca, se constituyó la Liga santa, el 25 de mayo de 1571, donde se aliaron Felipe II, de España, el Papa Pío V y la ciudad de Venecia. El temor se justificaba ya que los turcos en 1569, se habían apoderado de Túnez y en 1570, habían tomado Chipre, posesión de Venecia, rompiendo el sultán Selim II, el tratado de paz con Venecia que siempre había respetado su antecesor, Seliman, avanzando inexorablemente, hasta apoderarse de Nicosia el 9 de septiembre.
El acuerdo de la alianza cristiana, incluía el financiamiento de los gastos de la empresa bélica, por parte de los aliados, correspondiéndole la mitad de las erogaciones a España. Los venezianos afrontarían un tercio, y la sexta parte estaría a cargo del pontificado. El botín de guerra se repartiría en esa misma proporción. Se establecía, además, la imposibilidad de hacer la paz por separado. Las acciones se dirigirían contra Turquía, incluyéndose sus posesiones en el norte africano, que le corresponderían a España.
Al mando fue colocado Don Juan de Austria, hermano del rey español Felipe II (imagen a la derecha) a bordo de “la Real”, secundado por Álvaro Bazán,y Gian Andrea Doria. Se formó una flota de 315 naves y un gran ejército, de aproximadamente 30.000 hombres, formado en su mayoría por españoles, que partió por el Mediterráneo, el día 15 de septiembre. Sebastián Veniero dirigía la flota veneziana, formada por 140 naves. Marco Antonio Colonna conducía la fuerza pontificia.
Batalla de LepantoPor delante del resto de la flota iba Juan de Cardona, y ocho millas más atrás las fuerzas se dividían en cuatro cuerpos. El de la derecha, formado por 54 galeras era conducido por Juan Andrea Doria. Al centro, al mando de Juan deAustria se ubicaban 64 galeras. Las 53 galeras de la izquierda eran conducidas por Agustino Barbarigo. Las 30 galeras restantes, al mando de Álvaro de Bazán, tenían función de reserva.
Los turcos adoptarían una formación similar en cuatro cuerpos, pero en forma de media luna, siendo comandados cada uno de ellos, por Mahomet Siroco, Uluch Alí, Cara Kodja, y Murat Dragut.
Enterado Juan de Austria de la presencia de los turcos en Lepanto, reunió un consejo de guerra, que desaprobó el enfrentamiento, por ser superiores las fuerzas enemigas. Sin embargo, Juan deAustria consideró que una dilación podía acarrear peores consecuencias. Allí se suscitó un conflicto entre los venezianos y Juan de Austria, por el asesinato de un hombre de Juan de Austria a manos de los venezianos, que lo acusaban de herir a uno de sus hombres. Sin embargo, tras debatir sobre la responsabilidad de Veniero, acusado del hecho, decidieron combatir, y olvidar el incidente.
LA BATALLA
En el Golfo de Lepanto, cercano a las costas griegas, se produjo el enfrentamiento entre los turcos, que respondían al Sultán Selim II, quien puso la flota al mando de Alí Baja, a bordo de “La Sultana” y los cristianos, el 7 de octubre de 1571.
El ala derecha turca arremetió contra la izquierda cristiana, resultando muerto Barbarigo, cuando una flecha, arma preferida de los turcos, se le incrustó en el ojo, pero su nave no pudo ser apresada, por el auxilio prestado por el resto de las galeras aliadas.
La embarcación de Alí Baja, golpeó de frente a la de Juan de Austria, quien ayudado por el resto de su escuadra, rodearon y capturaron a “La Sultana” de Alí, luego de un sangriento combate cuerpo a cuerpo, donde también pereció Alí, que fue degollado.
Uluch Alí, desde la izquierda, consiguió asestar un duro golpe a la flota cristiana, destruyendo varias embarcaciones, pero su éxito fue solo temporal, ya que debió huir ante la resistencia de los aliados.
DESENLACE
Ese mismo día, se produjo la victoria de los aliados, debiendo lamentar los vencidos la muerte de 30.000 hombres, de un total de 90.000, y la pérdida de 230 naves. Solo 50 naves turcas lograron huir. Los cristianos perdieron aproximadamente 30 galeras y 8.000 hombres.
Al anochecer, y previéndose mal tiempo, los cristianos se retiraron victoriosos al puerto de Petala.
El 17 de octubre, la galera “El Ángel” entró en Venecia trayendo la noticia de la victoria, inundando de gozo a la cristiandad, que en su conmemoración, instituyó el día 7 de octubre como el día de Nuestra Señora del Rosario, en agradecimiento a la virgen a quien el Papa había solicitado protección.
Miguel de Cervantes, el autor de “Don Quijote de la Mancha”, adquirió por las consecuencias de haber participado en ese combate, a bordo de la galera “Marquesa”, el seudónimo de “El manco de Lepanto”, ya que fue herido en el brazo izquierdo y en el pecho.
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#1

28/06/2010 09:29
Precisamente en esta batalla es donde Cervantes perdio la mano, de ahí le viene lo de "el manco de Lepanto".
Se ha conservado una providencia de Felipe II que data de 1569, donde manda prender a Miguel de Cervantes, acusado de herir en un duelo a un tal Antonio Sigura, maestro de obras. Si se tratara realmente de Cervantes, ése podría ser el motivo que le hizo pasar a Italia. Llegó a Roma en diciembre del mismo año.
Entra al servicio de Giulio Acquaviva, que será cardenal en 1570, y a quien, probablemente, conoció en Madrid. Le siguió por Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara. Pronto lo dejará para ocupar la plaza de soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Montcada. Embarcó en la galera Marquesa. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros", formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria, «hijo del rayo de la guerra Carlos V, de felice memoria», y hermanastro del rey, y donde participaba uno de los más famosos marinos de la época, el Marqués de Santa Cruz, que residía en La Mancha, en Viso del Marqués.
De ahí procede el apodo de el manco de Lepanto. La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. Aquellas heridas no debieron ser demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó su vida militar, en 1572. Tomó parte en las expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573). En todas ellas bajo el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el regimiento de Lope de Figueroa, que aparece en El alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.
Don Juan de Austria, hijo ilegítimo del Rey Carlos I de España y V Alemania.
Si alguien ha tenido ocasión de ir al Real Monasterio de El Escorial, y ha visitado la zona "cementerio", habrá podido apreciar la fastuosa tumba, con una escultura en marmol blanco de cuerpo yacente del susodicho, que si le hacía justicia debió de ser guapísimo.
Militar español (Ratisbona, Alemania, 1545 - Namur, Países Bajos, 1578). Hijo natural de Carlos V, que sirvió como militar a su hermanastro Felipe II de España. Bautizado en realidad como Jerónimo (Jeromín), fue criado en Castilla y no conoció a su padre hasta que éste le mandó llamar en su retiro de Yuste (Extremadura) en 1556. Fue Felipe II quien, siguiendo la indicación testamentaria de su padre, le reconoció como miembro de la familia real y le puso el nombre de Juan de Austria, otorgándole honores y rentas dignas de un infante (1559).
Completó su educación en la Universidad de Alcalá de Henares, pero rehusó dedicarse a la carrera eclesiástica. Su decidida vocación militar hizo que el rey le pusiera al mando de una escuadra para combatir a los piratas berberiscos en el Mediterráneo (1568); luego demostró sus dotes militares dirigiendo la represión de la sublevación de los moriscos del reino de Granada (1569).
Aquel éxito le permitió culminar su carrera militar, al obtener el mando supremo de la flota de la Liga Santa que formaron España, Venecia y el Papado contra los turcos (1570); frente a la estrategia defensiva que preconizaban sus consejeros más prudentes, don Juan de Austria impuso su criterio de buscar a la flota turca y hundirla, lo que consiguió en la batalla de Lepanto (1571).
Quizá para poner fin a sus ambiciones, el rey le envió como gobernador a los Países Bajos (1576), puesto enormemente difícil en el que ya habían fracasado el duque de Alba y Luis de Requeséns, incapaces de poner fin a la rebelión protestante; para convencerle le insinuó la posibilidad de lanzar más adelante una invasión de Inglaterra y colocarle como rey de aquel país junto a María Estuardo.
Pronto comprendió don Juan lo inviable de aquel proyecto, mientras fracasaba día a día en su intento de contener la rebelión de los Países Bajos. Poco consiguió con su compromiso de retirar los Tercios y de respetar las libertades flamencas a cambio de que los rebeldes reconocieran la fe católica y la soberanía española (Edicto Perpetuo de 1577). Las intrigas que organizaba Antonio Pérez en la corte le pusieron en peor situación con el rey y los recursos que necesitaba (de hombres y de dinero) llegaban con parsimonia. Murió del tifus contraído durante una campaña militar.
Los restos de don Juan de Austria fueron llevados a España y reposan en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su tumba está cubierta por una estatua yacente de singular belleza que representa al finado ataviado con armadura, y como curiosidad hay que apuntar que por no morir en combate, está representado con los guanteletes quitados. La obra fue modelada por el madrileño Ponzano y esculpida en mármol de Carrara por un buen escultor italiano en los últimos años del pasado siglo.
Existe una película, española, de 1953, titulada Jeromín, sobre su vida.
Se ha conservado una providencia de Felipe II que data de 1569, donde manda prender a Miguel de Cervantes, acusado de herir en un duelo a un tal Antonio Sigura, maestro de obras. Si se tratara realmente de Cervantes, ése podría ser el motivo que le hizo pasar a Italia. Llegó a Roma en diciembre del mismo año.
Entra al servicio de Giulio Acquaviva, que será cardenal en 1570, y a quien, probablemente, conoció en Madrid. Le siguió por Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara. Pronto lo dejará para ocupar la plaza de soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Montcada. Embarcó en la galera Marquesa. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros", formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria, «hijo del rayo de la guerra Carlos V, de felice memoria», y hermanastro del rey, y donde participaba uno de los más famosos marinos de la época, el Marqués de Santa Cruz, que residía en La Mancha, en Viso del Marqués.
De ahí procede el apodo de el manco de Lepanto. La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. Aquellas heridas no debieron ser demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó su vida militar, en 1572. Tomó parte en las expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573). En todas ellas bajo el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el regimiento de Lope de Figueroa, que aparece en El alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.
Don Juan de Austria, hijo ilegítimo del Rey Carlos I de España y V Alemania.
Si alguien ha tenido ocasión de ir al Real Monasterio de El Escorial, y ha visitado la zona "cementerio", habrá podido apreciar la fastuosa tumba, con una escultura en marmol blanco de cuerpo yacente del susodicho, que si le hacía justicia debió de ser guapísimo.
Militar español (Ratisbona, Alemania, 1545 - Namur, Países Bajos, 1578). Hijo natural de Carlos V, que sirvió como militar a su hermanastro Felipe II de España. Bautizado en realidad como Jerónimo (Jeromín), fue criado en Castilla y no conoció a su padre hasta que éste le mandó llamar en su retiro de Yuste (Extremadura) en 1556. Fue Felipe II quien, siguiendo la indicación testamentaria de su padre, le reconoció como miembro de la familia real y le puso el nombre de Juan de Austria, otorgándole honores y rentas dignas de un infante (1559).
Completó su educación en la Universidad de Alcalá de Henares, pero rehusó dedicarse a la carrera eclesiástica. Su decidida vocación militar hizo que el rey le pusiera al mando de una escuadra para combatir a los piratas berberiscos en el Mediterráneo (1568); luego demostró sus dotes militares dirigiendo la represión de la sublevación de los moriscos del reino de Granada (1569).
Aquel éxito le permitió culminar su carrera militar, al obtener el mando supremo de la flota de la Liga Santa que formaron España, Venecia y el Papado contra los turcos (1570); frente a la estrategia defensiva que preconizaban sus consejeros más prudentes, don Juan de Austria impuso su criterio de buscar a la flota turca y hundirla, lo que consiguió en la batalla de Lepanto (1571).
Quizá para poner fin a sus ambiciones, el rey le envió como gobernador a los Países Bajos (1576), puesto enormemente difícil en el que ya habían fracasado el duque de Alba y Luis de Requeséns, incapaces de poner fin a la rebelión protestante; para convencerle le insinuó la posibilidad de lanzar más adelante una invasión de Inglaterra y colocarle como rey de aquel país junto a María Estuardo.
Pronto comprendió don Juan lo inviable de aquel proyecto, mientras fracasaba día a día en su intento de contener la rebelión de los Países Bajos. Poco consiguió con su compromiso de retirar los Tercios y de respetar las libertades flamencas a cambio de que los rebeldes reconocieran la fe católica y la soberanía española (Edicto Perpetuo de 1577). Las intrigas que organizaba Antonio Pérez en la corte le pusieron en peor situación con el rey y los recursos que necesitaba (de hombres y de dinero) llegaban con parsimonia. Murió del tifus contraído durante una campaña militar.
Los restos de don Juan de Austria fueron llevados a España y reposan en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su tumba está cubierta por una estatua yacente de singular belleza que representa al finado ataviado con armadura, y como curiosidad hay que apuntar que por no morir en combate, está representado con los guanteletes quitados. La obra fue modelada por el madrileño Ponzano y esculpida en mármol de Carrara por un buen escultor italiano en los últimos años del pasado siglo.
Existe una película, española, de 1953, titulada Jeromín, sobre su vida.
#2

28/06/2010 17:06
Cloud te vuelvo a felicitar sin tiempo y da gusto leerte, gracias por la información.
Selene, no tenia idea de que la mano no le fuera cortada siempre pense eso, y lo que realmente le paso es que se le quedo inmovil.. Muchas gracias a ti tb por la información.
Selene, no tenia idea de que la mano no le fuera cortada siempre pense eso, y lo que realmente le paso es que se le quedo inmovil.. Muchas gracias a ti tb por la información.
#3

28/06/2010 17:13
Gracias Cloud por la info, murieron de un bando 90.000 y de otro 8.000, en total 98.000 hombres, ¡qué barbaridad!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, me ha hecho reflexionar sobre ello y pensar el infierno que debió ser, ¡qué horros!!!!!!!!!!!!!!!!.
Selene, yo he estado varias veces en el Monasterio de el Escorial y es verdad lo que dices, si la estatua a su persona hace justicia debió ser un hombre guapísmo, completamente de acuerdo contigo.
Selene, yo he estado varias veces en el Monasterio de el Escorial y es verdad lo que dices, si la estatua a su persona hace justicia debió ser un hombre guapísmo, completamente de acuerdo contigo.
#4

28/06/2010 18:06
!!Pasmada estoy!!
Lo de Cervantes si lo sabía, pero lo de "Echar cuentas de la guerra" y la cantidad de muertos no la verdad.
Como dice el refran....."Nunca te acostarás sin saber una cosa más"
Gracias wapa.
Lo de Cervantes si lo sabía, pero lo de "Echar cuentas de la guerra" y la cantidad de muertos no la verdad.
Como dice el refran....."Nunca te acostarás sin saber una cosa más"
Gracias wapa.
#5

29/06/2010 12:34
Quien dijo que en un foro no se podía aprender cosas, vamos para que luego digan, este foro tiene un nivel académico total, una preguntilla ¿quien nos da los diplomas?, jeje
Gracias Cloud, Selene, estos post son geniales.
Gracias Cloud, Selene, estos post son geniales.